Hispania

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Hispania
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Nombre Científico:'
Reino:Plantae

Hispania era el nombre dado por los fenicios a la península Ibérica, posteriormente utilizado por los romanos, y parte de la nomenclatura oficial de las tres provincias romanas que crearon ahí: Hispania Ulterior Baetica, Hispania Citerior Tarraconensis e Hispania Ulterior Lusitania. Posteriormente se crearon las provincias Carthaginense y Gallaecia.

Origen del nombre

El nombre de España deriva de Hispania, nombre con el que los romanos designaban al conjunto de la península Ibérica, término alternativo al nombre Iberia preferido por los autores griegos para referirse al mismo espacio. Sin embargo, el hecho de que el término Hispania no es de raíz latina ha llevado a la formulación de varias teorías sobre su origen, algunas de ellas controvertidas. Es un término cuyo uso está documentado desde el segundo milenio antes de Cristo, en inscripciones ugaríticas.

Sobre el origen fenicio del término, el historiador y hebraísta Cándido María Trigueros propuso en la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona en 1767 una teoría diferente, basada en el hecho de que el alfabeto fenicio (al igual que el hebreo) carecía de vocales. Así spn (sphan en hebreo y arameo) significaría en fenicio "el norte", una denominación que habrían tomado los fenicios al llegar a la península Ibérica bordeando la costa africana, viéndola al norte de su ruta, por lo que i-spn-ya sería la "tierra del norte". Por su parte, según Jesús Luis Cunchillos en su Gramática fenicia elemental (2000) la raíz del término span es spy, que significa "forjar o batir metales". Así i-spn-ya sería la "la tierra en la que se forjan metales". Aparte de la teoría de origen fenicio, la más aceptada (si bien el significado preciso del término sigue siendo objeto de discusiones), a lo largo de la historia propusieron diversas hipótesis, basadas en similitudes aparentes y significados más o menos relacionados. A principios de la Edad Moderna, Antonio de Nebrija, en la línea de Isidoro de Sevilla, propuso su origen autóctono como deformación de la palabra ibérica Hispalis que significaría la ciudad de occidente.6 y que, al ser Hispalis la ciudad principal de la península, los fenicios y posteriormente los romanos dieron su nombre a todo su territorio.7 Posteriormente, Juan Antonio Moguel propuso en el siglo XIX que el término Hispania podría provenir de la palabra eúscara Izpania que vendría a significar que parte el mar al estar compuesta por las voces iz y pania o bania que significa "dividir" o "partir".8 A este respecto, Miguel de Unamuno declaró en 1902: "La única dificultad que encuentro [...] es que, según algunos paisanos míos, el nombre España deriva del vascuence 'ezpaña', labio, aludiendo a la posición que tiene nuestra península en Europa".


Hipótesis fenicia

Las etimologías más aceptadas actualmente prefieren suponer un origen fenicio de la misma. En 1674, el francés Samuel Bochart, basándose en un texto de Cátulo donde llama a España cuniculosa ('conejera'), propuso que ahí podría estar el origen de la palabra "España". De esa forma, dedujo que en hebreo (lengua semítica, emparentada con el fenicio) la palabra sf(a) n podría significar «conejo», ya que el término fenicio I-shphanim literalmente significa: 'de damanes' (shphanim es la forma plural de shaphán, 'damán', Hyrax syriacus), que fue cómo los fenicios decidieron, a falta de un vocablo mejor, denominar al conejo Oryctolagus cuniculus, animal poco conocido por ellos y que abundaba en extremo en la península. Otra versión de esta misma etimología sería Hi-shphanim, 'Isla de conejos' (o, de nuevo literalmente, damanes). Esta segunda explicación se hace necesaria porque en latín clásico la H se pronunciaba aspirada, haciendo imposible derivarla de la S sorda inicial (Leyes de Grimm y Verner).

Otra posibilidad respecto de la raíz fenicia Span es su significado de "oculto", que indicaría que tomaban a Hispania como un país escondido y remoto. Por otra parte, el conejo no era el único animal que llamaba la atención por su abundancia. Los griegos llamaron a la Península Ophioússa que significa 'tierra de serpientes', que luego cambiaron por Iberia, pues iber era una palabra que oían constantemente entre los habitantes de la península. Es un término geográfico, aunque no se le puede asignar en concreto al río Ebro, ya que se oía del mismo modo por toda la Andalucía actual. Algunos lingüistas piensan que significaba simplemente río, pero todavía no se ha alcanzado un acuerdo sobre la palabra. Otra posibilidad, propuesta por el sevillano Trigueros en 1767, la derivaría del fenicio sp(a)n (norte), como era la península Ibérica con respecto al norte de África, desde donde fenicios y cartagineses llegaban a la misma, de manera que I-Span-ia sería la "Isla del Norte". La teoría más reciente proviene de Jesús Luis Cunchillos y José Ángel Zamora, expertos en filología semita del CSIC, quienes tras analizar todas las hipótesis y realizar un estudio filológico comparativo entre varias lenguas semitas, han llegado a la conclusión de que la hipótesis más probable sería I-span-ya, "isla/costa de los forjadores o forjas (de metales)", o sea, "isla/costa donde se baten o forjan metales", hecho que además estaría soportado por la intensa actividad minera y metalúrgica que existía en las costas de Andalucía, o reino de Tartessos, en los tiempos de la llegada de los fenicios, quienes entre otras razones establecieron sus colonias en estas tierras precisamente atraídos por su gran riqueza minera, célebre en toda la antigüedad.


La hipótesis legendaria

Hubo una hipótesis que suponía que tanto Hispalis como Hispania eran derivaciones de los nombres de dos reyes legendarios de España, Hispalo y su hijo Hispano o Hispan, hijo y nieto, respectivamente, de Hércules.

Hipótesis íbera

Al menos desde principios de la Edad Moderna hasta 1927 se defendió la teoría de que Hispania es una deformación de Hispalis, palabra de origen íbero que significaría la ciudad de occidente y que, al ser Hispalis la ciudad principal de la península, los fenicios y, posteriormente, los romanos dieron su nombre a todo su territorio.


Fuentes