Diferencia entre revisiones de «Gerontofobia»

(Página creada con '{{Desarrollo}} {{Enfermedad |nombre=Gerontofobia |imagen_del_virus= |tamaño= |descripción= |imagen_de_los_sintomas= |tamaño2= |descripción2= Miedo a envejecer. |clasif...')
(Etiqueta: nuestro-nuestra)
(Sin diferencias)

Revisión del 11:21 5 mar 2014

Gerontofobia
Información sobre la plantilla
Clasificación:Fobia

Gerontofobia. Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a envejecer.

Gerontofobia

Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a la gente anciana.

Relacionada con la gerascofobia (miedo a envejecer), este término se utiliza no sólo para denominar miedo a los viejos, sino también desprecio o rechazo hacia las personas de la tercera edad. Se trata de un mal social muy común en nuestra época, donde los viejos son relegados a los asilos y muchas veces se los abandona a su suerte, donde se asocia a la juventud con la salud y la belleza y por oposición, a la vejez con la enfermedad y la decadencia.

La gerontofobia parte de ideas tales como que los viejos son improductivos, dependientes y una carga para la sociedad, o en la asociación de la vejez con la corrupción del cuerpo y la enfermedad. En realidad, el cuerpo humano comienza a envejecer ni bien comenzada la adultez, solamente que los cambios se hacen notorios unas décadas después.

Síntomas

                               La Gerontofobia es el miedo irracional y fóbico que muchas personas desarrollan hacia los ancianos.  
                       
                               En realidad el temor es hacia la propia vejez,  hacia  ESE tiempo  que la persona que no acepta QUE PASE (envejecimiento) y lo exterioriza  hacia quien manifiesta en su cuerpo, esa vejez que rechaza. 
                       
                               Porque es en la manifestación de la vejez que se muestra el paso del  tiempo, y los viejos han vivido ya gran parte de su vida, estando más  cerca del final que del comienzo de la misma. LA PERSONA QUE TEME A SU  VEJEZ, TEME A QUIENES LA MUESTRAN (LOS ANCIANOS) Y POR ELLO LAS RECHAZA:  FOBIA
                                       Es una pena que haya personas que vivencien verdadera molestia  hacia los ancianos y no se den cuenta que no forma parte de la  existencia en sí de ese geronte la molestia que sienten, sino de su  propia limitación para aceptar que todos así como nacemos, luego la ley  de la vida nos indica que envejeceremos, al no aceptar esto tanto a  nivel consciente o inconsciente, la persona siente aversión hacia el  anciano.
                               
                                        
                               
                                       Como generalmente cada persona gerontofóbica es una buena persona, y  al sentir ese rechazo que incluso siente extraño a su propia  naturaleza, ya que se llega a sentir una mala persona al reconocer ésta  aversión, sufre, se siente mal, siente culpa, muchas veces se le  recrimina su actitud y rechazo, etc.
                               
                                        
                               
                                       Ésta  fobia, éste rechazo hacia las personas mayores para ti es una  limitación, no es bueno que te sientas así, y tampoco lo es para  quienes reciben ésta mala situación que les haces vivir.
                               
                                        
                               
                                       Porque eres una buena persona, y deseas modificarte; te ofrezco  Éste CD para que lo escuches diariamente, o periódicamente hasta lograr  vencer éste temor a envejecer que no te va a permitir llegar a la  senectud, a la abuelitud disfrutando de  todo lo bello que la vida nos  tiene reservados para todos al llegar a ésta etapa.
                               
                                        
                               
                                       El CD con Mi Método de Hipnosis Terapéutica te permitirá que  aprendas a vencer ese sentimiento, esa sensación desagradable hacia  quienes son viejos, y aprendas a vivenciar un sentimiento natural hacia  ellos tal como es el desarrollar el afecto, la compasión, el sentimiento  de cuidado y atención hacia quienes en ésta etapa de la vida se han  vuelto vulnerables.
                               
                                        
                               
                                       Y si esto último no te interesa, sin dudas será de tu interés saber  que se trata de ti, de tu temor a envejecer y de las posibilidades de  ser feliz que están también limitadas en ti toda vez que rechazas el  paso del tiempo que es algo que todos transitamos, forma parte de la  vida, y de estar en éste mundo como especies vivas.
                               


