Herpes circinado

Herpes circinado (Tiña circinada)
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Herpes circinado: es una dermatosis inflamatoria de la piel de origen micótico, que adopta la forma de placas con bordes definidos con pústula, vesícula y costras, de contornos ovales, redondeados o circinados, policíclicas que pueden ser únicas o multiples localizadas irregularmente por la superficie del cuerpo con predominio de la piel glabra. Es también conocida como tinea corporis.

Patogenia

Es causada por diferentes especies de Trichophyton y Microsporum; en nuestro medio al agente causal más frecuente es el Microsporum canis, afecta al adulto raramente y a los niños, se adquiere con frecuencia de los animales.

Diagnóstico positivo

Cuadro clínico
Pueden coexistir en un mismo paciente la tiña circinada con la tiña del cuero cabelludo e incluso en una familia adultos con tiña circinada y niños con tiña del cuero cabelludo.

Lesiones se observan en tórax, miembros superiores y la cara. Se inicia por una pápula o mácula poco elevada de color rosado que evoluciona centralmente con extensión a la periferia para dar lugar a lesiones anulares, coalescer para formar figuras arciformes y policíclicas.

El diagnóstico se efectúa por el cuadro clínico de lesiones papuloescamosas sobre la piel sin pelo y glabra con una periferia circinada, vesiculopustulosa y costrosa, y un centro algo involucionado, claro y escamoso. Nos podemos auxiliar del examen micológico.

Diagnóstico diferencial

Se realiza con la Pitiriasis rosada, el liquen plano, la psoriasis, el granuloma anular centrífugo y con la lepra tuberculoide.

Tratamiento

Se emplea la pomada de Whitfield simple o con azufre o el tolnaftato aplicándose 2 veces al día. En ocasiones es necesario el uso de la griseofulvina M (125 mg) 4 tab. diarias, el pronóstico es bueno y la curación se obtiene en aproximadamente 2 0 3 semanas durante 1 mes. Tambień se utilizan los derivados imidazólicos como son el clotrimazol, miconazol, econazol, tioconazol, ketoconazol, que se presentan en cremas, lociones y tabletas. Las medidas higiénicas y el aseo diario complementan el tratamiento. Se pueden administrar antihistamínicos si hay prurito.

Fuente

  • Abreu DA, Valdés AA, Sagaró DB, Castanedo PC, Fernández HF, Fernández BG, y otros. Dermatología. Ed Ciencias Médicas. La Habana. 1983.
  • Rigol RO, Pérez CF, Perea CJ, Fernández SJ, Fernández MJE, Medicina General Integral. Ed. Ciencias Médicas. La Habana. 1985.