Garabito (cacique costarricense, siglo XVI)

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Garabito
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Fue el más importante caudillo de la resistencia indígena frente al Alcalde Mayor Juan de Cavallón y Arboleda (1560-1562)
NombreGarabito
NacimientoBandera de Costa Rica Costa Rica
FallecimientoBandera de Costa Rica Costa Rica
ResidenciaCosta Rica
NacionalidadCostarricense
CiudadaníaCostarricense
OcupaciónGuerrero
Conocido porMonarca indígena del Reino Huetar de Occidente.
CónyugeBiriteca, Dulcehe

Garabito. Rey indígena costarricense que existió en el siglo XVI, monarca del Reino Huetar de Occidente. Fue el más importante caudillo de la resistencia indígena frente al Alcalde Mayor Juan de Cavallón y Arboleda (1560-1562), y tampoco quiso someterse a la autoridad de Juan Vázquez de Coronado (1562-1565), sucesor de aquel. Según documento de 1569, los dominios de Garabito se extendían hacia el interior y comprendían los lugares llamados valle de Coyoche, real de Pereira, Barva, Yuruste, Coboboci, Abacara y Chucasque; los principales o caciques vasallos de Garabito se llamaban Cobobia.

Dominios del cacique Garabito

Fue el más importante caudillo de la resistencia indígena frente al Alcalde Mayor Juan de Cavallón y Arboleda (1560-1562), y tampoco quiso someterse a la autoridad de Juan Vázquez de Coronado (1562-1565), sucesor de aquel. Garabito es quizá, junto con Pablo Presbere, el más conocido de los reyes indígenas de Costa Rica, principalmente porque fue el que mayor resistencia opuso a la conquista del país por parte de los españoles en el siglo XVI. Alrededor de su figura se han tejido muchas leyendas en donde se resalta su carácter fiero e indómito.

En la expedición del Alcalde Mayor de Nuevo Cartago y Costa Rica Juan de Cavallón y Arboleda (1561-1562), plantea que los dominios de Garabito estaban ubicados en la región occidental del Valle Central de Costa Rica, extendiéndose hacia el Pacífico en la cuenca de los ríos Jesús María y Gamalotal.

Garabito fue un cacique indígena costarricense durante el siglo XVI, monarca del Reino Huetar de Occidente. Según un documento de 1569, los dominios de Garabito se extendían hacia el interior y comprendían los lugares llamados valle de Coyoche, real de Pereira, Barva, Yuruste, Coboboci, Abacara y Chucasque; los principales o caciques vasallos de Garabito se llamaban Cobobia, Abaçara, Barba y Yuruste.

Otras fuentes añaden más comunidades, como las de los “votos”, ubicados en las llanuras de San Carlos, los “tises” y los “catapas”, ubicados en los actuales cantones de Grecia y Alajuela. Su asentamiento principal habría estado en el Valle de Coyoche, en San Mateo, a orillas del río Surubres. En algunas publicaciones del siglo XX se confunde al rey Garabito con Coyoche, otro monarca indígena que a pesar de ser contemporáneo suyo, pertenecía a otra etnia, de cultura mesoamericana.

La colonización en América

Durante el proceso de colonización cada una de las metrópolis colonizadoras implantó nuevas formas de vida. Las actividades económicas, la religión y las condiciones políticas cambiaron para los pueblos americanos. La administración de las colonias españolas, portuguesas y francesas reflejó, a través del siglo XVI, las costumbres y la forma de vida de las monarquías más centralizadas de Europa.

Los españoles impusieron forma de obtención riquezas a través de la explotación organizada de la mano de obra indígena. Una de las formas de imposición de trabajo a las comunidades indígenas fueron por medio del sistema de encomienda, una especie de sistema feudal implantado en las colonias españolas de América, en donde encomendero era el señor que protegía, cristianizaba y gozaba del trabajo casi gratuito de una comunidad indígena.

Según escritos antiguos de los españoles, la provincia de Abito o de Garabito correspondería a la región Occidental del actual Valle Central de Costa Rica, incluyendo todas las regiones comprendidas actualmente entre Desamparados, el centro y norte de San José, Heredia, Alajuela (hasta el río San Juan y sus riberas norte y sur) y posiblemente hasta Caldera en la costa pacífica, colindando por el sur con los cantones de San Mateo y Orotina (originalmente dominados por el cacique Coyoche).

