Eusebio N. González Rodríguez

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Eusebio N.
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NombreEusebio N. González Rodríguez
Nacimiento2 de diciembre de 1932
El Pontón, Cauto el Paso Río Cauto, Granma, Bandera de Cuba Cuba
Nacionalidadcubano
Partido políticoPartido Comunista de Cuba

Eusebio N. González Rodríguez. Combatiente de la clandestinidad, del Ejército Rebelde, de la Lucha Contra Bandidos e internacionalista, nacido en El Pontón, Cauto el Paso (Río Cauto), residente en la ciudad de Las Tunas desde el año 1962, ha desarrollado una amplia trayectoria revolucionaria y partidista, que lo llevó a alcanzar la condición de obrero vanguardia en la actividad forestal, donde laboró alrededor de 30 años.

Síntesis biográfica

Primeros años

Eusebio N. González Rodríguez nació el día 2 de diciembre de 1932, en El Pontón, Cauto el Paso (Río Cauto), asentamiento antiguamente perteneciente a Victoria de Las Tunas, Oriente (Provincia), Cuba. Sus padres, Octaviano y Pastora, fueron trabajadores de la tierra con escasa preparación cultural, pero con un alto concepto de la dignidad y la honradez. Tuvieron 12 hijos, Eusebio fue uno de los primeros. No asistió a la escuela, y los pocos conocimientos adquiridos los obtuvo a través de la madre y de la hermana mayor. Siendo todavía un muchacho enfermó su padre, falleciendo cinco años después, esto lo obligó, con 14 años de edad, a asumir el rol de guía de la familia. Debido a que las cosechas no eran suficientes para cubrir los gastos, él y sus hermanos salían a cortar caña o madera, y a efectuar otros trabajos, en las grandes fincas cañeras, madereras y ganaderas, que existían por toda la zona del Cauto y las 1009 Caballerías.

Lucha contra la dictadura de Batista

Pudo observar el grado de miseria y desigualdad imperante. No tardó mucho en mostrar inconformidad y comenzar a combatir las injusticias. En la Colonia No.16 de las 1009 Caballerías le robaban en el pesaje a los cortadores de caña, al percatarse de esos desmanes organizó a un grupo de obreros para chequear el proceso de corte, traslado y pesaje de la caña, presionando a la administración para rectificar las medidas, empeño en el que tuvo éxito. En el año 1953, coincidiendo con el asalto al Cuartel Moncada y el asalto al Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, se empieza a manifestar abiertamente contra la dictadura de Fulgencio Batista y Zaldívar. Las primeras acciones las realizó en coordinación con los vecinos de la zona Horacio Viltre, Luis Jerez y Esteban Perdomo, soltando ganado de las vaquerías, interrumpiendo las comunicaciones en el río Cauto (desactivando chalanas y otros medios de transporte), y quemando cañas.

En esa etapa la organización era incipiente y las acciones aisladas, más bien rebelándose en contra de los atropellos, sin tener claridad de la forma en que se encaminaría la lucha. Cuando se produce el desembarco del yate Granma, el 2 de diciembre de 1956, se integra al Movimiento 26 de Julio. Por orientación de Gerardo Machado Silva, revolucionario con más experiencia, afiliado al PSP, Eusebio constituyó y dirigió un grupo integrado por: Horacio Viltre, Rigoberto Tornés, Esteban Perdomo, Melesio González (hermano de Eusebio) y Vicente Guevara. Este grupo que operaba en las 1009 Caballerías, El Pontón, Saladillo y otras zonas aledañas al central Río Cauto, realizó actividades revolucionarias y sabotajes, entre ellos: mítines, persecución a delatores, emboscadas a los guardias con el propósito de despojarlos de sus armas, quema de caña y paro laboral.

A finales de 1956 Eusebio y Horacio Viltre fueron detenidos en Bayamo, posteriormente trasladados para Victoria de las Tunas, logrando la liberad por intermedio del alcalde de esa ciudad. En lo adelante estuvo identificado y vigilado por el ejército, por lo que las actividades las debía ejecutar con mayor sigilo, en varias ocasiones los guardias lo esperaron en los lugares que frecuentaba. La persecución de la tiranía se hizo constante en la medida que avanzaba el año 1957, tomando la decisión en el mes de diciembre de incorporarse al Ejército Rebelde, en la Sierra Maestra.

Después de largas caminatas, en compañía de Horacio Viltre, avanzó hasta Canabacoa, y en los días siguientes subió hasta los alrededores de El Oro (Guisa), cerca de El Raudal. Los rebeldes que lo atendieron le orientaron retornar al llano, y continuar con su grupo en la clandestinidad hostigando al enemigo. Por su parte, Horacio Viltre, aprovechando que era oriundo de El Zarzal, se quedó en la zona y sí pudo unirse a los rebeldes.

