Fernando Pessoa

Fernando
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Poeta
NombreFernando Antonio Nogueira Pessoa
Nacimiento13 de junio de 1888
Lisboa, Bandera de la República Portuguesa Portugal
Fallecimiento30 de noviembre de 1945 (57 años)
Lisboa, Bandera de la República Portuguesa Portugal
Causa de la muerteProblemas hepáticos
NacionalidadPortugués
OcupaciónPoeta
PadresJoaquim de Seabra Pessoa y de D. Maria Madalena Pinheiro Nogueira

Fernando Antonio Nogueira Pessoa (Lisboa, 13 de junio de 1888 - Lisboa, 30 de noviembre de 1945) fue uno de los mayores poetas y escritores de la lengua portuguesa y de la literatura europea. Tuvo una vida discreta, centrada en el periodismo, la publicidad, el comercio y, principalmente, la literatura, en la que se desdobló en varias personalidades conocidas como heterónimos.

Síntesis biográfica

Nació en Lisboa el 13 de junio,a las 3 de la tarde. Entre 1896 y 1905 vivió en Durban (Sudáfrica), donde su padre era cónsul, de forma que el idioma inglés se convirtió en su segunda lengua; de hecho, trabajó como traductor técnico y sus primeros trabajos están escritos en inglés. Está considerado como uno de los poetas más importantes de la literatura portuguesa

Perdió a su padre cuando contaba cinco años de edad y su madre contrajo matrimonio de nuevo con un diplomático y la nueva familia se radicó en Sudáfrica en la ciudad de El Cabo. A los 17 años regresó a Portugal y vivió en Lisboa el resto de su vida. En 1906 se matricula en el Curso Superior de Letras en Lisboa, pero lo abandona un año más tarde.

Obra

En 1914 empieza a escribir poemas de sus heterónimos (personalidades dentro de sí mismo, distintos alter egos). Colabora en revistas culturales como Orfeu que surge en 1915, Atena dirigida por él mismo y Ruy Vaz a partir de 1924, o Presença en 1927.

En 1926 Pessoa requiere la patente de invención de un Anuario Indicador Sintético, por Nombres y Otras Clasificaciones, Consultable en Cualquier Lengua. En esta época dirige junto con su cuñado la Revista de Comercio y Contabilidad. En 1934 aparece Mensagem, el único libro que se publicó mientras vivía Había aprendido bien el inglés y el francés y se dedicó a escribir y traducir documentos para diferentes empresas comerciales; esto le permitió sobrevivir económicamente mientras creaba su obra, representada en poesía y prosa. Contó con gran libertad en su trabajo y nunca se vio obligado a cumplir horarios estrictos, lo cual facilitó aún más su creación La mayor parte de la obra de Pessoa se ha publicado póstumamente y sólo en los últimos años ha empezado a ser valorada. La mayor parte de ella la escribió en inglés, si bien creó igualmente en portugués y francés.

Se le describe como solitario y tímido, no habiendo tenido sino una relación amorosa breve en toda su vida. Influido por filósofos como Nietzsche y Schopenhauer introdujo en su país las corrientes literarias en auge en su época como el modernismo o el futurismo y se convirtió en el principal foco estético de la vanguardia portuguesa.

Pessoa y sus heterónimos

Fernando Pessoa es el poeta de los heterónimos; el poeta que se desmultiplica o despersonaliza en la figura de innumerables heterónimos y semi-heterónimos, dando forma por esta vía a la amplitud y la complejidad de sus pensamientos, conocimientos y percepciones de la vida y del mundo, al dar vida a las múltiplas voces que comporta dentro de sí, el poeta puede percibir y expresar las diferentes formas del universo y de las cosas del hombre. Será curioso recordar que la palabra pessoa conlleva en sí este simbolismo del desbordamiento ficticio, del asumir plenamente un personaje, si recordamos que la palabra persona surge de las máscaras del teatro de los actores clásicos, representativas de un personaje, origen etimológico de pessoa.

Los heterónimos pueden ser vistos como la expresión de diferentes facetas de la personalidad de Fernando Pessoa y como la manifestación de una profunda imaginación, creatividad y ficción que desde pronto se revela en el poeta -se recuerda que el primer heterónimo, el Cjevalier de Pas fue inventado cuando el poeta tenía seis años.

Los más conocidos y con producción literaria más consistente y constante son, entre otros: Alberto Caeiro, Alvaro de Campos y Ricardo Reis. Pero además de en los heterónimos, Fernando Pessoa se desdobló en innumerables semi-heterónimos y pseudónimos, personalidades con una biografía trazada con mayor o menor detalle, personalidades con vidas literarias más o menos intensas, personalidades que acompañarán al poeta durante un tiempo muy o poco significativo y que, algunas veces, se desbordan ellas mismas en otras.

