Historia del Municipio San Antonio del Sur (Guantánamo)

Revisión del 15:56 24 mar 2010 de Enrique oni (discusión | contribuciones) (La revolución en el poder)

Plantilla:Pais

Por la carretera hacia Baracoa primera Villa Fundada en Cuba a unos 63 Km al este de la Ciudad de Guantánamo, se encuentra el territorio del municipio de San Antonio del Sur. Municipio creado a partir de la división política - administrativa, en octubre de 1976. En todo su litoral se encuentra el Pan de Azúcar y el Abra de Mariana, asentamientos de aborígenes, escenario de bravura mambisa, el paso de Martí, Gómez y Maceo. Testigo de gestas campesinas y del Ejercito Rebelde, de la lucha contra bandidos e infiltrados. San Antonio del Sur es muestra de las transformaciones de la Revolución Cubana.


Población

Al cierre del año 2008 cuenta con un total de 26 544 habitantes clasificados de la siguiente forma:

  1. Mujeres: 12 659
  2. Hombres: 13 885

La configuración del territorio es irregular, con una forma parecida a la de un antiguo carruaje-quitrín o coche sin rueda, para otro, es parecida a una jicotea de pescuezo largo.

El municipio está distribuido en 6 consejos populares con 48 asentamientos poblacionales:

  1. Yateritas.
  2. San Antonio del Sur.
  3. Guaibanó.
  4. Maya.
  5. Puriales de Caujerí.
  6. Viento frío


Características

Relieve

Relieve Sanantoniense

El relieve es muy variado, al norte predominan las zonas montañosas ubicadas en el sistema montañoso Nipe- Sagua- Baracoa y la Sierra del Purial. Donde se localiza el punto más elevado del territorio, Alto de Carrisal con 997 m de altura sobre el nivel del mar, ubicado al Norte del Güiro en la zona de Maya. La cortina montañosa disminuye de Norte a Sur. La formación más antigua del relieve es el territorio de la Sierra del Purial, que data de la era mesozoica del período jurásico. En la parte central del territorio se encuentra un valle intra montañoso circular de origen tectónico con 72 km², rodeado de montañas y con una extensa llanura en la parte interior, de tierra negra, muy fértiles y productivas, el mismo se denomina Valle de Caujerí, con una rica tradición en la historia de la localidad. Al Sur se ubica una llanura costera bordeada de elevaciones que se extienden desde Acueducto hasta Macambo con unos 40 Km de extensión y dos llanuras aluviales a lo largo del curso de los ríos Sabanalamar y Yateritas, en esta zona se destacan por su majestuosidad el Pan de Azúcar que Martí reconoció en 1895 como “alto entre tantos”, el mismo forma parte de nuestro patrimonio histórico y natural, se considera, además, un punto importante para el turismo nacional e internacional.

Está también el Abra de Mariana de gran belleza natural y lugar donde han acontecido hechos históricos de gran connotación. El desfiladero natural que forma el Abra, fue admirado por Martí en 1895 al salir de Madre Vieja el día 23 de abril cuando observando desde una altura, dijo, ... “ese monte a la derecha con un tajo como de sangre, por cerca de la copa es Doña Mariana”...

Ese accidente natural es producto de los procesos combinados de los movimientos oscilatorios y la acción erosiva de las aguas que se producen en la era geológica Cenozoica, en el período Paleógeno superior cuando el área fue sometida a un ligero ascenso en el relieve, pero a medida que la zona iba levantándose, las aguas buscaban su perfil de equilibrio con el mar y erosionaban la zona, hasta hacer una abertura entre dos montañas con una deslumbrante belleza natural, que ha sido objeto de admiración de cuantos caminantes pasan por ese lugar.

Rocas

Rocas sanantonienses

En el territorio existen variados tipos de rocas: Calizas, Tabo, Serpentinitas, Abrasivas, Aufialitas. Las rocas Aufialitas son las más antiguas, datan de la era cenozoica y se localizan mayormente en la zona de Macambo. Las Serpentinitas se localizan formando parte del sistema montañoso del Norte Sagua- Baracoa, Sierra Purial y Sierra de Mariana. Las Calizas se pueden localizar en cualquier parte del territorio. Las Tobas abundan en Macambo y algunos lugares de Caujerí. Estas sufren un proceso de silicatización y forman los suelos cementos que se utilizan para la construcción de viviendas de bajo costo.

Clima

Este factor es muy variado, en la parte norte predomina un clima tropical húmedo, las precipitaciones son muy abundantes casi todo el año, el promedio de lluvia oscila casi todo el año, el promedio de lluvia oscila entre los 800 mm y 1500 mm al año, estas precipitaciones son favorecidas porque esta zona se encuentra casi siempre bajo la influencia de anticiclón del Atlántico Norte y de los Vientos Alisios del noreste que están cargados de humedad. En estas áreas las montañas son altas y las nubes chocan con éstas, descargando la humedad en las laderas, la temperaturas en esta partes son bajas, oscilan entre 18° y 25°, por la altura y la lejanía del mar que hacen imposible que lleguen las brisas marinas que son cálidas, influyen también el color de los suelos rojos ya esa forma oscura de los suelos absorbe las temperaturas más altas y dejan en la superficie las temperaturas más frías. En la zona Sur, las precipitaciones son escasas durante todo el año, debido a que los vientos Alisios llegan muy debilitados y con poca carga de humedad que pierden en su embate con las montañas. Esta se considera la zona más seca de Cuba, donde las precipitaciones están por debajo de los 400 mm al año. En la época de lluvia (mayo- octubre) pueden llegar a 600 mm y en la época de seca que se corresponde con el invierno, las precipitaciones están por debajo de los 200 mm. Las temperaturas son altas, oscilan entre 30° Y 34° en el verano, en el invierno por el día promedian 30° y por la noche entre 25° y 30°.

Hidrografía

Archivo:Riosas.jpg
Rio Sabanalamar

La hidrografía de este municipio está formada por ríos, arroyos, lagunas, presas y el Mar Caribe.

Se destacan dos vertientes, la Norte y la Sur. Vertiente Norte: Se encuentran los ríos Arroyón, Quiviján, Barbudo, la Alegría, Los Guineos y El Jacinto. Vertiente Sur: Yateras y Sabanalamar; siendo éste último el más importante ya que su recorrido lo hace de Norte a Sur, desembocando en forma de estuario en la Playa Sabanalamar. Es el río de mayor uso económico al contar en su cause con una presa en “ Los Asientos, una hidroeléctrica y además se usan sus aguas en el riego del Valle de Caujerí.

Hay presencia de lagunas como la de Cardonal, Oquendo y Macambo. Además encontramos algunas presas como Los Asientos 17,5 millones de m³; Pozo Azul con 14,7 millones de m³. Minihidroeléctricas: Naranjo, Palmarito, La Criolla y Arroyón. El municipio posee una capacidad de embalses de 33,2 millones de m³ de agua.

Fauna

Gavilán Caguarero

La fauna del territorio es muy variada, donde abundan aves, peces, animales de corral, y sobre todo una gran variedad de animales silvestres que embellecen los intrincados montes dentro de los que se encuentran algunos animales endémicos muy característicos de este territorio como son:

Rabijunco
  1. Gavilán Caguarero.
  2. Cabrerito de Baitiquirí.
  3. Rabijunco.
  4. Pájaro Mosca.
  5. Chipojo Enano.
  6. Bayoya de Onaney.
  7. Iguanita de la arena.

Historia

Comunidades primitivas

Se han estudiado diferentes bibliografías, obteniendo pocos datos del municipio.

En Lexicografía Antillana de Alfredo Zayas y Alfonso que data de 1914, se refiere a lo siguiente:


El alcalde mayor Bartolomé Ortíz al dirigirse al Consejo de Indias en 1539, relatando sucesos acaecidos en el pueblo de indios de ese nombre.