En el Ejército Rebelde

En los alrededores de Río Cauto operaban grupos dispersos, en parte de forma clandestina, muchos dormían en las casas y actuaban de noche. En marzo de 1958 Eusebio pasó definitivamente a la vida guerrillera, incorporándose al grupo de Euspicio, Picio, Ramírez. Al bajar Camilo Cienfuegos Gorriarán al llano, en abril de 1958, todos los grupos quedaron bajo sus órdenes, en ese etapa Eusebio pasó a formar parte de la tropa de Cristino Naranjo Vázquez, integrada al principio por menos de 20 hombres, la cual se incrementó hasta 154 combatientes al terminar la guerra. Recuerda entre sus primeros compañeros a: Quico Carrillo, Abelardo de la Paz, Adriano Ricardo, Pepe Milián, Gil de la Peña, René Borduloi, Juan Ferrales, Antolín Figueredo, Agustín Figueredo, Luis Nieves, Joseito (Habana) y Gerardo (Pasito). En una extensa área de operaciones hicieron campamentos en el El Salvial, La Pepilla, Pavón, La Seca, El Caimito, Algodones, Altagracia, La Güira y La Guinea. Entre los meses de marzo y diciembre de 1958, etapa en la que el Ejército Rebelde pasó a la ofensiva, participó en las siguientes acciones:

  • Encuentro con el ejército en el monte de los Infantes.
  • Ataque a dos gas-cares en territorio entre Cauto y Bayamo.
  • Combate de Limoncito.
  • Incursión dentro de la ciudad de Holguín, en la que tomaron prisioneros a dos guardajurados que custodiaban un aserrío cercano al ferrocarril, e incendiaron las propiedades de la compañía Shell. Esta acción que se realizó el 2 de noviembre de 1958, alcanzó especial significación porque el objetivo era interrumpir la farsa electoral del día siguiente, fue grande la osadía de los rebeldes cuando penetraron en la ciudad y llegaron hasta el parque San Isidoro, al tiempo que arengaron al pueblo para que no participara en la votación.
  • Asalto a patrullas en Yaguabo, Naranjal y Las Calabazas.
  • Quema de una rastra y encuentro con el ejército en la carretera de Cauto, La Vuelta.
  • Dos asaltos al cuartel de San Germán.
  • Varios encuentros con el ejército entre Maffo y Jiguaní.
  • Toma del cuartel de Jiguaní.
  • Encuentro con el ejército en Dovales, entre Holguín y Buena Ventura, lugar donde se derribó una avioneta.

Estuvo bajo el fuego del enemigo en el combate de Limoncito, Holguín, viéndose las fuerzas rebeldes en la necesidad de pelear durante 40 minutos contra dos frentes, el ejército y un grupo de haitianos armados al servicio del mayoral Nandín Robaina. Por la participación destacada en esta operación, le fueron propuestos a Eusebio y Augusto Valdespino los grados de 1er. Teniente, este último revolucionario, dos años y medio después, ofrendó su vida cuando la invasión por Playa Girón.

También, en uno de los combates de San Germán la lucha fue intensa y peligrosa, durante la acción se encasquilló la ametralladora 30, se utilizó mucho parque, y fue necesario disparar todas las armas: Springfield, San Cristóbal, carabina M-1 y rifle Jonhson. Esta operación duró más de 5 horas, prolongándose hasta la madrugada, por ello las pérdidas fueron cuantiosas, principalmente para el enemigo que sufrió 37 bajas, mientras, los rebeldes se retiraron con 5 heridos, uno, fallecido al siguiente día. Terminó la guerra con el grado de 1er.Teniene (J. escuadra), al frente de la retaguardia de la tropa del capitán Cristino Naranjo. La última acción consistió en obstruir el tránsito en Babiney, asentamiento ubicado en la carretera de Holguín a Bayamo, con la intención de atacar esta última ciudad al día siguiente, lo cual no fue necesario pues los cuarteles fueron abandonados, cuando en la madrugada del 1 de enero de 1959 Batista huyó del país.

