Fat Man

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Fat Man
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Fat Man (en español: Hombre Gordo) fue el nombre clave utilizado para el dispositivo nuclear que fue utilizado en el bombardeo atómico en Nagasaki (Japón) por el Gobierno de Estados Unidos el 9 de agosto de 1945.

Fat Man (en español: ‘hombre gordo’) fue el nombre clave utilizado para la bomba que fue utilizada en el bombardeo atómico en Nagasaki (Japón) por el Gobierno de Estados Unidos el 9 de agosto de 1945.

El dispositivo atómico fue lanzado desde el bombardero B-29 Bock's Car, pilotado por el comandante Charles Sweeney. A pesar de tener casi el doble de potencia que la bomba Little Boy lanzada en Hiroshima tres días antes, la extensión del daño fue menor debido a la topografía de Nagasaki. Sin embargo se estima que 40 000 civiles murieron en este ataque y otros 25 000 resultaron heridos, y varios miles morirían después debido a heridas relacionadas, envenenamiento y radiación residual.

Fue el segundo y hasta ahora, el último dispositivo nuclear utilizado en un ataque y el tercero en ser detonado en la historia después de Trinity y Little Boy

Antecedentes

Dos dias antes de producirse la prueba Trinity en Alamogordo (Estados Unidos), salieron de los laboratorios de Los Álamos los componentes de Little Boy, la bomba de uranio que el 16 de julio de 1945 iba a ser embarcada a bordo del crucero Indianápolis.

Mientras en la vencida Alemania se desarrollaba la conferencia de Potsdam, la bomba atómica cruzaba el Pacífico hacia un destino que provocaría la mayor tragedia hasta entonces conocida. El 26 de julio llegó a Tinian, en las Marianas, al tiempo que las potencias aliadas dictaban a Tokio las condiciones para la capitulación. Un destacamento de científicos del Proyecto Manhattan, encargados de poner a punto sus secretos mecanismos, la esperaban soportando el húmedo calor del verano tropical.

Mientras tanto, los reactores nucleares estadounidenses producían plutonio a un ritmo superior al esperado. En el momento de efectuarse la explosión de Alamogordo ya se disponía de suficiente cantidad de plutonio para preparar una segunda bomba de características similares. Esta recibió el sobrenombre de «Fat Man» (‘hombre gordo’) por ser más voluminosa que la de uranio. A pesar de necesitar una masa menor que Little Boy, su complicado mecanismo iniciador la hacía más aparatosa.

La llegada de «Fat Man» a Tinian, por vía aérea, se produjo casi al mismo tiempo que la de Little Boy. En los primeros días del mes de agosto las dos bombas estaban listas para ser lanzadas, guardadas en un edificio de temperatura controlada, junto a las pistas de los B-29. Muy pocos hombres, entre las siete tripulaciones, pertenecientes al Grupo 509 de la XX Fuerza Aérea, fueron informados de la verdadera naturaleza de su misión. Los bombarderos conocieron la lista de los objetivos, y dentro de estos, el punto exacto de lanzamiento, la altura a que harían explosión las bombas y las maniobras de alejamiento del lanzador y sus acompañantes. El Grupo 509, mandado por el coronel Paul W. Tibbets, había recibido un adiestramiento específico en lanzamiento de bombas especialmente pesadas y voluminosas.

El B-29 llamado Bockscar fue el elegido para llevar a cabo el bombardeo siguiente. Actualmente el aeronave es exhibida en el Museo Nacional de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Tecnología

Era una bomba de tipo de implosión que utilizaba plutonio. Una esfera hueca subcrítica de plutonio se rodeó de una esfera mayor de explosivos, la cual fue detonada en toda su superficie simultáneamente comprimiendo así el plutonio y aumentando su densidad hasta conseguir las condiciones supercríticas que produjeran una explosión nuclear.

Debido al complicado mecanismo de detonación, fue necesario realizar una prueba completa del concepto antes de que los científicos y militares pudieran sentirse seguros de que el dispositivo funcionaría adecuadamente en condiciones de batalla, por lo que el 16 de julio de 1945, un dispositivo que utilizó un mecanismo similar fue detonado en una prueba en Nuevo México. Esta prueba se conoció como prueba Trinity.