He aquí el relato de Ortiz:

“......De camino, en el pueblo de Baitiquirí, tomaron nueve indios que estaban encomendados a un vecino de esta, y andando adelante, una noche, durmiendo los españoles, les tomaron las ballestas y lanzas, los indios, mataron seis de ellos, dejando otro muy mal herido. Volviéndose a Baitiquirí, alzóse el pueblo, mataron otros tres españoles que allí había, quemaron los bohíos.....”


Antes de crearse el Museo Municipal en el año 1983, el territorio fue objeto del vandalismo arqueológico, saqueándose de manera indiscriminada los diferentes asentamientos aborígenes por distintas personalidades tanto aficionadas como profesionales, sus intereses estaban dados para beneficios propios, en muchos casos las piezas adquiridas las vendían en el mercado negro.

Según Cuba Contemporánea “Historia de la Arqueología Cubana de Septiembre 1922 # 117”

La primera noticia de carácter arqueológico cubano, que se pudo hallar en 1779, no apuntada por Harrigton y recogida por José Antonio Saco, quien en su colección de papeles científicos, históricos, políticos y de otras ramas sobre la Isla de Cuba. (París, 1858, Pág.408) colecciona la siguiente nota, bajo el epígrafe de arqueología cubana.

Gaceta de Madrid 7 de Mayo de 1779.

Bajo la rubrica Cuba, 5 de febrero, se lee la siguiente curiosa noticia arqueológica: En la hacienda de Sabanalamar, distante 40 leguas al este de la ciudad, se han encontrado en una cueva dos estatuas de madera (Guayacán negro, llamado Palo Santo) las cuales representan a un indio y una india enteramente desnudos, la mujer en pie con una corona de la misma madera, y el hombre sosteniendo una fuente con los codos y rodillas, de suerte que puesto de espaldas en tierra, vienen a servir su pecho como de mesa.

La altura de dichas estatuas es de vara y cuarta, sus caras feroces, y los demás miembros bien proporcionados. Los muchos años que estaban en aquel paraje, por naturaleza húmeda, manifiestan la incorruptibilidad de su materia.

Se han conducido a casa de Don Juan Antonio Caballero, capitán reformador de milicias, y dueño de la heredad, donde se encontraron, quien comunicó la noticia, para que dispusiese traerlas aquí por mar en la primera ocasión.

Como se puede observar, se trata de un ídolo femenino y de un dujo o metate, lastimosamente perdidos.


Vías de arribo al territorio.

Por las características geográficas que presenta el territorio, el cual limita en la parte Sur con el Mar Caribe, se considera que los primeros pobladores que arribaron a las tierra sanantoniense, lo hicieron por sus playas y bahías, lugares donde actualmente existen evidencias arqueológicas que manifiestan la presencia aborigen en esta zona, ejemplo de esto tenemos: Yateritas, Macambo, Baitiquirí, Tortuguilla y San Antonio del Sur. Áreas que ocuparon en San Antonio del Sur Al llegar los españoles a Cuba, el territorio en el que se ubica el municipio San Antonio del Sur estaba cubierto por abundantes bosques maderables y frutales.
Era un lugar virgen poblado por hombres, mujeres y niños a los que llamaron indios, existían magníficas condiciones para la presencia de estos: hermosas playas, ensenadas, ríos, arroyos y tierras muy fértiles. Había cantidad de peces de río y de mar, moluscos, crustáceos y animales terrestres, como aves, jutías, puerco jabalí, majaes, iguanas entre otros. Por todas estas abundancia de recursos naturales fue que los aborígenes se establecieran en esta zona, siendo así densamente poblado por las culturas aborígenes; lo demuestran los 84 asentamientos estudiados hasta el momento, las 1721 piezas que atesora nuestra institución y el 67,8 % de las piezas que forman parte de las colecciones arqueológicas del Museo Provincial. Todas estas muestras, sin dudas hoy son patrimonio cultural de la nación.


Asentamientos aborígenes

Los pre-agroalfareros se asentaron fundamentalmente en las costas, estos asentamientos se caracterizaron por: Siguatos I y II se encuentran a ambos lados del río que lleva el nombre de dichos sitios, el lugar es llano y para la etapa en que vivieron fueron zonas boscosas, de igual forma el Barranco a la orilla del río Sabanalamar, no siendo así el caso de la Delicia (Oquendo) que se diferencia de los demás por su ubicación en una zona alta.
Según estudios realizados hasta el momento, los protoagrícolas se ubicaron a las orillas de los ríos, también en las costas, no buscaban zonas pantanosas abundantes de manglar, pero sí muy cercano a estos; en el caso del territorio, este se encuentra aproximadamente a 4 Km. del mar y el río, en un lugar montañoso, boscoso y fértil, a la orilla de un manantial.
Los agroalfareros que como dijimos anteriormente, se extendieron en casi todo el territorio, y se ubicaron en zonas llanas y montañosas, a la orilla de las playas y ríos, en lugares fértiles con abundante bosques que les permitieron desarrollar sus actividades vitales.


Etapa colonial

Asentamientos coloniales

El territorio que hoy ocupa el actual municipio de San Antonio del Sur; al llegar los conquistadores era, como toda Cuba, un bosque tupido, con muchos recursos maderables, rico en madera preciosa en la zona norte; la zona Sur colindante con el mar caribe es seca y de escasa vegetación aunque era en parte pantanosa, principalmente hoy en el lugar que ocupa el poblado cabecera.
Las primeras referencias bibliográficas señalan la existencia de un "cacicazgo" o "provincia de Baitiquirí", según aparece en lexicografía cubanas, de Alfredo Zayas y Alfonso, donde se hace referencia a un documento oficial Fichado en Santiago de Cuba en 1524, Aquí se menciona "La Provincia de Baitiquirí", se cita "una comarca, formando el territorio jurisdiccional, de determinado cacique" y que los españoles denominaron "provincia".


Todo esto permite conocer que el actual territorio se extendía mucho más allá de lo que hoy es San Antonio del Sur, pero también podemos considerar la existencia de un cacicazgo como se hace referencia en esta y otra bibliografía, ya que por el nivel de desarrollo de las comunidades aborígenes en el territorio, según los estudios realizados, no habían sobrepasado la descomposición de la comunidad primitiva y, por tanto, vivían en comunidad; repartían el producto de su trabajo y no existían tribus que impusieran su dominio, por lo que no consideramos la existencia de cacique que pudiera extender su autoridad en tan extenso territorio.


En el periodo de estructuración de la sociedad colonial en el territorio, existe referencia de presencia de los españoles desde los mismos inicios de la colonia. En lexicografía Cubana se refiere a un informe del Alcalde Mayor Bartolomé Ortíz, dirigidos al consejo de indios, en 1539, Donde se conoce el heredamiento de una hacienda y la existencia de indios encomendados en el pueblo de Baitiquirí, lo que refleja con calidad la presencia de españoles, desde las primeras décadas de la conquista colonial. La lógica lleva a reflexionar que un territorio con abundantes costas, bahías, playas y ensenadas con condiciones magníficas para el embarque y desembarco y con una población aborigen abundante, era atractivo para el establecimiento de los españoles, desde sus inicios con el fin de explotar nuestros recursos; incluso cerca de Baracoa lugar donde se establecieron los españoles por primera vez, esto hace comprender que estuvieron presentes aquí desde el inicio de la colonización.

En el Relato de Bartolomé Ortiz, referido anteriormente, se informa al Consejo de Indias en 1539, que los españoles de paso por Baitiquirí tomaron nueve indios encomendados a un vecino de esta localidad; los que conducían en su trayecto de viaje por el territorio y al encontrarse en la noche dormido los españoles, los indios tomaron las ballestas y lanzas y mataron a seis españoles, dejando otro herido. Regresando de nuevo al pueblo de Baitiquirí, los indios, alzaron al pueblo, mataron otros tres españoles y quemaron los bohíos.


