Formación vocacional pedagógica

Formación Vocacional
Información sobre la plantilla
Concepto:La Formación Vocacional constituye un trabajo coherente que se inicia desde los primeros grados, aprovechando todas las posibilidades que brinda el proceso docente-educativo para trasmitir a los estudiantes el amor hacia la profesión por la cual siente vocación.

Formación vocacional Pedagógica.El proceso de influencias educativas con carácter anticipado, pedagógicamente organizado y dirigido por la escuela, con la participación de los factores de la comunidad, con el objetivo de prestar ayuda a los alumnos, para que puedan definir de forma consciente la continuidad de estudio en función de elegir una profesión.

Objetivo

En el socialismo la Formación vocacional tiene como objetivo, formar un estudiante que pueda auto determinarse en relación a su futuro profesional, condición esencial para lograr el éxito del estudiante y su aporte a la sociedad. Esto quiere decir que el estudiante es dueño de su decisión futura y que es capaz de expresar en ella toda su profesionalidad, de forma que pueda entregarse con todas sus potencialidades a su formación y su quehacer vocacional.

Historia de la Formación Vocacional Pedagógica

La formación vocacional ha sido preocupación de la humanidad. A través del tiempo, la sociedad ha tratado de que el individuo se ajuste a la profesión, como una de las cuestiones fundamentales para que obtenga mejores resultados en su actividad fundamental, el trabajo; por lo que este tema ha estado en el pensamiento de filósofos, sociológicos, psicólogos y pedagogos en general. En el país antes del triunfo de la Revolución la formación vocacional, no tuvo una historia muy halagadora, debido a la falta de atención por los diferentes gobiernos de turnos.

Después del triunfo de la Revolución, se dio una atención especial a la formación vocacional, debido a la necesidad de formar obreros a consecuencia del pujante desarrollo económico y social del país. Los planes iniciales se concibieron para desarrollar un programa, cuya aplicación se concentró en los grados terminales de los niveles primarios y secundarios.

La formación de maestros tiene en el país profundas raíces históricas; su importancia fue valorada, desde el siglo XIX, por pedagogos como: José Agustín Caballero, Félix Varela, Enrique José Varona,José Martí, hombres que encarnaron lo mejor del pensamiento cubano hasta entonces. Dentro de sus obras y prácticas pedagógicas se encuentran enmarcadas las ideas más progresistas de las épocas transitadas así recogiendo una valiosa herencia pedagógica citamos "Enseñar es lo más bello y honroso del mundo", "La educación, pues, no es más que esto: la habilitación de los hombres para obtener con desahogo y honradez, los medios de vida indispensables, en el tiempo que existen, sin rebajar por eso las aspiraciones delicadas de la mejor parte del ser humano".

"Educar es preparar al hombre para la vida", como la síntesis de tan revolucionaria tendencia; consideró que: "Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido; es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida". La pedagogía cubana en el presente, heredera de las mejores tradiciones, se reconoce continuadora del legado martiano refrendado en la actual Revolución Educacional. Con la creación de las escuelas pedagógicas en todas las provincias, se concibió la efectividad y el desarrollo de intereses vocacionales pedagógicos para se llevó a cabo una experiencia en las Secundarias Básicas, relacionada con la aplicación de un plan de actividades sobre formación vocacional pedagógica ante la explosión de la matrícula de la educación media, fue necesario crear el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Doménech, con alumnos graduados de décimo grado que inmediatamente al llamado de la Revolución se incorporaron a las aulas de las Secundarias Básicas, simultáneamente continuaban sus estudios como profesores en los Institutos Pedagógicos.

Etapas de la Formación Vocacional Pedagógica

Primera etapa: 1959 hasta el año 1975

En esta etapa se encuentra la Campaña de Alfabetización, la formación del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, la celebración del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, el desarrollo en Cuba del Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura, el surgimiento de los planes iniciales de orientación profesional y formación vocacional en los grados terminales, incluida la Secundaria Básica y se crea la Comisión Nacional de Formación Vocacional y Orientación Profesional.

Segunda etapa: Desde 1975 hasta 1999

Es imprescindible destacar en esta etapa la puesta en vigor de la Resolución Ministerial 400/1977, el Decreto número 63 sobre formación vocacional y orientación profesional, R/M 18/1981 Reglamento sobre Formación Vocacional y Orientación Profesional, la realización de los Congresos Pioneriles y la Resolución Ministerial número 93.

Tercera etapa: del año 2000 hasta la actualidad

Con la entrada del nuevo milenio se comienzan a poner en práctica nuevas ideas, las cuales giran sobre la masificación de la cultura, la introducción de programas especiales basados en los avances de la Electrónica y la Informática como la televisión educativa, la computación, la universalización de la educación con el concepto microuniversidad, así como las transformaciones ocurridas en Secundaria Básica, un profesor general integral por cada 15 alumnos, producto a estas transformaciones el 28 de abril del año 2003 se declara como fin y objetivo de la Secundaria Básica: la formación básica e integral del adolescente cubano, sobre la base de una cultura general integral expresado en sus formas de sentir, de pensar y de actuar.

