Grafolagnia

Grafolagnia
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Concepto:atracción por ver imágenes de desnudos, ya sean pinturas clásicas o fotografías pornográficas.

Grafolagnia . Parafilia donde el estímulo primario son las fotos o cuadros eróticos.

Descripción

Grafolagnia iconolagnia o pictofilia es un comportamiento en el que un individuo se excita al ver imágenes de desnudos, ya sean pinturas clásicas o fotografías pornográficas.

El que disfruta de la parafilia puede llegar a alcanzar el orgasmo sin necesidad de algún otro estímulo, solo percibiendo el estímulo visual.

Lo que hoy en día es la pornografía, ha sido siempre una filia, aunque quizá esta es la más popular ya que es de todo la menos extraña.

Antiguamente la pictofilia llegó a ser muy perseguida por la Iglesia, que censuraba cualquier tipo de imagen u obra de esta índole.

¿Solo o en pareja?

Las personas que padecen iconolagnia no necesitan ninguna compañía sexual ni estimulaciones adicionales para alcanzar el máximo placer, ya que simplemente observando las imágenes o vídeos de este tipo pueden llegar al orgasmo por sí mismos. Sin embargo, la grafolagnia puede producirse también en pareja, ya sea mediante imágenes de desnudos ajenos a ellos o bien por disfrutando de sus propios desnudos o actos sexuales.

¿Es perjudicial?

Aunque parezca una conducta sexual inofensiva, esta filia puede traer muchos problemas a una pareja. Si el individuo que la padece o la disfruta no tiene cuidado, puede llegar a experimentar un trastorno psicológico por el cual llegará a sustituir a cualquier persona que pueda aportarle placer sexual por sus vídeos o imágenes de desnudos, llegando a provocar su propio aislamiento social.

Vínculo con las nuevas tecnologías

Una versión moderna de esta filia sexual podría ser el sexting, el fenómeno que han traído las nuevas tecnologías y que consiste en fotografiarse semidesnudo o desnudo en actitud provocativa y enviar las imágenes a personas de confianza. Este fenómeno se ha ido extendiendo sobre todo entre los más jóvenes debido al uso de las redes sociales y a los servicios de mensajería instantánea. Muchos jóvenes de hasta 16 años recibe fotografías o vídeos eróticos e intercambian imágenes provocativas para seducir o simplemente para satisfacer sexualmente a su pareja, que le pide este tipo de imágenes para generar morbo en la relación.

Fuentes