Esto permite asegurar que esta fue la primera sublevación de aborígenes en este territorio, ocurrida en la cuarta década del siglo XVI muestra de la rebeldía de nuestros aborígenes ante la explotación española; ya que fueron capaces de quemar su pueblo como un rechazo a la presencia de los hombres blancos que los explotaban y maltrataban sin piedad; este constituye un hecho de gran valor; reflejo de que la lucha en San Antonio del Sur la iniciaron nuestros indios, en los comienzos de la conquista y colonización.

Los asentimientos coloniales más importante en el territorio se localizan, en primer orden en las inmediaciones de loma del Aposento, en las cercanías del actual cementerio de Buena Vista. En excavaciones realizadas por el grupo de aficionados de Arqueología del municipio, encabezado por Jesús Otero, han podido determinar la existencia de un asentamiento español en ese lugar, allí fueron encontrados restos de cerámicas, monedas españolas, restos de losas de la época, restos de un freno de caballo, así como un tipo de trinchera defensiva construida con piedras, en la entrada por mar. Todo esto hace entender que había una presencia española importante; que incluso crearon condiciones de protección, por lo que existe el criterio de que allí estuvo el primer asentamiento poblacional de españoles. En el lugar existen las condiciones de entrada y salida por el mar y posiblemente fue a partir de ese punto que los españoles determinaron construir un puerto en Baitiquirí, donde estacionar tropas, teniendo en cuenta las condiciones de la bahía; ese lugar aparece reconocido en Lexicografía Cubana donde se cita un mapa del puerto de Baitiquirí de 1816. La existencia de estructuras defensivas construidas allí es testigo de que tuvo una gran importancia tanto el puerto como el puesto militar que allí existió, pero podemos apreciar anteriormente que el paso de españoles en el territorio, en los inicios de las primeras décadas del siglo XVI; no parecen haber estado ubicados donde hoy existe dicho puerto, ya que era un sitio en el que había una gran cantidad de población aborigen; sino que esta población española estuvo situada cerca de este lugar y todo evidencia que fue en los alrededores de la Loma del Aposento; otro aspecto que nos permite hacer esta afirmación es lo que refiere Regino Eladio Botti, como "Hacienda Baitiquirí", por estar relativamente cerca de esa bahía. Con la construcción del fuerte militar en la bahía de Baitiquirí, es claro que allí habitaron militares españoles, pero no una población civil española, ya que este era el principal punto militar español en el territorio, donde aun existe evidencias de las trincheras, pozos y otras construcciones defensivas para proteger el lugar.


Otro sitio donde se establecieron los españoles en la localidad es en el Palmar de Puriales, en excavaciones realizadas por nuestro grupo aficionado, se han encontrado muestras de ellos, tales como restos de losas de la época, botones, botellas, monedas, y una copa de barro que se encontró en un sitio aborigen próximo al lugar, que muestra una transculturación de la cultura aborigen con la española y, aunque el sitio está situado en las profundidades del territorio con relación a las costas; la existencia de esta "Copa", objeto único en Cuba permite afirmar que la población española en el lugar, duró mucho tiempo; posibilitando que algunos de sus objetos fueran reproducidos por los indios en su cultura de cerámica. No parece que la presencia española allí fue de carácter militar, sino económica, existían indios, un río caudaloso donde pudo haber oro, además, tierras fértiles, aunque montañosas.

La expedición del Granpeshot

Las costas que bordean a San Antonio e Imías por el litoral sur; ofrecen magníficas condiciones para el desembarco de embarcaciones y ello hizo posible que una de las primeras expediciones con recursos para la guerra grande (aunque su origen es desconocido) llegara por la playa de Boca de Guardarraya, en el Partido de Jojó (actual Playa de Yacabo). Todo parece indicar que estos expedicionarios tenían en su plan desembarcar en costas próximas a Bayamo, pero por causas desconocidas lo hicieron por el punto señalado. Se desconoce que tuvieran contacto previo en esta zona.


La expedición la integraban jóvenes estudiantes y abogados cubanos, así como norteamericanos, solidarios con nuestra causa emancipadora, pero que no contaban con experiencia en la lucha armada. Este desembarco que se produce en la oscura noche del 1ro de junio de 1869, traía pertrechos de guerra y numerosos recursos más, para los cubanos que habían iniciado la lucha en 1868. El estado físico de los expedicionarios era muy débil, la mayoría de los hombres estaban extenuados por el viaje y una vez que desembarcan, se tiraron a descansar en las tranquilas arenas de la playa, donde lo sorprendió la mañana del día 2 de junio. En este lugar fueron visto por el barco de correo entre Guantánamo y la capitanía del Partido de Jojó, que los avistó en La Guardarraya y pudo distinguir en la costa a un numeroso número de hombres dispersos, junto a bultos sumamente sospechosos. Los expedicionarios sorprendidos se alarmaron. El Correo continuó su marcha y desapareció de su vista. Los expedicionarios decidieron abandonar el lugar para evitar ser sorprendidos y se trasladaron al hato de Macambo, abandonando la mayor parte de la carga, incluso sin ocultarla; llegaron a Macambo, guiados por Calderín, que luego resultó ser un traidor al delatar a los expedicionarios a las fuerzas españolas en Imias. Allí se presentó como prisionero escapado a estos. En este segundo campamento establecido en Macambo se organizan las fuerzas expedicionarias en tres pelotones: el de la vanguardia, dirigido por el general Tamayo; el del centro por el general Barrera y el de la retaguardia por el general Geo.B.Smith, todos dirigidos por el autotitulado "General Golivart". Esto se hace el día tres de junio; y el día cuatro se trata de recuperar el cargamento dejado que contaba con varios recursos, según aparece en "Los Ecos de la Demajagua".
..." En la playa, un rico botín... trescientas carabinas con sus respectivos parques, dos cañones lisos de montaña, explosivos, barriles que contenían galletas y dos millones de pesos para la República en Armas..." 

El día 5 los expedicionarios decidieron abandonar el campamento de Macambo; marchando rumbo oeste, sin práctico, con seguridad próxima a loas montañas que bordean el valle de San Antonio del Sur con mucha cautela. Se hace sentir la carencia de alimentos y de agua. En la mañana de ese día se produce un encuentro casual con la guerrilla de Rustán, quien esterado del desembarco trataba de hacer contacto con ellos. Este informó sobre las armas ocupadas por los españoles, de la traición de Calderín, así como el movimiento de tropas en el territorio. Se unieron las dos fuerzas y juntos decidieron atacar el cuartón de San Antonio en la mañana de ese mismo día. Al llegar encontraron las casas abandonadas, al igual que las propiedades, seguro como consecuencia de la represión que los españoles estaban iniciando en toda la zona. Fue saqueada la casa del teniente del cuartón y ocuparon caballos y alimentos, luego se alejaron y recibieron los consejos de Rustán de internarse junto a sus fuerzas en el sistema montañoso cercano, ya que era muy peligroso seguir moviéndose cerca del litoral, pues el movimiento de tropas de españoles y voluntarios eran numerosos y constantes.


En noviembre de 1871, como parte de la estrategia de Gómez y Maceo de invasión a Guantánamo y con el objetivo de extender esta a la región de Baracoa, las tropas de Maceo cruzaron las Cuchillas de Caujerí aprovechando su intrincada Geografía con el propósito de internarse en el territorio baracoense. En su trayecto establecieron un hospital de campaña en un lugar conocido como La Zona de Puriales, escogiendo un punto de nuestra geografía con magníficas condiciones para permanecer fuera del contacto del enemigo, que en esos momentos confiaba en la tranquilidad de saber que no operaban fuerzas mambisas por este contorno.
La operación sobre Baracoa no pudo realizarse, producto a lo fortificada y reforzada que estaba la plaza de Baracoa. Esto llevó a Maceo a l a decisión de regresar a la región de Guantánamo y en su contramarcha, sus tropas operan con éxito en Caujerí, aprovechando la presencia de guerrillas al servicio de España, ocupando armas, municiones, ropas y otros pertrechos. Desarrollando ataques sorpresivos, en lo que demostraron su capacidad de movimiento para enfrentar las tropas enemigas que transitaban en operaciones de rutina y de vigilancia, para garantizar la tranquilidad de la región. En esta operación las tropas de Maceo cruzan por la cordillera norte de Caujerí y en una zona de muchas palmeras hacen varios letreros, con consignas mambisas, lo que luego dio origen al nombre del barrio que hoy se conoce por "Los Letreros", las palmas en la década de 1940 todavía estaban algunas en la finca de Modesto Matos en Letrero Arriba, según testimonio de personas de esa época.