En esta etapa destacar la R/M 170 del 2000sobre el trabajo de formación vocacional y de orientación profesional a desarrollar en todos los centros docentes, palacios de pioneros y en otras instituciones de la comunidad, así como R/M 177-07 donde se pone de manifiesto las premisas fundamentales para un efectivo trabajo de formación vocacional y orientación profesional.

Para las proyecciones del curso escolar 2010 – 2011, se ha trazado como línea la reapertura de las Escuelas Pedagógicas para la formación de maestros primarios y educadoras de círculos infantiles para alumnos de noveno grado, cuestión que debe garantizar la preparación de docentes en estas especialidades, con un plan de estudio diseñado para continuar elevando la calidad del sistema educacional cubano.

La formación vocacional pedagógica desde la secundaria básica

La formación vocacional, se considera como una de las vías imprescindible para propiciar una correcta elección profesional de las nuevas generaciones es necesario conocer las características de los alumnos. El desarrollo de la personalidad desde los primeros momentos de la vida, resulta inseparable de la educación, correspondiéndole a través del proceso educativo que se lleva a cabo no sólo en la escuela, sino en la importante misión de regular todo el proceso de educación de la personalidad de cada uno de los individuos. En esta tarea le corresponde al docente la dirección de la educación de la personalidad de sus alumnos en correspondencia con el encargo social que la sociedad le hace a la escuela.

A la educación, como vía específica de socialización de los sujetos en la búsqueda de su dimensión humana, le corresponde el papel determinante de la preparación para la vida de cada uno de los individuos. Para esto el proceso de aprendizaje que se dirige en la escuela debe propiciar la preparación para el enfrentamiento de las condiciones actuales que enfrenta la humanidad.

La adolescencia constituye un período decisivo en el desarrollo del alumno. Este esquema de desarrollo está sujeto a variaciones individuales, ya que no todos los alumnos arriban a la adolescencia a una misma edad; unos se adelantan notablemente, mientras que otros se retardan. Se puede comprender perfectamente la necesidad de que los educadores de este nivel, conozcan profundamente las características de la adolescencia y sepan reconocer en ella a los alumnos, con sus particularidades individuales y con sus rasgos comunes.

Esto es, sin dudas, una premisa para la elevación de la calidad del proceso de enseñanza – aprendizaje. Este es un período de elaboración y reestructuración de diferentes aspectos y esferas de la personalidad, que alcanzan durante esta etapa un matiz personal. Es un momento del desarrollo en que prima la necesidad de autoafirmación de la personalidad para poder orientarse positivamente.

Se considera imprescindible que el profesor de Secundaria Básica domine estas características y las tenga en cuenta a la hora de emitir una evaluación, sobre este pormenor Rita Marina Álvarez de Sayas plantea: “Instalado en su rol de profesor, autoridad, sabio, evaluador es incapaz de situarse en lugar del estudiante y no puede darse cuenta del impacto que produce en este la evaluación” Al final del período de la secundaria, el adolescente debe tomar importantes decisiones educacionales y vocacionales. No obstante, el proceso de las decisiones escapa muchas veces a su análisis consciente. Se basa en sus motivos formados durante la adolescencia temprana, pero las situaciones emocionales lo pueden perturbar; una decisión suya puede ser impulsiva, además, los adolescentes toman sus decisiones bajo fuertes influencias grupales; es decir, desde los valores y normas que están actuando en el grupo donde ellos conviven.

La orientación valorativa de la personalidad solo se va consolidando a finales de esta etapa, sobre la base de los mayores conocimientos, y la experiencia moral obtenida en el marco grupal, escolar y familiar. Las opiniones morales y sociales de los alumnos y las alumnas muchas veces no se han conformado en esta edad como verdaderos valores de la personalidad. Los valores se van construyendo por la persona gracias a las actividades que esta despliega, en los grupos primarios y en estrecha relación con las figuras significativas.

La orientación del alumno en el mundo de las profesiones depende en parte de ejemplos y e influencias familiares más o menos directivas, pero se consolida bajo la acción educativa de la escuela secundaria. Desde la clase y mediante actividades extradocentes se deben lograr la ampliación de los intereses del alumno hacia la actividad productiva y las diferentes profesiones, teniendo en cuenta las profesiones priorizadas del país y en especial de la localidad donde viven, hasta consolidar motivos que lo lleven a seleccionar una continuación de estudios acorde con los intereses sociales del país y de su municipio.

