Elizabeth de Bohemia

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Isabel de Bohemia
Información sobre la plantilla
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Nacimientoel 26 de diciembre de 1618
Heidelberg
Fallecimientoel 8 de febrero de 1680
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Nacionalidad[[]]
PadresFederico V del Palatinado y de Isabel Estuardo

Isabel de Bohemia fue una aristócrata alemana, notable filósofa y religiosa calvinista. Se relacionó con importantes intelectuales de su época: Descartes, Cocceius, Labadie.

Bibliografía

Isabel de Bohemia nació en Heidelberg el 26 de diciembre de 1618 y murió el 8 de febrero de 1680. Fue hija de Federico V del Palatinado y de Isabel Estuardo, hija a su vez de Jaime I de Inglaterra. Las vicisitudes que esta familia real tuvo que sortear terminaron por conducirlos a perder el reino de Bohemia y a vivir exiliados en Holanda.

Hija pues de reyes depuestos y exiliados, Isabel recibió una cuidadosa educación que corriendo el tiempo la convirtió en una mujer célebre por su erudición. Se sabe que estudió música, danza, arte, ciencias naturales, matemáticas y lenguas; hablaba inglés, alemán, francés, holandés e italiano y conocía el latín; también fue una estudiosa de la Grecia antigua, lo que le valió el mote de “La griega” entre los miembros de su familia.

En general, nuestra princesa fue una gran lectora y una entusiasta estudiosa de las ciencias: asistía a experimentos científicos y a disecciones anatómicas, lo que terminó por conducirla hacia uno de los filósofos más importantes de su tiempo: René Descartes, de quien Isabel fue una devota admiradora; conocía su obra y había leído varios de sus textos, entre ellos las Meditaciones, el Discurso y las Reglas.

Isabel se dio a la tarea de cavar honda y contundentemente en las propuestas cartesianas, de forma que buscó el diálogo directo con el propio Descartes mediante una correspondencia que a menudo se ha señalado como una de las fuentes principales de la última obra del filósofo: Las pasiones del alma, además de proporcionar datos que aclaraban sus teorías.

Historiadores de la filosofía y la ciencia, como Reale y Antiseri, afirman que dicha correspondencia “es muy importante para aclarar muchos puntos oscuros de [la] doctrina [de Descartes], y en particular la relación entre el alma y el cuerpo, el problema moral y el libre arbitrio”. Y más aún, como ha dicho Eugenio Garin: el epistolario viene a constituirse en “el preámbulo, el fondo y el comentario” de esa obra.

Por ende, la relación epistolar que sostienen la princesa y el filósofo, iniciada en 1643, aporta una gama tal de datos que no podemos perderla de vista; como hacen notar De Martino y Bruzzese, este importante intercambio epistolar que va del 16 de mayo de 1643 al 3 de diciembre de 1649 y que comprende 26 cartas de la princesa y 33 del filósofo en las que se tratan cuestiones filosóficas y matemáticas, debe ser tenido en consideración no sólo a partir de lo que apunta Descartes, sino de aquello que preocupa a Isabel, pues afirman que “el contenido de las cartas de la princesa, casi todas de argumento moral, ha sido generalmente subestimado, cuando no ignorado del todo por los historiadores, a favor de las cartas del filósofo”.

En fin, como dice Margaret Atherton, “la reputación de Isabel como filósofa descansa en su correspondencia con René Descartes”. De ahí que esta correspondencia no sólo ayuda a reconstruir las concepciones del filósofo, sino que a través de ella estamos en condiciones de perfilar también el pensamiento de la princesa.

Bajo tales circunstancias, la vida de Isabel no parecía fácil y menos aún glamorosa; de hecho, no podía serlo para una princesa sin reino ni fortuna y, por si esto fuese poco, marcada por la égida del protestantismo que profesaba. Eran tiempos difíciles, e Isabel los enfrentó de la mejor manera que pudo.

No se casó, y como mujer soltera tuvo que depender de sus parientes hasta que finalmente se refugió en un convento de Herford, del que llegó a ser abadesa, condición ésta que finalmente le acercó un tanto al estilo de vida adecuado a una princesa.

Isabel de Bohemia y del Palatinado fue una princesa calvinista que vivió durante los años centrales del siglo XVII y que, por su pertenencia a una familia directamente implicada en la Guerra de los Treinta Años, tuvo una vida muy azarosa.

Carrera artística

Su muerte

Fuentes

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