El dispositivo medía 3,25 m de longitud por 1,52 m de diámetro, y pesaba 4630 kg y su fuerza era de 25 kilotones (104,1 TJ).

La explosión de la bomba

El efecto producido en el Gabinete japonés por la noticia de la explosión de la bomba atómica en Hiroshima fue inferior al esperado por los occidentales. En Tokio continuaron las discusiones sobre las garantías que debían exigirse a los aliados sobre el futuro del Emperador.

En Tinian, la noticia de la aproximación de un cambio en las condiciones meteorológicas sobre Japón aceleró los preparativos para el lanzamiento de la bomba de plutonio. El avión seleccionado para llevar a cabo este segundo lanzamiento fue el B-29 bautizado Bock's Car por la dotación del comandante Charles W. Sweeney.

Charles Sweeney, piloto a cargo del bombardero estadounidense Bockscar que lanzó la Fat Man en la ciudad de Nagasaki.

El objetivo de esta misión era la ciudad de Kokura. En caso de que esta estuviese cubierta por nubes, Sweeney habría de lanzar la bomba sobre Nagasaki. El capitán de fragata Fred Ashworth tenía a su cargo el armado de la bomba, una vez en vuelo.

A la 1:59 minutos de la madrugada del 9 de agosto, despegó Bock's Car, seguido de otros dos B-29 de observación.

El comandante Sweeney puso rumbo hacia Iwo Jima, pasando por la vertical de la isla a las 5:00 de la mañana. Allí corrigió su navegación y siguió con destino a Kokura. La idea era lanzar la bomba en Kokura después de las 8:00 de la mañana, en que todos los niños de la ciudad ―que vivían en los suburbios― se encontraran en los jardines de infantes y las escuelas (ubicados todos en el centro de la ciudad). Las observaciones meteorológicas realizadas en el momento del despegue indicaban que existían suficientes claros entre las nubes para realizar el lanzamiento, tanto en Kokura como en Nagasaki. Pero la ciudad estaba cubierta con un delgado velo de niebla y polución industrial.

El B-29, con su carga letal, realizó varios círculos sobre ella, mientras el cielo se llenaba de explosiones de fuego antiaéreo. En cualquier momento aparecerían los cazas japoneses. No quedaba más alternativa que poner rumbo a Nagasaki. Tampoco sobre esta ciudad las condiciones visuales eran óptimas, pero un claro entre las nubes permitió a los estadounidenses avistar el punto de caída previsto.

A las 11:02 minutos inició «Fat Man» su corta caída hacia el corazón de una de las primeras ciudades japonesas que en el siglo XVI se habían abierto al cristianismo y al comercio con Occidente.

La bomba de plutonio hizo explosión a una altura de 500 metros sobre el distrito de Ura-kami. Si se hubiera hecho explotar a ras del piso, su poder destructivo no hubiera alcanzado ni siquiera el kilómetro de diámetro. Aunque su poder explosivo era equivalente al de 22 000 toneladas de TNT, la magnitud de su efecto se vio ligeramente apantallada por las colinas que dividen la ciudad. Con todo, el infierno que se abatió sobre Nagasaki arrastró consigo la vida de 73 000 almas.

Nube de hongo producido por la bomba Fat Man al detonar sobre la ciudad de Nagasaki.

Acontecimientos en Nagasaki

Se estima que inmediatamente fallecieron entre 40 000 y 75 000 personas, mientras que para finales de 1945 el total de decesos alcanzó los 80 000.

El radio total de destrucción total fue de 1,6 km y se extendieron incendios en la parte norte de la ciudad hasta una distancia de 3,2 km del hipocentro. A diferencia de Hiroshima, en Nagasaki no tuvo lugar la «lluvia negra» y aunque sus efectos fueron más devastadores en el área inmediata del hipocentro, la topografía del lugar evitó que el radio de destrucción fuera mayor. Se calcula que el porcentaje de estructuras y edificios destruidos estuvo en el orden del 40%, incluyendo el estadio, hogares, hospitales y escuelas.

