Eugenio Florit

Eugenio Florit
Información sobre la plantilla
Eugenio Florit y Sánchez.jpg
Poeta cubano
NombreEugenio Florit y Sánchez de Fuentes
Nacimiento1903
Madrid, Bandera de España España
Fallecimiento22 de junio de 1999
Miami, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
PadresRicardo Florit y de María Sánchez de Fuentes
Obras destacadasTrópico (1930); Doble acento (1937); Reino (1938); Cuatro poemas (1940); entre otras.
PremiosPremio Fray Luis de León, (1994); Premio Mitre; entre otros.

Eugenio Florit y Sánchez de Fuentes. Poeta cubano. Inseparable por contenido y vocación de la gran Literatura cubana del siglo XX. Cívico de honda inspiración, fue uno de los más sólidos valores de la poética hispanoamericana, convirtiéndose en uno de los autores más trascendentes de la lírica cubana. Colaboró junto a Cintio Vitier y Eliseo Diego en varias publicaciones y actividades literarias de la isla.

Síntesis biográfica

Nació el 15 de octubre de 1903 en Madrid, España. Hijo de Ricardo Florit, español, y de María Sánchez de Fuentes, cubana. Desde los dos hasta los seis años, vivió en Barcelona y, hasta los quince, en Port- Bou, cerca de la frontera con Francia. Se trasladó a La Habana en 1918 y cursó estudios en el Colegio La Salle 1918- 1922, y en la Universidad de La Habana, donde se tituló en Leyes y Derecho Público en 1926.

Trayectoria profesional

En 1927 ingresó en la Secretaría de Estado y se unió al grupo de la Revista de Avance. Dio conferencias y trabajó como actor de radio y en grupos teatrales de aficionados. En 1936, conoció a Juan Ramón Jiménez, quien ejercería una gran influencia en su obra y prologaría Doble acento, uno de los libros más importantes de Florit. En 1940, fue destinado al Consulado General de Cuba en Nueva York, donde, de inmediato, recibió el homenaje del Instituto Hispánico. Desde entonces y hasta 1982, permaneció en esa ciudad, escenario de casi todo su trabajo como ensayista, crítico literario y traductor.

Allí conoció, entre muchos otros, a Jorge Guillén, Pedro Salinas y Luis Cernuda, con quienes compartió los cursos de la Escuela de Verano de Middlebury, Vermont. Desde 1945, ejerció como profesor en el Departamento de Español del Barnard College de la Universidad de Columbia.
En 1948, viajó a México y, entre 1951 y 1955, visitó Francia, Italia, Bélgica, Suiza, Inglaterra y España.

Representativo del vanguardismo cubano de la década de 1930 y su personalidad poética se movió, inicialmente, en una de las tres direcciones principales (además de la poesía social y la poesía negra) en que se expresaría este movimiento: la "poesía pura", junto a Mariano Brull (considerado un precursor por su Poemas en menguante, 1928, Emilio Ballagas y Ramón Guirao.

La poesía pura (término acuñado en Francia hacia 1925 para designar una poesía que, según Valéry, suprime los elementos prosaicos y deja sólo aquello que no puede ser dicho, sin perjuicio, en prosa apeló a la perfección y exactitud formal: formas bellas y esbeltas (el soneto de factura clásica y el verso regular, sobre todo el endecasílabo, por su tradicional equilibrio) y asuntos extraídos del mundo de lo perfecto, lo intrínsecamente hermoso.

Los poetas que se expresaron en la vertiente de la poesía pura se habían iniciado en el ímpetu de la vanguardia, y la poesía pura significó para ellos un retorno a las normas, una modulación y aquietamiento de ese ímpetu inicial, un “regreso a la serenidad”, como diría Florit en 1931.

Se le ha clasificado dentro de la corriente vanguardista, pero si bien es cierto que en ocasiones sus versos, aunque siempre llenos de una gracia luminosa, parecen arbitrarios, en otras el acento es clásico, bien medido y de perfecta arquitectura verbal. Su técnica está hecha de sutilezas y cadencias musicales.

