Guerra del Pacífico

Revisión del 01:14 7 nov 2019 de Pararin (discusión | contribuciones) (La Guerra: hay un solo mar, parte del océano Pacífico)
Guerra del Pacífico (1879-1884) 
Información sobre la plantilla
Mapaguerrapacifico.jpg
Mapa de las fronteras actuales y anteriores a la Guerra del Pacífico entre Bolivia, Chile y el Perú.
Fecha:1879-1884
Lugar:Costa de Bolivia Bandera de Bolivia Bolivia; costa y sierra del Perú Bandera de Perú Perú en Sudamérica.
Descripción:
Conflicto armado en el que se enfrentaron la República de Chile contra las repúblicas del Perú y de Bolivia.
Resultado:
Victoria chilena.
Consecuencias:
Chile se anexa el departamento Litoral (de Bolivia) y el departamento de Tarapacá y la provincia de Arica (de Perú).
País(es) involucrado(s)
Bandera de Bolivia Bolivia, Bandera de Perú Perú, Bandera de Chile Chile
Organizaciones involucradas:
Ejército de Bolivia, Ejército del Perú, Marina de Guerra del Perú, Ejército de Chile, Armada de Chile


La Guerra del Pacífico o Guerra del Guano y Salitre fue un conflicto armado que enfrentó a Chile contra Perú y Bolivia entre 1879 y 1884. Bolivia perdió su salida al océano Pacífico y parte de su territorio. Chile resultó limitando, por el norte, con el Perú y le arrebató Tarapacá y Arica.

Causas

Durante los virreinatos las fronteras de Chile eran al norte estaban situadas en el desierto de Atacama, desde donde comenzaba Perú. Después de lograrse la independencia de los correspondientes países, los mapas mantuvieron su configuración anterior.

El Desierto de Atacama había adquirido un gran valor económico debido al descubrimiento de valiosos yacimientos de guano primero, y salitre (nitrato de sodio) después. Estos territorios eran de Chile, aqui vivían bolivianos y chilenos, la gran mayoría chilenos (aproximadamente el 90%). Sin embargo, el Gobierno de Bolivia, ante la mediterraneidad de su país, la negativa por parte de Perú de darle acceso al mar por Arica y el valor comercial que adquirían estos territorios para ser explotados, comienza a reivindicarlos.

El 13 de octubre de 1842, Chile promulga una ley que declara suyas todas las guaneras hasta la península de Mejillones, con la intención de detener faenas de extracción ilegal por parte de buques extranjeros. Bolivia reclamó inmediatamente contra esta ley, alegando que el territorio les pertenecía. Desde 1831, se habían establecido formalmente en la caleta de Cobija, al norte de Mejillones.

Las discusiones se prolongaron por más de 20 años, en los que, a pesar de la seguridad que intentaba demostrar Bolivia sobre sus títulos, se mostró varias veces amedrentada por las notas del ministro Tocornal y los trabajos de Amunátegui en favor de Chile, publicados en 1863 y se negó a continuar con las negociaciones. Ese mismo año, el Congreso de Bolivia facultó al presidente a declarar la guerra a Chile.

Entre 1865 y 1866 se produjo la alianza de los países del Pacífico en favor del Perú, cuyas islas guaneras chinchas habían sido tomadas por España. Esto alimenta una serie de febriles sentimientos americanistas en este continente. Chile decide llegar a un acuerdo con Bolivia para terminar con aquel problema que los dividía, en donde Bolivia crearía las bases de tal acuerdo. Para aliviar la tensión, Chile y Bolivia pactan un límite en el paralelo 24° y establecen una zona económica compartida entre los paralelos 23° y 25°, con el Tratado de Límites de 1866, según lo acordaron los presidentes J. J. Pérez de Chile y M. Melgarejo de Bolivia.

De esta manera, en pro de generar un ambiente de vecindad americanista, avivada por el conflicto entre los paises del pacífico y España, se configura una franja de territorio para explotarla economicamente, no soberana del pais altiplánico y cuyos beneficios se repartirían en partes iguales entre Bolivia y Chile.

