Estrés

Revisión del 23:16 25 oct 2014 de Javiermartin jc (discusión | contribuciones) (Combatir una sobrecarga de estrés)
Estrés
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Concepto:Presión negativa ligada muy frecuentemente a los eventos externos dolorosos o preocupantes, o provocada por situaciones que modifican las condiciones de vida.

Estrés. Estado de tensión que según expertos se ha convertido en la Enfermedad del siglo, pues raramente alguien puede escapar de sus consecuencias. Es una experiencia de Inestabilidad Psicológica como respuesta a Factores Ambientales Externos; esta enfermedad es una fuente de Patología y produce efectos a corto, medio y largo plazo.

Historia

Desde que Hans Selye introdujo en el ámbito de la salud en la década del 20 al 30 el término "stress", este se ha convertido en uno de los términos más utilizados por los diferentes profesionales de la salud, y también en el lenguaje coloquial del hombre en su vida cotidiana.

Si bien Selye se ha considerado tradicionalmente como "el padre de los estudios de estrés", el mérito de concebir este fenómeno y desarrollar los conocimientos actuales en muy diversas orientaciones, debe ser compartido con muchos otros autores.
En realidad fue el filosofo griego Hipócrates quien primero planteó la relevancia de ese fenómeno en la vida del hombre.

El filósofo inglés Claude Bernard lo introduce en la medicina en el siglo XIX, al referirse a la estabilidad del ambiente interno con independencia de los cambios en el ambiente externo. W. Osler, un conocido médico británico generalizó equivalencias entre el "estrés y el "sobreesfuerzo" (strain) así como también "trabajo fuerte" y "preocupación", indicando que estas condiciones facilitaban la instalación de enfermedades cardiovasculares en los médicos. El fisiólogo estadounidense W. Cannon lo relaciona en 1932, con el proceso de homeostasis, al referirse a los procesos fisiológicos coordenados que mantiene la mayor parte de los estados constantes del organismo.

Muy influenciado por las ideas de Bernard y Cannon, Selye se refirió al estrés como una respuesta general del organismo ante cualquier demanda, o sea, ante cualquier estímulo estresor o situación estresante, en su concepción del Síndrome general de Adaptación (SGA).

Síntomas

Se trata de un cambio que experimenta tu cuerpo en respuesta a estímulos internos o externos. se puede tener estrés "bueno" que mantiene alerta sin alteraciones, y estrés "malo" que impide que el cuerpo responda en buena forma ante determinados retos o situaciones difíciles que se presentan en la vida diaria.

Todas las personas sienten el estrés de una manera diferente. Algunas se enfadan, comportándose de manera poco apropiada y desquitándose con los demás; otras lo esconden y comienzan a padecer de problemas alimentarios o abuso de sustancias ilegales. Quienes padecen de una Enfermedad Crónica notan que los síntomas de su enfermedad día a día se acrecientan más.

Pero el estrés no es siempre una reacción a cosas inmediatas o momentáneas. Hay situaciones en las que la presencia de eventos progresivos o a largo plazo; como pudiera ser un Divorcio o el traslado a un nuevo vecindario o escuela, pueden causar estrés. Las situaciones a largo plazo pueden producir un estrés de poca intensidad, pero este será perdurable, ocasionando dificultades a la persona. El Sistema nervioso sin embargo siente una tensión contínua y se mantiene relativamente activo a fin de continuar liberando Hormonas adicionales durante un período de tiempo prolongado. Esto puede agotar las reservas del cuerpo, haciendo que la persona se sienta agotada o abrumada, debilitando el Sistema inmunológico del cuerpo y ocasionando otros problemas.

Aunque una suficiente cantidad de estrés puede ser buena, una sobrecarga es algo aparte nadie se beneficia por demasiado estrés. Por ejemplo, tener un poco de estrés porque se enfrenta un examen puede motivar a estudiar más, pero cuando el examen causa mucho estrés, la persona se concentra menos en la materia que necesita aprender.

Combatir una sobrecarga de estrés

Para el estrés se exponen variados métodos: lo mejor para hacerle frente al estrés es aprender a manejarlo que acompañe cualquier reto; ya sea bueno o malo. El arte de manejarlo se va perfeccionando si se usa con regularidad, no solamente cuando se está bajo presión. Saber cómo eliminar el estrés y hacerlo durante situaciones calmadas puede ayudar a pasar por circunstancias difíciles que puedan surgir. Aprender a pensar que los retos son oportunidades y las situaciones difíciles no son desastres, sino problemas momentáneos. Pedir ayuda y consejos de otras personas, en vez de quejarse y permitir que se acumule el estrés, fijar las propias metas y mantenerse al tanto de los progresos, tomar tiempo para relajarse.