Teresa Rita Lopes, en su obra Pessoa por Conhecer , nos da a conocer una diversidad muy significativa de estas facetas de Fernando Pessoa, algunas muy poco estudiadas y otras inéditas o prácticamente inéditas. Del período de su vida en Portugal con la familia (entre agosto de 1901 y septiembre de 1902 se conocen algunas de las personalidades que con él colaboran en sus primeros artículos periodísticos, en sus periodicos manuscritos A Palavra y O Palrador, de difusión reservada a sí mismo y a su medio familiar, y donde escribe en lengua portuguesa, a pesar de la educación en lengua inglesa que había recibido, textos de índole diversa.

Una de esas personalidades es el Dr. Pancrácio que colabora en ambos periódicos y que irá a acompañar al poeta en su regreso a Durban, donde se manifestará a través de un ensayo humorístico, escrito en inglés, y en el regreso definitivo de Fernando Pessoa a Portugal, en 1905, continuando su colaboración en el proyecto O Palrador. En el periódico O Palrador, del periodo de 1902, colaboran también, además del Dr. Pancrácio, Pedro da Silva Salles, como redactor, Luiz António Congo, como secretario de redacción, José Rodriquez do Valle, en la dirección literaria y como administrador Antonio Augusto Rey da Silva. Fernando Pessoa crea pues, no sólo en un periódico sino también todo un equipo necesario para dar vida al proyecto.

En ese periódico vendría a colaborar también en ese periodo, Eduardo Lança, un brasileño que fija su residencia en Lisboa y ahí se dedica a su producción literaria y acompaña a Fernando Pessoa también en su regreso en 1903, a Durban. En Durban, se van creando nuevas personalidades : Alexander Search y el hermano Charles James Search, Robert Annon y David Merrick. De regreso definitivo a Portugal, en el año 1905, Fernano Pessoa se hace acompañar de estos compañeros en la actividad literaria.

Además de los hermanos Search, viaja con él un francés: Jean Seul de Méluret. A cada una de estas personalidades, Fernando Pessoa les atribuyó proyectos literarios, distribuyendo de este modo, su voluntad de intervenir en la vida cultural de aquella que siempre fue su patria, su nación. Regresando a Portugal, Fernando Pessoa retoma sus periódicos manuscritos. Al O Palrador, dirigido en esta nuva etapa por Gudencio Nabos, se le unen O Phosphoro e O Iconoclasta. Respondiendo a sus planes de intervenir sobre la sociedad portuguesa, que considera empobrecida e viciada, va enseñando textos críticos y humorísticos que tratan por ejemplo, la política y la religión.

Otra de las muchas personalidades creadas por Fernando Pessoa fue la de Joaquim Moura Costa el cual colabora en estos dos periódicos, a través de textos que manifiestan bien su espíritu satírico y revolucionario.

Pantaleao fue otro de los colaboradores de O Phosphoro. Peraonage multifacetada, se vuelve al periodismo, a la poesía, a los textos humorísticos, es militante republicano y teje críticas vehementes a la iglesia católica y a la monarquía. Por esta altura aparece también, como en un desbordamiento de aquel, Torquato Mendes Fonseca da Cunha Rey que, antes de morir encarga a Pantaleao que publice un texto suyo.

En el proyecto de Fernando Pessoa para la Empresa Ibis en 1907, proyecto inmerso en el espíritu patriótico que se manifiesta abiertamente por la voluntad de contribuir para la divulgación de la cultura portuguesa, colaboran Vicente Guedes (personaje muy asociado a Bernardo Soares, este último asumido por Pessoa como semi-heterónimo), Carlos Otto y los ya conocidos Joaquim Moura Costa e Charles James Search. Carlos Otto, además de colaborar en el proyecto de la Empresa Ibis, surga también con Pantaleao, Joaquim Moura Costa y Fernando Pessoa unido al periódico O Phosphoro.

Del periodo del sensacionismo y del interseccionismo, Teresa Rita Lopes, en la obra ya mencionada, da cuenta de personalidades como Antonio Seabra, Frederico Reis (probablemente un hermano del heterónimo Ricardo Reis), Diniz da Silva, Thomas Crosse e I.I.Crosse, siendo estos últimos los divulgadores en lengua inglesa del sensacionismo. Parece haber existido otro hermano Crosse, A.A. Crose, aquel que respondía en periódicos ingleses a concursos de charadas y del cual Fernando Pessoa habla a Ophelia (la respuesta a concurso de charadas no es novedad en el Fernando Pessoa de 1919, ya que, en Durban también disputaba estos concursos a través del nombre de Tagus).

A esta lista se deben aún de añadir el psicólogo F. Antunes, que surge hacia 1907, Frederick Wyatt y sus hermanos Walter y Alfred (este último con residencia en París dondo convive con Mario de Sá-Carneiro=, o Barao de Teive, personalidad literaria cuya obra continúa descubriéndose y que expresa la faceta de inadaptación y el sentimiento de exclusión de su demiurgo, Bernardo Soares (a quien acabó por ser atribuído o Livro do Desassossego, pensado tanto para Vicente Guedes como para o propio Fernando Pessoa) e María José que, según Teresa Rita Lopes, habrá sido la voz femenina que más se destacó en el universo de las creaciones pessoanas.