Revolución en el poder

Al terminar la lucha armada le asignan la misión de custodiar los bancos en Holguín. Unos meses después, Camilo Cienfuegos ordena a una parte de los hombres de Cristino Naranjo presentarse en Columbia, La Habana, para conformar el batallón de seguridad del Estado Mayor del Ejército Rebelde. Con este personal participó en varias operaciones para contrarrestar desembarcos contrarrevolucionarios (en Jaimanitas, en las costas de Pinar del Río, y en el intento de desembarco aéreo por Las Villas, procedente de Santo Domingo, República Dominicana), y estar a disposición del Estado Mayor, para enfrentar las frecuentes urgencias que se presentaron en los primeros meses del triunfo de la Revolución Cubana.

Así transcurrió el año 1959 hasta el mes de octubre, en el que se produce en Camagüey el intento de sublevación de Hubert Matos Benítez. En las primeras horas del día 21 de octubre, Fidel le dio la misión a Camilo de partir hacia esa provincia para enfrentar tan delicada situación. Eusebio formó parte de la compañía de seguridad del Estado Mayor que participó en la operación, al mando de Cristino Naranjo, llegando a Camagüey al amanecer. Fidel aterrizó en dicha ciudad en otro vuelo. Camilo salió directamente para el regimiento, al entrar estaba Hubert Matos sentado junto a su lugarteniente Roberto Cruz y otro militar.

Camilo, ejerciendo su condición de Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, detuvo a Hubert Matos, al tiempo que se trasladaron para otra habitación. A partir de ese momento los detenidos quedaron bajo la custodia de la tropa de Cristino Naranjo, correspondiendo a Eusebio intervenir en la organización del traslado de los prisioneros, para La Habana y la Isla de Pinos. El día 28 Octubre de 1959 Camilo regresa a Camagüey, para concluir las actuaciones y depurar responsabilidades en el regimiento. Al terminar le orienta a Eusebio, quien también había retornado a Camagüey, viajar a La Habana con las dos máquinas de Hubert Matos, y entregar un prisionero en la cárcel de Torrens, este caso no tenía vínculos con el intento de subversión recientemente neutralizado; también, Camilo le dice que lo esperaría al día siguiente en el Estado Mayor.

Al atardecer Eusebio sale para La Habana con las máquinas, y Camilo para el aeropuerto a tomar un Cesna bimotor, en compañía del sargento Félix Rodríguez González, responsable de la seguridad y atención de la casa de descanso de Camilo en ciudad escolar Libertad, combatiente con el que Eusebio se relacionaba sistemáticamente, y del piloto teniente Luciano Fariñas González, persona a quien Eusebio no conocía, luchador de la clandestinidad más tarde incorporado al Ejército Rebelde, quien había practicado la aviación, en los primeros meses del triunfo de la Revolución Cubana fue instructor de esa especialidad, e integró la Fuerza Aérea Revolucionaria. Aproximadamente una hora después, uno de los carros sufre un desperfecto eléctrico, sobre el cual se trata de avisar al piloto de Camilo mediante la torre de control del aeropuerto de Camagüey, pasado un tiempo Fariñas se comunica con las máquinas y pregunta sobre la situación, la respuesta es que resolvieron la rotura, seguidamente Eusebio solicita hablar con Camilo, el comandante le contesta: Dicen que nos estamos desviando porque hay una tormenta.

Al dejar el prisionero en la cárcel de Torrens, Eusebio se dirigió al Estado Mayor, donde todos sus compañeros se encontraban muy preocupados y ansiosos, con la esperanza de que Camilo hubiera viajado por carretera en una de las máquinas. Durante el resto del día se confirmó, que el avión de Camilo no había aterrizado en ninguno de los lugares donde él acostumbraba visitar, a partir de ese momento se inició una búsqueda incesante.En la tarde del 29 de octubre de 1959, junto con Cristino, Eusebio se incorporó a la búsqueda en un barco por la costa sur, al día siguiente lo hizo en un avión, para ello confeccionaron un croquis sobre el lugar aproximado de la carretera, donde se comunicara por última vez con Camilo. Como es conocido, durante 15 días miles de hombres y de medios, encabezados por el Comandante en Jefe, hicieron un esfuerzo extraordinario para tratar de encontrarlos, hasta que la Dirección de la Revolución se vio en la dolorosa necesidad, de informar oficialmente al pueblo la desaparición de Camilo, el héroe legendario.

Después de la desaparición de Camilo y la muerte de Cristino Naranjo, asesinado vilmente por Manolito Beatón, Eusebio y el resto del grupo de apoyo, fueron trasladados para la Marina de Guerra en La Habana Vieja. Radicando en esa unidad militar, el 4 de marzo de 1960, sintió una explosión en la zona del puerto, había sido la explosión del vapor La Coubre. Al producirse la segunda explosión el Estado Mayor se presentó en el lugar, incluyendo a Eusebio, para las labores de salvamento y recuperación de los daños. Días después lo trasladan para Santiago de Cuba, con la misión de participar en la intervención de la cadena de aserríos propiedad de la familia Babún. Más tarde, Gilberto Cardero, Jefe del Plan Sierra Maestra, le orientó atender los aserríos de la Costa Norte de Oriente, radicando en la ciudad de Victoria de las Tunas.

