Geografía de Haití

Geografía de Haití
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Concepto:El territorio haitiano se caracteriza por presentar un relieve áspero y fragmentado. La fisonomía del país deriva de la disposición del relieve, con las proyecciones de las dos penínsulas, una hacia la isla de Cuba y otra hacia la de Jamaica. El clima de Haití se caracteriza por ser de tipo tropical, parcialmente atemperado por la altitud. Su naturaleza es rica y variada, con predominio de regiones húmedas y poco elevadas en las que florece el bosque tropical; su fauna, sin embargo, es típicamente antillana, es decir, con un elevado número de especies inferiores, numerosas aves y pocos mamíferos.

Geografía de Haití.La República de Haití ocupa la parte occidental de la isla La Española, la más montañosa y accidentada de las Antillas y nudo orográfico de toda la región. Su esqueleto está formado por una serie de elevadas cordilleras, dirigidas en sentido Este-Oeste y que constituyen la prolongación natural de la Sierra Maestra (cordillera Central) y de la dorsal jamaicana (cordillera Meridional). Tiene un clima tropical, con grandes cantidades de lluvia de abril a junio , y de octubre a noviembre. Hay ciclones durante el verano que ocasionan lluvias que generan inundaciones catastróficas. Su naturaleza es rica y variada, con predominio de regiones húmedas y poco elevadas en las que florece el bosque tropical; su fauna, sin embargo, es típicamente antillana, es decir, con un elevado número de especies inferiores, numerosas aves y pocos mamíferos.

Generales

Haití es un país de las Antillas Mayores que ocupa el tercio occidental de la isla de Haití, bordeado al norte por el océano Atlántico, al este por República Dominicana, al sur por el mar Caribe y al oeste por el Paso de los Vientos, que separa a la isla de Cuba. El país se extiende sobre 27750 km². Su capital, Puerto Príncipe , está situada al fondo del Golfo de la Gonâve.

La República de Haití ocupa la parte occidental de la isla La Española, la más montañosa y accidentada de las Antillas y nudo orográfico de toda la región. Su esqueleto está formado por una serie de elevadas cordilleras, dirigidas en sentido Este-Oeste y que constituyen la prolongación natural de la Sierra Maestra (cordillera Central) y de la dorsal jamaicana (cordillera Meridional). Entre estas dos cadenas, que se proyectan hacia el mar formando dos estrechas y largas penínsulas, se encuentran otras breves cordilleras y valles con la misma orientación (Montagnes Noires, cordillera de los Matheux, sierra de Neiba). En total, las superficies llanas apenas alcanzan el 20% de la superficie total del país.

El clima de Haití es tropical. La estación más lluviosa se extiende de abril a junio y de octubre a noviembre, y con frecuencia el país es azotado por tormentas tropicales y ciclones.

Haití está situado en el límite norte de la placa del Caribe, que está en constante choque con la placa norteamericana. La colisión de estas placas genera bruscos sismos. El 12 de enero de 2010 la capital fue devastada por un violento sismo que provocó la muerte de decenas de millares de personas.

Relieve

Morfología

Morfológicamente, la fisonomía del país deriva de la disposición del relieve, con las proyecciones de las dos penínsulas, una hacia la isla de Cuba y otra hacia la de Jamaica. En el marco de una distinción regional, puede diferenciarse una parte septentrional, al norte del valle del Artibonito, monótona y no excesivamente elevada, opuesta a otra meridional de aspecto decididamente montañoso y cuyos relieves superan a menudo los 2000 metros: la cumbre más alta es el Pico de la Selle (2680 m), en el istmo de la península que termina con el elevado macizo de la Hotte (monte Macaya, 2347 m). Esta península llamada del Tiburón, emerge de un mar profundo, con costas altas y poco recortadas, a lo largo de las cuales, sin embargo, no faltan formaciones coralinas, como en las cercanías de de la Isla de Vaches. Caracteres similares presentan las costas de la península noroccidental, enfrentada al norte, a la tristemente famosa isla de la Tortuga y dominada por algunos macizos aislados que superan los 1000 m de altura.

Historia Geológica

La estructura geológica del territorio de Haití, como la de toda La Española, está ligada especialmente a dos grandes movimientos orogenéticos: el plegamiento larámico de la era mesozoica y el más propiamente alpino de la era terciaria (oligoceno-plioceno). Consecuencia de ellos sería la salida de rocas volcánicas, con incrustaciones cristalinas, hoy intensamente atacadas por la erosión que conlleva la tala abusiva de árboles. Sin embargo, predominan aún, en general, las formaciones calcáreas, muy interesadas por el fenómeno cárstico, las cuales llegan a recubrir por sí solas más de los dos tercios del territorio haitiano.