 

Después de finalizar la Guerra Grande de 1878,en el territorio de San Antonio del Sur, se produce una calma en la lucha revolucionaria. Se fue produciendo una transformación social paulatina de la población, se había iniciado un incremento de la población emigrante, fundamentalmente de Baracoa que, atravesando la geografía montañosa se había ido estableciendo en diferentes puntos de este entorno, principalmente Puriales y Caujerí. El éxodo era de campesinos, fundamentalmente en busca de mejores condiciones de vida, dedicándose a la agricultura. A pesar de esa migración el desarrollo demográfico del territorio era bajo en esa época.


La preparación de la guerra necesaria dirigida por Martí, tuvo su exponente mayor aquí en la figura del teniente Coronel Luis González Pineda y su familia. Ellos encabezaron todos los preparativos de la lucha, secundados, además, por el Capitán Quintín Frómeta, los Sargentos Magdaleno González, Antonio Martínez y Venancio Lovaina, formándose así el grupo conspirativo mambí que constituyó el núcleo inicial del Ejército Libertador, que el día 24 de febrero de 1895 se alzó en armas, dando cumplimiento a la orden de Martí de reiniciar la guerra para proseguir la lucha por la independencia de la Patria y la liberación del yugo colonial español. El alzamiento del 24 de febrero en el territorio se realizó cercano a la loma de Mariana, dirigido por Luis González Pineda, quien tenía su vivienda próxima a esa loma y era el líder indiscutible de todo el contorno, apreciación hecha por Martí en su diario. El campamento estaba situado en la loma del Infierno cerca de Madre Vieja.


La primera acción organizada por este grupo de patriotas mambises fue la de recibir a Martí en la localidad, cuando hacia su tránsito de Playitas de Cajobabo a la región de Guantánamo, los días 21 al 23 de abril de 1895. Pero antes el macizo montañoso de la Sierra del Purial fue escenario de la travesía de los expedicionarios de la goleta "Honor"; que el 1ro de abril de 1895 había traído a la Patria al Titán de Bronce, Flor Crombet, José Maceo y otros hijos de la Patria a continuar la lucha.


La Playa de Duaba, en Baracoa había sido el lugar del desembarco. Allí, después de que aquel grupo de patriotas librara la primera acción militar en suelo patrio, luego de un prolongado exilio y que a su vez sirvió para dar a conocer a los cubanos que ya Maceo, Flor y otros importantes patriotas combatían en tierras de la Patria, se inició una marcha por la difícil zona montañosa Sagua Baracoa - Sierra del Purial siguiendo el plan del general Antonio Maceo de moverse hacia Guantánamo al encuentro de Pedro Agustín Pérez, con guías que conocieran la zona. El día 2 de abril se le incorpora a los expedicionarios el guía Desiderio Lara, quién lo condujo por todo el territorio de las montañas del norte de San Antonio, hasta el punto conocido por Dos Brazos; pero más tarde resultó ser un traidor.


El viernes 5 de abril después de reponerse algo de las terribles jornadas del día anterior, al amanecer siguen la marcha al sur, guiados por la brújula. Pasan rozando Viento Frío, salen a la elevación de la Gurbia, bajando desde allí por un peligroso trillo en dirección al caserío del actual Quivijancito, entonces en pleno monte, suben la loma del Sol, llegan a la loma de la Cuchilla Quemada, haciendo campamento en la cima de esa altura después de grandes esfuerzos por lo difícil del acceso, fue una jornada agotadora, se encuentran en estado deplorable, tanto por el agotamiento como por el hambre. Sólo los mantiene el espíritu de lucha por la patria y la fe en sus jefes. Aún están en una región muy intrincada, despoblada y montañosa, además, continúan perdidos. Así de difícil fue el paso de Maceo y sus acompañantes en 1895 después de Duaba por este territorio.


El sábado 6 de abril salen temprano de la loma de la Cuchilla Quemada, la bajada es tan difícil y pesada como la subida, cayendo nuevamente en el río Quiviján, donde se forman Dos Brazos siguen la ribera del río y al fin salen a un camino real, sobre la cima de la cordillera de la Loma del Sol y hacen campamento más adelante, en la loma del Bejuco, la más elevada de esa sierra, donde es posible observar cómo corren los ríos en dirección contraria, es decir, hacia el norte y el sur, este punto es referido por algunos expedicionarios como una cordillera donde se dividen las aguas de Baracoa y Guantánamo. Ya no están perdidos han encontrado camino; en los expedicionarios, hay alegría ya tienen el rumbo claro a seguir, continuar protegidos por los montes de San Antonio.
Esa noche el guía advierte en el campamento al General Antonio, que siguiendo ese camino, llegarían al día siguiente a una finca llamada los Dos Brazos, que era muy frecuentada por los indios de Garrido (vecinos de la zona de Yateras, descendientes de los aborígenes que en los primeros tiempos de la guerra, prestaron sus servicios a favor de España, dirigidos por su Comandante Pedro Garrido Romero. Posteriormente muchos de ellos pasaron a la filas del Ejército Libertador, constituyendo la base del regimiento Hatuey). Planteando que seguramente chocarían con ellos; y recomendado tomar rumbo a Sagua, donde nadie los esperaba. Ante este planteamiento del guía Maceo le respondió "precisamente por ahí, por entre los guerrilleros, pasarían ellos".


El domingo 7, sin tomar en cuenta las consideraciones, planteadas por el guía la noche anterior, se continuó la marcha por el mismo rumbo que se había trazado. Siguiendo el camino real y bajando la cordillera, cruzaron por la cabeza del río Arroyón y atravesaron el río Ahogapuercos, afluente del río Sabanalamar, continuaron hacia el oeste, rozando por el norte la Finca Puriales, (actual Puriales de Caujerí), por el camino hacia Yateras, que sería el cause del arroyo de dos Brazos, actual Cabeza de Vaca, en dirección norte. Sobre las tres de la tarde llegan a la casa del cafetal Los Dos Brazos, donde residía Jorge Rojas, conocido por Jorge Ramirez Rojas, quien no estaba en la casa, pero si su familia. Allí los expedicionarios que venían muy cansados, hacen alto y se dirigen cerca de la casa; el General Antonio, que es de los primeros que llegan, sitúa una posta de avanzada y manda a hacer café, recogen plátanos y cortan caña para alimentar algo a la pequeña tropa que estaba por llegar.


Etapa neo-colonial


La oportunista intervención Yanqui en la Guerra Cubana – Española de finales del siglo XIX fue la primera contienda imperialista que recuerda la humanidad. Ofreció a los monopolios norteamericanos la posibilidad de iniciar su dominación en la Isla. Así nació la República Neocolonial, bajo la égida de los Estados Unidos de América.

La intervención imperialista convirtió la antigua colonia de España en una neocolonia de Estados Unidos, y durante los primeros 4 años de ocupación militar en Cuba se propició ese cambio.


La economía de San Antonio del Sur, hasta la década de 1930 se basaba fundamentalmente en la exportación de maderas, la producción y venta de sal y la producción de café en las montañas, viandas de algún nivel de plátano fruta. Todos estos productos agrícolas eran en poca escala y fundamentalmente de sustento para la población campesina existente, que realizaba el intercambio de productos como forma de comercio para poder suministrarse algunos productos necesarios para la vida, transportando estos en mulos y por malos caminos hasta los centros de relaciones comerciales de mayor importancia en esa etapa (San Antonio del Sur y San Antonio de Redó), donde se intercambiaba sal, azúcar, pescado y otros productos.


