Gutierre de Hevia

Gutierre de Hevia
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NacimientoBandera de Italia Italia
OcupaciónMarino, militar
TítuloMarqués del Real Transporte y vizconde del Buen Viaje

Gutierre de Hevia. Almirante de origen italiano. Marqués del Real Transporte y vizconde del Buen Viaje. Nombrado jefe de la Armada española en América y en el año 1762 pasó a integrar la Junta de Guerra. Comandante principal de Batallones de Marina. Se dice que su jerarquía militar y títulos nobiliarios no se debían tanto a su pericia como marino, como a la amistad contraída con Carlos III, cuando lo condujo desde Nápoles a España para hacerse cargo del trono.

Síntesis biográfica

Labor como marino

Sentó plaza de guardiamarina en Cádiz el 20 de julio de 1720. Su primer embarco fue en el navío Catalán en mayo de 1722, volviendo después a la Compañía. Tuvo un lance de honor con otro guardiamarina, Varcárcel, en el que resultó muerto éste a consecuencia de las heridas que recibió.

Hevia se refugió en la iglesia de San Felipe Neri de Cádiz. Despuéss de ser absuelto embarcó en los navíos Conquistador y Potencia, navegando en este últi­mo por aguas de América.

Ascendió a alférez de fra­gata el 3 de diciembre de 1726 y a alférez de navío el 12 de enero de 1727, vol­viendo a la Península, siendo destinado al Cuarto Bata­llón de Marina. Estuvo en varios buques y el 23 de marzo de 1732 en el Castilla, que formó parte de la expedición de Orán. En ésta se distinguió, siendo el tercero de los que pisa­ron tierra enemiga; solamente después del marqués de Santa Cruz y de Juan José Navarro.

Siguió en el servicio de batallones; en 1733 estaba de guarnición en el navío Hércules, siguiendo en el na­vío Asia (1736) ya de teniente de fragata, mandando su guarnición : la 3ra. compañía del segundo batallón de Marina.

Prestó servicios, también en tierra, mandando otra compañía.

Ascendió a capitán de fragata el 28 de agosto de 1740 y salió para América en la escuadra de Rodrigo de Torres, transbordando en Cartagena de Indias a uno de los navíos que a las órdenes de Lezo to­maron parte en la defensa de aquel puerto contra el almirante Vernon, siendo herido en uno de los últimos combates.

En mayo de 1747 mandaba el navío Nueva España, pasando en 1751 a La Habana para emplearse en el corso contra el comercio ilícito, al mando de los navíos Castilla y Europa y de las fragatas Bizarra, Aurora y paquebote Diligente, hasta 1755. Al año si­guiente fue nombrado comandante principal interino de los Batallones de Marina, teniendo a la vez el mando del navío Tigre.

El 19 de agosto de 1759 se le confirió el mando del navío Fénix, en el que arboló su insignia el capitán general de la Armada, marqués de la Victoria, y trajo a España, desde Nápoles, a Carlos III con el resto de la Real fa­milia. Por este viaje, Hevia fue recompensado en 1760 con los títulos de marqués del Real Transporte y vizconde del Buen Viaje.

En 1759 ascendió a jefe de escuadraa y fue nombrado, en propiedad, comandante principal de los Batallones. Del año siguiente existe una orden que le menciona como general y mandando dos navíos el Aquilón y el Firme. En Cartagena aumentó su fuerza a cuatro navíos y una fragata, saliendo a perseguir jabeques argelinos que pasaron al Océano.

En Cuba

Nombrado jefe de la flota en América, condujo hacia el nuevo continente una armada de cinco buques de guerra que llegó a La Habana, el 29 de julio de 1761, para unirse a los veinte que ya se encontraban allí. Además, transportó 1.145 efectivos de infantería de los regimientos España y Aragón, y una compañía de artillería para reforzar la defensa de la plaza. También era portador de las reales indicaciones para acelerar los preparativos defensivos ante un inminente enfrentamiento con los británicos.

A principios de 1762 pasó a integrar la Junta de Guerra, en la que llegó a tener gran influencia negativa -por su ineptitud como estratega- durante la defensa de la ciudad ante el ataque lanzado por los ingleses, entre los meses de junio y julio.

Repatriación

En dos fragatas de guerra para los generales Prado y Hevia, con sus Estados Mayores, y en 28 buques de transporte para los demás, fueron repatriados a Cádiz los defensores de La Habana.

Consejo de Guerra

En consejo de guerra presidido por el conde de Aran­da fueron inquiridas las causas que motivaron la rendi­ción. Se impusieron diferentes penas, entre ellas: al marqués del Real Transporte y al gobernador Juan de Prado, privación perpetua de sus empleos militares, des­tierro de la Corte 40 leguas en contorno por 10 años y que de sus bienes se resarciese de los daños y perjuicios a la Real Hacienda y al Comercio.

Restablecimiento de honores

El marqués del Real Transporte, yerno del marqués de la Victoria, se acogió a la protección de su padre político hasta que la piedad del Rey se manifestó en ocasión de las bodas del Príncipe de Asturias. Volvió al goce de su empleo y honores el 18 de septiembre de 1765.

De nuevo se nombró a Hevia comandante principal de los Batallones de Ma­rina. Con retención de este cargo se le encargó en febrero de 1772 interina­mente de la Dirección General de la Armada y del man­do del Departamento de Cádiz. Por Real Orden de 25 de marzo del mismo año se le concedió la Cruz pensionada de la Orden de Carlos III.

Muerte

Muere repentinamente el 2 de diciembre de 1772, en la Isla de León, unos 10 meses antes que su sue­gro el marqués de la Victoria. Contaba. 68 años de edad y 52 años de servicios.

Fuente