Según Fernández Guardia en su libro “Historia de Costa Rica: el descubrimiento y la conquista“, un español (llamado Machuca de Zuazo) quién navegaba por primera vez las aguas del río San Juan (el Desaguadero) desde el Lago Cocibolca, buscando su salida al Atlántico, hizo prisioneros dos indígenas que se encontraban pescando en las riberas del río y tras interrogarlos dijeron ser de la provincia de Abito, que estaba situado a la banda del norte del dicho río. Más adelante, Damián Rodríguez, su compañero de expedición, realiza un recorrido con 20 hombres en busca de este pueblo de Abito, aguas arriba del río Sábalos (Nicaragua) sin lograr dar con él. Esto demuestra la existencia de una provincia llamada Abito por los Huetares, aún cuando en dicha narración no se establece su ubicación geográfica con exactitud. Existe la posibilidad de que los españoles malinterpretaran las señas suministradas por los indígenas y que el pueblo de Abito se encontrara más bien hacia el sur del río San Juan.

Historia

En el Señorío de Garabito o Reino Huetar de Occidente, también llamado por los españoles Provincia de Garabito, se llevaron a cabo varios enfrentamientos bélicos entre los huetares de Garabito y los españoles. En 1561, Juan de Cavallón y Arboleda, joven abogado español, en sociedad con el clérigo Juan de Estrada Rávago y Añez, penetró en los dominios de Garabito por el lado del Pacífico, en las cercanías del actual río Ciruelas, al mando de noventa soldados españoles, caballos, ganado, cerdos y bastimentos. Estableció el puerto de Landecho en Tivives, entre las desembocaduras de los ríos Jesús María y Grande de Tárcoles y luego levantó la Villa de los Reyes posiblemente en donde se ubica actualmente la ciudad de Santo Domingo de Orotina. Luego fundó en el Valle de Aserrí la ciudad de Garcimuñoz, probablemente donde se ubica San Antonio de Desamparados en la actualidad.

Durante esta travesía, Cavallón logró hacer prisionero a un rey indígena que se ha identificado como Garabito. Este rey, tras fingir someterse a la autoridad española, fue dejado sin vigilancia, logrando escapar. Más tarde, enterado de la llegada de refuerzos españoles, Garabito se colocó al mando de 2 000 guerreros huetares, atacando por sorpresa y derrotando a este contingente, que venía de Nicaragua vía Nicoya.

Tras este descalabro, Juan de Cavallón asignó al capitán Ignacio Cota marchar con algunos soldados al Valle del Coyoche para dar con el paradero de Garabito y someterlo por la fuerza. Los huetares, el pueblo de Garabito, alcanzaron un alto avance en la escultura en piedra, sobre todo de figuras de guerreros con cabezas-trofeo. Cota arribó al poblado donde se suponía que habitaba el rey, sin embargo, Garabito ya no estaba en Coyoche, sino que había marchado con sus fuerzas hacia el puerto de Landecho.

En Garcimuñoz, los españoles mantuvieron a la esposa de Garabito prisionera. Enterado el rey indígena de una nueva misión en su contra, decidió atacar la propia Garcimuñoz por sorpresa. Cavallón logró ubicar sus defensas para repeler el ataque, pero en la refriega, Garabito logró liberar a su mujer.

De nuevo en sus dominios, Garabito capturó a un soldado español, al cual interrogó, enterándose de que Cavallón planeaba abandonar Costa Rica. Fue así como Garabito le tendió una emboscada a su paso por el Valle de la Cruz (llanos de Orotina, San Mateo y Esparza), con fuertes bajas en ambos bandos, pero aún así, los españoles lograron salir del trance y marchar hacia Guatemala.

En 1562, el adelantado Juan Vázquez de Coronado ingresó al territorio costarricense siguiendo la ruta trazada por Juan de Cavallón. Con cincuenta soldados, reforzó las precarias posiciones de los españoles en los sitiados asentamientos de Garcimuñoz y Los Reyes, pues los huetares que Cavallón había logrado someter, a instancias de Garabito, se habían rebelado. La tarea prioritaria de Vázquez de Coronado fue sofocar la rebelión dirigida por Garabito. Vázquez de Coronado instruyó un proceso donde se declaró a Garabito culpable de la muerte de uno de los soldados de Cavallón, se le declaró la guerra y se le condenó a muerte.

