Diferencia entre revisiones de «Francisco Calcagno»

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'''Juan Francisco Calcagno Monzón:''' destacado escritor cubano, que contribuyó al desarrollo cultural del país, a través de sus diversas obras.  
 
'''Juan Francisco Calcagno Monzón:''' destacado escritor cubano, que contribuyó al desarrollo cultural del país, a través de sus diversas obras.  

Revisión del 09:16 27 abr 2011

Plantilla:Personaje artístico

Juan Francisco Calcagno Monzón: destacado escritor cubano, que contribuyó al desarrollo cultural del país, a través de sus diversas obras.


Origen

Este escritor, políglota, y autor, se considera el primer intelectual nacido en Güines: investigador, escritor, políglota, educador, hijo del doctor Calcagno Monti, y de la habanera Dolores Monzón. Nació en Güines el 19 de junio de 1827; cursó sus primeros estudios en la escuela que fue donada por Arango y Parreño, y se graduó en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana.


Escritor

Además de latín y griego, estudió italiano, inglés y francés. Hizo un viaje de estudios por Estados Unidos, Francia e Inglaterra hasta 1860 en que regresó a Güines tras la muerte de su padre. Este intelectual, verdadero promotor cultural güinero, introdujo en esta Villa la primera Biblioteca pública, la primera Imprenta del pueblo, fundó el primer Periódico local: Álbum Güinero, en 1862, y también fundó una Academia de Idiomas, ubicados dichos locales todos en su hogar. Entre 1864-1869 fue subdirector del Colegio San Francisco de Asís y Real Cubano, donde en 1863, por amistad y consideración a sus conocimientos había gestionado la concesión de una beca de estudio para la ayuda del ya joven intelectual Raimundo Cabrera, quien había quedado huérfano del padre, y cuya madre poseía un total de 6 hijos. Fue amigo del escritor costumbrista Anselmo Suárez y Romero, quien en Güines fue dueño del ingenio San Diego de Surinam. Calcagno defendió con pasión la necesaria emancipación de los esclavos, y les dio la libertad a los suyos cuando los recibió en herencia, así como mantuvo preocupación por los que eran manumitidos, y planteó que había que perfeccionarlos mediante la educación y que recibieran preparación para la vida de hombres libres; fue defensor del abolicionismo, y con el producto de su libro Poetas de Color, libertó a un esclavo. Debido a nuestras guerras de liberación, emigró a España, donde se estableció en Barcelona. Con afanosa dedicación al periodismo y la escritura, colaboró en los periódicos La Unión, El Progreso, La Prensa, El País, La Habana Literaria, y otras publicaciones. Escribió una colección titulada Poetas de Color (1868), con versos de Plácido, Manzano, etcétera; tradujo del francés varias obras de teatro, entre ellas, Ángelo, tirano de Papua (1855) y Torquemada de Víctor Hugo, en 1891 Dio a conocer múltiples obras entre las que se encuentran Mesa Revuelta (1860) Escenas cubanas, y Calcañatipos, ambas en 1863, la novela Historia de un muerto y noticias del otro mundo (1875), su Diccionario Biográfico Cubano (1878-1886), la novela Uno de tantos (1881), Los crímenes de Concha , escenas cubanas (1887), En busca del eslabón (1888), Recuerdos de antes de ayer (1893), Don Enriquito, novela histórica (1895), así como Romualdo, Mamá Concha, S.I., y Mina o la hija del presidiario o Las Lazos, y otras. Criticó fuertemente la intervención yanqui y a las pretensiones anexionistas del imperialismo. En su folleto “La República, única salvación de la familia cubana”, publicado en 1898, planteó: “…no podemos conformarnos a la idea de cambiar una tutela por otra, un dominio por otro dominio, quizás un yugo por otro. Y este último incontrastable y perpetuo.

Muerte

Cuba anexionada contra la voluntad de sus legítimos poseedores, los cubanos, no será más que una tierra conquistada, una sanción de la fuerza brutal. Entiéndanlo bien los cubanos, la única solución para consolidar la permanencia de la familia cubana es la república, y esa no puede sostenerse sino por el patriotismo leal, desinteresado, paciente y constante de los cubanos.” En una misiva que le envió a Vidal Morales, fechada en Barcelona el 30 de octubre de 1901, argumentó Calcagno: “(…) veo venir implacable y fatal la anexión, y la anexión es para mí la absorción y desaparición en más o menos plazo de la familia cubana: todo cuanto ha producido ese genio cubano y esa fecunda musa cubana será olvidado y anulado ante el mercantilismo de una raza eminentemente positivista y práctica. Cuba será rica y feliz para otros; los cubanos serán… un pelo en la cola del león.” Durante sus últimos tiempos de vida permaneció en Europa, y falleció en Barcelona el 22 de marzo de 1903. Sus restos fueron traídos y permanecen en el cementerio de Güines en el Panteón de la Logia que lleva su nombre, perteneciente a la Orden Caballeros de la Luz.


Fuentes

Lic: Abilio González González. (Investigador Agregado.)