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Instrumento médico utilizado para la medición de la presión arterial
 
Instrumento médico utilizado para la medición de la presión arterial
 
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Revisión del 18:49 6 oct 2011

Instrumento médico utilizado para la medición de la presión arterial

Esfigmomanómetro
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Nacimiento del esfigmomanómetro

Karl von Vierordt planteó en 1855 que se podía calcular la presión necesaria para obstruir una arteria. Un año antes había creado el esfigmógrafo que transmitía el movimiento del pulso desde una palanca a muy larga distancia hasta un quimógrafo con papel ahumado. Si bien no tuvo éxito con su equipo, logró dejar la idea del registro no invasivo calculando la presión necesaria para obliterar la arteria, que fue la base de todos los aparataos que hoy empleamos para medir la presión arterial.

Vierodt ideó un método exacto para contar glóbulos rojos y también inventó un hemotacómetro que media la velocidad de la sangre.

Usando como medio de registro el quimógrafo de Ludwig en Francia, Etiene Jules Marey (1830-1904), inventor de la cámara de cine, registró el pulso y la presión sistólica con un ingenioso aparato basado en un tamborcito o cilindro hueco cubierto en un extremo por una delgada membrana de hule. El pequeño tambor tenía una entrada por la cual pasaba aire o líquido a presión y hacía oscilar la membrana. El equipo recibió el nombre de esfigmómetro de Marey y fue empleado durante años por los investigadores de la época.

Valiéndose de la observación clínica detallada y del hallazgo del microscopio, Richard Bright (1789-1858), describió una enfermedad renal crónica: la pilonefritis crónica, enfermedad que lleva su nombre, capaz de causar hipertrofia cardiaca.

En las décadas de 60 y 70 del siglo XIX empleando el esfigmómetro de Marey, Ludwig Traube (1818-1856) y antes que el William Sembouse Kirkes (1822-1864), describieron la relación entre el riñón, el corazón y la apoplejía, esta ultimas la atribuyeron a la ruptura de pequeños vasos cerebrales. Kirkes se hacía las siguientes preguntas:

“¿Qué relación guardan las enfermedades del riñón, del corazón y de las arterias entre sí? ¿Qué comparten que causa la apoplejía?”

Y se respondía “ […], Creo que la afección de los riñones es la causa primaria , ellas tienen entre sus más frecuentes y permanentes acompañantes a la hipertrofia del ventrículo izquierdo[…], de las varias explicaciones de este hecho patológico, la más probable quizás es aquella que se refiere a la sangre alterada en su constitución […], la manera de moverse con menos facilidad por los capilares sistémicos y por tanto requerir una mayor presión y, consecutivamente, un incremento del crecimiento del ventrículo izquierdo para efectuar su transmisión”. Unos años después, Akbhbar Mahomed (1849-1884) y Cliford Albutt (1816-1890) en Inglaterra le llamaron a esa “mayor presión “mencionada por Kirkes; hiperpiesia. Finalmente en 1889, Huchard introdujo el termino Hipertensión.

Esfigmomanómetros

El médico austriaco Samuel Siegfried Karl Ritter von Basch (1837-1905) nacido en Praga, pero que estudió y vivió en Austria, diseñó el primer esfigmomanómetro de mercurio para la medida no invasiva de la presión arterial.

Diseño tres modelos de esfigmomanómetros, aunque el más útil fue el que tenía una columna de mercurio y consistía a una bolsa de agua conectada a un manómetro, el manómetro servía para medir la presión necesaria para obliterar el pulso arterial. La palpación del pulso radial permitía establecer cuando dejaba de pasar la sangre y así se medía por palpación del pulso la presión sistólica. Los médicos de la época consideraron ineficiente e inexacto el aparato de von Bash y su uso no trascendió, pero sin dudas fue el precursor inmediato del que diseñó Rivas Rocci en Italia en 1896 y que, en definitiva sigue siendo el más exacto de los esfigmomanómetros externos.

A von Bash se le atribuye haber ideado un esfigmomanómetro de resorte que fue el precursor del actual equipo aneroide.

Escipione Rivas Rocci (1963-1937) fue un internista, patólogo y pediatra italiano que trabajó durante 10 años como asistente de Carlos Forlanini en la Universidad de turin. Forlanini había ideado el neumotórax artificial para tratar la tuberculosis pulmonar. De Turín continuó con su maestro a Padua. Su contribución fundamental fue el esfigmomanómetro de mercurio que Salió a la luz en 1896, muy parecido al que actualmente se emplea. Tenía un brazalete elástico que se colocaba alrededor del brazo y una pera de goma que servía para inflarlo y comprimir la arteria humeral y un manómetro de cristal lleno de mercurio para medir la presión del manguito. Cuando dejaba de palparse el pulso radial, la presión de la columna correspondía a la presión arterial sistólica. La gran diferencia con el esfigmomanómetro actual es que este tiene una pequeña válvula que dejaba pasar más o menos aire, permitiendo así medir cuando gradualmente se desinfla y descomprime la arteria.

A pesar de su exactitud, pequeño tamaño y fácil manejo, el esfigmomanómetro de Rivas Rocci tal vez no hubiera trascendido si en una visita a Padua el neurocirujano norteamericano Harvey Cushing no lo hubiera visto y se lo hubiera llevado a Estados Unidos donde el aparato llegó a todas las consultas médicas del mundo, por supuesto con la válvula.

En 1897, poco después de la técnica de Riva Rocci, Hill y Barnard en Inglaterra describieron un aparato que medía por oscilometría la presión arterial diastólica, pero no tuvo mayor trascendencia hasta que pasaron algunas décadas.

La medida auscultatoria se debió al cirujano militar ruso Nikolai Korotkoff (1874-1920), que tuvo la idea de aplicar la campana de un estetoscopio a la arteria humeral en el pliegue del codo y escuchar cuando aparecía el primer ruido que correspondía a la presión sistólica. Cinco cambios de tono después (ruidos de Korotkoff), cuando desaparecía el último sonido, se medía lo que más tarde Funeberg denominó presión diastólica. Este método, ideado mientras servía en la guerra ruso-japonesa (1904-1905) demostró ser más preciso que el método palpatorio. Además, estableció un nuevo valor de medida de la presión, la presión arterial diastólica.

El esfigmomanómetro de mercurio, a pesar de su exactitud, ha cedido el lugar al aneroide, que depende de pequeños fuelles y palancas, es más pequeño, aunque tiene el inconveniente de perder, con el uso continuado su calibración. El mercurio se ha convertido en un metal deficitario, caro y tóxico por lo que probablemente los esfigmomanómetros que los tienen sirvan para la experimentación, para la calibración y para ocupar uno que otro estante en un museo.

Fuentes

Vázquez Vigoa, Alfredo et al. Percepción de la hipertensión arterial como factor de riesgo: Aporte del día mundial de lucha contra la hipertensión arterial. Rev cubana med,

Así Somos - Salud Vida [Internet]: www.sld.cu