                                       Al escuchar diariamente o periódicamente el CD de Hipnosis te será  posible conectarte con vivencias positivas y afectivas que tuviste en  otra etapa de tu vida, en tu niñez en que seguramente el contacto con  tus abuelos, las vivencias si no tuyas de quienes eran aquellos niños  con quienes compartiste tu infancia te permiten recordar y descubrir  momentos lindos en los que sentiste y vivenciaste sentimientos verdadero  y afectivos hacia éstas personas mayores. Al hacerlo, al conectarte de  nuevo con éstas vivencias aprenderás a relacionarte con éstos ancianos  por los que hoy sientes miedo.fobia.irracional de un modo sano  interrelacionándote sin despreciarlos, ni rechazarlos.
                               
                                        
                               
                                       Con la escucha del CD de autohipnosis  aceptarás tu propia vejez, y  a vivir tu vida en el ahora, en el presente, proyectándote hacia el  futuro de un modo creativo pero sin temor al devenir.  Cuando logres  esto siguiendo las indicaciones, sugerencias, y ejercicios de  psicoimaginación lograrás los cambios psíquicos y emocionales necesarios  para así aceptar a los ancianos como parte integrante de la sociedad, y  también al devenir que es un hecho que forma parte de la vida y que si  lo aceptas te estarás permitiendo un funcionar pleno.
                               
                                        
                               
                                       Vivenciarás un aprendizaje adquirido con Mi MétodoHeinzmann de  Hipnosis Terapéutica  que te permitirá vivir de otra manera, mejor, en  plena aceptación de todas las etapas de la vida.
                                                                        
                                                
                                       
                                               OBJETIVO FINAL 
                                       
                                               del MétodoHeinzmann de Hipnosis Terapéutica
                                       
                                               Es la Recuperación de todas y cada una de las funciones  psíquicas, conductuales, emocionales, sociales de la persona que lo  aplica
                                       
                                               En lo de la Vida y de la Movilidad de cada persona que son para sí sanos, saludables, normales
                                       
                                               Que le permiten desarrollarse y vivenciar cada acción de un modo libre y equilibrado, sano y pleno.
                                       
                                                
                                       
                                                 


                                                               De la “Gerontofobia” o del pánico a envejecer                                                                                                                                                                                                                          posted by Enrique Goldbard | junio 4, 2013 | In Lo último, Piensa en ti                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

Por Enrique Goldbard

“Todo mundo enfrenta dos posibilidades ineludibles, una es envejecer y la otra no” Anónimo.

La frase popular: “Hay que ser valiente para ser viejo”, retrata con toda crudeza el doble fenómeno del temor a la vejez y del desprecio por los viejos, ambos caben en el término gerontofobia. Esta doble acepción incluye tanto la angustia que experimenta todo aquél ser humano que se acerca indefectiblemente a esa etapa de la vida, como la actitud de nuestra confusa sociedad hacia la contundencia demográfica de su propio envejecimiento.

El primer significado oculta la inevitabilidad del deterioro y de la muerte detrás de una longevidad que jamás llegará a ser bíblica y la segunda se refiere a la extraña transmutación del éxito indudable de nuestra especie, en una maraña socio-económico-ambiental donde el pato lo pagan sobre todo los viejos.

Resulta entonces, que además de los factores relacionados con el proceso biológico del envejecimiento por el que pasan necesariamente todos los entes vivos, existen otras condiciones que contribuyen a la gerontofobia, que se pueden atribuir a la forma en que la sociedad occidental se ocupa –habría que decir se despreocupa- de sus ancianos.

El deterioro progresivo del cuerpo y sus sistemas, se inicia en realidad en el adulto joven, aunque sólo se hace obvio varias décadas después, por lo que una forma arbitraria para establecer el comienzo de la vejez es considerar que esto sucede en la época regularmente conocida como “del retiro”, alrededor de los 65 años. Sin embargo, este proceso sucede a diferente ritmo dependiendo de características individuales, por lo que se han adoptado los siguientes términos convencionales: viejos jóvenes (65-74 años), viejos viejos (75-84) y ancianos (85 y más).


                                                               De la “Gerontofobia” o del pánico a envejecer                                                                                                                                                                                                                          posted by Enrique Goldbard | junio 4, 2013 | In Lo último, Piensa en ti                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

Por Enrique Goldbard

“Todo mundo enfrenta dos posibilidades ineludibles, una es envejecer y la otra no” Anónimo.

La frase popular: “Hay que ser valiente para ser viejo”, retrata con toda crudeza el doble fenómeno del temor a la vejez y del desprecio por los viejos, ambos caben en el término gerontofobia. Esta doble acepción incluye tanto la angustia que experimenta todo aquél ser humano que se acerca indefectiblemente a esa etapa de la vida, como la actitud de nuestra confusa sociedad hacia la contundencia demográfica de su propio envejecimiento.