Además de los nombres de botelho y de Quaresma (y de tantos otros!) se destaca también el de Antonio Mora, personalidad asociada al paganismo, el que asume el papel de loco (dando expresión a un tema que Fernando Pessoa vive con profunda intensidad) de un manicomio de Cascais y que, exprimiendose como médico, viene a diagnosticar al hombre moderno, detectando al loco-enfermo. Colabora con Pessoa en proyectos para algunas revistas.

Las personalidades más conocidas son como mencionamos, los heterónimos Alvaro de Campos, Alberto Caeiro y Ricardo Reis. Para cada uno de estos hombres, Fernando Pessoa diseñó una cuidada biografía, un horóscopo, un retrato físico completo, trazó sus características morales, intelectuales, ideológicas. Tres personajes diferentes y cada cual con una actividad literaria distinta, personajes que se conocen y entran en polémica unos con otros, bien como el demiurgo, tres facetas de un mismo hombre que de las dispersión parece haber hecho condición de encuentro consigo mismo.

Ricardo Reis, en lo relativo a su nacimiento, tanto en la mente del poeta, como en su 'vida real', Fernando Pessoa establece fechas distintas. Primero afirma, de acuerdo con el texto de Páginas íntimas y de Auto-Interpretación (p.385) que este nació el día29 de enero de 1914: El Dr. Ricardo Reis nació dentro de mi alma el día 29 de enero de 1914 a las once de la noche. Yo había estado oyendo el día anterior una discusión extensa sobre los excesos, especialmente de la realización del arte moderno. Según mi proceso de sentir las cosas sin sentirlas, me fui dejando ir en la onda de esa reacción momentánea. Cuando me di cuenta de en qué estaba pensando, ví que había levantado una teoría neoclásica, que se iba desenvolviendo... Más tarde, en una carta a Adolfo Casais Monteiro fechada el 13 de enero de 1935, altera la fecha de este nacimiento afirmando que Ricardo Reis nacera en su espíritu en 1912.

Considera que este heterónimo fue el primero en revelársele aunque no haya sido el primero en iniciar su actividad literaria. Si Ricardo Reis está latente desde el año [1912]], a juzgar por la carta mencionada, es sólo en marzo de 1914 cuando el autor de las Odes inicia su producción, desde entonces continuada e intensa, y siempre coherente e inalterable, hasta el 13 de diciembre de 1933. También en lo que respecta a la biografía de Ricardo Reis, Fernando Pessoa presenta datos distintos. En el horóscopo que hizo de él, sitúa su nacimiento el 19 de setiembre de 1887 en Lisboa a las 4:05 de la tarde. En la carta a Adolfo Casais Monteiro referida anteriormente altera la ciudad natal de Ricardo Reis de Lisboa a Porto.

Médico de profesión, monárquico, hecho que lo llevó a vivir emigrado algunos años en Brasil, educado en un colegio de jesuitas, recibió, pues, una formación clásica y latinista y fue imbuido de principios conservadores, elementos que no son transportados para su concepción poética. Domina la forma de los poetas latinos y proclama la disciplina en la construcción poética. Ricardo Reis es marcado por una profunda simplicidad de la concepción de la vida, por una inmensa serenidad en la aceptación de la relatividad de todas las cosas. Es el heterónimo que más se aproxima al creador, tanto en el aspecto físico - es moreno, de estatura media, anda medio curvado, es magro y tiene apariencia de judío portugués (Fernando Pessoa tenía ascendencia israelita)- tanto en la manera de ser y en el pensamiento. Es adepto del sensacionismo, que hereda del maestro Caeiro, pero al aproximarlo al neoclasicismo lo manifiesta, pues, en un plano distinto como refiere Fernando Pessoa en Páginas Intimas e Auto : Caeiro tiene una disciplina: las cosas tienen que ser sentido tal como son. Ricardo Reis tiene otra disciplina diferente: las cosas deben ser sentidas, no sólo como son, también de modo que se integren en un cierto ideal de medida y reglas clásicas

Se asocia todavía el paganismo de Caeiro y sus concepciones del mundo al estoicismo y al epicureismo (según Frederico Reis la filosofía de la obra de Ricardo Reis se resume en un epicureismo triste - in Páginas Intimas e Auto Interpretaçao, p.386). Su forma de expresión la va a buscar a los poetas latinos, de acuerdo a su formación, y afirma, por ejemplo, que debe haber, en el más pequeño poema de un poeta, cualquier cosa donde se note que existió Homero.

