Fauvismo

Fovismo o Fauvismo
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Concepto:Estilo pictórico de características expresionistas tales como el uso de colores intensos
Fauvismo. Corriente del arte burgués; recibió la denominación de «fauves» después de una exposición que se celebró en 1904 y cuyos participantes, entre los que figuraban Henri Matisse, Raoul Dufy, André Derain, Albert Marquet, Georges Rouault, Maurice Vlaminck, Georges Braque y Van Dongen, se encontraban unidos por su actitud negativa no sólo frente al arte académico y naturalista, sino además frente a las tradiciones y leyes artísticas en general. Los fauvistas procuraban manifestar su descontento por la realidad capitalista afirmando el derecho del artista a deformar y presentar de manera primitiva los objetos y fenómenos representables, desorbitando en extremo los elementos, de la composición, la perspectiva, etc. Veían la misión del arte en apartar al hombre de las contradicciones de la vida, en infundir tranquilidad, en proporcionar al hombre satisfacciones a pesar de la encarnizada lucha que se sostiene en el mundo. A comienzos de 1920, el fauvismo se vio reemplazado por otras nuevas tendencias

Surgimiento

El fauvismo fue un movimiento pictórico francés de escasa duración. Se desarrolló entre 1904-1908 aproximadamente. El Salón de Otoño de 1905 supuso la primera exhibición para el grupo. El Fovismo o Fauvismo (del francés fauve pronunciado "fov": fiera), término español para denominar el estilo pictórico de características expresionistas tales como el uso de colores intensos, principalmente el verde. Destaca sobre todo por ese cromatismo antinatural. Buscan la fuerza expresiva del color aplicando colores distintos a los que pueden verse en la realidad, por ejemplo, árboles amarillo limón o rostros de color verde esmeralda.

Precedentes

Para hablar de los orígenes tenemos que recordar a Van Gogh y a Gauguin, ya que ambos huyendo del impresionismo, tomaron una ejecución libre y personal, impulsiva y pasional, a la vez que apostaron por obras intensamente coloreadas.

Protagonistas

Fauvismo
En 1904, Henri Matisse (padre del fovismo), pintó Lujo, Calma y Voluptuosidad, considerada como la obra síntesis del postimpresionismo, manipulado en un ejercicio personal, y virtualmente un manifiesto de lo que sería el fovismo poco después. Considerado el líder de los fauvistas, fue el único de ellos que no cambió su dirección. Intenta expresar sentimientos a través del uso del color y de la forma. La utilización subjetiva del color y la simplificación del dibujo sorprendieron a todos cuando fue expuesto en el Salón de los Independientes del Salón de otoño de 1905.

André Derain se sintió inmediatamente influido y comenzó a pintar utilizando nada más que la línea y el color. Su desinterés por el acabado y sus colores chillones le granjearon el desprecio de la crítica cuando expuso sus paisajes, pintados en Colliure, en el Salón de Otoño de 1906. Allí también se expuso el Retrato de la Sra. Matisse de Matisse, que fue interpretado como una caricatura de la feminidad y como una excentricidad. La repulsa de la crítica convirtió a los fovistas en el grupo más avanzado de París.

Movimiento pictórico en España

Fauvismo
En España, este movimiento pictórico desarrollado en París a principos del siglo XX ha pasado dulcemente entre muchos pintores de Cataluña y Andalucía un estilo caracterizado por la violencia agresiva de sus colores. En Barcelona siempre se pensó en su creador, al crítico Louis Vauxcelles, quien, en ocasión del Salón de Otoño de 1905, llamó «jaula de las fieras» (fauves) a la sala donde aparecían reunidos los coloristas más extremados. Los fovistas españoles han empleado sólo tonos puros y sin relación con la realidad y negando tanto la licitud de buscar la forma a través de la luz como la sombra y la representación del espacio basadas en el claroscuro.

El fovismo no fue una escuela en España, sino la expresión de cierto número de investigaciones desarrolladas en común por Henri Matisse, Albert Marquet, Henri Manguin, Charles Camoin, Louis Valtat, Jean Puy, Othon Friesz, Raoul Dufy y Georges Braque. En Hispanoamérica, la influencia de los movimientos vanguardistas empieza a sentirse sólo a partir de los años 1920 y se consolida en los años 1950 con el pintor mexicano de origen oaxaqueño, Rufino Tamayo, quien también tuvo influencias marcadas del cubismo y futurismo que le permitieron crear un lenguaje único; también fue decisivo en el desarrollo de los brasileños Anita Malfatti, Emiliano Cavalcanti y Vicente do Rego. Todos ellos acaban practicando un especie de mezcla entre expresionismo y cubismo.

Fuentes