Al termino de la guerra contra España, Chile queda mal parado debido al bombardeo de Valparaiso, principal puerto chileno y a la apresurada creación del tratado con Bolivia, que lejos de ser una solución al conflicto y de satisfacer las necesidades del Gobierno Boliviano, alimentaría aún más aquella ilusión de poseer derechos soberanos sobre todo Atacama. Pero el auge del salitre y la aparición de ricos yacimientos minerales como el de Caracoles dentro de la zona compartida, hicieron imposible mantener los acuerdos y Bolivia se empeñó en desconocer el Tratado de 1866.

Al mismo tiempo, iniciaba hacia 1872 las conversaciones con el Presidente Manuel Pardo del Perú que, al año siguiente, culminaron en la firma del Pacto Secreto contra Chile al que, además, se invitó a la Argentina. En 1873 los tres países estaban preparándose para atacar a Chile, cuando se produjo un atraso en la tramitación del decreto de guerra en el Congreso argentino. Esto dio un tiempo para que Chile, ignorante del pacto, convenciera a Bolivia de firmar el Tratado de 1874, por el cual se fijaba el límite en el paralelo 23°, pidiendo por esta enorme entrega sólo congelar temporalmente los impuestos a sus inversiones en el territorio.

También en 1873, el Perú iniciaba un plan de monopolización del salitre con objeto de pagar enormes deudas por créditos excesivos de extracción que fueron agotando a sus guaneras. Bolivia se había manifestado dispuesta a vender los derechos de explotación salitrera en Atacama al Perú, pero las inversiones eran mayoritariamente chilenas. Perú inicia, entonces, una política de apoyo mutuo con Bolivia.

Abusos reiterados de parte de las autoridades altiplánicas y peruanas en Atacama y Tarapacá despertaron grandes resquemores y estuvieron a punto de terminar en un alzamiento armado de la población chilena en Antofagasta, ciudad en la que más del 90% de la población estaba constituida por ciudadanos chilenos.

Tras un nuevo golpe militar, llega al poder en Bolivia el caudillo Hilarión Daza. Considera que tratados firmados por un gobernante anterior no tienen validez. En febrero de 1878 decreta un alza de los impuestos a las empresas chilenas e inglesas en Antofagasta, violando por completo el Tratado de 1874, al subir 10 centavos por cada quintal de salitre, pensando que estas estarían desprotegidas por el Gobierno Chileno. Amenazó con confiscar la totalidad de las infraestructuras de las compañías si éstas no cancelaban su deuda.

En febrero de 1879, el Gobierno de Chile ve agotados los intentos por evitar el enfrentamiento. Perú admite públicamente la existencia del Pacto Secreto y su compromiso de hacerlo efectivo. Daza, en tanto, expulsa a los chilenos de Antofagasta y llama a remate los bienes de la compañía, a lo que Chile reacciona declarando nulos todos los acuerdos anteriores y ocupando militarmente la ciudad. Comenzaba así la Guerra del Pacífico.

La Guerra

A comienzos de la guerra era evidente que antes de cualquier operación militar en un terreno deshabitado como el desierto, debía ganarse el control de la vía marítima. Los bolivianos obviamente no tenian escuadra, mientras que la peruana y la chilena estaban equilibradas y eran las más poderosas de suramerica junto con la brasileña.

Hay controversias sobre si Chile se habría armado o no debido al conocimiento de la la formación de la coalición Perú-Bolivia y la invitacion de estos a Argentina. Argentina estaba al borde de entrar en el conflicto. Las riquezas de Atacama y la posibilidad de un enfrentamiento con Chile suponían para Argentina una fuerte tentación de mancomunarse con Bolivia y Perú. Después del episodio del 21 de mayo donde se forjaron las batallas navales de Iquique y la de Punta Gruesa, se inclinó la balanza hacia Chile en el ambito maritimo, lo que era de gran importancia debido a lo inhospito del territorio en disputa.

Debido a esto el Congreso argentino paró la tramitación de la ley y tras el triunfo chileno de Angamos, donde cae el Huáscar, retiró definitivamente la tramitación previendo las dificultades de esta guerra.

