El bibliotecario público en Cuba

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El bibliotecario público en Cuba
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Concepto:Breve panorámica de los bibliotecarios públicos en el mundo y en Cuba

El Bibliotecario Público en Cuba. Breve panorámica de los bibliotecarios públicos en el mundo y en Cuba específicamente, se presenta la realidad en el territorio villaclareño y se proponen las competencias profesionales y los retos que deben enfrentar los profesionales de las Bibliotecas públicas ante la aparición de las Tecnologías de la Información y la Comunicaciones propias de la Sociedad de la Información

La Sociedad de la Información

Los cambios operados por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) e Internet, ponen al mundo ante una disyuntiva que obliga a potenciar el desarrollo de una nueva cultura basada en intensivos ambientes tecnológicos y cuyo recurso capital es la información.

Diversos teóricos e investigadores han establecido que la Sociedad de la información se basa en un caudal sin precedentes de información, de avances científicos y revoluciones tecnológicas, de recursos humanos especializados en ramas y sectores cada vez más específicos y en la globalización de los propios recursos informativos, tecnológicos y humanos donde la información se convierte en fuente fundamental de productividad y poder. Los científicos, investigadores y profesionales “pueden acceder a las fuentes de referencia, pueden consultarse vía Internet; los catálogos de las bibliotecas están accesibles de forma remota; los grupos de noticias y las listas de discusión ofrecen una oportunidad para discutir temas que afectan a más de 1 profesional; y el correo electrónico permite contactar con colegas que pueden ayudar a solucionar un problema en un momento determinado, y todo esto en un mínimo de tiempo” 1

“La Sociedad de la información constituye una nueva forma de organización social y productiva en torno a las tecnologías de la información y la comunicación.” 2

Rendón Rojas, define esta sociedad como una trama de relaciones sociales. “Desde un enfoque holístico es el conjunto de relaciones sociales en un espacio social (institucionalidad) altamente dinámico, abierto, globalizado, que se apoyan y realizan por medio de la información; que es igualmente dinámica, abierta, globalizada, tecnologizada además demercantilizada. Es así, que los individuos para existir, deben ser receptores, transmisores, consumidores y una élite de creadores de este tipo de información”. 3

Los países subdesarrollados en el contexto de la globalización y derivada de su insuficiencia científica y tecnológica, tienen una dependencia de los países desarrollados, quienes producto de su potencial científico técnico, están a la vanguardia en planos económicos, políticos y culturales; y trazan los paradigmas del desarrollo. De continuar ampliándose estas diferencias, las barreras para los países del tercer mundo y la desigualdad en cuanto a capacidades científicas y tecnológicas, se acrecentarán, como consecuencia de que el caudal de conocimientos y el esfuerzo científico mundial, se conciben desde y para los países desarrollados: es una realidad que la mayoría de la población mundial ni navega en Internet, ni tiene computadoras, ni se beneficia de las ventajas tecnológicas.

La base del bienestar es el conocimiento, y la capacidad de los países de convertir este en fuente de desarrollo, de competitividad y equidad, es a través de procesos alternativos de innovación. Por lo tanto, Cuba ante los retos de la globalización y con las carencias propias de un país subdesarrollado, ha enfrentado los avances de la Sociedad de la información insertando su política educacional en el proceso de universalización, dentro del cual se encuentra una de las modalidades de la Carrera de Bibliotecología y Ciencias de la Información.

Como resultado de las transformaciones, esta profesión está diversificándose para ofrecer una nueva dimensión al problema de la información, lo que implica aceptar lo novedoso en cuanto a las necesidades de información, la manera de resolverlas creando nuevos métodos y estilos de trabajo, además, de enfrentar los desafíos para rediseñar la entrega de servicios con la calidad requerida por los clientes.

Cuba tiene trazadas estrategias para el desarrollo tecnológico potenciando sectores priorizados como la salud, agricultura, el medio ambiente, asistencia social, entre otras; por lo cual las bibliotecas públicas no han sido privilegiadas en este sentido. Ello no favorece que el recién egresado desarrolle y aplique plenamente las proyecciones educativas y su formación académica en el uso de las tecnologías.

Existe un momento de cambio de paradigma importante en terreno de la información donde este profesional debe participar activamente en la política de información en los ámbitos gubernamentales e institucionales. Hay que ser audaces, tener visión del futuro, ser un excelente comunicador, ser líder, un conductor de las actividades de su organización.