Respuestas del organismo

Las personas estresadas tienen un índice inmunológico inferior a las optimistas y libres de estrés. Es conocido que las emociones tristes pueden afectar la salud, mientras que las positivas pueden proteger; una persona con estrés o deprimida, tiene más posibilidades de contraer una enfermedad, ya que su sistema inmunológico se haya en decadencia.

El estrés puede dañar el Cerebro a Nivel Molecular y desde ahí, extender su daño a través de las Hormonas al resto del cuerpo. Por tanto, el mejor tratamiento es prevenirlo y una vez que se padece, intentar superarlo cuanto antes. Así lo consideran destacados especialistas en la materia, entre ellos investigadores del Centro de Investigaciones Biomédicas en Red de Salud Mental (Cibersam).

Así, cuando el cerebro detecta un peligro, una serie de Estructuras CerebralesHipotálamo, Amígdala y la Glándula Pituitaria— entran en alerta, intercambiando información una con otra, enviando hormonas e impulsos nerviosos al resto del cuerpo a fin de prepararnos para pelear o huir.

El cuerpo descarga una serie de hormonas, o sea las Glándulas Adrenales descargan (Adrenalina), lo que provoca que el Corazón bombee más rápidamente y que los Pulmones funcionen a plena capacidad para inundar al cuerpo y los Músculos de oxígeno. Además, las glándulas descargan Cortisol extra y otros Glucocorticoides que ayudan al cuerpo a convertir azúcares en Energía.

Las Células Nerviosas descargan Norepinefrina, que tensa los Músculos y afina los sentidos, preparándolos para la acción inmediata; de hecho, la Digestión se paraliza. Lo anterior puede causar un daño significativo al organismo, ya que cuando el peligro pasa, los niveles de Epinefrina y Norepinefrina caen, pero si el peligro desencadenante de todo este proceso se repite muy a menudo, puede causar daños a las Arterias.

Como manifestaciones físicas destacan la sensación de ahogo, Rigidez muscular, pupilas dilatadas, tensión alta, Úlceras, Cefaleas. En cuanto a las consecuencias fisiológicas varían desde tener el cerebro activado permanentemente para la acción, sentidos alerta, hormonas, aceleración del pulso, respiración más profunda y músculos tensos, entre otros. Esto puede desembocar en un trastorno de Ansiedad.

El estrés puede variar según el entorno que lo causa, su duración, la intensidad de éste y las consecuencias clínicas. Por la naturaleza del entorno, cabe distinguir el “Síndrome del quemado” o mobbing en el contexto laboral; tener padres mayores, enfermos crónicos o hijos problemáticos, en el entorno familiar; tener altas expectativas, incapacidad, abuso, acoso, exceso de responsabilidad o agendas cargadas; y además están los clásicos problemas económicos o con los vecinos, por ejemplo, en el Ámbito social.

Dependiendo de las consecuencias clínicas, el estrés puede causar, desencadenar o perpetuar Patologías agudas. En estas situaciones se presentan síntomas de ansiedad, depresión, conductuales o bien mixtos, que son leves y recortados en el tiempo y no duran más de unos meses. Pero también provocar patologías más fuertes, como los trastornos por estrés postraumático y trastornos afectivos. Finalmente, el estrés puede dar origen a patologías crónicas, como el síndrome de fatiga crónica, Fibromialgia y Trastornos somatomorfos, en los que el estresor es crónico y los síntomas permanecen durante largo tiempo.

Por otro lado, el estrés puede desencadenar algunos trastornos mentales (episodios depresivos, maníacos y psicóticos), las enfermedades autoinmunes (lupus, espondilitis anquilopoyética y colitis ulcerosa) y enfermedades dermatológicas (psoriasis y dermatitis en general), así como enfermedades degenerativas como las demencias.

Tipos de estrés

Estrés normal

El estrés normal no puede eliminarse, porque es una parte de nuestra vida, hasta puede ser positivo si sabemos manejarlo eficazmente.

Estrés Patológico

Cuando el estrés se transforma en una reacción prolongada e intensa es muy posible que desencadene serios problemas físicos y psíquicos. Si no se libera al organismo de estos cambios ocurridos durante la fase de reconocimiento y consideración de la amenaza, se entra en un estado de estrés crónico. Cuando uno se siente estresado y añade aún más estrés, los centros reguladores del cerebro tienden a hiperreaccionar ocasionando Desgaste físico, Crisis del llanto, y potencialmente Depresión.

Causas de estrés patológico

Las amenazas exteriores producen en nuestro cuerpo unos cambios estresantes. Así nuestra forma de reaccionar ante los problemas, las demandas y los Peligros, viene determinada por una aptitud innata de lucha o huida, cuando los estímulos que nos llegan son interpretados como amenazantes. Reacciones incompletas ante estímulos, no resueltas adecuadamente.