Haití está situado en el límite norte de la placa del Caribe, que está en constante choque con la placa norteamericana. La colisión de estas placas genera bruscos sismos. El 12 de enero de 2010 la capital de Haití, Puerto Príncipe fue devastada por un violento sismo que provocó la muerte de decenas de millares de personas.

Hidrografía

La parte central del territorio está ocupado por la cuenca del río Artibonito, que corre en su último tramo entre las dos cadenas paralelas de las Montagnes Noires y de los Matheux, y por la amplia y larga depresión de Cul-de-Sac, dominada al sur por el macizo de la Selle. Se trata de una verdadera fosa tectónica, parecialmente sumergida por las aguas lacustres que forman el Lago del Fondo.

En relación a la formación fragmentada del territorio, los cursos de agua haitianos tienen un desarrollo muy limitado. De los mayores ríos de la isla La Española, solo el Artibonito (250m) corre por territorio haitiano; nace en la cordillera Central, dentro de la República Dominicana, de la que señala parte de sus fronteras, y circula hasta su desembocadura interrumpido por frecuentes rápidos y cascadas. En las aguas interiores del territorio haitiano tiene particular importancia el citado Lago del Fondo, en la depresión de Cul-de-Sac. Retrata de un lago cerrado que se va secando lentamente, y en este proceso aumenta su ya notable grado de salinidad.

Clima

El clima de Haití está determinado principalmente por la influencia de la corriente cálida ecuatorial y por el constante soplo del alisio del noreste, al que se oponen la serie de relieves alargados de un extremo a otro de la isla. Por todo ello, goza de un clima de tipo tropical, parcialmente atemperado por la altitud.

Temperaturas

Durante el breve invierno la temperatura media se mantiene por encima de los 23° C (enero y febrero), mientras que durante los meses más calidos (julio y agosto), el termómetro oscila entre los 28° C y los 30 ° C.

Las temperaturas en Haití pueden alcanzar los 30 ° C en los meses más cálidos.

La temperatura media mensual es siempre superior a los 18° durante todos los meses, con máxima en la media de julio a agosto y mínima en la media de enero; sólo en los Macizos de la Selle y de la Hotte, el régimen térmico acusa una temperatura media mensual inferior a 18° en invierno; el máximo pluviométrico mensual tiene lugar, en la mayoría de los casos, de julio a septiembre. La lluvia de verano se origina principalmente por la invasión de las masas de aire relacionadas con los vientos alisios que soplan de nordeste y de este-nordeste al sudoeste; esa lluvia está complementada por la que se debe a los huracanes, o ciclones tropicales, que se forman en el mar Caribe, principalmente en otoño.

Las zonas costeras, que sufren mayormente la influencia de las corrientes marinas cálidas, registran temperaturas más elevadas en relación a las zonas del interior. En las montañas, la temperatura desciende considerablemente, sobre todo durante la noche, aunque la media anual raramente lo hace por debajo de los 10°C. Las zonas más cálidas se localizan a lo largo de la costa meridional, protegida de los vientos frescos del norte, y en las depresiones del Artibonito y Cul-de-Sac, donde pueden registrase temperaturas medias anuales superiores a los 36° C.

Precipitaciones

Las precipitaciones son bastante irregulares (mínimas generalmente invernales, y primavera y otoño como típicas estaciones húmedas) y cuantitativamente diversas de una parte a otra: mayor abundancia en las vertientes septentrionales y nororientales que en las zonas meridionales, y mayor sequía en las llanuras que en los relieves; llueve relativamente poco en la llanura central y menos aún en el Cul-de- Sac, donde el clima presenta caracteres de aridez.

Las condiciones climáticas, junto a la articulación del relieve (en particular la altimetría), influyen de modo notable sobre el desarrollo y distribución del manto vegetal de Haití, víctima de una intensa deforestación por obra del hombre. En los relieves, por encima de los 1500 m, se desarrolla el bosque de pinos (Pinus cariboea), pobre en sotobosque; más abajo y en las zonas cálidas y húmedas domina la selva tropical. Los terrenos más secos, orientados hacia el sur, están recubiertos de sabanas y boscaje con manchas de matorrales, plantas grasas y gramíneas; estas últimas revisten las zonas áridas (gargantas interiores, llanura del Artibonito, Cul-deSac). Por último, a lo largo de la estrecha orilla costera del Golfo de la Gonâve, entre Puerto Príncipe y Gonaives, prosperan los manglares.