Colaboración en revistas

Colaboró en Social, Revista de Avance, Lyceum, Revista Cubana, Orígenes, La Gaceta Literaria Madrid, Repertorio Americano (San José de Costa Rica y Revista Hispánica Moderna Nueva York, cuya dirección compartió con Federico de Onís y Ángel del Río, hasta que la asumió totalmente en 1962. Recopiló y tradujo la Antología de la poesía norteamericana contemporánea Unión Panamericana, Washington, 1955.

Es autor, además, de la selección, el ensayo preliminar y las notas de una antología de poemas de José Martí. Con José Olivio Jiménez publicó La poesía hispanoamericana desde el modernismo Nueva York, 1968.

Después de los experimentos vanguardistas de 32 poemas breves 1927, vendrían Trópico 1930, Doble Acento 1937, Reino 1938, Cuatro poemas 1940, Poema mío 1947, Conversación a mi padre 1949 y Asonante final 1950, los más importantes dentro de una producción poética que se extendería casi hasta su muerte.

Muerte

En 1969, se retiró de la enseñanza y en 1982, se trasladó a Miami, Florida, donde murió el 22 de junio de 1999, a los 95 años, a consecuencia de un paro cardíaco.

Algunas de sus obras

La obra de Eugenio Florit experimentó sucesivas transformaciones: de Trópico, dominado por el gongorismo entusiasta de la Generación del 27 en España, pasó a la plenitud de Doble acento, considerado uno de los mejores libros de toda la poesía cubana y de ahí, a Conversación a mi padre y Asonante final, de forma voluntariamente descuidada y tema familiar, nostálgico, en los que anticipa la poesía conversacional.

Según Roberto Fernández Retamar, Doble acento presenta dos vertientes: una de poesía serena, perfecta; otra de poesía jadeante, más estremecida, por donde el poeta quebranta los bordes de la poesía pura.

En Reino, la zona más irregular de Doble acento ha dejado espacio, por completo, a una poesía de armonioso y límpido perfil. El libro está integrado, principalmente, por canciones breves. A propósito de Retrato y Momento de cielo, recogidos en Cuatro poemas, Cintio Vitier señaló la cercanía con la sensibilidad de Juan Clemente Zenea.

La presencia de lo romántico otorga emoción al verso y lo salva de la frialdad de una poesía estrictamente pura. También lo separa de ésta un aliento religioso que, aunque conmueve su poema, no destruye esa tranquila actitud que es quizás lo más peculiar de la hermosa poesía de Florit.

En Niño de ayer, recogido en Poema mío, la poesía de Florit inicia una nueva fase, con temas familiares, levemente nostálgicos. Conversación a mi padre y Asonante final representan la consolidación de esta etapa: la poesía de Florit se ha apartado completa¬mente de aquel inicial anhelo de pureza y lo narrativo ha vuelto a aparecer, mientras el acabado formal ha sido relegado a favor de un verso de gran sencillez, cercano, más que a la prosa, a la conversación.

En 1992, publicó Hasta luego, su último libro. La poesía de Florit ejerció una influencia considerable. Es uno de los principales precursores de la corriente coloquialista de la poesía cubana con Asonante final y, sobre todo, con Conversación a mi padre.

Pese a que nunca perdió su acento español y vivió más de la mitad de su vida en los Estados Unidos, Florit aseguró en numerosas ocasiones que se consideraba cubano. Su formación y creación literarias tuvieron cauce en la isla, desde donde alcanzó renombre en el ámbito de la literatura iberoamericana.

Premios y publicaciones

En 1991, 1994 y 1995 fue uno de los tres candidatos presentados para el Premio Cervantes de ese año por la Academia Norteamericana de la Lengua Española. En 1994, recibió el Premio Fray Luis de León, de la Universidad Pontificia de Salamanca y el Premio Mitre, concedido por la Hispanic Society of America, en Nueva York. Fue de nuevo presentado al premio Cervantes en 1994 y 1995. En 1997, recibió el homenaje del Centro Cultural Español de Cooperación Iberoamericana de Miami, cuya biblioteca fue bautizada con su nombre.

Fuentes