Alberto Caeiro, el maestro, en torno al cual se determinan los otros heterónimos, nació en abril de 1889 en Lisboa, pero vivió la mayor parte de su vida en una quinta en el Ribatejo, donde conocería a Alvaro de Campos. Su educación se limitó a la instrucción primaria, lo que combina con su simplicidad y naturalidad que reclama para sí mismo. Rubio, de ojos azules, estatura media, un poco más bajo que Ricardo Reis, está dotado de una apariencia muy diferente al de los otros heterónimo. También es frágil, aunque no lo aparenta mucho, y murió, precozmente (tuberculoso), en 1915. El maestro es aquel de cuya biografía menos se ocupa Pessoa. Su vida eran sus poemas, como dice Ricardo Reis: La vida de Caeiro no puede narrarse pues no hay en ella más que contar. Sus poemas son lo que hubo en su vida. En todo lo demás no hubo incidentes, ni hay historia . Aparece a Fernando Pessoa el día 8 de marzo de 1914, de forma aparentemente no planeada, en una altura en que el poeta se debatía con la necesidad de ultrapasar el paulismo, el subjetivismo y el misticismo. Es en ese momento conflictuoso que aparece, de repente, una voz que se ríe de esos misticismos, que rabia contra el ocultismo, niega lo trascendental, defendiendo la sinceridad de la producción poética, un ser manifiestamente apologista de la simplicidad, de la serenidad y nitidez de las cosas, un ser dotado de una naturaleza positivo-materialista y que rechaza doctrinas y filosofías. Es este ser que en el día 8 de marzo escribe de corrido más de 30 poemas de O Guardador de Rebanhos. Gran parte de la producción poética de Ricardo Reis parece haber sido siempre escrita de este modo impetuoso en momentos de súbita inspiración. A esa voz, Fernando Pessoa da el nombre de Alberto Caeiro. Alberto Caeiro da también voz al paganismo. Según Fernando Pessoa, la obra de Caeiro representa una reconstrucción integral del paganismo, en su esencia absoluta, tal como ni los griegos ni los romanos que vivieron en él y por eso no pensaran, lo que pudrían hacer.

Se presenta como el poeta de las sensaciones; su poesía sensacionalista se asienta en las sustitución del pensamiento por la sensación (soy un guardador de repaños/ el reballo es mis pensamientos/ y mis pensamientos son todos sensaciones). Alberto Caeiro es el poeta de la naturaleza, el poeta de actitud antimística (si quisieran que yo tuviera misticismo, está bien, lo tengo/ soy místico, poro sólo como cuerto/ mi alma simplemente no piensa/mi misticismo es no querer saber/ y vivir es no pensar en eso).

Es el poeta del objetivismo absoluto. Ricardo Reis afirma que Caeiro, en su objetivismo tota, o, antes, en su tendencia constante hacia un objetivismo total, es frecuentemente más griego que los propios griegos. Es también el poeta que repudia las filosofías cuando escribe, por ejemplo, que los poetas místicos son filósofos enfermos (doentes)/ y los filósofos son hombres dolidos y que niega el misterio y en lo que a la búsqueda del sentido íntimo de las cosas: El único sentido íntimo de las cosas/

Es que ellas no tienen ningún sentido íntimo... Fernando Pessoa dejó un texto en que explicita el valor de Caeiro y un mensaje que este poeta nos dejó y puede servir de base para la comprensión de su obra:

A un mundo sumergido en diversos géneros de subjetivismo viene a surgir el Objetivismo Absoluto, más absoluto de lo que los objetivistas paganos tuvieron jamás. A un mundo ultracivilizado viene a sustituir una Naturaleza Absoluta. A un mundo hundido en humanitarismos, en problemas operarios, en sociedades éticas, en movimientos sociales, tras un desprecio absoluto por el destino y por la vida del hombre, lo que, puede considerarse excesivo, es al final natural para él un correctivo magnífico. Alvaro de Campos nació en 1890 en Tavira y es ingeniero de profesión. Estudión ingeniería en Escocia, se formó en Glasgow, en Ingeniería Naval. Visitó oriente y durante esa visita, a bordo, en el Canal de Suez, escribe el poema Opiário, dedicado a Mario de Sá-Carneiro. Desilusionado de esa visita, regresa a Portugal donde lo espera el encuentro con el maestro Caeiro, y el inicio de un intenso viaje por las teorías del sensacionismo y del futurismo o del interseccionismo. Lo espera aún un cansancio y un sonambulismo poético como el prevé en el poema Opiario: Vuelvo a Europa descontento, y de paso/ de llegar a ser un poeta sonambólico.

Conoció a Alberto Caeiro en una visita al Ribatejo y se convirtió en su discípulo: Lo que el maestro Caeiro me enseñó fue a tener claridad; equilibrio, organismo en el delirio y en el desvairamiento, y también me enseñó a procurar no tener filosofía ninguna, pero con alma Se distancia entre tanto, mucho del maestro al aproximarse a movimientos modernistas como el futurismo y el sensacionismo. Se distancia del objetivismo del maestro y percibe las sensaciones distanciándose del objeto y centrándose en el sujeto, cuando, pues, en el subjetivismo que acabará por encaminarse por la conciencia del absurdo, por la experiencia del tedio, de la desilusión (grandes son los desiertos, y todo es desierto/ grande es la vida, y no vale la pena haber vivido) y de la fatiga (lo que hay en mi es sobre todo cansancio/ no de esto ni de aquello,/ sin siquiera de todo o de nada:/ cansancio así mismo, él mismo, /Cansancio).