Porque el egresado de Bibliotecología no es solamente quien posee un título universitario, si no el que desarrolla competencias profesionales y personales, pues esto es lo que hace que se transforme en un bibliotecario con excelencias. Por tanto son necesarias competencias que lo capaciten con el fin de: proponer, propiciar, inducir y estimular competencias informativas en el usuario.

A partir de los desafíos que impone la Sociedad de la información y la comunicación, el presente trabajo propone determinar las principales problemáticas que enfrenta el profesional de la información en el contexto de las bibliotecas públicas en Cuba; así como definir las competencias profesionales del bibliotecario egresado de la actual universidad cubana.

Bibliotecario

Nuevo perfil del bibliotecario

Los estudios universitarios de Bibliotecología, a partir de las últimas décadas, han cambiado sus programas de estudios para adaptarse al contexto internacional y al desarrollo de la Sociedad de la información, donde aparece una nueva denominación para este especialista: “profesional de la información” quien ha de capacitarse en materias relativas a la Bibliotecología y Ciencias de la Información, en saberes vinculados al más importante recurso de la sociedad: la información.

El desarrollo de la ciencia y técnica ha influido en el campo de la educación generando un nuevo plan de estudio acorde a las exigencias de los programas de desarrollo de la ciencia y la tecnología al integrar lo tradicional con los resultados novedosos de los distintos campos del saber, para contribuir en lo fundamental, al perfeccionamiento de este profesional. Se trata de educar para innovar y de educar para participar; son también las coordenadas de esta breve reflexión sobre lo que debería ser la educación tecnológica del próximo siglo.

Plan de estudio

El plan de estudio actual cumple con los requisitos de la educación tecnológica y científica (CTS): se basa en el análisis interdisciplinario, problemas científicos y prácticos derivados del desarrollo de la ciencia y técnica, en la aplicación profesional de los contenidos según los recursos locales para la solución de problemas, en el impacto positivo de la ciencia y técnica; fomenta valores morales, desarrollo de destrezas en la búsqueda de información, aprendizaje significativo, alfabetización informacional y tecnológica.

Las nuevas tecnologías tienen un espacio importante en la formación de los profesionales de la información. Así reciben diferentes asignaturas:

  • Introducción a las tecnologías,
  • Programación,
  • Bases de datos,
  • Redes,
  • Búsqueda y recuperación de información,
  • Productos electrónicos I y II 
  • Ejercicios prácticos complejos como la elaboración de Bases de datos, páginas Web, intranet, portales, etc.

Este plan educativo responde a la necesidad de contextualizar los contenidos, renovar, actualizar y vincularlos al contexto social donde realizarían su actividad, en contraposición con la anterior separación de lo científico y lo humanista, lo cual implicaba desde las disciplinas, humanísticas conocer causas e impactos sobre el medio natural, social de la ciencia y técnica y por otro lado buscar la participación activa en la concientización ciudadana. Todo ello impedía el enfoque holístico que persigue la actual capacitación del profesional de la información.

Estos profesionales, junto a los educadores, deben asumir el liderazgo en este paradigma de formación continua y cambio educativo. En el nuevo escenario, el profesional de la información no es sólo un proveedor de fuentes de información en las bibliotecas públicas, escolares, en centros de información de cualquier nivel de enseñanza, u otras instituciones informativas; sino que debe ser un protagonista activo en la formación de competencias de este importante recurso: la información, un perfecto experto en la manipulación y acceso de esta, para que haga posible el desarrollo personal y profesional de los usuarios/clientes. Su labor, la de un educador en todo el sentido de la palabra, no puede verse aislada dentro de este contexto educativo, sino que debe formar parte de las transformaciones pedagógicas y del rediseño de los perfiles ocupacionales.

“La UNESCO, al vislumbrar el papel que deberán asumir en el futuro las bibliotecas como el más importante vehículo para lograr la sociedad del conocimiento, ha hecho un llamado a todos los gobiernos y países a la luz de los resultados de la reunión del año 2003 en Ginebra, Suiza, donde se convino por todos los países participantes trabajar por la Sociedad de la información". Esta reunión promovió como principios el libre acceso a la información y expresión sin restricciones, y se exhortó a que cada uno sería capaz de crear, acceder, usar y compartir información y conocimiento para la sociedad.