A partir de 1935 se inició el incremento de la producción de plátano fruta  a gran escala como resultado de la alta demanda que este alcanza en el mercado internacional y la creación de un centro de exportación de plátano fruta ubicado en la Playa Sabanalamar donde se crea un embarcadero del producto, controlado por una compañía norteamericana y donde el racimo de plátano fruta de 12 manos se vendía entre 20 y 30 cts. en excelente estado, lo demás costaban entre 10 y 20 cts. en excelentes condiciones de conservación. Testimonios de campesinos que participaron en este comercio cuentan, que muchas veces llevaban desde lugares lejanos (el Valle, los Mulos, Puriales, Viento Frío, etc.), estos productos hasta el lugar de venta y una gran cantidad de racimos de guineos no eran recibidos, por cualquier pretexto; los que tenían que votar o regalar a los vecinos para no regresar con la carga de nuevo. Lo poco que recibían por la venta de plátano fruta apenas alcanzaba para comprar sal, pescado, azúcar y otros pocos productos, que casi no daban para sobrevivir. Este comercio de plátano fruta duró hasta finales del 40; etapa en la que se establece en el territorio la compañía santiaguera de Octaviano Navarrete, la que se dedica a la producción y comercio de plátano fruta en una primera etapa.


En la década de 1940 se incrementa la población campesina en el Valle de Caujerí amparada en el acto de donación firmada por el Presidente de la República de Cuba con fecha 24 de febrero de 1944, donde se establecía el reparto de las tierras pertenecientes al Estado en Caujerí; entre los campesinos, con la categoría de “donación provisional”. Refrendado todo esto, por la Ley No 85 de enero de 1938, que establecía este reparto de tierras estatales con la categoría de donación. Esta maniobra aparentemente “bondadosa” del Estado, estuvo dirigida a tratar de impedir los constantes deslindes y las luchas campesinas que se desarrollaban en Caujerí, por las pretensiones de grandes propietarios de apropiarse de estas fértiles tierras. Los tenedores de las tierras debían cumplir determinadas obligaciones entre ellas; los beneficiarios no podían dar arrendamientos, colonatos, aparcerías y usufructos,


El proceso de distribución de las tierras en la “Hacienda Caujerí”, consolidó la formación de pequeñas fincas y la existencia de algunos campesinos medios, además, impidió la formación de grandes latifundios, junto a la lucha librada por los campesinos en defensas de sus tierras.


En la hacienda “Sabanalamar” y “Baitiquirí”, se generaron profundos conflictos en los últimos años de la década del 30, entre diferentes latifundistas por apoderarse de estas tierras. En 1941 se promovió un deslinde de estas haciendas, que provocó la distribución de sus terrenos en lotes de diferentes tamaños, entregando Titulo de Propiedad a diferencia de Caujerí a distintos propietarios, lo que originó el surgimiento de un total de 15 lotes. Ello facilitó que familias adineradas de Santiago de Cuba y Guantánamo se apropiaran de estos terrenos; según aparece en el Registro de Propiedad del Ayuntamiento de Guantánamo en el Tomo 10, donde aparece en la inscripción primera, 547 caballerías de tierras se le adjudicaron al ingeniero Civil Octaviano Navarrete y Parreño de nacionalidad cubana y a Eugenio Planas Valladares, le fueron otorgadas 665 caballerías, eso posibilitó el surgimiento de un gran latifundio que en poco tiempo paso a ser completo, incluyendo todos los lotes repartidos, a propiedad de la compañía “Navarrete” que se extendió desde Baitiquirí hasta Macambo, llegando hasta Maya sus propiedades. Esto inició una lucha constante por adueñarse del Valle de Caujerí y otras propiedades.


En 1941 los Navarretes adquieren parte de la propiedad “Macambo” con 558 caballerías, para poner en práctica el “Proyecto Agrícola Macambo” dedicado a la producción de guineo, en el cual construyeron un sistema de regadío por gravedad conocido como “Túnel de Sabanalamar”, que posibilitó sembrar extensas áreas de guineo en el Valle de San Antonio del Sur, llevando a cientos de pequeños campesinos a la ruina al no poder competir con los precios de esta compañía que absorbió todo el comercio del plátano fruta (guineo) en San Antonio.
Hay testimonios de campesinos que vivieron desde la primera década del período Neocolonial en la localidad, como Felino Gamboa Ramírez y Antonio Rodríguez Estévez que relataron como fue la vida de los humildes Campesinos en esta etapa de nuestra historia.


“La vida era muy dura, no había dinero había que comprar con vales, casi siempre en la propia tienda de los que lo daban porque casi nunca pagaban dinero en efectivo, muchas veces había que salir con pedazos de macho cimarrón o algún otro animal que se cazaba en el monte para cambiarlo por sal, ropas viejas, alpargatas u otros objetos necesarios para poder sobrevivir. El zapato que más se usaba por aquella época por los campesinos eran las alpargatas y cutaras de yagua. Las viviendas eran fabricadas con maderas amarradas con bejuco y forradas con yagua de palma, con piso de tierras, algunas viviendas se forraban con tablas de palma.

La mayoría de la población era analfabeta, no habían escuelas para los hijos de los campesinos. No había servicios de salud de ningún tipo en el territorio, muchas personas veían morir a sus familiares sin poder hacer nada para evitarlo. La esperanza de vida no rebasaba los 50 años y la mortalidad infantil era muy alta, aunque no estadística que lo reflejen.
La educación en la Neocolonia.


Las aulas creadas por los militantes del PSP fueron el inicio de una labor encaminada a la superación del campesinado en el territorio, pero no podemos hablar, de la existencia de una cultura educacional, ya que apenas se reconoce por testimonio de la época. La existencia de un número muy bajo de escuelas, en la década del 50; reconociéndose las siguientes escuelas, (aunque muchas veces sin maestro o en algunos casos con maestros privados): San Antonio del Sur, Guaibanó, Puriales, Manguito, Centeno, Letreros, El Corojo, El Chote y Tortuguillas. las escuelas, en la mayoría del curso no sobrepasaban los 300 alumnos, todos de primaria, de ahí que la condición de analfabetos caracterizaba a la población, donde la mayoría de las personas no habían aprendido ni a poner su nombre. Hay que destacar en esta labor, la escuela de Manguito que desde 1936 empezó a funcionar y nunca cerro por falta de maestros, gracias a las gestiones de sus padres y vecinos, fue una excepción. La ignorancia era un método de la oligarquía para poder engañar y explotar con mayor facilidad a la mayoría de la población.


La salud Pública en la Neocolonia.


La atención de la salud del pueblo no existió en este municipio durante la neocolonia. Testimonios de campesinos de la época reconocen:


“Había solo 5 boticas (Farmacias), en Puriales, Guaibanó, El Chote, Manguito y San Antonio del Sur. Eran los farmacéuticos y propietarios, los que indicaban y vendían las medicinas, los más famosos eran: el llamado Dtor “Piña”, en Guaibanó, “Paquito”, en Puriales y “Rafelito”, en Manguito. Las ventas de medicinas eran un gran negocio para los que se dedicaban a ella. No existían partos institucionales, las madres parían en sus casas, recogidas por una partera o comadrona, que eran las que se encargaban de hacer los partos, en condiciones muy rudimentarias, muchas madres morían de partos o sus hijos, sin poder hacer nada para salvarlos porque no existían recursos para ello.


La palabra “Médico” era desconocida para la mayoría de la población, que carecía de todos estos servicios. El promedio de vida era de apenas 55 años y la mortalidad infantil era muy alta. En esta época se trasladaban los enfermos muy graves en parihuelas (camillas en forma de hamacas) por caminos vecinales, hacia San Antonio Redó, con la esperanza de tomar algún transporte que lo llevara a Guantánamo en busca de algún servicio médico, traslado este que solo podían realizar algunos campesinos que tenían la posibilidad de reunir algún dinero, para costear los gastos; muchas veces tenían que endeudarse para salvar algún familiar. El Estado sanitario del territorio era crítico.

