Gregorio XII

Gregorio XII
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Papa de la Iglesia católica
30 de noviembre de 1406 - 4 de julio de 1415
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Papa 205 de la Iglesia Católica
Consagración episcopal1405
PredecesorInocencio VII
SucesorMartín V
Información personal
Nombre secularAngelo Correr
Nacimiento1326
Venecia Bandera de Italia Italia
Fallecimiento18 de octubre de 1417
Recanatti Bandera de Italia Italia

Gregorio XII.. Vigésimo quinto Obispo de Roma y Papa italiano en el cargo desde 1406 hasta 1415, [1] durante el Cisma de Occidente. Fue obispo de Castello, patriarca titular de Constantinopla, secretario apostólico, legado de Ancona y cardenal-presbítero de San Marco. El Concilio de Pisa (1409) intentó su abdicación y la del antipapa Benedicto XIII para resolver el Cisma de Occidente nombrando a Alejandro V. Huyó a Gaeta y renunció al papado en el Concilio de Constanza (1415). Fue nombrado cardenal de Porto.[2]

Síntesis biográfica

Primeros años

Nació en Venecia en el año 1326. De nombre Angelo Correr, era de noble familia veneciana, fue cardenal presbítero de San Marcos y elegido Papa, por su antecesor Inocencio VII, el 30 de noviembre de 1406 cuando casi contaba 80 años de edad.

Papado

Por su gran piedad y sincero deseo de poner fin al Gran Cisma de Occidente, al morir el Papa Inocencio VII, los cardenales de Roma lo eligen unánimemente Sumo Pontífice tomando el nombre de Gregorio XII.

Durante su reinado se vivió el periodo más triste del Cisma de Occidente, ya que se llegó a tener 3 obediencias: la romana, la aviñonense y la pisana.[3] Sin embargo renunció espontáneamente al panificado para poner fin al referido Cisma.

Al ser elegido por un cónclave compuesto por quince cardenales juró que, para terminar con el Cisma, si era elegido abdicaría del papado, siempre que su rival en Aviñón Benedicto XIII hiciera lo mismo por lo que el 12 de diciembre de 1406 notificó al antipapa Benedicto XIII de su elección y las estipulaciones en las que tuvo lugar, reiterando su voluntad de deponer la tiara si éste hacía lo mismo.

Tras largas negociaciones ambos pontífices acordaron verse en Savona, reunión que nunca se realizó. Benedicto había manifestado públicamente su deseo de reunirse con Gregorio, sin embargo dio indicios de no tener intención alguna de renunciar al papado, mientras que Gregorio comenzó pronto a vacilar, lo que trajo consigo que sus cardenales mostraran abiertamente su disgusto por su proceder dando señales de querer abandonarle. Gregorio exponía como razón para rehusar a reunirse con su rival, su miedo a que éste tuviera planes hostiles contra él y utilizara el encuentro como ardid para apresarle.

Concilio de Pisa

El 4 de mayo de 1408 Gregorio reunió a sus cardenales en Lucca ordenándoles que no abandonaran la ciudad bajo ningún pretexto, al mismo tiempo que hizo cardenales a cuatro de sus sobrinos, olvidando la promesa hecha en el cónclave de no crear nuevos cardenales. Siete de ellos abandonaron Lucca en secreto negociando posteriormente con los cardenales del antipapa de Aviñón la convocatoria a un concilio general en el que se depusiera a Gregorio y Benedicto eligiéndose a uno nuevo. El concilio fue convocado para Pisa a iniciarse el 25 de marzo de 1409 y ambos pontífices fueron invitados a asistir, sin embargo ninguno de los dos apareció. El 5 de junio de 1409 el concilio depuso a ambos pontífices eligiendo el 26 de junio de 1409 al cardenal Pietro Philarghi conocido como el antipapa Alejandro V.

Concilio en Cividale del Friuli

Gregorio permaneció con su leal y poderoso protector, el Príncipe Carlos de Malatesta, quien asistió al Concilio de Pisa con el fin de lograr un acuerdo entre Gregorio y los cardenales, esfuerzos que resultaron en vano. Sin embargo Gregorio continuó creando cardenales hasta llegar a la cifra de diez y convocó entonces a un nuevo concilio, esta vez en Cividale del Friuli, cerca de Aquilea, en Austria, el 6 de junio de 1406. Al mismo comparecieron muy pocos obispos y en él se declaró cismáticos, perjuros y devastadores de la iglesia a los antipapas Benedicto XIII y a Alejandro V.

Gregorio XII, aunque fue abandonado por la mayoría de sus cardenales, continuó siendo el legítimo Papa y como tal fue reconocido por los reyes Ladislao de Nápoles y Ruperto, rey de los romanos, así como algunos príncipes italianos.

En Gaeta excomulgó a Benedicto, a Luis de Anjou y a Baltasar Coscia. Al poco tiempo de esto, Ladislao le abandonó y se sumó a los partidarios de Coscia, que se hacía llamar Juan XXIII. Gregorio se embarcó para Rímini. [4]

Concilio de Constanza

Esta intolerable situación de la Iglesia llegó a su fin tras el Concilio de Constanza que inicio el 4 de noviembre de 1414 bajo la presidencia del antipapa Juan XXII. El 4 de julio de 1415, fue leída una bula emitida por Gregorio XII en la que nombraba a Carlos de Malatesta y al cardenal Dominici de Ragusa como sus representantes en el concilio.

El cardenal leyó entonces un mandato de Gregorio XII que convocaba al concilio y autorizaba sus actos futuros. Y Malatesta, actuando en nombre de Gregorio XII, pronunció la renuncia al papado de Gregorio XII y entregó a la asamblea una copia escrita de la renuncia.[5] La renuncia fue aceptada por los cardenales, retuvieron a todos los cardenales creados por Gregorio, y le nombraron a éste obispo de Porto y legado perpetuo en Ancona.

Muerte

Dos años más tarde, antes de la elección del Papa, Martín V, murió Gregorio XII, el 18 de octubre de 1417 en Ancona, ostentando el cargo de arzobispo de Porto. Fue sepultado en la catedral de Recanatti.

Referencias

  1. Gregorio XII. Disponible en: CathopediaConsultada el 2 de septiembre de 2014
  2. Gregorio XII. Disponible en: Biografías y vidasConsultada el 2 de septiembre de 2014
  3. Los Papas. Disponible en: Portal Oremos juntosConsultada el 2 de septiembre de 2014
  4. Gregorio XII. Disponible en: Portal Sacerdotes y seminaristasConsultada el 2 de septiembre de 2014
  5. Papa Gregorio XII. Disponible en: Enciclopedia Católica Online Consultada el 2 de septiembre de 2014