Posteriormente, a finales de 2005, en la Cumbre Mundial de Túnez, se ratificaron estos objetivos y acuerdos. A principios de 2006, en el Manifiesto de Alejandría, se reafirmó y precisó el papel que deberá asumir la biblioteca y corroboró el lugar del bibliotecario ante la sociedad de información cuando precisó: “implica una profesión, un papel y una actitud que trascienden las fronteras institucionales, bibliotecológicas y tecnológicas, en asociación a la defensa de los proyectos sociales más justos y dignos".

Para cumplir estos grandes objetivos existen obstáculos reales: la existencia de lo que se ha dado en llamar “brechas”. Así tenemos brechas digital, social, económica y cultural, todas entremezcladas y con diferentes grados de existencia en los distintos países donde el índice de pobreza, el analfabetismo, la carencia de acceso a la información, la tecnología, entre otros, y sin considerar los obstáculos que oponen los grandes consorcios y sus intereses en cada país para ganar la carrera de las ganancias hacen descomunal y de gran envergadura las voluntades y decisiones que es necesario tomar para su logro frente a una políticas e intereses imperialistas por mantener el monopolio de la tecnología y la infraestructura mundial.

Es este entramado en que se debate hoy día el futuro papel de los bibliotecarios y el de la biblioteca en el mundo; la tarea que tiene que enfrentar el bibliotecario y el informático en la sociedad, dependerá no sólo de la voluntad, dignidad y sólida formación cultural que reclaman este empeño, sino de la política, los recursos económicos y la convergencia de intereses de las autoridades de cada país.

En Cuba existe la política de extender a toda la sociedad este instrumento moderno para el desarrollo del país, aunque no se dispone actualmente de todos los recursos financieros necesarios para su extensión, y por otra parte existe un férreo bloqueo que  impide el acceso a los medios de comunicación, recursos materiales y las tecnologías que  permitan el acceso, la ampliación y el abaratamiento del servicio para cumplir estos grandes objetivos impostergables de nuestra sociedad” 4

Principales problemáticas

  • Problemas de presupuesto
  • Falta de reconocimiento social
  • Insuficiente material didáctico
  • Bibliotecarios con falta de visibilidad de la importancia que demanda su labor para cambiar el entorno social

Muy importante es el hecho de que existen en el territorio cubano contadas bibliotecas públicas que poseen la tecnología imprescindible para paulatinamente informatizar sus recursos y servicios.

Bibliotecas públicas en Villa Clara

  • En la actualidad el sistema de Bibliotecas públicas de la provincia cuenta con la información en soporte impreso y sus catálogos en fichas, como es típico de las bibliotecas tradicionales; por tanto se carece de las tecnologías: computadoras, redes y sistemas integrados de información, nuevos formatos, publicaciones electrónicas, bases de datos, entre otros; lo cual impide cumplir con los propósitos informacionales que demandan los cambios acelerados.
  • El flujo de información entre instituciones, organismos, organizaciones y redes que poseen la tecnología no se puede materializar; además, no se puede ofrecer un servicio de información integrado al usuario con la incorporación de la misma.
  • Existe déficit de personal graduado de la especialidad en el nivel universitario con conocimientos vinculados a la ciencia y la tecnología; e incluso, los pocos egresados migran hacia sectores con mejores atractivos tecnológicos y financieros. Hasta el año 2005 la carrera solo se estudiaba como curso libre en la Universidad Central de Las Villas y como curso regular en Ciudad de La Habana; nuestra provincia fue casi la última del país en abrirla en la sede universitaria, de manera centralizada en la cabecera provincial; y de forma regular comenzó en septiembre del 2007.

La preparación del personal técnico existente para el uso de las TIC es insuficiente y muy lenta, pero los recursos humanos no pueden además aplicar los conocimientos por no poseer las computadoras y por ende se desactualizan. Se ha potenciado la capacitación solo en el uso de las computadoras y no en toda la superación necesaria en la gestión de servicios y recursos de información. Los avances de la información tecnológica están ocurriendo muy rápido y el profesional necesita actualizarse constantemente, teniendo en mente una política de democratización y acceso justo a la información.

Estas instituciones en los municipios de la provincia, no son normalmente protagonistas directas del proceso tecnológico, ni tienen capacidad para: Crear y apoyar unidades de investigación e innovación con valor agregado. Desarrollar un clima favorable en función la ciencia y la técnica. Establecer instrumentos de motivación en este sentido. Estructurar un proceso eficaz de difusión.