La revolución en el poder

El 1ro de enero de 1959 fue un día de gloria para los ciudadanos de este territorio, testimonios de sanantonienses que tuvieron la dicha de vivir esos instantes, recuerdan con nostalgia, que la noticia del triunfo de la Revolución se recibió muy temprano en la mañana del primero de enero, por Radio Rebelde, y de inmediato la población se lanzó a festejar la victoria. En el Valle de Caujerí se organizó de forma espontánea, una marcha de campesinos a caballos, iniciándose en circunvalación, desde Pozo Azul, Letreros, Centeno, Jagüeyes, Mije, Pilones, Corojo, Guaibanó, gritando "Viva la Revolución, Viva Fidel", y muchas otras consignas. Se concentraron gran cantidad de campesinos en los poblados del Valle donde festejaron con gran entusiasmo la victoria del Ejército Rebelde al que tanto habían ayudado, así como el futuro que sabían sería muy distinto para todo el campesinado, que siempre había vivido marginado y explotado. En los poblados de Puriales y San Antonio del Sur la alegría también fue muy grande, cohetes de mano, tiros al aire, fiesta del pueblo fue el ambiente vivido ese día por los pobladores, que sabían se iniciaba una nueva historia para la vida de todos. Se abría la esperanza que muchos habían soñado.


La situación económica, social y política de la población del territorio que hoy abarca el municipio de San Antonio del Sur, estaba colmado de un cuadro de pobreza y subdesarrollo lamentable. La compañía de los "Navarretes" controlaba las tierras productivas del Valle de San Antonio y se extendía hasta Maya, eran dueños de las salinas de Baitiquirí y Macambo, controlaban, además, el comercio de cabotajes que se realizaba por el pequeño puerto de Baitiquirí y el embarcadero de Sabanalamar, además, eran los dueños de la mina de yeso de los Siguatos y la de oro de Maya. Esta compañía era la principal propietaria de tierra en la localidad.
En Caujerí existía la CENCAM, propiedad del hijo de Batista, que trataba de controlar todo el comercio de maíz, con una política engañosa que practicaba con los campesinos, trataba de endeudarlos para luego quitarles sus tierras. Los campesinos no se dejaron engañar con facilidad.


Existían numerosos y pequeños comerciantes, con tiendas, bares, fondas y vallas de gallo que prestaban servicios en casi todos los barrios de la localidad, pero a la vez explotaban a la población; que casi siempre compraba por crédito o vales y sus cosechas iban a parar a manos de estos propietarios a precios muy por debajo de los del mercado, para luego ellos venderlos y obtener mayores ganancias. Las vallas de gallo servían para perder el poco dinero que se ganaba y llevar mayor pobreza a los que ilusionados en buscar mayor suerte, lo perdían todo a la pata de un gallo, para luego aumentar el sufrimiento de su familia.
La pobreza se mostraba extrema, la educación siempre fue un sueño anhelado; pero nunca realizado, más del 60 % de la población estaba analfabeta, era triste ver como la inmensa mayoría de los campesinos y otros ciudadanos firmaban con las huellas digitales de los dedos de las manos.


Los servicios de la salud eran inexistentes, no había un solo médico, la gente moría sin saber de qué, el paludismo, la tuberculosis, la lepra, el parasitismo, el tifo y la poliomielitis, dañaban seriamente la población, que solo tenía como recurso para curar a sus enfermos: pedir a Dios, acudir a un curandero o buscar las medicinas verdes. El promedio de vida no rebasaba los 50 años y la mortalidad infantil se calculaba por encima de 60 por mil nacidos vivos.


En el orden político lo más común que se manifestó en el territorio fue la politiquería de alguaciles y politiqueros, comprando los votos de las familias campesinas, aprovechándose de su sufrimiento y su pobreza, haciendo promesas que nunca cumplían. No existieron manifestaciones de partidos burgueses que se establecieran aquí. Solo algunos miembros del Partido Socialista Popular, que cumpliendo indicaciones de apoyar las luchas del campesinado contra las injusticias, llegaron en la década de 1940 y 1950.Estas fueron algunas de las realidades que tuvo que enfrentar el triunfo revolucionario en 1959.


Los primeros años de la Revolución (1959-1963)


El territorio no tenía estructura jurídica que lo denominara como municipio o región, se conocía esta localidad como Término Baitiquirí de la municipalidad de Guantánamo. En el año 1959 se crea una estructura territorial sin una determinación específica, se ejerce el control por zona geográfica, limitada por el río Sabanalamar, a la derecha era territorio jurídico de Baracoa y a la izquierda pertenecía a Guantánamo, con esta forma de división política administrativa se inician las transformaciones de La Revolución desde los primeros meses de 1959 organizados y dirigidos por la intendencia rebelde, que se ubicó en San Antonio del Sur y en Puriales.
El poder político quedó ejercido por el Ejército Rebelde en todo el territorio debido a que la columna 18 que controlaba la localidad desde los primeros meses de 1958, tenía creadas diferentes estructuras que sirvieron de base para ejercer el poder revolucionario, hasta que se inicia la aplicación de la primera Ley de Reforma Agraria y se crea el INRA; que es la institución revolucionaria que toma el control administrativo de la localidad, en sustitución de las instituciones del Ejército Rebelde de la columna 18 a finales de 1959.

En el año 1963 un elemento contrarrevolucionario llamado Jabaito Kiroga operando en Los Guineo y Los Cacao, realiza quema de escuelas y asesinatos con el objetivo de aterrorizar a los campesinos. En la lucha contra este elemento fue asesinado Elpidio Díaz Delgado, miliciano de Mameyal, otro crimen de la contra en la localidad. Este fue capturado y pagó por sus crímenes.
La presencia de "Yarey" en el territorio de San Antonio.
En el año de 1963 se inician las infiltraciones por las costas del territorio, de Amancio Mozqueda el que procedente de EU, (donde se había asilado en 1960), convertido en agente de la CIA, venía para desarrollar acciones contrarrevolucionarias con el propósito de desestabilizar el país por esta región oriental.
Este personaje lograba entrar dos o tres veces cada año, generalmente solo, para evitar ser detectado. Su objetivo era reunirse con los contactos internos, a quienes casi siempre avisaba por radio mediante claves que usaba. Su entrada se producía por las costas entre Yateritas e Imías de las que tenía un gran conocimiento, además del apoyo interno que recibía de elementos vinculados a él que lo protegían durante el tiempo que permanecía dentro del territorio; ya que su objetivo era dar orientaciones y volver a salir del país.


Una vez que se detectaba su presencia por la seguridad del estado o por la información que brindaba el pueblo revolucionario, se desarrollaba una gran movilización de tropas milicianas y otras fuerzas que operaban en su captura, cientos de obreros y campesinos del territorio participaron en las diferentes operaciones que en la búsqueda de ese personaje se efectuaron. En más de 10 ocasiones entró y fue perseguido; pero logró salir del país varias veces por el apoyo de familiares, la contra interna, el conocimiento que tenía de todo el territorio y, además, porque se movía solo; esos factores le facilitaban su fuga, casi siempre por la zona próxima a la Base Naval Yanqui.  Fue calificado de "cagüeiro" una leyenda divulgada por él y la contra para confundir y crear pánico en la población que era muy supersticiosa en esa época.La táctica de moverse solo le facilitaba escapar de los cercos que se le hacían con cientos de milicianos, hasta que terminó su leyenda de "cagüeiro" en mayo de 1969.