La máxima en la altura de la lluvia media se localiza en los Macizos de la Hotte y de la Selle y la mínima en el departamento de Gonáve.

Además, durante el invierno, a consecuencia de la invasión de masas de aire frío, determinantes de frentes fríos que afectan la región situada al pie de las cordilleras del norte de la isla, también adquiere importancia la lluvia de esta estación (Cap-Haitien). Como consecuencia de la convección ascendente afecta a las masas de aire que atraviesan el país, la precipitación es más copiosa en las laderas que miran al norte y nordeste, y de menos importancia en las que se orientan al sur y sudoeste, con excepción del declive sur de los macizos de la península del sudoeste.

La máxima en la altura de la lluvia media se localiza en los Macizos de la Hotte y de la Selle y la mínima en el departamento de Gonáve. El conjunto de los datos mencionados explica por qué el clima tropical con intensa lluvia en verano (Amw) se presenta en la península del Sudoeste; el tropical con lluvia en verano (Aw), en más de la mitad del territorio de La Española, y el seco estepario cálido con escasa lluvia en verano, en el departamento de Gonáve.

Naturaleza

Suelos

Los suelos que predominan son los pedalfers, que corresponden a las condiciones climáticas de la isla; y son, desde lateríticos en las depresiones hasta podzólicos en las cordilleras; pero también tienen importancia los aluviales en las llanuras; los que más se han estudiado, en las cuencas de los ríos Artibonito y de l'Estére, siguen siendo de gran utilidad agrícola, a pesar de la explotación exhaustiva que se ha hecho de los mismos.

Flora

La naturaleza de Haití es rica y variada, con predominio de regiones húmedas y poco elevadas en las que florece el bosque tropical, pródigo en maderas nobles como el ébano y la caoba. El territorio haitiano alberga más de 4.000 especies de plantas, de las que el 36% son endémicas (autóctonas). Estas últimas guardan gran similitud con las del resto del continente, ya que proceden de las eras geológicas en las que la isla estaba unida a la masa continental.

De las especies endémicas destacan las orquídeas, de las que se cuentan 67 géneros y más de 300 variedades clasificadas, como la Oncidium Hanekenií (con forma de diminuta "cacata"), la Polyradición Lindenií (en forma de sapito), al Oncidium Variegatum (en forma de angelito) o la Leochilus Laniatus (que aparenta la forma de una monjita).

Por otro lado, son especies originarias, la palma real, el guayacán, la chirimoya, la yuca, el maní, el tabaco, el maíz, la batata y la guayaba, entre otras especies. Plantas como el cacao, el aguacate, los cítricos, el café, la caña de azúcar o los plátanos fueron introducidas tanto por indígenas en sus migraciones como por españoles durante los tiempos de la colonización.

Fauna

De la fauna haitiana hay que señalar que es típicamente antillana, es decir, con un elevado número de especies inferiores, numerosas aves y pocos mamíferos. Entre las especies nativas de más interés sobresalen las iguanas de la roca, el cocodrilo americano y la jutía de los géneros solenodón y plagidontia.

En su ornitofauna podemos encontrar el zumbador, el guaraguao, el flautero, el barrancolí y la cigua palmera. De los pocos mamíferos de la isla hay que destacar la presencia de los manatíes y las ballenas jorobadas. Los primeros son mamíferos acuáticos que habitan en manglares, estuarios, desembocaduras de ríos y en las lagunas cercanas al mar. La ballenas jorobadas emigran todos los años desde las regiones árticas para aparearse y procrear. Se calcula que el 85% de las más de 6.000 ballenas jorobadas de la mitad norte del atlántico visitan estas aguas. La mejor temporada para su observación es entre los meses de noviembre y abril. Gracias a que las ballenas jorobadas buscan aguas poco profundas próximas a islas, se les puede admirar muy de cerca.

Al igual que en las otras islas antillanas, en Haití faltan totalmente los grandes mamíferos, exceptuando los domésticos introducidos por el hombre. La fauna está caracterizada, sobre todo por insectos (mosquitos, moscas, mariposas, hormigas); en las selvas y sabanas viven muchas especies de pájaros. Son pocos los mamíferos en estado salvaje, si se exceptúan algunos tipos de roedores (sobre todo ratas); el singular coyote haitiano está en la actualidad extinto, a pesar de que aun se encontraba a la llegada de los europeos.

Fuentes

Consultadas en diciembre de 2014.