Se manifiesta en todos los niveles una resistencia al cambio de la imagen y función de las bibliotecas públicas, lo cual impide una actitud y procedimientos proactivos, para propiciar la transformación de bibliotecas tradicionales en híbridas, donde convivan armónicamente la información impresa y la digital, y donde se reconozca el verdadero valor social del profesional de la información.

Innovación en las Bibliotecas Públicas

 La Sociedad de la información ha obligado a realizar transformaciones en las bibliotecas públicas, y ello genera el necesario cambio del bibliotecario, que deja de ser el celador de los conocimientos para convertirse en el gestor de estos conocimientos.

La innovación es el principio de la creación o adaptación de nuevos conocimientos y su aplicación a un proceso productivo, con repercusión y aceptación en el mercado. Una de las características más llamativas de la Sociedad de información y comunicación es el uso masivo, coordinado y aplicado de la creatividad.

En Cuba, si se analiza el sistema nacional de ciencia e innovación tecnológica, se observan estrategias y políticas de desarrollo sostenible, así como la creación de una cultura diferente del hacer tecnológico para asimilar, adaptar e innovar nuevos conocimientos que permitan seleccionar, con sencillez y sensibilidad, la tecnología en beneficio del hombre y la naturaleza.

A partir de la iniciativa de las provincias, es el momento propicio para innovar en las bibliotecas públicas y en el campo de las competencias profesionales. En este sentido los profesionales de la Biblioteca Provincial Martí elaboraron un proyecto de colaboración extranjero, aprobado en Bélgica, con el interés de adquirir e instalar la tecnología para contribuir a la elevación de la calidad de los servicios hacia la comunidad, de forma que las máquinas cuenten con el montaje de una red para permitir la integración a los subsistemas de información de la provincia y de la nación, con acceso a la intranet e Internet.

Todo ello contribuirá al desarrollo de nuevos servicios de información con soporte digital, e incluso al acceso de los centros de información universitarios en el territorio; lo cual propiciará la incorporación de concepciones didácticas en la superación, que favorezcan el uso de las nuevas tecnologías en los procesos Bibliotecológicos, y propicien el desarrollo investigativo y la innovación.

En el escenario actual, las bibliotecas públicas cuentan con los medios, tanto para el acceso como para la gestión de la información, lo cual es un importante desafío para los profesionales responsables de la organización, quienes deben ejecutar el rediseño de la misión, visión, y estructura funcional de las instituciones del territorio, teniendo en cuenta el desarrollo de las competencias de sus profesionales.

 Favorable es el hecho que se cuente en los municipios con la bibliografía de los módulos de los diferentes programas de estudio de la universalización, en este sentido las bibliotecas públicas potencian la labor educativa-docente tanto para clientes como para sus trabajadores.

Competencia de la información en bibliotecas púbicas del siglo XXI

Cecilia Braslavsky define a los sujetos competentes, como aquellos que poseen las capacidades agregadas y complejas para desempeñarse en los diferentes ámbitos que hacen a la vida humana. Las competencias son como programas de computadora que los sujetos construyen y reconstruyen a partir de su interacción con el medio y que les permiten funcionar en el mundo. Son dispositivos que debieran estar en permanente proceso de revisión crítica y de recreación.

En la universidad cubana es necesario formar un bibliotecario público general con una sólida formación básica y una actitud expectante frente a las necesidades del medio, para que pueda lograr su especialización, a través de la educación continua. Que sea capaz de adecuar sus conocimientos a las nuevas situaciones, adaptándose a las variables del cambio y siendo protagonista de su organización.

El desafío consiste en formar personas críticas, responsables, creadoras y capaces de transformar la sociedad a través del conocimiento y el trabajo, capaces de actuar como facilitadores del aprendizaje, para lo cual el espacio educativo y laboral, debe crear las condiciones que posibiliten el desarrollo de sus capacidades y su orientación al logro de competencias.

¿Qué competencias son necesarias al bibliotecario público universitario?