En tal episodio del 21 de mayo, en el combate naval de Punta Gruesa, el capitán Carlos Condell, a mando de la Covadonga, nave de madera y de poco peso, logró engañar a los peruanos llevándolos a aguas más bajas, con lo que consiguió que encallara la Independencia, que era el blindado más poderoso después del Monitor Huáscar. En el Combate naval de Iquique, con la muerte de Arturo Prat, capitán de la Esmeralda, nave de madera que bloqueaba Iquique mientras el resto de la escuadra chilena buscaba a la peruana, al enfrentarse al Huascar se creo un mártir en torno al cual el pueblo chileno se enfervorizó, marchando a reclutarse masivamente para la guerra.

El Huascar, el único acorazado que le quedaba ya al Perú, tuvo gran relevancia después del combate, ya que a traves de diversas correrías atacó naves chilenas de menor envergadura, sin poder ser atrapado por las naves chilenas de mayor poder, lo que creó un malestar general en el pueblo chileno. Finalmente el Blanco Encalada y el Lord Cochrane consiguieron encerrar, torpedear y capturar al monitor Huáscar, en el Combate naval de Angamos, que fue usado en el resto de la campaña maritima por Chile y luego conservado hasta el día de hoy como museo.

A finales de 1879, obtenida la superioridad naval, los chilenos iniciaron una serie de maniobras militares contra bolivianos y peruanos en el Desierto de Atacama, que llevaron a la ocupación del Morro de Arica en 1880. Los bolivianos se retiraron de la guerra, y los chilenos siguieron luchando contra el Perú.

Contra todos los pronósticos hechos en el continente y fuera de éste, Chile consiguió una sucesión de victorias y avances notables de camino al Perú y generó serios temores entre los países que se decían acreedores del negocio peruano del salitre, como Estados Unidos y Francia.

Tras una serie de enfrentamientos, el 27 de mayo de 1880 los chilenos triunfan en Tacna al destruir materialmente la alianza peruano-boliviana y el 7 de junio siguiente consiguen tomar la cima del Morro de Arica con lo que dieron un golpe formidable a los aliados y a los pronósticos que veían la victoria chilena en este estratégico lugar como algo prácticamente imposible.

Tras la toma de Chorrillos, Miraflores y Lima, en 1881, comenzó una campaña de presión contra el Perú para forzar su rendición, pero una serie de fracturas políticas internas en Perú, la intromisión norteamericana en el Gobierno y la aparición de guerrillas en la zona cordillerana, obligaron a los chilenos a enfrentar una seguidilla de marañas diplomáticas complejas y a contener a los montoneros y guerrilleros de las serranías.

En las sierras peruanas, el sacrificio de Ignacio Carrera Pinto y sus 76 hombres en La Concepción, que murieron en combate contra miles de montoneros, entre los días 9 y 10 de julio de 1882 renovó energías para lograr la rendición peruana.

Una vez conseguidos el repliegue y el aislamiento de los grupos montoneros, los esfuerzos volvieron a concetrarse en los territorios bajos, en 1882, que estaban bajo administración peruana. La influencia norteamericana y sus intereses en establecer un territorio-enclave en Chimbote perjudicaron enormemente la salida al conflicto, situación que fue aprovechada por el General Cáceres y sus montoneros para reiniciar ofensivas rebeldes.

Finalmente, la última ofensiva de Cáceres en Huamachuco, el 10 de julio de 1883, culmina en fracaso al ser superados por los chilenos en minoría numérica, al mando de Gorostiaga. La violenta jornada pone fin a la guerra y consigue la sumisión de la dirigencia peruana. Perú se rinde y formaliza así esta capitulación el 20 de octubre, con el Tratado de Ancón. El 4 de abril de 1884, Bolivia accede a firmar el Pacto de Tregua con Chile.

A consecuencia de la Guerra del Pacífico, Chile se aseguraba los depósitos salitreros. Sin embargo, éstos fueron entregados a los capitales británicos, quienes soterradamente manipularon la política chilena para favorecer sus propios intereses, lo que estaría en las raíces de la Revolución de 1891. El salitre sería la principal fuente de riqueza de Chile hasta el descubrimiento del salitre sintético por los alemanes durante la Primera Guerra Mundial.

Grandes personalidades del Conflicto

Chilenos

Peruanos

Bolivianos

Véase también

Fuentes