Ejemplos
  • En el trabajo

Exceso o falta de trabajo, rapidez en realizar la tarea, necesidad de tomar decisiones, fatiga por esfuerzo físico importante, viajes largos y numerosos, excesivo número de horas de trabajo, cambios en el trabajo, individuo que cuenta con insuficiente responsabilidad, falta de participación en la toma de decisiones, falta de apoyo por parte de la dirección, cambios tecnológicos a los que hay que adaptarse, falta de seguridad en el trabajo, incongruencia o falta de equidad en una promoción insuficiente o excesiva, consciencia de haber alcanzado el propio techo.

  • En las relaciones sociales

Falta de relaciones, relaciones hipócritas, relación distante.

*Situaciones normales de la vida.Hablar en público, hacer una declaración de amor, realizar o tomar exámenes, estos estímulos pueden producir Sustancias Bioquímicas o Eléctricas que pueden producir estrés como; el Frío - el Calor – el Ruido - el Café - el Tabaco.

Síntomas del estrés patológico

El estrés, sobre todo el patológico, suele presentarse con síntomas físicos evidentes: Las pupilas se agrandan para mejorar la visión, el oído se agudiza, los músculos se tensan para responder al desafío, la Sangre es bombeada al cerebro para aumentar la llegada de Oxígeno a las células y favorecer los procesos mentales, las frecuencias cardiaca y respiratoria aumentan, Y como la sangre se desvía preferentemente hacia la Cabeza y el tronco, las extremidades y sobre todo las Manos y los Pies, se perciben fríos y sudorosos.

Estrés crónico

El estrés crónico, que millones de personas padecen por el simple hecho de enfrentarse a los diarios avatares de la vida, mantiene los Glucocorticoides en Circulación, llevando al organismo a un nivel bajo de Inmunidad, y a cierta pérdida de la Masa ósea, supresión del Sistema reproductivo y problemas con la Memoria.

Efectos secundarios de situaciones de estrés crónico

El estrés crónico puede producir: Aumento de susceptibilidad a los resfriados, aumenta el riesgo de los Problemas cardiacos, Presión arterial alta, Diabetes, Asma, Ulceras, Colitis y Cáncer, aumentos del azúcar en la sangre, aumenta el Colesterol, hay una liberación de Ácidos grasos en la sangre, aumenta los niveles de Corticoides, disminuye el Riego sanguíneo periférico, disminuye el Sistema digestivo, con frecuencia el estrés se asocia a Trastornos psicológicos como la Ansiedad y la Depresión, secundariamente produce una incapacidad para tomar decisiones, sensación de confusión, incapacidad para concentrarse, dificultad para dirigir la atención desorientación, olvidos frecuentes, bloqueos mentales.

Nuestro cuerpo es mucho más que una máquina, por separado cada pieza parece el componente de un aparato mecánico, bomba, filtros, depuradora, sistemas de control, pero unidas engarzan un ser vivo con capacidad de comprenderse a si mismo y a su entorno .Este ser es capaz de desarrollar un estado consciente y tranquilo, o ceder a la presión social y vivir en un mar de estrés, hay un mar interior de calma o de tensión.

Estrés agudo

Estrés agudo, es una respuesta a un peligro inminente, “carga” el sistema con poderosas hormonas que pueden dañar de inmediato el sistema cardiovascular, en segundo lugar, tenemos el estrés crónico, causado por una presión emocional intensa que la víctima no puede controlar. Usualmente produce hormonas que pueden deprimir el Sistema inmunológico y dañar el óseo.

Estrés positivo

El Eustrés : capaz de llenar nuestra vida de energía y vigor, de permitirnos experimentar la existencia como el mejor de los regalos, permitiendo una activación de todos nuestros sistemas de forma que sus procesos se lleven a cabo de la forma más armoniosa posible dando por resultado una vida saludable y sublime.

Estrés negativo

El Distrés, capaz de convertir nuestra vida en la antesala del infierno, de arruinar nuestros órganos internos y nuestra existencia entera, de quebrantar nuestro cuerpo y nuestra alma.

Métodos antiestresantes

Según los expertos, para superar el estrés lo mejor es evitarlo con modos sanos de vida, comunicarlo, resistirlo creyendo en uno mismo, limitarlo y tratarlo con ayuda profesional. Una vez que se padece, hay que intentar superarlo lo antes posible, pues cuanto más se prolongue en el tiempo, más patologías puede desencadenar llegando a perpetuarlas.

Todos hemos podido comprobar, alguna que otra vez, que en los momentos de tensión, angustia o cualquier otra circunstancia emocional fuerte, si respiramos profundamente sentiremos un alivio generalizado en todo nuestro cuerpo, en nuestros nervios y emociones.

Como su prima, la depresión, el estrés es tan perjudicial para el cuerpo como para la mente. Este tiene dos formas de actuar, cada una con su bioquímica asociada y por cierto diferentes.