El cambio de la profesión no se presenta como una anulación de las prácticas y cultura profesional que ha sustentado el desarrollo bibliotecario durante décadas, la transformación se presenta como una adaptación inteligente a un medio ambiente fluctuante. La Declaración de Alejandría sobre la alfabetización informacional, elaborada por expertos de todo el mundo, promulga en una de sus partes: ...“declaramos que la alfabetización informacional y el aprendizaje a lo largo de la vida son los faros de la Sociedad de la información que iluminan las rutas hacia el desarrollo, la prosperidad y la libertad.”... y más adelante expresa… “la alfabetización informacional se encuentra en el corazón mismo del aprendizaje a lo largo de la vida. Capacita a la gente de toda clase y condición para buscar, evaluar, utilizar y crear información eficazmente para conseguir sus metas personales, sociales, ocupacionales y educativas.”5

Los profesionales de la información tienen la necesidad urgente de integrarse al programa de alfabetización y desarrollar nuevas competencias que les permitan el acceso, uso y transmisión eficaz de la información con el uso de las tecnologías; pero además deben estar preparados para transmitir a sus usuarios los conocimientos necesarios para el desarrollo de actitudes y habilidades en la localización y manejo de la información. Por tal motivo necesitan entrenarse y adquirir habilidades pedagógicas como instructores o facilitadores del conocimiento y la información en formatos no tradicionales.”6 “Se trata de que la biblioteca pueda colaborar con el descubrimiento de una nueva forma de vivir intelectualmente, el mundo del conocimiento: investigar, conocer, compartir, y transmitir tal vez la emoción que puede producir entrar en esta nueva dimensión. Esta tendencia se reafirma continuamente en los documentos emitidos por organizaciones internacionales como la UNESCO.” 7

Se debe destacar que la adquisición de las competencias es un proceso complejo desde la formación pregraduada hasta la posgraduada. Existe diversidad de criterios de clasificaciones acerca de las capacidades y habilidades inherentes a las competencias de este profesional. Hay coincidencias que se han tenido en cuenta para definir las competencias del bibliotecario universitario.

Grupos de competencia

Competencias Profesionales: conocimientos, habilidades, destrezas, experiencia, acceso, capacidades tecnológicas, administración, gestión de recursos y servicios, capacidad de identificar, localizar, adquirir, organizar, evaluar, utilizar y comunicar la información de forma efectiva; capacidad para alfabetizar, generando una inteligencia colaborativa.

Estas competencias hacen referencia a los procesos cognitivos necesarios para simbolizar, representar ideas, imágenes, conceptos u otras abstracciones; también suelen aparecer bajo el rótulo de competencias analíticas, creativas y metacognitivas. Ello implica que no bastan los conocimientos y habilidades en el uso de la información, las estrategias de búsqueda, la gestión de información, entre otras, sino también se requiere de aquellas que lo convierten en un facilitador del aprendizaje: diseño de currículo, teorías del aprendizaje, métodos pedagógicos, tecnología educativa, dirigidas a reforzar el lugar de la institución de información como agente formador activo.

Acciones que deben poseer los bibliotecarios públicos

  • Aplicar las tareas técnicas indispensables de un bibliotecario. Dominando el ciclo de vida de la información (según Dolores Vizcaya).
  • Analizar las características de su institución de información.
  • Definir y diseñar proyectos de trabajo en equipos para la aplicación de políticas de información.
  • Administrar recursos y servicios informativos.
  • Participar de forma activa en la investigación cuantitativa y cualitativa de la especialidad.
  • Innovar en el uso de productos y nuevos recursos, servicios, tecnologías, metodologías de la informática, información y comunicaciones.
  • Proyectar la alfabetización informacional demostrando sus capacidades didácticas.
  • Implementar estrategias de mercadotecnia.
  • Intercambiar información con otros especialistas, instituciones y organizaciones para un meta-aprendizaje.
  • Gestionar información a partir del uso de las TIC para adquirir, organizar y diseminarla entre consumidores inteligentes.
  • Negociar apoyo y financiamiento a actividades que aportan alto valor agregado a la información.
  • Brindar asesorías y consultorías adecuadas a las necesidades reales de los clientes y empresas del territorio.
  • Dominar idiomas extranjeros.

Competencias personales: integridad, deseo de desarrollo, voluntad al cambio, visión de futuro, liderazgo, audacia, habilidades comunicativas, proyección estética, convicciones y valores que permiten a los profesionales trabajar efectivamente y contribuir positivamente con sus organizaciones, clientes y a enriquecer su profesión...