En marzo de 1961, durante el período que en el aserrío de Victoria de Las Tunas se organizaban las milicias, a un miliciano se le escapó un disparo, del cual Eusebio resultó herido en el vientre. Coincide que cuando se recupera disuelven el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), al que pertenecía la actividad forestal, por esta razón lo trasladaron para el Caney de las Mercedes, a participar en la construcción de la ciudad escolar Camilo Cienfuegos. En este período conoció en una fiesta, por intermedio de dos trabajadores del aserrío y cuñados de ella, a María Dolores Reyes Pérez, destacada luchadora y dirigente de la clandestinidad, se casaron pocos meses después, y se fue a vivir con ella hasta la actualidad en una casa ubicada en el centro de la ciudad (Maceo No. 206 (actualmente No. 60) e/ Lico Cruz y Martí, Las Tunas, C.P. 75100, Teléfono: 34 4913). Se incorporó al oficio de constructor sin haberse recuperado completamente, seguramente ni siquiera alertó a sus superiores sobre su dolencia, al poco tiempo, un día en que se encontraba paleando gravilla, la herida del abdomen se le abrió y presentó una complicación, eso requirió ingreso urgente en Santiago de Cuba, y otra intervención quirúrgica.

En esas condiciones, a los cinco meses y medio de haber llegado al Caney de las Mercedes, fue dado de baja por no estar apto para la guerra, así es como retorna definitivamente a desempeñarse en el aserrío Libertad de la cuidad de Victoria de Las Tunas. Inmediatamente comenzó a estudiar hasta alcanzar años más tarde el décimo grado, mejor preparado pudo dedicarse de lleno a la obra de la Revolución.

Trayectoria laboral e internacionalista

Su historia es una agenda interminable de tareas y responsabilidades cumplidas con sencillez y discreción. Participó en la campaña de alfabetización, por largo tiempo dirigió el organismo sindical y el Consejo de Trabajo, se desempeño como juez lego, laboró en varias zafras cañeras y en movilizaciones agrícolas, apoyó la constitución del Poder Popular, alcanzó la condición de Vanguardia Provincial del Sindicato Agropecuario y Forestal, laboró en la Comisión de Atención a Combatientes de la Guerra de Liberación y la Lucha Clandestina, fue presidente municipal de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana del municipio Las Tunas (ACRC), y miembro del Comité Municipal de PCC. Con cincuenta y tres años de edad no se detuvo, y con orgullo aceptó cumplir misión internacionalista en la República de Angola, entre los años 1985 y 1986, allí dirigió una brigada de construcción, y fue presidente de la Comisión Disciplinaria del contingente ¨Arnaldo Millán Castro¨. En Angola combatió en tres acciones contra el enemigo, entre Zaire y Angola por las zonas de Micuma 1, 2 y 3, bajo la dirección del capitán Meriño, veterano combatiente del Segundo Frente Oriental del Ejército Rebelde. Es un inquieto e incansable luchador, en la actualidad, 31 de agosto de 2014, tiene 81 años de edad, sus 3 hijos están integrados a la Revolución (Maricela, en La Habana y Maritza y Roberto, en Bayamo), se encuentra jubilado desde el año 1993, pero continúa enfrascado en las tareas de la comunidad, y divulgando sus experiencias de combatiente revolucionario. Es increíble la vitalidad y energía de este soldado Rebelde.

Condecoraciones y reconocimientos

  • Medalla de la Lucha Clandestina (Frank País)
  • Medalla del Ejército Rebelde
  • Medalla de la Lucha Contra Bandidos
  • XXX Aniversario de las FAR
  • XL Aniversario de las FAR
  • 25 Años de Trabajo (Álvaro Barba Machado)
  • Medalla de la Alfabetización
  • Medalla Combatiente Internacionalista
  • Medalla por los Servicios Distinguidos de las FAR
  • Medalla de los Órganos de Justicia Laboral (Jesús Menéndez Larrondo)
  • Medalla Fundador de los CDR
  • Medalla L Aniversario de las FAR
  • Sello de Vigilancia Revolucionaria
  • Sello Obrero Ejemplar de la fábrica de tractores Volga, URSS
  • Ostenta 74 certificados, incluyendo el de más de 20 años trabajando en la rama forestal.

Fuentes