El 18 de mayo de 1969 es detectado un desembarco por la playa de El Cajón entre Macambo y Pan de Azúcar, el que es descubierto por patrullas de las milicias costeras que vigilaban las costas. Al observarse lanchas de goma, pertrechos y otros objetos, se avisa rápidamente que hay un desembarco y de inmediato se tiende un cerco de milicianos y del pueblo sanantoniense por la carretera Vía Azul desde el poblado de San Antonio del Sur hasta más allá de Macambo, un hombre o mujer por metro. Rápidamente se movilizaron las milicias, las FAR y Tropas Guarda fronteras que empiezan desde el día 19 una operación de peinar por dentro del cerco principalmente, la loma de Pan de Azúcar y sus alrededores que fue donde se detectó que estaban los elementos que desembarcaron. Esta movilización se llamó "Operación Macambo" y estuvo dirigida por el Comandante Tomaseviche. El cerco se fue cerrando con el apoyo de un helicóptero, del que se llamaba constantemente a los contrarrevolucionarios a entregarse, que estaban rodeados y no podían salir. Poco a poco fueron siendo capturados o muertos hasta que el 25 de mayo es hecho prisionero Yarey y Tico Herrera, los que juntos a Carlos Ramón Ibarra, Bienvenido Fuentes, Sixto Mozqueda, Francisco Crespo y el llamado Quintin Bandera entre otros contrarrevolucionarios; terminaron derrotados por el pueblo que no cejaba en defender su Revolución. En esta operación mueren los combatientes de la frontera Maximiliano Domínguez y Rafael Pérez Cutiño, los que ofrendaron su vida en defensa de esta tierra sanantoniense.
Con la "Operación Macambo" culmina una larga etapa de lucha contra el personaje que había obligado a movilizar fuerzas milicianas y de las FAR, durante unos seis años, apoyadas por la CIA y la mafia cubano americana de Miami. Fueron muchos los hombres y mujeres que se sacrificaron para poder terminar con ese siniestro personaje llamado yarey que tanto alentó la contrarrevolución interna en esta localidad guantanamera.
El 3 de diciembre de 1969 se celebra el juicio por un tribunal revolucionario en el local donde estaban ubicados los corrales y oficinas de los Navarretes, en esos momentos convertidos en las oficinas municipales de acopio. Ese día el pueblo pidió junto al tribunal la máxima pena para Yarey y algunos más de su banda que tanto daño habían causado a este pueblo.

Ley de reforma agraria

En octubre de 1963 el gobierno revolucionario aplica la Segunda Ley de Reforma Agraria mediante la cual se da un duro golpe a la burguesía rural que no era numerosa en este territorio de San Antonio del Sur, al dejarle como límite máximo 5 caballerías de tierra.


En esta nueva etapa se procedió a intervenir aquellas fincas que formaban pequeños latifundios como fueron: 1. Finca de Ulpiano Piña (Piñita) en Pozo Azul. 2. Finca de Miguel Martínez en el Mije de Caujerí. 3. Finca de Juan Civera en Los Letreros. 4. Finca de Gavino Cautín en Mariana. Una parte de estas tierras pasaron a la Granja René Amill, y en la otra se crearon Sociedades Agropecuarias. En la finca de Miguel Martínez se organizó una Sociedad Agropecuaria que recibió el nombre de Julio Delgado. Allí fueron ubicados unos 40 obreros con sus familiares, se le dieron créditos y se les crearon condiciones de vida, al construirse varias casas que facilitaron el trabajo cooperativo de los asociados. Esta forma de cooperativa no prosperó y sus tierras pasaron a la granja René Amill a principios de la década de 1970. En la finca Ulpiano Peña también se formó una sociedad agropecuaria con el nombre de Justino Durán, esta duró poco tiempo, las tierras pasaron a la granja estatal. En este proceso de aplicación de la Segunda Ley de Reforma Agraria, las tierras de Maximino Torres en el Mate de Caujerí, que se habían confiscado desde la etapa insurreccional, fueron repartidas entre los campesinos del lugar, entregándoseles a todos el título de propiedad. Esta segunda ley agraria facilito terminar con los terratenientes que habían en el territorio y terminó con ella la explotación de campesinos y obreros agrícolas. Este proceso de intervención fue dirigido por el INRA y en el jugaron un papel importante distintas personas del territorio que se habían incorporado a las tareas de la revolución como Domingo Hernández, Darío Rubio, Ramón Rodríguez etc. Se crearon comisiones integradas por militantes del PURS y por milicianos, a los dueños se les dejaba la casa de vivienda y los recursos que establecía la ley. En todas estas tierras se desarrollaron planes agropecuarios que facilitaron dar empleo a cientos de personas que nunca antes habían tenido un trabajo fijo, beneficiándose también numerosas familias campesinas de procedencia muy humilde que no habían tenido ninguna forma segura de vivir en el pasado. El panorama económico y social comenzó a cambiar en muchos hogares sanantonienses desde el punto de vista económico y social, al incorporarse cientos de obreros agrícolas al trabajo y poder tener salarios estables y una vida más decorosa.

Primeras obras sociales La situación social y económica tenía un panorama triste al triunfar la Revolución; es por eso que rápidamente se inició la construcción de algunas obras que permitieron traer un cambio en la forma de vida que había tenido el pueblo sanantoniense hasta ese momento. La construcción del hospital rural de Puriales, fue la primera obra social hecha por la revolución en el territorio, terminada en 1960. Este hospital de montaña con tres pequeñas salas, una de niños, una de mujeres y una de hombres con 20 camas en total, fue un gran regalo que la revolución hizo posible para iniciar el desarrollo de los servicios de salud. Entre 1962 y 1965 se acometió un amplio proyecto de creación de escuelas a través del llamado "Plan Baracoa" que tenía el propósito de desarrollar un conjunto de obras públicas para beneficio del pueblo de esta región, el que se desarrolló con éxito en San Antonio. En el valle y sus alrededores se hicieron varias escuelas de mampostería de gran calidad como fueron: Los Guáranos, El Ramón, El Chote, Batea, Los Naranjos, San Antonio, actual centro escolar Pedro Hernández, Puriales internado de montaña Constantino Lores Alba, estas fueron las primeras escuelas creadas por la revolución como parte de las transformaciones que se iniciaban para la población de esta localidad. La carretera de Guantánamo a Baracoa que atraviesa este territorio (Vía Azul) entre 1961 y 1962 fue una obra de extraordinaria importancia para mejorar las comunicaciones, ya que para realizar los viajes a Guantánamo los jeep y los carros, lo hacían en tiempo de mucha lluvia con picos y palas para poder salir de los pantanos que se hacían en los caminos hasta Guantánamo. La brigada del plan vial que realizó esta carretera tuvo su campamento donde ahora está el cine Sabanalamar, la misma dio empleo a muchas personas mejorando en alguna medidas los problemas de desempleo y la vía de comunicación de Guantánamo a este territorio. En 1961 se inició la construcción de un camino por la loma de Mariana, que fuera alternativo al del Abra que con frecuencia se rompía e incomunicaba a Caujerí y al resto de las zonas montañosas principalmente en la época de lluvia, como ocurrió con los grandes aguaceros que se produjeron en octubre de 1961. Una vez terminado el camino por la loma de Mariana hasta Guaibanó se iniciaron nuevos caminos vecinales en el Valle de Caujerí. Se hizo un camino desde Guaibanó hasta Corojo - Manguito - Centeno - Letreros. Este posibilitó mejorar las vías de comunicación en estos barrios, fue además de gran importancia para el desarrollo económico y social de productores agrícolas de Caujerí.