Estas competencias van más allá del conocimiento que se pueda adquirir en una universidad o curso de postgrado, tiene una relación directa con elementos como la personalidad, los valores, las actitudes, pero que en alguna medida la organización puede modificar e incidir directamente para su proyección positiva.

Compromisos del bibliotecario

  • Actuar acorde con la ética profesional.
  • Enfrentar desafíos y aprovechar las nuevas oportunidades.
  • Demostrar una actitud flexible y positiva ante los cambios, sin prejuicios ante las innovaciones.
  • Actuar con una perspectiva amplia ante tareas cruciales.
  • Persuadir, discutir, negociar, enseñar a través de una comunicación efectiva.
  • Compartir proyectos en equipos, buscando nuevas oportunidades.
  • Establecer diseños de colaboración y alianzas.
  • Demostrar liderazgo y participatividad.
  • Enfrentar con coraje y tenacidad los riesgos de conflictos.
  • Ayudar a resolver los problemas en ambiente de respeto y confianza mutua.
  • Valorar las acciones propias y ajenas.
  • Manifestar orgullo de la profesión.
  • Demostrar actitud entusiasta, dinámica, ágil en sus funciones como facilitador.
  • Tratar a sus clientes con trato respetuoso, colaborativo y afable.

El profesional de la información, precisa de un conjunto de conocimientos, habilidades y valores que les sirven como herramientas para el análisis de procesos del mundo contemporáneo desde posiciones marxistas; todo lo cual redundará, en la formación de un especialista revolucionario, comprometido con el desempeño creador de nuestras economías, con un gran componente humanista, un profesional con una formación integral capaz de hacerle frente a los retos de su época y del entorno en el que le corresponderá mostrar sus competencias, lo cual constituye una arista importante de su misión.

Por otra parte, está llamado, de manera creciente, a producir conocimientos y tecnologías que promuevan la sustentabilidad ambiental, el desarrollo orientado hacia los pueblos y el manejo a largo plazo de los recursos.

Consideraciones finales

La actual Sociedad de la información y el conocimiento precisa de bibliotecas públicas abiertas al desarrollo cultural, científico y tecnológico para poder lograr, de acuerdo a sus potencialidades y capacidad de innovación, que los individuos y profesionales puedan desarrollarse según sus propias habilidades y posibilidades; que privilegien el espíritu creador, el trabajo imaginativo, la invención, la crítica y la confrontación de ideas. Donde prevalezca un ambiente estimulante y receptivo a la expansión del conocimiento.

Constituye un reto muy grande para el bibliotecario enfrentar el uso de las tecnologías y las crecientes demandadas informativas, es imprescindible la formación de una cultura tecnológica, así como el desarrollo de otras capacidades para orientar y estimular la innovación en el usuario con el recurso más importante de la sociedad: la información. La formación académica y el ámbito laboral del profesional deben lograr el desarrollo pleno de competencias que constituyan, para los egresados, un pasaporte al éxito. Que definan al “perfil profesional” en un enfoque dinámico, con un modo de pensar futurista y una visión del mundo que potencie las necesidades de la sociedad y la inventiva individual. Que se desempeñen con soltura en campos diversos porque han aprendido a combinar convenientemente el conocimiento, la iniciativa, la comunicación y las nuevas tecnologías; porque poseen y exhiben conciencia social y valores éticos; porque enriquecen con la investigación el campo teórico de su especialidad.

Citas

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2. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Los caminos hacia una Sociedad de la información en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: Naciones Unidas, 2003.

3. Redón Rojas, M. A. Un análisis del concepto de Sociedad de la información desde el enfoque holísTICo. Información, Cultura y Sociedad 2001;(4):16.

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5. Declaración de Alejandría sobre la alfabetización informacional y el aprendizaje a lo largo de la vida. Disponible en: http://www.ifla.org/ [Consultado: 25 de agosto del 2007].

6. Pinto Molina, M. Alfabetizar en información desde la biblioteca universitaria. Clip. Boletín de la SEDIC 2006; 45. Disponible en: http://http/www.ugr.es/~mpinto/ [Consultado: 20 de agosto del 2007].

7. García Ballesteros, MT. Alfabetización informacional en el ámbito sanitario. 2005. Disponible en: http://eprints.rclis.org/archive/00008206/ [Consultado: 26 de agosto del 2007].

Fuentes

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