Referente a Garabito, dice Juan Vázquez de Coronado en una carta al rey Felipe II, con fecha del 11 de diciembre de 1562:

“El más dañoso para la pacificación de esta provincia es un cacique llamado Garabito que en los principios dio el reconocimiento que debía a Vuestra Majestad y al licenciado Cavallón, en nombre de Vuestra Majestad, y después se rebeló; y no se contenta con haber sacrificado un soldado que le prendió al licenciado Cavallón y avelle salido a el a matar con mano armada y haber hecho otros insultos, sino que exhorta y aun amenaza a todos los demás (caciques) que no den la obediencia que deben a Vuestra Majestad ni reconozcan a Dios nuestro Señor. Así he hecho proceso contra él: está condenado a muerte y a que se le haga guerra como a persona que se ha rebelado”

Esto que relata Juan Vázquez de Coronado al Rey de España se debe a que Juan de Cavallón tenía un estilo diferente de persuasión hacia los caciques, creía más en el sometimiento por medio de la fuerza y ello le costó caro, pues debió salir huyendo hacia Nicaragua, camino del cual Garabito lo interceptó y, según se dice, lucharon cuerpo a cuerpo.

En otra carta de Vásquez de Coronado, con fecha del 5 de enero de 1563, se le informa al rey de España que la cacica de los indígenas Botos pide ayuda para combatir a Garabito:

“Pidió la cacica ayuda a los soldados y a Marmolejo contra Garabito, cacique de quien yo he dado relación a Vuestra Magestad, que los oprime, maltrata y sacrifica”

Es sabido que Garabito utilizaba a menudo ardides para engañar a los españoles y no ser capturado. Más adelante, en una nota enviada el 20 de enero de 1563 al Licenciado Juan Martínez de Landecho, presidente de la Audiencia de Guatemala, dice Vásquez de Coronado:[1]

“Garabito envía sus caciques y principales más viejos a ver si yo los mato y dice que quiere que todos sirvan y que si yo los trato bien que él se descubrirá, y que sino que tengan al principal por él. Espero en Dios ganarle a costa de mi hacienda como a los demás”

Según algunos documentos, Garabito se retiró a la zona montañosa habitada por los indígenas botos, sus tributarios, para continuar allí la resistencia. Dos oficiales de Vázquez de Coronado, Francisco de Marmolejo y Juan del Valle, salieron en su búsqueda al mando de un contingente, internándose en el territorio de los botos, donde se entrevistaron con su reina, que decidió ayudar a los españoles a dar con el paradero del rey huetar, algo que no consiguieron. Garabito, cuando lo consideró necesario, procedió a realizar sorpresivos ataques tipo guerrilla a los españoles, causándoles varias bajas y obligándoles a volver a Garcimuñoz para no perder muchos hombres. Vázquez de Coronado decidió continuar adelante con su proyecto de conquista y, tras pacificar a los huetares orientales con el sometimiento de El Guarco, se dirigió hacia la región del Pacífico sur, hacia los reinos de Quepo y Coctú, dejando al capitán Álvarez Pereyra a cargo de Garcimuñoz.

Álvarez intentó nuevamente capturar a Garabito, para lo cual volvió a internarse en el reino de los Botos. Un jefe indio fue capturado e identificado como Garabito, pero la reina de los Botos, que lo conocía personalmente, descubrió que era un nuevo ardid del rey huetar, quien nuevamente utilizó a un señuelo para escapar de los españoles.

Garabito, no obstante, continuó indómito y oculto, pero ya afectado por la edad y sin suficientes hombres con qué oponerse al avance español. En el gobierno del Alcalde Mayor interino Alonso Anguciana de Gamboa (1574-1577), el capitán Luis González de Estrada, al frente de una compañía de soldados, logró sacar a Garabito de un lugar donde se hallaba en el valle de Coyoche, entre los actuales ríos Barranca y Grande de Tárcoles. El viejo rey se bautizó junto con tres mil de sus súbditos, que se poblaron en una reducción llamada Santa Catalina de Garabito, en cuyas vecindades se fundó poco después la ciudad del Espíritu Santo. Su desaparición significó para los españoles el control del Valle Central Occidental y parte del Pacífico central, sus dominios tradicionales.

Se ignoran la fecha y las circunstancias de la muerte del rey Garabito. Se cree que vivió hasta su muerte en el valle de Coyoche.

Etimología

Según Oscar Bákit, en su libro “Garavito, nuestra raíz perdida”; la voz “Guaravito” fue posiblemente el verdadero nombre del rey indígena denominado por los españoles como “Garabito”. Este argumento se basa en que el rey indígena de la región oriental del Valle Central (Cartago, Turrialba, Suerre, etc.) se llamó Guarco, que quiere decir “Centinela de Oriente”, y que siendo ambos contemporáneos y ambos reyes principales del Valle Central; no sería extraño que el nombre del cacique rey de occidente fuera “Guaravito”, que significaría “Centinela de Occidente”.