Desarrollo económico A partir de 1963 se desarrollaron planes agropecuarios importantes en el territorio, que posibilitaron cambios económicos y sociales significativos, en diferentes lugares de la geografía sanantoniense: El Plan Uvas de Yateritas posibilitó dar empleo a varias decenas de trabajadores, allí se construyeron, además, varias viviendas para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de esa comunidad. La producción de uvas llegó alcanzar un desarrollo considerable, comercializándose en la provincia y fuera de ella, incluyendo Varadero donde había un plan turístico internacional. Eran uvas hermosas y de muy buen gusto. Este barrio se hizo popular por sus uvas, todavía se conoce como “Plan Uvas de Yateritas". Esta producción se mantuvo hasta la década de 1980. El desarrollo ganadero de San Antonio en la granja René Amil, extendido por casi todo el territorio fue de gran importancia económica entre 1960 y 1980. Se llegaron a producir más de 5000 litros de leche diario, se abastecía al municipio y se entregaba leche diariamente al ECIL, con recogida en ocho puntos del territorio. La ceba y venta del ganado al matadero de Guantánamo y Baracoa y a otras empresas ganaderas fue una actividad económica significativa y en la década de 1960 y hasta los primeros años de 1980. Se desarrollo con éxito el plan de ganado equino entre 1970 y 1985 que tenía un nivel de producción importante de caballos y mulos. La granja René Amil llegó a dar empleo a más de 1000 trabajadores agropecuarios del territorio y fue el centro insignia de la economía de la localidad hasta la década de 1980. En las salinas de Macambo y Baitiquirí se hicieron inversiones que mejoraron la producción en calidad y cantidad. Fue esta la única actividad industrial independiente que se desarrollo en este territorio, con producciones de sal para el consumo provincial y la venta a otros lugares del país. En el Valle de Caujerí la producción agropecuaria de los campesinos se incrementó de forma notable a partir del otorgamiento de créditos por el estado a los campesinos, desde 1963 las producciones más destacadas en la década de 1960 fueron: la de ñame filipina que se llegaron a producir 90 000 qq en el año, la producción de maíz llegó más de 80 000 qq en el año. La producción de café y malanga en la montaña se incrementó en la década de 1960, pero a partir de la década de 1980 estas dos producciones disminuyeron por el éxodo de la población de estos lugares. El maíz símbolo de Caujerí La producción de maíz era en los primeros años de la década 1960 la principal del Valle de Caujerí, lo refleja lo alcanzado en las Sociedades Agrícolas que existían en 1963, año de una gran cosecha de maíz en Caujerí. Estas producciones se mantuvieron hasta finales de 1960. El desarrollo de acopio Hay que significar que esta producción era de maíz desgranado y con buena calidad para el mercado. En esta época el Valle fue el granero mayor de maíz de Oriente, planta de la que se había incrementado el cultivo desde los inicios de la década de 1950. Se llegaron a producir más de 100 000 qq de maíz en granos en un año. Para la compra de los productos agrícolas a los campesinos se crearon diferentes centros de acopio en distintos puntos del territorio. El centro de acopio principal se ubicó en Cardonal donde estaba la compañía de los Navarretes, otro centro importante se hace en Guaibanó, en el edificio de la CENCAM, antigua propiedad de Papo Batista. Fueron ubicados, además, puntos de acopio en Puriales, Los Mulos y Viento frío. A partir de 1963 con el surgimiento de esta entidad para comprar los productos se presta un servicio de una gran importancia para los campesinos, ya que por primera vez el campesinado tenía asegurada la compra de sus cosechas a precios razonables. La Forestal El desarrollo forestal del territorio alcanzó un notable incremento a partir de 1969 principalmente en la zona montañosa de Viento Frío, Los Mulos, El Chote, con la siembra de pino y otras especies. Incrementando con estos planes el número de empleo en estas zonas antes despobladas de árboles por el uso indiscriminado de sus bosques, se plantaron más de 10 millones de árboles entre 1969 y 1980. En la década de 1980 se inició la explotación de estos bosques de manera controlada. Se corta madera rolliza para viviendas y otros usos, postes para cercar potreros y leña para cocinar en diferentes entidades del territorio; como panaderías, centros gastronómicos, escuelas y hospitales. Se crearon (viveros) forestales en Palmarito y Puriales a partir de 1964, también de café y cacao, con el propósito de incrementar la siembra en diferentes áreas del territorio. Hay lugares que recibieron nuevos nombres debido a los planes de viveros que se desarrollaron, como el caso del Plan de Puriales, ya que en ese lugar existió un vivero de gran importancia en la década de 1970. En los inicios de la década de 1960 se crean varias tiendas del pueblo, en casi todos los barrios se creó una tienda mixta que prestaba sus servicios a la población, a pesar de que todavía se mantenían algunos comercios privados. En la década de 1970 se icieron grandes inversiones, creándose nuevos centros gastronómicos y comerciales como fueron: el Restaurante de la Playa; comedor de Guaibanó y de Puriales, se incrementaron los servicios gastronómicos en Baitiquirí, Tortuguilla y Yateritas con nuevas unidades. Se inició el servicio de arreglo de radio, televisión, relojes y otros enseres menores que nunca antes se habían prestado en este territorio, los servicios de barberías y peluquerías también se prestan por primera vez por el estado con unidades en San Antonio, Guaibanó y Puriales. La electricidad El servicio eléctrico alcanzó un notable desarrollo a partir de 1963, ya que sólo en esta localidad conocían el servicio de la luz eléctrica, algunas personas que tenían algún recurso económico y poseían pequeñas plantas eléctricas en sus casas, fondas y bares. Se utilizaron plantas eléctricas por la Revolución en San Antonio, Guaibanó y Puriales para prestar servicios de 4 horas a locales importantes y algunas viviendas a mediados de la década de 1960. En 1970 se instalaron cuartos de plantas eléctricas con tres máquinas en San Antonio, Yateritas, Guaibanó y Puriales que amplió el servicio eléctrico la población, aunque limitados a 6 horas por la noche, esto fue un avance, comparado con lo que existía antes de la revolución. El sistema eléctrico nacional comenzó a llegar al territorio a finales de los años 80, quedando instalado desde Acueducto hasta San Antonio en 1989; y se extendió hasta el Valle de Caujerí y Puriales entre 1990 y 1991. Este servicio trajo un cambio radical en el nivel de vida de la población sanantoniense que pudo incrementar la adquisición de equipos electrodomésticos para su hogar y recibir un grupo de servicios que nunca antes había podido tener. Transporte El servicio del transporte comenzó a desarrollarse a partir de 1961 con la construcción de la carretera Vía Azul de Guantánamo - Baracoa. En 1963 se inaugura el servicio de transporte serrano, con la primera línea de transporte que se crea en este territorio, Guantánamo - Puriales, siendo conducido el primer transporte serrano por Felix Velázquez, el que daba un viaje diario desde Guantánamo a Puriales. Existían varios jeep que daban viajes desde la ciudad de Guantánamo a diferentes lugares de la geografía sanantoniense. También pasaban por el territorio las líneas de transporte serrano y más tarde los ómnibus que iban a Baracoa diariamente. En 1975 se crea una base de ómnibus en San Antonio del Sur, con varias rutas internas: San Antonio - Guaibanó - Puriales; San Antonio - La Zona; San Antonio - Los Letreros. En 1980 se incrementan los viajes a Viento Frío - Los Mulos, El Chote, Centeno, Corojo, Mije, Imias y Guantánamo, para este servicio se contaba con un parque de 36 guaguas, de ellas 15 IFAS y 22 Girones, 11 de esas guaguas garantizaban el transporte de montañas.

En 1972 se comienza a prestar servicios de ómnibus nacionales con la recogida de cuatro pasajeros diarios para La Habana en la ruta que se abre ese año desde La Habana a Baracoa. Por primera vez este viaje se podía realizar desde San Antonio del Sur directamente. En 1975 surge una piquera de taxis que llegó a tener 18 carros los que prestaban el servicio en toda la zona llana del municipio y a las ciudades de Baracoa, Guantánamo, Santiago de Cuba y otros puntos del país. En la década de 1980 este servicio llegó a ser muy útil y de gran demanda por toda la población. Para dar cobertura a todo el servicio de transporte surge el establecimiento de ómnibus de San Antonio en 1970 con una dirección administrativa y un taller técnico, esta dirección estuvo ubicada en el antigua Hotel-Bar edificación de madera y de dos plantas que fue demolida, estaba frente al parque central del poblado de San Antonio y era uno de los principales valores arquitectónicos de la cultura en las viviendas de los sanantonienses.

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Fuentes