Francisco Cajigal de la Vega

Francisco Antonio
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NombreFrancisco Antonio Cajigal de la Vega
Nacimiento1695
Hoz de Anero
Firma de Cajigal
Fallecimiento1777

Francisco Antonio Cagigal: Virrey interino de la Nueva España por unos cuantos meses. En el pliego de mortaja, abierto tras el fallecimiento del marqués de las Amarillas, aparecía la designación del capitán general de Cuba para ocupar el puesto de virrey interino de México en caso de la falta absoluta del titular. De esta forma Cajigal de la Vega, quien gobernaba en La Habana, pasó a ser gobernante de México sólo el tiempo suficiente para esperar a que llegara el nuevo virrey propietario, lo que sucedió muy pronto.

Síntesis Biográfica

Militar y administrador colonial español, nacido en Hoz de Arnero Ribamontán al Monte, en la actual Cantabria en 1695. Fue Virrey de Nueva España, caballero de la Orden de Santiagoy gobernador de la isla de Cuba. Hijo de los condes de la Hoz, desde muy joven entró en la carrera militar, sirviendo en el Regimiento de Guardias Españolas.

Trayectoria Militar

Después de participar en el sitio de Gibraltar en 1727 y cinco años más tarde, en la conquista de Orán en estas también participó el montañés Juan Francisco de Güemes, conde Revillagigedo., por su experiencia militar y su lealtad al monarca se le nombró en 1738 gobernador de Santiago de Cuba, la plaza española mejor situada estratégicamente en el Mar Caribe; su nombramiento coincidió con el inicio de las hostilidades hispano-británicas, donde ya siendo teniente general, comandó la defensa contra el asalto británico en 1741.

Al morir el Marqués de las Amarillas en México, en febrero de 1760, se abrió “el pliego de mortaja” en el que, de acuerdo con las normas de la Administración virreinal, se nombraba al capitán general de Cuba para sucederle provisionalmente. Tras un breve periodo de interinato, que cubrió la Real Aduana de México, Cajigal salió de La Habana el 28 de marzo con destino a Veracruz y la ciudad de México, a la que llegó el 28 de abril de 1760. Su misión consistía en regir el virreinato hasta que llegara el nuevo virrey, el primero que nombró Carlos III, quien acababa de suceder a su hermano Fernando en el trono español.

Cajigal permaneció en Nueva España hasta octubre de este mismo año y en ese periodo se ocupó de liberar por diez años los gravámenes al comercio del hierro, el acero y otros productos, procedentes de Pensacola y Florida. De acuerdo con las instrucciones recibidas, demostró gran aptitud de mando pero escasas dotes en política y administración, cuando solicitó que el secretario del marqués de las Amarillas, Jacinto Marfil, le redactara un informe general sobre la situación del virreinato. Marfil escribió las “Noticias instructivas”, como se conoce este texto, que fechó el 4 de mayo de 1760, considerado como una especie de memoria o relación, similar a las que producían los propios virreyes. Según Ernesto de la Torre, las “Noticias” cubrían los ramos de tributos, Real Tribunal de Cuentas, Real Hospital de Indios, conducción de plata, superintendencia de alcabalas, contaduría de azogues y reales de minas. También hacía referencia al Real Patronato y señalaba las buenas relaciones entre justicia y quietud pública, las actuaciones del Tribunal de la Acordada, los propios de la ciudad y la venta de chiringuito (aguardiente de caña), sin olvidar el tema de los presidios fronterizos y las expectativas levantadas por la producción de la mina de la Iguana, en Nuevo León.

En tan breve periodo, trató de romper el monopolio comercial que ejercía la Ciudad de México, en favor de la feria de Jalapa, pero manifestó especial inclinación por atender los graves problemas urbanos de la capital. Vigiló el desarrollo de la economía, recaudó sumas importantes con destino a la corte, fue al parecer poco escrupuloso en el manejo de las finanzas y vendió los derechos del juego y las recaudaciones de la Aduana de Veracruz por cinco años.