Un número desconocido de supervivientes de Hiroshima se había trasladado hasta Nagasaki, donde nuevamente fueron bombardeados.

Vista panorámica del monumento que marca el hipocentro de la explosión atómica de Nagasaki.

Nagasaki después del lanzamiento de la Fat Man

El terreno donde se encuentra la ciudad es muy montañoso y esto delimitó los efectos de las ondas expansivas de la explosión inicial. De todos modos la destrucción, el caos y el horror fue similar al de Hiroshima. Fue tal la estupefacción de los cuarteles militares y el grado de shock tanto de civiles como militares que en Nagasaki no se inspeccionó hasta después de una semana, cuando la ciudad era ya un osario silencioso. Los que lograron sobrevivir más allá del radio de acción de la bomba tuvieron que asistir a las oleadas de heridos en su mayoría graves.

En esta zona se incendiaron las estructuras de acero de los edificios de hormigón. Los árboles fueron arrancados desde la raíz y quemados por el calor. Algunas personas tuvieron quemaduras en todo el cuerpo, otros perdieron la vista, pero lo que causo impacto, fueron las progresivas deformaciones que afectaron a la población, pues estas no se manifestaban en el acto, sino que podían presentarse años, meses o semanas después de la detonación. La explosión de la bomba atómica elevó la temperatura decenas de miles de grados hasta fundir prácticamente todo tipo de material, incluida la arcilla. El huracán generado por esta energía liberada que evolucionó en dos oleadas, con sentido contrario alcanzó una velocidad de 1500 kilómetros por hora.

Miles de personas fallecieron en el acto, muchos volatizados, otros abrasados y algunos lanzados a varios metros de distancia por el vendaval desatado.

Antes y después de la ciudad de Nagasaki con la explosión de la bomba Fat Man.

Consecuencias de la bomba

De los 240 000 habitantes de Nagasaki, unos 75 000 murieron instantáneamente, seguidos por la muerte de una suma casi igual por enfermedades y heridas. Se estima que la suma total de muertos relacionados con la bomba fue de 140 000.

Pero el horror no acabó aquí. «El sol de la muerte», nombre que dieron los japoneses a los efectos radiactivos de los rayos gamma, delta y alfa, provocó una huella de dolor en cientos de víctimas del bombardeo. Hasta veinte años después de producida la explosión morían supervivientes de la misma a causa de dichas secuelas.

Las principales lesiones, según la dosis de radiación absorbida, se deben a trastornos hemáticos, desde anemia aplástica a leucemia; lesiones en los epitelios de revestimiento de la piel y en las mucosas, principalmente en la respiratoria y en la digestiva, con aparición de vómitos, náuseas y hemorragias; lesiones cutáneas del tipo de necrosis aguda y que coexisten con las propias de las quemaduras por el calor de la explosión y lesiones en el epitelio gonadal, causa de ulteriores malformaciones fetales.

Fotografía de Sumiteru Taniguchi, sobreviviente del ataque a Nagasaki, tomada en enero de 1946. Actualmente se exhibe en el Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki

Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki

El museo recorre la historia del evento como una historia, centrándose en el ataque y los acontecimientos que condujeron a ella. También cubre la historia del desarrollo de armas nucleares. El museo muestra fotografías, reliquias y documentos relacionados con la bomba atómica. Los vídeos se muestran también.

Al lado del museo esta el Hall de Memoria Internacional de Nagasaki para las Víctimas de la Bomba Atómica. Construida en 2003, por tres propósitos:2

  • Recordar a aquellos que perecieron durante la bomba atómica y ofrecer una oración por la paz;
  • Ofrecer información en cooperación internacional e intercambio de actividades concernientes al tratamiento de los que aún sufren por el accidente nuclear.
  • Preservar fotos de los perecidos, y memorias y los relatos personales sobre la bomba atómica.

Fuentes