Enfermedad ocular por microfilarias

Enfermedad ocular por microfilarias
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Clasificación:Enfermedad ocular por microfilarias.

Enfermedad ocular por microfilarias. Las microfllarias del ojo (especies de Thelazia) son parásitos comunes de los caballos y del ganado vacuno en muchos países, incluso varias áreas de América del Norte.

Etiologia y epidemiología

Los caballos están infectados principalmente por T lacrymalis, el ganado bovino principalmente por T gulosa, T sk1jabini, y T rhodesii. Esta última es la más común y dañina para el ganado bovino en muchos países, pero ha estado notoriamente ausente en informes recientes sobre el ganado bovino de América del Norte. Las especies de Tbelazia también se encuentran en los cerdos, corderos, cabras, venados, búfalo de agua, dromedarios, liebres, perros y gatos (véase más abajo), aves, y en el hombre. La mosca de la cara, Musca autumnalis, es el vector de T lacrymalis, T gulosa, y T. skljabini en Norteamérica. Los hábitos alimentarios de esta mosca incluyen una propensión por las secreciones oculares, lo cual es ideal para la transmisión.

ciclo vital de Tbelazia

Los gusanos hembra son ovovivíparos y descargan lalvas que se extienden dentro de sus cáscaras de huevos y penetran en las secreciones oculares; las larvas son ingeridas por la mosca y se toman infecciosas en <2 semanas. Las larvas infecciosas en fase terciaria emergen de los lóbulos de moscas infectadas que los depositan mecánicamente, durante su alimentación, en el ojo del huésped. El desarrollo de gusanos sexualmente maduros tarda de 3 a 4 semanas para T rhodesii y 6 semanas para T gulosa en el ganado bovino y de 10 a 11 semanas para T. lacrymalis en los poneys. Las infecciones se producen durante todo el año, pero los brotes de enfermedad clínica, especial mente en el ganado bovino, normalmente se asocian con las actividades de las moscas durante la estación cálida. Las larvas de Tbelazia sp no se han encontrado en aquellas moscas que resisten al invierno.

Potogénesis

La glándula lagrimal y sus conductos son los sitios comunes para T. acrymalis y T gulosa; las glándulas de la membrana nictitante y los conductos nasolagrimales son sitios menos comunes. Tbelazia skrjabini se encuentra normalmente dentro de los conductos lagrimales de la membrana nictitante. Las localizaciones superficiales en la córnea, en el saco conjuntival y debajo de los párpados y membrana nictitante son más tipicas de T. rhodesii, peroT lacrymalis, T skrjabini y T gulosa también se encuentran frecuentemente en esos sitios. Los gusanos se encuentran también en el pelo o piel periorbital durante la anestesia o después de la migración consiguiente tras la muerte del huésped. Se ha postulado que la irritación e inflamación son causadas por la cutícula aserrada de los gusanos, especialmente de T rbodesii, La invasión de la glándula lagrimal y conductos excretores puede causar inflamación y exudaciones necróticas; la oclusión de los conductos reduce la producción de lágrimas. En el caballo se ha informado sobre inflamación de conductos y saco lagrimales, Es común que se produzca conjuntivitis y blefaritis de leve; a graves. En los casos graves, espeialmente en el caso de infecciones por T rbodesii en el ganado bovino, puede desarrollarse queratitis, con opacificación, ulceración, perforación y fibrosis pennanente.