Carlos Molina, en su libro “Garcimuñoz, la ciudad que nunca murió”; asegura que los indígenas denominados por los españoles como Huetares, se establecían en dos reinos principales, el del Valle del Guarco y el de la región Occidental y norte del valle central (según este autor hasta los cerros del Aguacate).

Se plantea que los españoles cambiaban constantemente los nombres indígenas de los pueblos originarios, por ejemplo: «Curridavá por Curridabat », «Axerrí por Aserrí», «Oroxí por Orosí», «Uxarrací por Ujarrás», «Nandayoura por Nandayure» y otros casos más. De esta manera los españoles utilizaron indiferentemente en sus escritos el término “Garabito”, “Garavito” y “Guaravito” para referirse al rey indígena principal de esta región, a cuyo cargo tenía como subalternos a otros reyes como: Coquiva, Curridavá. Accerrí, Cobobia, Abacara, Chucasque, Barba y Yaruste.

Leyendas y mitos

Dentro de las leyendas de la vida de Garabito se ha dicho en algunas ocasiones que su mujer se llamaba Dulcehe. En otra carta enviada al rey de España, Vásquez de Coronado dice que Dulcehe es el nombre de la hermana del cacique Corrohore, la cual fue liberada del cautiverio en que la tenía el cacique de los Coutos, gracias a la intermediación del español. Por otro lado, es incorrecto como se ha dicho en muchas ocasiones, que el nombre de la mujer de Garabito fuera Biriteca, ya que este término significaba para los Huetares “mujer guerrera” o “amazona”, debido a la templanza con la cual las mujeres colaboraban con los hombres durante las guerras entre cacicazgos.

Garabito aparece en la cabecera del escudo del cantón de San Ramón empuñando su hacha, un puñado de flechas, y luciendo en su pecho su arco y un amuleto de oro con forma de Águila Arpía que representa a Sibú, ya que según la leyenda su lugar de residencia fue en las nacientes del río Grande de esta ciudad. Garabito es y será siempre un ejemplo de coraje y fortaleza por defender nuestra tierra de la invasión extranjera, y la usurpación de las costumbres y las riquezas de nuestro pueblo.

Estatua del rey Garabito frente a la Municipalidad del cantón de Garabito, Puntarenas, Costa Rica

Estatuas y monumentos

En 1970, el escultor y escritor costarricense Óscar Bákit Padilla esculpió un busto en bronce del rey Garabito, el cual fue instalado en la Plaza Indoamérica de la ciudad de Quito (Ecuador), la cual está dedicada a los caciques y héroes amerindios. En 1974, este mismo escultor realizó una réplica de dicho busto, moldeada en piedra artificial, de 90 cm de alto, la cual fue colocada, primeramente, en el Parque Central de San José, y luego trasladada al Parque de los Beneméritos, frente a la Iglesia María Auxiliadora, donde se encuentra actualmente.

El busto muestra la efigie de Garabito en actitud desafiante, con la frente en alto y el puño cerrado, cerca del corazón. En general, se encuentra en muy buen estado, salvo una ligera fisura superficial en la zona de la frente, a lo que se suma la extracción de las placas informativas.

En el 2008, la municipalidad del cantón de Garabito (provincia de Puntarenas), colocó frente a sus instalaciones otro monumento al rey huetar, obra del escultor Gibran Jalil Tabash González. Otra escultura de Garabito hecha en piedra, en la cual el rey huetar parece emerger de una roca, se levanta en el parque de la ciudad de Orotina.

Enlaces relacionados

  • Garabito, municipio en la provincia de Guanacaste (Costa Rica), nombrado así en honor al cacique Garabito.

Fuentes

  • «Garabito», artículo publicado en el sitio web La colonia en los indígenas de Costa Rica (Blogspot). Consultado el 1 de julio de 2015.
  • «Garabito», artículo publicado en el sitio web Garabito (Wordpress). Consultado el 1 de julio de 2015.
  • «Garabito (rey)», artículo publicado en el sitio web Wikipedia. Consultado el 1 de julio de 2015.
  • «Garabito (personaje histórico)», artículo publicado en el sitio web Guías Costa Rica. Consultado el 1 de julio de 2015.