Al producirse la proclamación de Carlos III se decretó un indulto general, que no alcanzó a todos los reos, que gozaban de un sistema de excepciones. Entregó el mando a su sucesor, Joaquín de Montserrat, marqués de Cruillas, el 6 de octubre, en la ciudad de Otumba y volvió a La Habana para seguir ocupándose de la Capitanía General de Cuba y la gobernación de la ciudad.

Gobierno de Cajigal en Cuba

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Monumento construido durante el gobierno de Cajigal
Según una antigua tradición cubana, la primera misa que se celebró en la Villa de San Cristóbal de La Habana, fue a la sombra de una hermosa ceiba que se encontraba por el ángulo N.E. de la actual Plaza de Armas donde hoy se halla el Templete. En 1754, el teniente general don Francisco Antonio Cagigal y de la Vega, capitán General y gobernador de la Isla de Cuba, queriendo perpetuar este recuerdo, mandó a construir en aquel sitio un modesto monumento compuesto por un pilar de tres caras, de nueve varas de ancho sobre un zócalo de piedra de cuatro pies de altura y cinco de diámetro. Sobre lo alto de este pilar, se colocó una pequeña imagen de Nuestra Señora del Pilar, y en el zócalo se puso la siguiente inscripción:

“Fundóse la Villa o Ciudad de La Habana el año 1515, y al mudarse de su primitivo asiento a la ribera de este puerto el de 1519, es tradición que en este sitio se halló una frondosa ceiba bajo de la cual se celebró la primera misa y cabildo; permaneciendo hasta el de 1753 que se esterilizó; y para perpetuar la memoria, gobernando las Españas nuestro católico monarca el señor Don Fernando VI, mandó erigir este padrón el señor mariscal de campo don Francisco Cagigal de la Vega, del orden de Santiago, gobernador y capitán general de esta isla, siendo procurador general doctor Don Manuel Felipe de Arango. Año de 1754.

Durante el brillante mando del capitán general Cagigal y de la Vega, se terminaron la circunvalación de las murallas que protegían a esta capital, y que habían sido iniciadas un siglo antes; la batería de la Pastora, se formó al proyecto de La Cabaña, se construyó la Iglesia de Jesús María, se establecieron las oficinas de correos y de marina, y todo lo concerniente al apostadero de La Habana. Pertenecía este ilustre capitán general a la gran familia de su nombre, oriunda de Santander, marqueses de Casa-Cagigal, que dio notables militares, entre ellos tres capitanes generales y gobernadores de la isla de Cuba. También fue miembro distinguido de este esclarecido linaje, el joven don Fernando Cagigal, capitán de granaderos, sobrino del capitán general de esta Isla, que inmoló por su patria y por su rey a esta noble familia, pereciendo en La Habana, frente a la fortaleza del Morro, en reñido combate contra los ingleses, que amenazaban a esta capital, bajo las órdenes del almirante lord Knowles.

En La Habana, mantuvo una política de fomento al comercio libre, como puente natural entre el Continente Americano y la Península, lugar de atraque y reposo de todas las flotas, sede permanente de la Armada de Barlovento hasta su extinción y responsable de las obras de defensa y fortificación de murallas y puertos. Apoyó las actividades de construcción naval de la Real Compañía de La Habana, que superó una crisis temporal al trasladarse a México el conde de Revillagigedo su principal valedor; creó un arsenal anexo al puerto y se ocupó de favorecer las actividades comerciales y el tráfico con Cádiz y Veracruz. Su designación como virrey de Nueva España coincidió con su ascenso a teniente general de los Reales Ejércitos.

Muerte

A su regreso a España, en 1762 Carlos III lo incorporó al Consejo de Guerra, donde permaneció mientras estuvo en activo. Al romperse las hostilidades con Inglaterra participó en acciones militares a las órdenes del Conde de Aranda, como la marcha sobre Alcántara y la ocupación de algunas poblaciones en la frontera con Portugal. Al terminar la contienda, el rey le nombró en 1768 decano del Consejo de Guerra.

Falleció en su localidad natal a los 82 años de edad, el 30 de abril de 1777

Fuente