La OPP hacia la carrera de Educación Especial en el contexto de la universalización pedagógica.

A partir de los últimos años de la década del 90, los extraordinarios esfuerzos realizados por el estado cubano para la reanimación de la economía y el apoyo incondicional del pueblo, logran comenzar una nueva etapa en la construcción de una sociedad socialista cada vez mejor. La denominada Batalla de ideas plantea transformaciones revolucionarias en los diferentes sectores de la economía y la sociedad, dentro de estas se destacan las transformaciones en la política del MINED, inmersa en la Tercera Revolución Educacional, Una de estas grandes transformaciones lo constituye la universalización de la Educación Superior, la cual permite la presencia de este nivel de enseñanza en todos los municipios del país, ampliando las posibilidades de acceder a las carreras universitarias y a la educación de postgrado o cuarto nivel de enseñanza, que contribuyen a fortalecer la OPP desde las perspectivas de desarrollo profesional que estas plantean. En este contexto cada municipio es el encargado de garantizar la cobertura presente y futura de sus escuelas y se destaca la importancia de la microuniversidad en la OPP y del tutor como el docente que se encuentra en contacto directo y sistemático con el estudiante, lo atiende y orienta profesionalmente durante toda su carrera. El estudio de las fuentes bibliográficas permitió distinguir las etapas principales por las que ha transitado la OPP en Cuba y de manera particular hacia la carrera Licenciatura en Educación Especial, destacándose como última etapa la OPP en el contexto de la universalización pedagógica, la cual plantea nuevos retos. Las concepciones actuales de la OPP hacia la carrera de Educación Especial abogan por el reconocimiento del municipio y la escuela como máximos responsables de la cobertura presente y futura de cada educación, este proceso es regido por principios y requerimientos metodológicos los cuales permiten la dirección científica de la OPP en cada una de sus etapas.

Investigaciones que se han realizado sobre este tema

La formación vocacional pedagógica está relativamente poco tratado en la literatura especializada se define como: “Proceso en el desarrollo de la personalidad del niño, el adolescente y el joven que lo orienta cognitiva y afectivamente hacia una carrera pedagógica.

La formación vocacional pedagógica, se consolida en la etapa adolescente; se coincide con Álvarez Nogueras, Maritza Álvarez Nogueras en que, la misma es un proceso continuo, dinámico y gradual, con el fin de reafirmar la inclinación de los estudiantes hacia las carreras pedagógicas, donde se desarrollen íntegramente sus potencialidades, a través de técnicas e instrumentos incorporados al proceso de enseñanza – aprendizaje, sobre la base de la consolidación de los valores y sentimientos hacia el magisterio y de un elevado compromiso social, moral e incondicional hacia el ejercicio de la profesión pedagógica.

El trabajo vocacional exige en los momentos actuales un enfoque ideológico ya que: es una necesidad para reforzar las motivaciones profesionales en los alumnos matriculados en las carreras pedagógicas que forman parte de los Programas de la Revolución Cubana. La temática de la formación vocacional, ha sido abordada por numerosos investigadores nacionales y extranjeros, el análisis de muchas de sus obras tributan a esta tesis. Entre los nacionales resaltan los trabajos de Fernando González Rey: quien ha trabajado esta temática a partir de la orientación profesional siguiendo la línea del enfoque personológico; Jorge L Del Pino Calderón, se centra en el enfoque problematizador y Zaida Matos Columbié; quien aborda la orientación vocacional profesional desde una perspectiva integradora. (Citado en Maestría en Ciencias de las Educación módulo III tercera parte).

Otros autores significativos, que han trabajado la temática de la formación vocacional profesional son:

  • Mauro Gómez Betancourt: el cual consideró que en los niños de preescolar y de la enseñanza primaria se observa un acercamiento motivacional hacia las profesiones que les resultan más significativas, las que pueden desarrollarse o perecer en el propio proceso educativo de la personalidad" (Gómez Betancourt. Mauro, 1994).
  • Viviana González Maura apuntó que en la educación de los adolescentes el trabajo educacional dependerá de la integración entre la escuela, la familia, la comunidad con el objetivo de propiciar las condiciones de aprendizaje necesarias para el desarrollo de las potencialidades individuales del alumno (González Maura. Viviana (1999).

Dentro de la provincia Las Tunas se destacan algunos investigadores, los cuales han abordado el tema de la formación vocacional y la orientación profesional, entre los que se encuentran José Miguel Sánchez (2004), Ángel Tejeda (2003), Jesús Fidalgo (1998), Osnaury López (2009), Migdalis Älvares (2009) y Yipsi Bruzón (2009). Sus experiencias pedagógicas han estado encaminadas fundamentalmente a abordar la temática desde la Secundaria Básica en los municipios de Las Tunas, Jobabo y Puerto Padre, con enfoque integrador.