El primer significado oculta la inevitabilidad del deterioro y de la muerte detrás de una longevidad que jamás llegará a ser bíblica y la segunda se refiere a la extraña transmutación del éxito indudable de nuestra especie, en una maraña socio-económico-ambiental donde el pato lo pagan sobre todo los viejos.

Resulta entonces, que además de los factores relacionados con el proceso biológico del envejecimiento por el que pasan necesariamente todos los entes vivos, existen otras condiciones que contribuyen a la gerontofobia, que se pueden atribuir a la forma en que la sociedad occidental se ocupa –habría que decir se despreocupa- de sus ancianos.

El deterioro progresivo del cuerpo y sus sistemas, se inicia en realidad en el adulto joven, aunque sólo se hace obvio varias décadas después, por lo que una forma arbitraria para establecer el comienzo de la vejez es considerar que esto sucede en la época regularmente conocida como “del retiro”, alrededor de los 65 años. Sin embargo, este proceso sucede a diferente ritmo dependiendo de características individuales, por lo que se han adoptado los siguientes términos convencionales: viejos jóvenes (65-74 años), viejos viejos (75-84) y ancianos (85 y más).

En lo que se refiere a los aspectos médicos del envejecimiento, se pueden observar características particulares asociadas a las enfermedades que ocurren en esta etapa de la vida:

- Múltiples padecimientos. Las fallas en algún sistema habitualmente conducen a fallas en otros, en un efecto cascada. - Muchas causas del mismo síntoma. Aparecen síntomas que son comunes a diversas enfermedades de la vejez, sobre todo: confusión, caídas, incontinencia e inmovilidad. - La presencia de problemas sociales puede ocultar algún padecimiento o complicar su manejo. - El empleo de múltiples medicamentos dificulta el tratamiento. Algunos medicamentos pueden curar aunque también causar trastornos de salud. - Las fallas de orden intelectual y los problemas de comunicación entorpecen la toma de datos clínicos, el diagnóstico y el tratamiento.

Evidentemente, el menoscabo de facultades que acontece durante la vejez no se circunscribe a los aspectos de salud física o mental, habría que agregar toda una retahíla de agentes de orden social que ensombrecen más aún la vida de los adultos mayores, por ejemplo:

- Incertidumbre en el estatus social debido al retiro o a las incapacidades. - Disminución de los ingresos, pobreza. - Estándares de vida más bajos. - Pérdida del cónyuge, soledad. - Infelicidad, tristeza, depresión. - Riesgo de accidentes. - Vulnerabilidad a robos, asaltos, ataques, etc. - Dependencia. - Pérdida de dignidad.

Todo esto, aderezado con los prejuicios conocidos. Porque para la sociedad occidental ser viejo, automáticamente implica ser:

- De poco valor - Una carga para la sociedad. - Incapaz de cuidarse a sí mismo. - Tardo para aceptar los cambios. - Lento, sordo o necio. - Infantil y “tierno”.

Una muestra contundente de la enfermedad social que significa el desprecio por los viejos, se originó como resultado de la terrible ola de calor desatada el verano del 2003 en Europa, particularmente en Francia que se tradujo en la muerte de cerca de 15,000 personas, la gran mayoría ancianos.

Un año antes de aquellos acontecimientos, en junio del 2002, el sistema francés de salud había sido considerado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como el número uno de los 191 países miembros. Dicho sistema, aunque indudablemente costoso, ha dado como resultado una alta esperanza de vida y una cobertura de gastos médicos para todos los ciudadanos. De hecho, una encuesta aplicada por la OCDE en aquel año, mostró que el 66% de los franceses se encontraban satisfechos con su sistema nacional de salud. Fue este exitoso sistema el que, paradójicamente, falló ante el embate de las sucesivas olas de calor, porque detrás de las ineficiencias coyunturales, falta de coordinación, ausencias del personal por vacaciones, etc., subyace un problema sociológico fundamental. Debido a su alta esperanza de vida, la población francesa ha ido envejeciendo sostenidamente y para el año 2020 habrá más de 6 millones de adultos mayores en el país galo.

Históricamente, las familias europeas alojaban consigo a sus parientes mayores y era poco común, a diferencia de los EU, que los confinaran en casas de retiro. Ahora, sin embargo, con el gradual debilitamiento de los lazos generacionales, los viejos viven solos en Europa y en aquel verano fatídico fueron prácticamente abandonados a su suerte; en España, en cambio, los vínculos familiares tradicionales permitieron que la tragedia fuera menor y los números oficiales indicaron tan sólo 140 muertos. En México, aunque tal vez nos encontremos más cerca del “modelo tradicional” español, nuestros viejos siguen transitando entre la miseria, la indefensión y el abandono.

Efectos

Fuentes