Hetera

Hetaira
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Concepto:Eran cortesanas con un alto nivel cultural y social

Hetaira o hetera. Eran cortesanas con un alto nivel cultural y social del siglo IV a.C. de la Antigua Grecia, no ofrecían solamente servicios sexuales, sino compañía, así que podían elegir si daban placer o no; tenían conocimientos de varias manifestaciones del arte - de cierta manera podían compararse con las Gaishas japonesas -; también conocían de otros temas variados, incluido el conocimiento sobre filosofía, oratoria y ciencias, en algunas de estas mujeres, lo que les permitía tener conversaciones entre las personas de mayor dominio de estudios y la clase social alta en los simposios.

Poseían gran belleza por lo general, no se ofrecían a quienes no solicitaban sus servicios, mantenían modales refinados y vestían con elegancia. Mientras que las mujeres utilizaban trajes de lana y lino para esconder su cuerpo ellas utilizaban vestidos de gasa semitransparentes, utilizaban a menudo el color azrafranado, y se maquillaban con polvos blancos, signo de no tener que trabajar. Sus peinados eran complicados y llenos de postizos.[1]

Al igual que las mujeres espartanas, se les permitía administrar su propia fortuna aunque precisaban de un buen protector y eran consideradas, en algunos momentos y medios, iguales a los hombres. Eran las únicas mujeres dueñas de sí en el mundo griego antiguo.

En los banquetes, mientras por lo general las esposas e hijas permanecían en sus casas, los maridos se hacían acompañar de las heteras pues eran consideradas símbolos de placer y las esposas eran vistas como una necesidad unicamente para mantener la descendencia.

“Tenemos a las heteras para el placer, a las pallakae (concubinas) para que se hagan cargo de nuestras necesidades corporales diarias y a las gynaekes (esposas) para que nos traigan hijos legítimos y para que sean fieles guardianes de nuestros hogares…”[2]

Aspasia fue la más famosa. Amante de Pericles consiguió introducirse en los más altos círculos políticos e intelectuales de Atenas, se convirtió en la primera dama ateniense y demostró ser sabia y astuta.[1]

Referencia

  1. 1,0 1,1 Las hetairas. Consultado: 4 de marzo de 2014.
  2. Palabras del orador ateniense, Demóstenes. 24 de octubre de 2007. Consultado: 4 de marzo de 2014.

Fuentes