Alvaro de Campos experimentara la civilización y admira la energía y la fuerza, transportándolas para el dominio de su creación poética, nombrandamente en los textos Ultimatum y Ode Triunfal. Alvaro de Campos es el poeta modernista, que escribe las sensaciones de la energía y del movimiento así como, las sensaciones de sentir todo de todas las maneras. Es el poeta que más expresa los postulados del Sensacionismo, elevando al exceso ese ansia de sentir, de percepcionar toda la complejidad de las sensaciones.

Su primera composición data de 1914 y todavía el 12 de octubre de 1935 firmaba poesías, o sea, poco antes de la muerte de Fernando Pessoa, el cual dejara de escribir textos antes que Alvaro de Campos

Semiheterónimos

Además de los heterónimos Alvaro de Campos, Alberto Caeiro y Ricardo Reis, Pessoa escribió una serie de textos atribuidos a unos semi-heterónimos, personajes no totalmente independientes de la figura del poeta. Entre ellos se encuentran: Pero Botelho: escribió una serie de cuentos como El Prior de Burcos, Cuaresma, La Muerte del Dr. Cerdeira, La experiencia del Dr. Lacroix, El Eremita de la Sierra negra, El vencedor del tiempo, de los cuales sólo se conservan algunos fragmentos.

Antonio Mora: Filósofo, escribió varios textos sobre el paganismo, y sobre los heterónimos como el libro Alberto Caeiro y la renobación del paganismo, en el que cuenta la relación maestro-discípulo que había entre los heterónimos y reflexiona sobre sus posturas paganas.

Fausto: A este semi-heterónimo se le atribuye un poema dramático incompleto en es que se hace una reflexión sobre el conocimiento, el mundo, el placer y el amor, la muerte ...

Alexander Search: Uno de los primeras personalidades que aparecen en Pessoa autor de sus primeras composiciones. Escribe en inglés.

Bernardo Soares: Contable al que se le atribuye el Libro del Desasosiego, publicado en 1982. También escribió algunos poemas.

Frederico Reis: Es el hermano del heterónimo Ricardo Reis.

Barón de Teive: Sólo se conocen notas sueltas para un libro que no llegó a terminar como La educación del estoico. Al igual que Soares, Pessoa afirma que nació a partir de rasgos particulares de su personalidad.

Viciente Guedes: Hay teorías que afirman que fue el primer autor del Libro del Desasosiego aunque algunos de los textos incluidos en este libro fueron publicados con anterioridad adjudicandose su autoría el propio Pessoa.

Por último decir que en otras ocasiones Pessoa escribía bajo su propia personalidad pero tras un seudónimo, algunos de ellos fueron:

  • Raphael Baldaya
  • A.A.Cross
  • Thomas Crosse
  • Pantaleao
  • Chevalier de Pas
  • Charles Robert Anon
  • Maria Jose
  • Adolf Moscow
  • Jean Seul de Méleuret

Nota autobiográfica

Pessoa dejó escrita una nota biográfica, escrita el 30 de marzo de 1935, parcialmente publicada como introducción al poema "À memória do Presidente-Rei Sidónio Pais" (A la memoria del Presidente-Rei Sidónio Pais), editado por la Editorial Império en 1940. Siendo el texto de autoría del propio Pessoa, deberá notarse que constituye una biografía bastante subjetiva e incompleta, hecha de acuerdo con los deseos e interpretaciones de él mismo en ese momento de su vida

.Nombre completo: Fernando António Nogueira Pessoa.

Edad y origen: Nació en Lisboa, parroquia de los Mártires, finca n.º 4 del Largo de S. Carlos (hoy del Directório) el 13 de junio de 1888. Filiación: Hijo legítimo de Joaquim de Seabra Pessoa y de D. Maria Madalena Pinheiro Nogueira. Nieto paterno del general Joaquim António de Araújo Pessoa, combatiente de las campañas liberales, y de Dña. Dionísia Seabra; nieto materno del Consejero Luís António Nogueira, jurisconsulto y que fue Director General del Ministerio del Reino, y de Dña Madalena Xavier Pinheiro. Ascendencia general: mezcla de hidalgos y judíos. Estado: Soltero. Profesión: El nombre correcto sería «traductor», pero es más exacto el de «corresponsal extranjero de casas comerciales». El ser poeta o escritor no constituye una profesión, sino una vocación. Domicilio: Calle Coelho da Rocha, 16, 1º. Dto. Lisboa. (Dirección Postal - Caja Postal 147, Lisboa). Funciones sociales que ha desempeñado: Si por eso se entiende cargos públicos o funciones destacadas, ninguna. Obras que he publicado: La obra está esencialmente dispersa, por varias revistas y publicaciones ocasionales. Lo que, de libros o folletos, considera como válido, es lo siguiente: «35 Sonnets» (en inglés), 1918; «English Poems I-II» y «English Poems III» (en inglés también), 1922, y el libro «Mensagem», 1934, premiado por el Secretariado de Propaganda Nacional, en la categoría «Poema». El folleto «O Interregno», publicado en 1928, constituyendo una defensa de la Dictadura Militar en Portugal, debe ser considerado como no existente. Habría que revisar todo eso y tal vez repudiar mucho. Educación: En virtud de, fallecido su padre en 1893, su madre haber casado, en 1895, en segundas nupcias, con el Comandante João Miguel Rosa, Cónsul de Portugal en Durban, Natal, fue allí educado. Ganó el premio Reina Victoria de estilo inglés en la Universidad del Cabo de Buena Esperanza en 1903, en el examen de admisión, a los 15 años. Ideología Política: Considera que el sistema monárquico sería el más propio para una nación orgánicamente imperial como es Portugal. Considera, al mismo tiempo, la Monarquía completamente inviable en Portugal. Por eso, de haber un plebiscito entre regímenes, votaría, si bien con pena, por la República. Conservador de estilo inglés, esto es, liberal dentro del conservadurismo, y absolutamente anti-reaccionario. Posición religiosa: Cristiano gnóstico y por tanto enteramente opuesto a todas las Iglesias organizadas, y sobre todo a la Iglesia de Roma. Fiel, por motivos que más adelante están implícitos, a la Tradición Secreta del Cristianismo, que tiene íntimas relaciones con la Tradición Secreta en Israel (la Santa Kabbalah) y con la esencia oculta de la masonería. Posición iniciática: Iniciado, por comunicación directa de Maestro a Discípulo, en los tres grados menores de la (aparentemente extinta) Orden Templaria de Portugal. Posición patriótica: Partidario de un nacionalismo místico, del que sea abolida toda la infiltración católico-romana, creándose, si es posible, un sebastianismo nuevo, que la substituya espiritualmente, si es que en el catolicismo portugués hubo alguna vez espiritualidad. Nacionalista que se guía por este lema: "Todo por la humanidad, nada contra la nación". Posición social: Anticomunista y antisocialista. Lo demás se deduce de lo expuesto arriba.

