Enteritis ulcerativa
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Enteritis ulcerativa. Enfermedad aguda o crónica que se observa principalmente en la codorniz blanca (Colinus virginianus), pero se ha descrito con frecuencia en pollos de 5 a 7 semanas de vida y también en pavos, faisanes, urogallos y otras gallináceas. Se produce en todo el mundo.
Sumario
Etiología, epidemiología y patogenia
Clostridium colinum es un bacilo anaeróbico esporulado exigente de aproximadamente 1 x 3-4 millonésimas de milímetro, que es difícil de cultivar. Las esporas son ovaladas y subterminales.
Este microorganismo se excreta por las heces fecales de las aves infectadas. Las codornices y los pollos que desarrollan una forma crónica de la enfermedad siguen siendo portadores. Para inducir de forma experimental una infección en codornices es necesario administrar, como mínimo, aproximadamente 10 a 6 microorganismos por vía oral; los pollos son más resistentes y necesitan, como mínimo aproximadamente 10 a la 9 microorganismos.
Los brotes de enteritis ulcerativa de los pollos suelen seguir a brotes de coccidiosis, una enfermedad bursal infecciosa y una hepatitis por cuerpos de inclusión.
Después de la infección oral, el microorganismo causa enteritis y úlceras en el tercio inferior del tracto intestinal. Algunos microorganismos pueden pasar al hígado a través de la circulación portal y producir una necrosis hepática difusa o focal.
Aunque en las lesiones ulcerativas del intestino y en las lesiones necrosantes del hígado se pueden observar gran número de bacterias similares a C. colinum, las características histológicas de estas lesiones sugieren que en la patogenia de esta enfermedad está implicada, además de una invasión bacteriana, una toxina. Sin embargo, todavía no se ha identificado toxina alguna.
Hallazgos clínicos
En las codornices sensibles, la enfermedad es aguda y la mortalidad puede llegar al 100 % en unos pocos días. En los pollos, los síntomas son generalmente menos drásticos y la mortalidad es igual o menor al 10 % durante la evolución clínica de la enfermedad de 2 a 3 sem o más).
Algunas codornices o pollos afectados pueden morir sin síntomas claros de enfermedad o pérdida de peso. Las heces fecales de las aves infectadas son características, mostrando estrías de uratos y un anillo acuoso. Las aves afectadas crónicamente están apáticas y anoréxicas, encorvadas, con el cuello retraído y los ojos parcialmente cerrados.
Lesiones
Las lesiones primarias se sitúan en el tercio inferior del intestino delgado, así como en el ciego y el hígado. Las lesiones del intestino y el ciego son variables y pueden consistir en una enteritis con hemorragias punteadas o ulceración. Las úlceras bien definidas son de tamaño variable y pueden llegar a ser de 5 mm de diámetro.
Las úlceras más grandes pueden mostrar membranas diftéricas amarillas, con un centro deprimido y bordes elevados. Las úlceras perforantes son frecuentes y causan peritonitis local o difusa.
Las lesiones hepáticas tienen el aspecto de focos necróticos aislados amarillos o áreas necróticas, irregulares y del mismo color que el parénquima hepático. El otro órgano que también puede mostrar lesiones es el bazo, que puede estar aumentado de tamaño y mostrar lesiones hemorrágicas o necróticas.
Diagnóstico
Aunque la histomoniasis y la hepatitis por cuerpos de inclusión pueden parecerse superficialmente a la enteritis ulcerativa, la coccidiosis es de todas ellas la que causa mayores problemas para el diagnóstico diferencial.
A menudo, ambas infecciones transcurren simultáneamente. En la enteritis ulcerativa, la tinción de Gram de la sangre, hígado y bazo de aves septicémicas permite observar bacilos formadores de esporas similares a C. colinum. Puede aislarse a partir de cultivos, bajo condiciones estrictas de anaerobiosis en placas de agar sangre, de hígado y bazo.
Tratamiento y control
Los fármacos más eficaces son la bacitracina o la estreptomicina. La bacitracina se utiliza en los alimentos a una concentración de 0,005-0,01 % y la estreptomicina a concentraciones de 0,006 %. Cualquiera de estos fármacos puede administrarse en el agua de bebida en cantidades profilácticas o terapéuticas. Asimismo, son eficaces las tetraciclinas y la furazolidona, a una concentración del 0,02 % en los alimentos.
Los grupos tratados suelen tener poca resistencia contra la reinfección. Por lo tanto, se deben cambiar las camas de paja contaminadas y puede ser necesario continuar o repetir el tratamiento periódicamente. Debido a que las codornices blancas son muy sensibles, como medida preventiva deben ser criadas sobre pisos de alambre o de listones de madera.
Fuentes
- El Manual Merck de Veterinaria, (quinta edición). Barcelona, España : Océano Grupo Editoria, S.A.