No es una sorpresa, pues, que las estrategias existentes desde hace siglos — Yoga, Taichi, Meditación— para reducir el estrés también son muy beneficiosas para el cuerpo físico; no obstante, medir la influencia, o el nivel de estrés en nuestras vidas no es tarea fácil. Así, algunos estudios realizados plantean que ha habido casos de Soriasis mejoradas por la meditación —además de la medicación adecuada— al “desconectar” la víctima de su vida la influencia de una suegra muy agresiva en el hogar común, así como que personas creyentes que rezan regularmente tienden a vivir más y mejor que otros pacientes afectados por este azote de las sociedades modernas.

A la larga, estas prácticas fuera de la Ciencia médica convencional (oración, meditación, taichi, yoga y ejercicios de relajación) pueden y ayudan a aliviar el estrés de cada cual, lo que quitará algo la presión sobre el Sistema inmunológico, y mejora así nuestra respuesta al medio social y familiar en que nos ha tocado vivir.

Desencadenantes del estrés

Entre los desencadenantes del estrés están el exceso de información, el daño, el aislamiento, la presión grupal y la frustración. Su presencia se puede manifestar en varias etapas, desde los primeros síntomas de alarma derivados de la Tensión muscular, a la etapa de resistencia con el síntoma de Tensión psíquica. Si persiste en el tiempo, puede degenerar en agotamiento, con Síntomas físicos somáticos. Entre los Síntomas psíquicos del estrés se encuentran el nerviosismo, la alerta, el Insomnio, la falta de concentración y memoria, la irritabilidad, tristeza, Falta de energía, disminución de la Sociabilidad y Desmotivación.

Autocontrol

Cuando la mente permanece en calma, el rendimiento es óptimo pero cuando se dispara la alarma, se pierde el pensamiento complejo, la intuición creativa y la planificación a largo plazo. La atención se centra en el problema, la incidencia o la amenaza inmediata. El circuito cerebral se ocupa de afrontar las urgencias muestra sus efectos: temor, ataques de ansiedad, pánico, frustración, irritación, la ira y la rabia.

Desde el punto de vista de nuestro cuerpo, no existe ninguna diferencia entre nuestra casa y el trabajo porque el estrés se construye sobre el estrés sin importar la causa, por eso el más pequeño contratiempo puede desencadenar una respuesta que libera hormonas estresantes. Cuando el estrés es agudo puede incapacitarnos provisionalmente y cuando es crónico afectar las funciones orgánicas y entorpecer permanentemente nuestro intelecto.

La impulsividad disminuye la capacidad de aprendizaje porque disminuye la capacidad de atención, cuando nos encontramos preocupados, la memoria operativa tiene menos oportunidades de prestar atención al profesor, recordar los deberes, los libros y por lo tanto bajará el rendimiento académico o laboral.

La autorregulación de la emociones tiene que ver con la capacidad para reducir el estrés y provocar deliberadamente una emoción auque esta sea desagradable. El auto control no significa la negación o represión de nuestros verdaderos sentimientos. El mal humor por ejemplo también tiene su utilidad, el enojo, la tristeza, la melancolía o el miedo, pueden ser fuente de creatividad, energía y comunicación; el enfado puede ser fuente de motivación especialmente cuando surge de la necesidad de reparar una injusticia o compartir la tristeza, hace que las personas se sientan más unidas.

Cuando se habla de control no se trata de extinguir los sentimientos, lo que implica esta habilidad es poder elegir la forma de expresar los sentimientos, ser capaz de gestionar adecuadamente nuestras emociones e impulsos conflictivos, permanecer equilibrados aún en los momentos más críticos, pensar con claridad y permanecer concentrado a pesar de las presiones, ser honrado y sincero, cumplir responsablemente las obligaciones, afrontar los cambios y los nuevos desafíos y permanecer abierto a las nuevas ideas, perspectivas e informaciones.

No es ninguna novedad que las madres trabajadoras, a la carga fisiológica de su trabajo diario, se suma la tensión emocional que conlleva el estar a la expectativa de algún problema familiar inesperado.

Investigadores americanos han comprobado que se presenta en ellas un alto nivel de la hormona -cortisol-hormona del estrés, lo cual no se da en mujeres trabajadoras que no tienen hijos a su cargo. Esta hormona en cantidades normales ayuda a la lucha del cuerpo contra los virus, pero en exceso termina dañando el sistema inmunológico.

El autocontrol es valorado en todas las actividades de la vida, para los padres, para cualquier profesional o deportista. No hay un espectáculo más lamentable que ver a un jugador lleno de ira por haberse equivocado golpeando su raqueta contra el suelo o agrediendo de palabra a su contrincante o al árbitro del partido.

Fuentes