Resumen de estas últimas consideraciones: Tener siempre en la memoria al mártir Jacques de Molay, Grado-Maestre de los Templarios, y combatir, siempre y en todo lugar, a los tres asesinos - la Ignorancia, el Fanatismo y la Tiranía. autor

Publicaciones

Aforismos y Afines.

"No hay normas. Todos los hombres son excepciones a una regla que no existe". "¡Qué tragedia no creer en la perfectibilidad humana!" "¡Y qué tragedia creer en ella". "Nadie entiende a nadie. Todo es intersticio y acaso, pero todo es cierto". Entre los papeles inéditos de Fernando Pessoa, en custodia de la Biblioteca Nacional en Lisboa, figura este libro de aforismos y otros textos breves, que iluminan un nuevo aspecto de su inmensa personalidad de escritor y de su múltiple y fecundísima obra. "El aforismo resulta, en Pessoa, algo tan natural como la respiración", afirma Rodolfo Alonso en el prólogo. La forma del aforismo encarna cabalmente su sentido de la existencia y de la esencia: pocas palabras, tan nítidas como justas y elocuentes, transmiten la irradiación nacida del momento pero rezuman la experiencia de años.

Escritos Autobiográficos, Automáticos y de Reflexión Personal. A pesar de haber muerto oscuro y casi inédito, Fernando Pessoa llegó a convertirse en "el más portugués y el más universal de los poetas de su siglo", ocultando su propia identidad al multiplicarla en la de varios heterónimos, no sólo de estéticas muy diferentes sino también, cada uno, con su propia biografía. Del cofre donde se custodian, en la Biblioteca Nacional de Lisboa, sus manuscritos inéditos, fueron surgiendo obras que reconstruían, entonces, no sólo piezas literarias, sino también los fragmentos de su "drama en gente", el mosaico de una personalidad cuidadosamente oculta detrás de sus fantasmas fascinantes: "Eras muchos, eras todos, / y nunca eras nadie". Reconstruida ya gran parte de la obra de Pessoa firmada por él bajo otros nombres, los investigadores han llegado a plantearse finalmente la cuestión central: ¿podemos llegar a conocer al verdadero Pessoa" Si una respuesta positiva a ello es posible, sin duda habrá que rastrearla en este volumen, que reúne sus Escritos autobiográficos, automáticos y de reflexión personal. Son las huellas más explícitas que ha querido dejarnos el poeta que encarnó, como nadie, el adagio de Rimbaud: "Porque Yo es otro". Rodolfo Alonso.

Ficciones del interludio.

Ficciones del interludio es una antología poética personal, preparada por el propio Fernando Pessoa para su publicación tal como se presenta hoy aquí. Reúne lo que él concibió como lo mejor de los tres heterónimos (Álvaro de Campos, Ricardo Reis y Alberto Caeiro) y del propio Pessoa. Algunos de estos poemas permanecieron inéditos hasta ahora en castellano. Con la rigurosa y cuidada traducción de Santiago Kovadloff, traductor también del Libro del desasosiego y profundo conocedor de la obra pessoana, ofrecemos, en edición bilingüe, la mejor selección de la poesía del más importante escritor portugués del siglo xx. El enorme trabajo de sentir es en Pessoa el material más importante de esos versos que se escurren y dejan al lector en constante estado de expectación. Algo se parte en mí. Lo rojo anocheció. Sentí demasiado como para seguir sintiendo. Mi alma está agotada, no queda en mí más que un eco.

