Fuente de la India

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Plantilla:Hechos

La Fuente de la India o de la Noble Habana, como también se le conoce es una representación alegórica de la ciudad, ubicada aproximadamente a unos 100 metros al sur del Capitolio, y representa la imagen de la India Habana en cuyo honor fue nombrada la ciudad.

La obra, de unos tres metros de altura, se debe a la iniciativa del Conde de Villanueva don Claudio Martínez de Pinillos.

Cuando la trajeron de Italia en 1837, donde fue modelada en Carrara por el escultor italiano Giuseppe Gaggini, esta fue colocada al final de la Alameda de Extramuros, hoy Paseo del Prado, en el lugar donde hasta entonces había estado desde 1803 la estatua del rey Carlos III. Su inauguración constituyó un acontecimiento en la entonces aún joven villa de San Cristóbal.

De unos tres metros de altura, La India es una fuente de mármol blanco sobre un pedestal cuadrilongo con cuatro delfines, uno en cada esquina, cuyas lenguas son surtidores que vierten el agua sobre las enormes conchas que forman su base.

Sobre una roca marmórea está sentada la bella joven india mirando hacia el Oriente como si oteara en el horizonte a algún ser perdido. Su rostro es el de una nativa, pero, y es una de las críticas más contundentes a su creador, la estatua presenta un perfil típico de una mujer griega, que, para su época, era el prototipo de la perfección femenina. Pero si griego era el perfil de la indígena, las piernas de la escultura si denotan las formas menos mórbidas patentes en las autóctonas de la Isla.

Lleva en la cabeza una corona de plumas y sobre el hombro izquierdo el carcaj repleto de flechas va sujeto al hombro izquierdo, mientras que con la mano derecha sostiene el extremo superior de un escudo oval, que ostenta los símbolos de la ciudad en su primera concepción.

En la mano izquierda lleva la cornucopia de Amaltea, pero el italiano sustituyó frutas europeas por cubanas, coronados por una piña. Su imagen es resaltada por un pedestal adornado por laureles y guirnaldas, que soportan cuatro enormes delfines.

La fuente ha tenido varias ubicaciones. La primera, fue frente a la puerta Este del llamado Campo de Marte. Posteriormente en 1863, por acuerdo del Ayuntamiento, se trasladó al Parque Central. En 1928, cuando ese campo se transformó en Plaza de la Fraternidad, se le volvió a dar la posición actual, o sea la inicial.

La fuente ha sido inspiración de poetas, y también de cuentos fantásticos. Se dice que la noche anterior a su inauguración sopló en la villa un viento tan fuerte que varios árboles y viviendas resultaron derrumbadas. Sin embargo, la tela que cubría la estatua ni siquiera se movió.

Pero, con independencia del lugar en que se encuentre situada, esta bellísima obra escultórica que identifica a La Habana es sitio obligado de los habitantes de la populosa barriada donde se encuentra. Allí a sus pies se conversa, se hacen historias, se enamora, se vive. Ella, siempre en busca de un tiempo lejano y añorado, mira hacia el horizonte calles de La Habana para soñar, amar y vivir.

Fuentes