Hallazgos clínicos y diagnóstico

Las infecciones asintomáticas, tanto en los equinos como en los bovinos, parecen ser típicas de la telaciasis en América del Norte. infección puede descubrirse incidentalmente durante la cirugía y se ha informado sobre una incidencia sorprendentemente elevada cuando se hace una búsqueda específica durante la necropsia. Sin embargo, las infecciones por Tbelazia en el ganado bovino en América del Norte no siempre suelen ser inocuas. Las infecciones por Tbelazia pueden producir una ronjuntivitis que se atribuye erróneamente a una infección bacteriana. En Europa y Asia, la telaciasis se suele asociar con manifestaciones clínicas graves, incluso conjuntivitis, fotofobia y queratitis. De forma característica se produce una conjuntivitis crónica con hiperplasia linfoide y exudado seromucoide. No existe una técnica clínicamente fiable y segura para descubrir las microfilarias del ojo. La inspección visual de los ojos puede revelar los gusanos y generalmente es la modalidad recomendada para T rhodesii, que normalmente se encuentra en el saco conjuntival. Sin embargo, T gulosa y T skrjabini en el ganado bovino, T lacrymalis en los caballos, tienden a ser más invasores y es menos probable que sean vistos. Los anestésicos tópicos son útiles para el descubrimiento y obtención de T lacrymalis al ayudar a su liberación y desplazamiento a sitios más superficiales. Puede intentarse un examen microscópico del líquido lagrimal para buscar larvas. Los signos clínicos pueden ser útiles para el diagnóstico diferencial. La telaciasis tiende a causar una conjuntivitis crónica. En el ganado bovino, la queratoconjuntivitis infecciosa es una infección aguda de la córnea, de difusión rápida. En el caballo, las larvas infecciosas de las lombrices estomacales Draschia y Habronema sp pueden producir lesiones en el párpado, que se localizan cerca del canto medial, siendo granulomas ulcerativos protuberantes, frecuentemente conten iendo los característicos "gránulos de azufre", amarillos, en forma de placa de 1 a 2 mm de diámetro. Las microfilarias de la especie Onchocerca invaden el ojo y pueden causar una variedad de manifestaciones. La presencia de nódulos pequeños <1 mm), protuberantes, blancos, en la conjuntiva pigmentada adyacente al limbo temporal es patognomónica de una infección por Onchocerca. En esta área se observa también una despigmentación frecuente de la conjuntiva bulbar. Otras lesiones de la oncocerciasis afectan la córnea e incluyen edema y opacificaciones de la estroma de tipo punteado o rayado, erosiones superficiales y una queratitis esclerosante en forma de cuña, que surge del limbo temporal. Las estructuras intraoculares también pueden estar afectadas por microfilarias de la especie de Onchocerca.

Tratamiento y control

En el caso de T. rbodesii en el ganado bovino, es útil recurrir a la extracción mecánica con fórceps después de instilar un anestésico local. Esto también puede ser posible en el caso de T. gulosa o T. skrjabini en el ganado bovino o T. lacrymalis en los equinos, los cuales son más invasores. Se ha recomendado irrigar los ojos con 50 a 75 mI de solución acuosa yodada al 0,5 % Y yoduro de potasio al 0,75 % para T. gulosa y T. skrjabini. Esto también puede ser eficaz para T. lacrymalis en el caba110. En los cabal1os, la aplicación tópica de yoduro de ecotiofato al 0,03 %, o de isofluropato al 0,02 %, ha tenido éxito para T. lacrymalis. Se ha recomendado el uso simultáneo de un ungüento antibiótico y esteroide para combatir la inflamación y los invasores secundarios. En el ganado bovino, estos agentes tópicos podrían también ser útiles para T. gulosa y T. skrjabini. Ciertos agentes antihelmínticos, administrados sistémicamente, han mostrado actividad contra las microfilarias del ojo, aunque ninguno está actualmente aprobado en los EE. UU para las Tbelazia spp en el ganado bovino o equino. Sin embargo, en el ganado vacuno, las posologías de levamisol a 5 mg/kg y la ivermectina y doramectina, ambas a 0,2 mg/kg han demostrado actividad contra las Tbelazia spp que afectan al ganado. En el caso de T. lacrymalis en el caballo, dosis únicas de antihelmínticos de uso corriente tienen un efecto limitado sobre las microfilarias del ojo, si es que tienen alguno, en tanto que el régimen multidosis de fenbendazol (lO mg/kg diariamente durante 5 días) es eficaz contra T. lacrymalis. Los preparados orales de ivermectina no han sido evaluados en el tratamiento de las microfilarias del ojo en el caba110. Las medidas de control de moscas, dirigidas especialmente contra la mosca de la cara, ayudarán a controlar la telaciasis tanto en equinos como en bovinos. En pastoreo abierto y seco, el ganado bovino tiene menos moscas de la cara que aquél en pastos sombreados y con agua disponible.

Fuentes

  • El Manual Merck de Veterinaria Quinta Edición, 2000