Mensaje.

El único libro que Fernando Pessoa editó en vida. Sinopsis: "Mensaje fue el único libro que Fernando Pessoa editó en vida (1934). Imbuido en el mito que auguraba un mesiánico regreso del rey Don Sebastián -desaparecido en la derrota de Alcazarquivir en 1578-, para devolver a Portugal su edad de oro, resultaría muy pobre considerar apenas como una argumentación patriótica (aunque no deja de serlo) a este libro ejemplar, de deslumbrante y precisa limpidez. No sólo porque dijo: "Soy, de hecho, un nacionalista místico, un sebastianista racional. Pero soy, aparte de eso, y hasta en contradicción con eso, muchas otras cosas". Sino también porque supo añadir, frenando ensoñaciones imperiales: "Para el destino que presumo será el de Portugal, las colonias no son necesarias". Porque era portugués, sí, pero también mediterráneo, europeo, universal. Epopeya concisa, mito hecho lenguaje vivo, Pessoa auténtico, los alcances de Mensaje nunca se agotan en una dirección. Las ilumina a todas, y de todas hace una gran poesía encarnada, alimento de hombres sedientos de una grandeza que les dé sentido.

El Banquero Anarquista.

El banquero anárquista

En 1922, cinco años después de la Revolución Rusa, Fernando Pessoa publica en una revista de Lisboa El banquero anarquista, uno de los muy pocos textos que daría a conocer en vida. De enorme originalidad de forma y de sentido y acaso más cerca de los diálogos platónicos que de la narración, los aparentemente impecables argumentos de este banquero corrupto y exitoso, que sin embargo insiste en asumirse como anarquista practicante, concretan una legítima cumbre de la ironía y de¡ humor negro. Pero, además, permiten calibrar a fondo la compleja y fecunda personalidad de su creador. Porque, a la vez que intenta revestir con razonamientos revolucionarios los fructuosos negocios de su protagonista, tan similares a los del devastador ultraeconomicismo globalizado de hoy, esos mismos argumentos resultan también convincentes para justificar la rebelión. Y anticipan, con deslumbrante lucidez, el estruendoso fracaso de lo que iba a ser el socialismo real. El encandilador juego de espejos con que la realidad suele ser asumida por el gran poeta de los heterónimos concreta así uno de sus más reveladores paradigmas. Con irreprochable dialéctica se manifiestan, y se ocultan, los rostros cambiantes e hipnotizadores de la verdad. El banquero anarquista aparece como una pieza clave en el inquietante tablero de Fernando Pessoa.

Eróstrato y la búsqueda de la inmortalidad. A sesenta y cinco años de su muerte, la diseminación de su obra en más de seis heterónimos -incluido "él mismo"- y su condición fragmentaria hacen del legado literario de Fernando Pessoa una materia viva, siempre en proceso de descubrimiento y revisión. Eróstrato fue un griego que, con la pretensión de que su nombre perdurara en el tiempo, incendió el Templo de Artemisa en Éfeso, una de las siete maravillas del mundo. Un ensayo inspirado en esa figura y otro titulado "Impermanencia", ambos acerca de la inmortalidad -entendida como celebridad póstuma, supervivencia en la historia--, junto con un artículo breve sobre la inutilidad de la crítica componen este libro. Los tres textos fueron escritos entre 1916 y 1930 en inglés, idioma que Pessoa aprendió de niño. Entre la crítica literaria y el ensayo filosófico, con rigor intelectual e intensidad poética, Eróstrato y la búsqueda de la inmortalidad oculta a medias una confesión -la desesperación de su autor por alcanzar el reconocimiento en vida- y es uno de los momentos cúlmines de la obra realizada por el gran poeta portugués.

La Educación del Estoico.

Un libro inédito de Fernando Pessoa escrito bajo el heterónimo de Barão de Teive, uno de los personajes más desconocidos de su obra. "La obra del gran poeta portugués Fernando Pessoa no se manifestó a través de un único autor sino de varios, sus heterónimos, tan diferentes entre sí como sus imaginadas biografías o sus concretos estilos literarios. Relacionado por él mismo con el Bernardo Soares a quien debemos el Libro del desasosiego, también este Barón de Teive, del cual se edita por primera vez La educación del estoico, puede ser considerado en realidad un semiheterónimo, es decir alguien muy ligado a Pessoa. Nunca como a través de esta máscara en gran medida transparente, percibimos tanto de él, incluso en entresijos tan celosamente ocultos como los de su inexpugnable misoginia. Álvaro Coelho de Ayhayde, vigésimo Barón de Teive, altivo, escéptico y distante como el dandi de Baudelaire decide fríamente suicidarse. A medida que las relee por última vez, arroja al fuego de su chimenea las páginas de ese cuasi diario íntimo donde había apuntado, en tocantes fragmentos de escritura indeleble, su intensa aventura espiritual." Rodolfo Alonso "El asombroso poeta portugués Fernando Pessoa sobrepasa, como invención fantástica, cualquier creación de Jorge Luis Borges. Pessoa, nacido en Lisboa y descendiente por línea paterna de judíos conversos, fue educado en Sudáfrica y, al igual que Borges, creció en el bilingüismo. [...] También inventó una serie de poetas y escritores alternativos -Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Ricardo Reis, Barón de Teive entre ellos- y escribió volúmenes enteros para ellos, o mejor dicho, como ellos".

