Estenosis hipertrófica del píloro

Estenosis Hipertrófica del Píloro
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La Estenosis Hipertrófica del Píloro es una enfermedad relativamente común que afecta a niños en los primeros meses de la lactancia. En este desorden, la hipertrofia del músculo y su mucosa redundante, causan obstrucción del canal pilórico. A menudo puede ser diagnosticada con seguridad sobre la base de la historia y el examen físico solamente, con el ultrasonido utilizado solamente como proceder auxiliar. En ciertos casos, donde la historia es fuertemente sugestiva pero el examen físico es negativo, la imagen (ultrasonido y/o radiografías del tractus superior) puede ser crucial. Esta juega un papel clave en la atención inicial de estos niños y en la referencia quirúrgica adecuada. Esta reseña estuvo dirigida a resaltar el valor de los estudios por imágenes en el diagnóstico de la Estenosis Hipertrófica del Píloro.

Causas

En esta enfermedad el píloro se hace muy estrecho de modo que, aún estando abierto, el alimento digerido no pasa a través de él o lo hace muy difícilmente. Esto provocará el acumulo de alimento y, consecuentemente, el vómito. Precisamente el término de "estenosis"significa eso mismo, "estrechamiento". La causa de dicha estenosis es la "hipertrofia", esto es, un engrosamiento de las paredes que conforman el píloro. Todo esto conforma el término que da nombre a esta enfermedad. Debe quedar bien claro que no aparece en el nacimiento sino que se desarrolla posteriormente y de forma progresiva. Tal estrechamiento progresivo del píloro puede suceder en cualquier momento del período comprendido entre las 2 semanas y los 3 ó 4 meses de vida. Prácticamente puede asegurarse que un niño no padecerá esta enfermedad en su vida si ya ha cumplido los 3-4 meses de edad. En cualquier caso, se han descrito muy pocos casos de una enfermedad de comportamiento similar pasado este periodo.

La hipertrofia que origina un estrechamiento progresivo del píloro tiene un origen desconocido, si bien, se han invocado varios orígenes: 1.Hereditario: Algunos casos responden a esta causa habiéndose establecido una transmisión "ligada al sexo", es decir, procedente de una mutación del cromosoma sexual X (del padre o, más frecuentemente, de la madre). Podrá asegurarse esta causa si existen antecedentes en la familia. 2.Exceso de una sustancia en sangre llamada Gastrina. Se trata de una sustancia encargada de estimular la secreción de ácido en estómago que, en algunos casos de EHP, se ha visto anormalmente incrementada en la sangre de la madre o del propio feto. Dicho exceso se ha relacionado con un importante estrés durante el embarazo

Síntomas

Al tratarse de una enfermedad de instauración progresiva, los vómitos son inicialmente de presentación esporádica, es decir, aparecen en algunas de las tomas. En esta fase inicial es habitual e inevitable que el Médico le conceda poca importancia a estos vómitos si el niño se encuentra con buen estado general. En una segunda fase, pocos días después, los vómitos acaban por cumplir características muy típicas de esta enfermedad:

  • Acontecen en todas la tomas.
  • Suceden durante la toma o justo después de la misma.
  • Son vómitos violentos, en chorro. Esta característica puede llamar mucho la atención.
  • El niño se encuentra muy hambriento; coge el pecho o el biberón con gran avidez y ansiedad.

Las pérdidas que tienen lugar por los vómitos llevan a un estado de deshidratación y desnutrición (pérdida de peso) progresivos que acaban poniendo en peligro la vida del niño.

Diagnóstico

Inicialmente el diagnóstico es difícil aún cuando el Médico tenga en mente esta posibilidad. Debe tenerse en cuenta que en estadios muy iniciales de una EHP no existe ninguna prueba diagnóstica que permita ver una clara hipertrofia del píloro. En estos casos el Médico no tendrá más opción que dejar que la sintomatología evolucione uno o más días para poder establecer, posteriormente, el diagnóstico con seguridad. Cuando la clínica empiece a ser sugestiva de tal enfermedad se procederá a realizar pruebas diagnósticas que permitan la confirmación: la radiografía de abdomen permitirá ver la obstrucción y descartar otras causas de la misma. Con la ecografía abdominal se llegará al diagnóstico de certeza cuando se vea la hipertrofia del píloro bien establecida. También resulta necesario, mediante analítica de sangre, establecer que grado de deshidratación padece el niño para reponer las pérdidas, y buscar datos analíticos que apoyen el diagnóstico como un descenso del cloro y de la acidez en sangre derivados de las pérdidas por vómitos.

Tratamiento

Pilórico antes y después de la cirugía.

El tratamiento es urgente y se hace en quirófano. Inicialmente el niño se deja a dieta, se aportan líquidos mediante un goteo y se extrae el contenido del estómago por sonda. Posteriormente de procede a operar al niño para llegar a estómago y ensanchar el píloro. La técnica quirúrgica que ensancha el píloro es definitiva y tremendamente efectiva (de hecho salva la vida del niño) aunque pueden aparecer, rara vez, complicaciones.

Pronóstico

El pronóstico es excelente. La vía oral se reinicia en las primeras doce horas postoperatorias y la mayoría de los pacientes pueden ser dados de alta en el segundo día postoperatorio. Los pacientes recuperan dramáticamente el peso. Sólo un 10% presenta reflujo gastroesofágico persistente el cual puede ser manejado médicamente.

Fuente

Pediatria. Edt. Ciencias Médicas. La Habana, 2006 ;393(RR-11):380-381.