A pesar de los análisis de los especialistas consultados, no se agota todo el caudal cognitivo, axiológico, laboral, actitudinal y cultural, que puede ser potenciado por la formación vocacional profesional, en especial en lo relacionado con las carreras pedagógicas. Esto adquiere especial significado si se conoce que el municipio Majibacoa, al igual que otros del país, posee una situación compleja con la cobertura de maestros.

La formación pedagógica del profesor en la carrera Agropecuaria

En el desarrollo de la ETP en Cuba, especial y significativa influencia tuvieron las ideas del maestro y Héroe Nacional José Martí Pérez (1853 – 1895). En su ideario pedagógico existe un postulado que emana de cada frase, latente en toda su concepción sobre la educación: la combinación del estudio con el trabajo, de la escuela con la vida. El Maestro dio gran importancia al desarrollo de la agricultura y a su conocimiento por los niños desde sus más tempranas edades, al respecto señalaba: “En los pueblos que han de vivir de la agricultura, los gobiernos tienen el deber de enseñar preferentemente el cultivo de los campos”, también precisaba: “A los niños debiera enseñárseles a leer en esta frase: “La Agricultura es la única fuente constante, cierta y enteramente pura de riqueza”. En su Artículo “Trabajo Manual en las Escuelas”, decía “... Necesita el agricultor además conocer de una manera íntima, en sus aspectos y modo de obrar, las ciencias que hoy ayudan y aceleran los cultivos”. En 1937 las Escuelas de la Agricultura, antes granjas escuelas, formaban maestros agrícolas pero la matrícula a esto era muy baja. Existía un único centro agropecuario en el país que otorgaba el nivel medio de enseñanza, la Escuela Nacional Forestal, Conde de Pozos Dulces, que inició su funcionamiento en 1938 con 12 alumnos. Entre los años 1948 – 49, se produce a nivel nacional, la actualización y revisión de las especialidades de estudio, lo que propició un perfeccionamiento en el orden metodológico y organizativo. En este análisis no puede obviarse, la labor abnegada, permanente y llena de amor, que realizó la inmensa mayoría de los maestros y directores de estas escuelas, que desatendidos y mal pagados, contribuyeron significativamente a sentar las bases para el vertiginoso desarrollo que tuvo lugar en la ETP a partir del triunfo revolucionario La Revolución profundiza, a partir de 1959, en toda esta herencia pedagógica y didáctica y encuentra los antecedentes de los Institutos Politécnicos Agropecuarios (IPA), con la diferencia sustancial de la sólida formación de los técnicos. Siendo una preocupación no solo de la escuela en particular sino de toda la sociedad. El vínculo teoría- práctica se materializa en el perfil ocupacional, en el contenido de cada asignatura del plan de estudio, en la organización escolar y en la investigación, en fin en toda la formación como principio rector de la Educación Técnica. Los profesores de las escuelas provinciales de agricultura, generalmente, los de asignaturas técnicas y prácticas eran egresados de las mismas, poseían una sólida preparación técnica y profesional para trasmitir conocimientos y habilidades de las especialidades pero carentes de una profunda preparación pedagógica y didáctica para dirigir adecuadamente el proceso docente educativo. En los primeros años del triunfo de la Revolución el país carecía de un sistema nacional para la formación y superación de los docentes de la rama Agropecuaria, no obstante, los maestros practicaban la autosuperación y el autodidactismo para preparar sus asignaturas en las que lograban alcanzar un elevado grado de especialización, que si bien era positivo para la preparación del maestro no garantizaba el enfoque interdisciplinario del proceso. A pesar de estos cambios, después del triunfo de la Revolución para el desarrollo de la ETP, es reconocido que aún no se logran satisfacer las demandas sociales en cuanto a: Formación de docentes y directivos con elevado nivel de profesionalidad para desempeñarse en estas instituciones. Entre las primeras tareas del Gobierno Revolucionario Cubano, estuvo la creación de un considerable número de escuelas técnicas profesionales en diferentes especialidades, donde se formaban técnicos de nivel medio y obreros calificados que respondieran al desarrollo que se proyectaba para las distintas ramas de la economía, así como en la ciencia y en la técnica. Para ello, no se contaba con todo el personal docente necesario que asumiera esa tarea y se utilizaron como profesores para las diferentes ramas técnicas, a recién graduados universitarios, así como alumnos del último año de estas carreras, bachilleres y graduados de los propios institutos tecnológicos. Entre los años 1969 y 1972, en el Viceministerio de la Educación Técnica y Profesional, un grupo de especialistas estudió las diferentes alternativas que podrían utilizarse para la formación de profesores de especialidades técnicas que impartirían docencia en los centros politécnicos del país.

Fuente

  • Joven Club de Computación y Electrónica