La Hora del Diablo.

La hora del Diablo es un breve relato, sutil y fascinante, de Fernando Pessoa. Un diálogo entre Satán y María, madre de Jesús, que revela al lector el singular pensamiento del poeta-filósofo, un místico que quiere creer, pero descree por principio. La conversación -casi un monólogo del Diablo- es un peregrinaje "del misterio y del conocimiento", en busca de una "verdad inalcanzable [...] que ni Dios conoce". Pessoa nos presenta al Diablo como complementario de Dios, como "señor absoluto del intersticio y de lo intermedio, de lo que en la vida no es vida". "Como la noche es mi reino -dice Satán-, el sueño es mi dominio". Este texto sagaz y sugerente no es una mera curiosidad en la obra del gran escritor portugués, sino el testimonio hecho ficción de una inquietud permanente de su espíritu. Teresa Rita Lopes, estudiosa de la obra de Pessoa, nos aclara la historia y el alcance de La hora del Diablo.

El Libro del Desasosiego.

Fernando Pessoa fue sin duda el más importante escritor portugués del siglo XX. El Libro del desasosiego es su obra maestra en prosa, compuesta por aproximadamente quinientos fragmentos, Pessoa lo redactó entre 1913 y 935, año de su muerte, y lo cierto es que lo dejó en completo desorden, con indicaciones escuetas y contradictorias. La obra constituye la "autobiografía" de Bernardo Soares, uno de los tantos y cautivantes alter ego literarios -los famosos heterónimos- de Fernando Pessoa. El profesor norteamericano Richard Zenith ha preparado esta versión completa, corregida y reordenada del Libro del desasosiego, que incluye más de cien fragmentos inéditos hasta ahora en castellano. Santiago Kovadloff ha realizado la traducción a nuestro idioma de esta primera versión completa del Libro del desasosiego. Verdadero microcosmos de ideas y especulaciones filosóficas, estéticas y literarias, observaciones sociológicas, máximas y aforismos, el libro es una fuente de sabiduría conmovedora. Leer las meditaciones de Pessoa es descubrir un alma de una lucidez impresionante, capaz de asumir a la vez el desamparo, la banalidad y la belleza inefable de la existencia humana. Un libro de cabecera para toda la vida. "Más que una obra maestra, un texto de culto a la par del Ulises, En busca del tiempo perdido o La montaña mágica [...] vertiginosa exploración de sí mismo, esta gigantesca guirnalda de fragmentos inacabados es un diluvio de absoluto. Un torrente de gracia que se derrama ante nuestro ojos y templa el alma. [...] Un tesoro". L´Express, París, 25/11/99 "Pessoa se convirtió en nada para poder ser todo, y todos. [...] Bernardo Soares, el narrador principal pero no exclusivo del Libro del desasosiego, tenía tanto en común con Pessoa que éste no podía considerarlo un heterónimo autónomo. 'Es un semiheterónimo', escribió Pessoa en el último año de su vida, 'porque no siendo su personalidad la mía, no es diferente de la mía sino una simple mutilación de ella'. [...] En Bernardo Soares, prosista que poetiza, soñador que razona, místico que no cree, decadente que no goza, Pessoa inventó el mejor autor posible. Richard Zenith

Extractos de su obra:

  • El valor de lãs cosas no esta en el tiempo que Duran, sino em la intensidad com que acontecen, por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables
  • El Arte es la autoexpresion luchando por ser absoluta
  • La única actitud intelectual digna de una criatura superior es de uma calma y fria compasion por todo cuanto no le es próprio. No porque esa actitud tenga lo mínimo de verdadera, pero es tan envidiable que es preciso tenerla
  • Las figuras imaginarias tienen mas relieve y verdad que las reales (su obra asi lo dice no? tantos heterónimos peleando por ser mejores que Fernando Pessoa)
  • Adoramos la perfeccion porque no podemos tenerla, la repudiaríamos si la tuviésemos. Lo perfecto es desumano, porque lo humano es imperfecto
  • Dios quiere, el hombre sueña y La obra nace
  • A veces oigo pasar el viento y solo de oir el viento pasar, vale la pena haber nacido...
  • Tengo pensamientos que si pudiese revelarlos y hacerlos vivir, acrecentarian nueva luminosidad las estrellas, nueva belleza el mundo y mas amor el corazon de los hombres
  • Matar el sueño es matarnos, es mutilar nuestra alma, el sueño es lo que tenemos por realmente nuestro, por impenetrablemente e inexpugnablemente nuestro
  • No soy nada, nunca seré nada, no puedo querer ser nada. Aparte de eso tengo em mi todos los sueños del mundo
  • Piedras en el camino? Las guardo todas, un dia me voy a construir un castillo
  • El hombre tiene el tamaño de sus sueños

Fuentes