El descendimiento de Cristo (arte)

Revisión del 14:32 19 dic 2017 de Javiermartin jc (discusión | contribuciones) (Texto reemplazado: «Category: Artes Plásticas» por «Categoría:Artes plásticas»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
El Descendimiento
Información sobre la plantilla
Religiosos.jpg
El Descendimiento es una escena que forma parte del ciclo de la Pasión y que se sitúa entre la Crucifixión y el Llanto sobre Cristo muerto.
Datos Generales
Autor(es):Rogier Van der Weyden,



El Descendimiento

Es una escena que forma parte del ciclo de la Pasión y que se sitúa entre la Crucifixión y el Llanto sobre Cristo muerto. Narra el episodio en que el cuerpo de Cristo es desclavado y bajado de la cruz por José de Arimatea y Nicodemo, que se ayudan, en ocasiones, de escaleras para llevar a cabo esta acción.

Esta obra magnífica de Rogier Van der Weyden, quien lo planeó como pintura que traduce los esquemas de los retablos escultóricos alemanes y flamencos de esa época. Éstos plantean habitualmente una caja espacial estrecha, en la cual se colocan a manera de friso los personajes esculpidos, frontales y ajustados al escaso fondo que se les concede.

Este planteamiento es el mismo que observamos en el Descendimiento de Van der Weyden: todas las figuras se distribuyen en un primer plano, yuxtapuestas pero procurando que ninguna oculte a las demás. La evocación del estilo escultórico consigue volumen y modelado en los cuerpos, que se aprecia de manera sobresaliente en el cuello de la mujer que se encuentra en el extremo derecho de la composición.

Las figuras, diez en total, son Cristo muerto, María, San Juan y los santos varones y mujeres, incluida la Magdalena. Todos ellos llevan hermosos ropajes, cuyas texturas permiten diferenciar terciopelos, sedas, damasquinados, etc.

Es también una característica propia del arte flamenco ésta de resaltar la calidad de las materias que aparecen. Es un indicativo del poder del que encarga la pintura. Además, todo el fondo está recubierto por riquísimas láminas de pan de oro, y abundan los azules y los verdes, pigmentos que proceden de moler piedras semi-preciosas.

El fondo dorado, además de una ostentación de riqueza, impide que la mirada del espectador profundice en otra cosa que no sea la escena, desarrollada por este marco en un espacio mágico e irreal, sin referencias humanas.

La obra fue encargada para la capilla de los Ballesteros de Lovaina, lo cual se refleja en el marco: en los extremos superiores aparecen unas pequeñas ballestas que identifican a los donantes. Parece que en origen era la tabla central de un tríptico, completado por una Resurrección y unas imágenes de santos, pero se desconoce su paradero.

Felipe II, gran admirador del arte flamenco, trató infructuosamente de comprarla; por ello, encargó a Michel Coxcie, pintor y copista real, que le hiciera una copia para colgar en El Escorial.

Años más tarde, la tía del emperador, María de Hungría, consiguió adquirirlo para la colección real española, a la que llega en 1574, de modo que una segunda copia fue realizada para que permaneciera en la capilla de los Ballesteros. La primera de Coxcie es la que actualmente pende de los muros de El Escorial. La tabla original del Descendimiento se encuentra en el Museo del Prado desde 1939.

Historia

Antes de 1443. Óleo sobre tabla, 204,5 x 261,5 cm. El Descendimiento se pintó para la capilla de Nuestra Señora Extramuros de Lovaina, que fue fundada en el siglo XIV por el gremio de ballesteros, vendida en 1798 y demolida poco después. La ocupación de los fundadores queda indicada por las dos pequeñas ballestas que cuelgan en la tracería de las dos esquinas mayores de la tabla. La copia más antigua que puede fecharse, el Tríptico Edelheere de 1443 (Lovaina, iglesia de San Pedro), demuestra que ya estaba terminado en ese año. Comprado a la capilla lovaniense por María de Hungría, en 1549 colgaba en la capilla de su palacio en Binche. Antes de 1564 su sobrino Felipe II lo tenía en la capilla del Pardo, uno de sus palacios madrileños En esta entrada hablaremos del "Descendimiento" de Roger Van Der Weyden, el cual podemos encontrarlo en el Museo del Prado. Fue pintado hacia 1435, en óleo sobre tabla, y fue realizado para la capilla de los Ballesteros de Lovaina, en Bélgica. Algunas de las características de la escuela flamenca, a la que pertenece, funden la tradición gótica con la sensibilidad renacentista.

La tabla, material que se empleaba en la tradición gótica, continúa teniendo protagonismo en esta época. La técnica, en cambio, varía, utilizándose en ese momento el óleo. La unión del material y la técnica, da lugar al brillo de los colores y la minuciosidad en los detalles.

Las características que se le otorgan a Van Der Weyden, no solían ser las propias de la escuela flamenca, a la que pertenecía. Por ejemplo, sus obras eran de amplias dimensiones (las figuras casi son a escala natural), frente a las pequeñas obras de ese momento. Otra de las características más comunes de la escuela es el amor por el paisaje, que en este caso, tampoco aparece, permitiendo centrarse más en los sentimientos de las figuras.


Roger Van Der Weyden, es uno de los principales maestros del momento. Se puede decir que es el pintor del dolor, ya que se preocupa por los sentimientos, evitando el hieratismo que tan acostumbrado nos tienen otros artistas del momento.

El tema seleccionado por el artista es idóneo, ya que le permite la exaltación de emociones, y, donde mejor que en la escena del descendimiento de Jesucristo de la Cruz, en brazos de José de Arimatea, Nicodemo y un ayudante; mientras la Virgen María cae desmayada sostenida por San Juan y una de las santas mujeres.

En la composición de la obra, la horizontalidad queda recortada por la verticalidad tajante de la cruz, además la organización y corte de la tabla nos recuerda a los trípticos (unidos por bisagras) que se comenzaron a hacer en esa época. En una escena tan trágica, Van Der Weyden expresa el sufrimiento de forma espectacular con detalles como el de las lágrimas en María Salomé, la Virgen María, o Nicodemo. También, la expresividad de los brazos, llevándoselos a la cara en el caso de una de las tres Marías que estuvieron presentes, o, la necesidad de María Magdalena de apoyarse para no caer desmayada, reflejan la emotividad del momento.

Significación Histórica

El Descendimiento es una de las obras maestras de Van der Weyden, que fue pintada hacia 1435 para la capilla de la Cofradía de los Ballesteros en la Iglesia de Nuestra Señora de Extramuros de Lovaina.

La importancia de dicho encargo le permitió concebir su obra con un alto nivel de virtuosismo técnico y con una extraordinaria riqueza de materiales, además de concebir sus figuras a un tamaño natural, hecho totalmente inusual en la pintura flamenca.


Aunque la fecha de ejecución no se conoce con exactitud, toda la crítica especializada coincide en situarlo en una fase temprana de su producción, en torno a 1435, cuando ya su estilo ha asimilado la lección aprendida de su maestro Robert Campin, y ha alcanzado su plena madurez, como así lo confirma su nombramiento como pintor de la ciudad de Bruselas en ese mismo año.

Fuentes