Internacional Cubana de Tabaco S.A.

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La empresa Internacional Cubana de Tabaco
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Edificio)
INTERNACIONAL CUBANA DE TABACOS.jpg
Fábrica de tabacos ubicada en Boyeros
Descripción
Tipo:Edificio
Localización:Avenida Independencia No. 34501 entre 345 y 1ro de Mayo. Boyeros. La Habana, Boyeros, Bandera de Cuba Cuba
Uso inicial:Fábrica de tabacos
Uso actual:Mantiene su función original
Datos de su construcción
Inicio:Segunda mitad del siglo XX

Tabaco en Boyeros

La empresa Internacional Cubana de Tabaco S.A. (ICT), una entidad de capital mixto entre el Grupo Empresarial de Tabaco de Cuba, Tabacuba, del Ministerio de Agricultura de la isla e Imperial Tobacco Group (ITG) ─cuarto grupo tabaquero a nivel mundial─ tiene como objeto social la producción mecanizada de tabaco para la exportación.

Con niveles productivos comparables a los de fábricas de la mayor alcurnia en el mundo, la Internacional Cubana de Tabaco S.A. alcanzó el pasado año ingresos superiores a los 21 millones de dólares, cuarta compañía tabaquera a nivel internacional, es la única en el país que produce y comercializa tabaco de forma mecanizada; sin embargo, la dedicación que despliegan sus obreros en la elaboración de más de 650 mil unidades diarias demuestra que allí, más que con tecnologías modernas, se trabaja con el corazón.

Con apenas 18 años en operaciones, la ICT ha sabido ganarse un puesto de honor dentro de la centenaria industria tabacalera cubana, y produce anualmente como promedio 150 millones de unidades, que se presentan en 10 marcas con seis formatos y 52 referencias, y que están dirigidas en más del 80 por ciento a la exportación, sobre todo hacia los mercados de Europa, Latinoamerica y algunos de África y Medio Oriente. El colectivo de trabajadores de la ICT ostenta el pergamino de vanguardia nacional ─principal lauro emulativo entre los centros laborales cubanos─. Está compuesto por 351 laborantes, de ellos 233 mujeres y 222 vinculados directamente a la producción.

De acuerdo con Emilio Delgado Mena, director de producción, la empresa, ubicada en el municipio de Boyeros, labora bajo estrictas normas de calidad y tiene como principal fortaleza la utilización de materia prima completamente de origen cubano y ciento por ciento natural, lo cual la convierte en la emisora del 25 por ciento de los 500 millones de tabaco natural que se comercializan en el mundo, saldo que requiere desplegar un trabajo fuerte e inteligente para insertarse en este mercado.

Pero si bien la calidad de la materia prima, en la cual no se incluye ningún tipo de componente químico, es un aspecto decisorio para el desenvolvimiento del centro, el valor de su colectivo de trabajadores es su motor impulsor, porque en él existe, al decir de Leonardo Socarrás Oliva, director de Recursos Humanos, “una cultura de unión, de hacer bien las cosas y responder al objetivo de la empresa”.

En la ICT se mantienen laborando 56 de quienes fundaron la entidad, el mejor empeño laboral se alcanza no solo con el beneficio de un buen salario; se impone también la unidad del colectivo, que se tome en consideración el criterio de todos, que la atención al trabajador no sea un mero eslogan, y que exista un verdadero compromiso de la dirección para garantizar la calidad.

Son premisas que imperan en esta entidad, donde en 17 años el salario medio se multiplicó por casi cuatro veces y fabrican nueve marcas y 53 referencias, o lo que es igual, 53 presentaciones en las que se vende el producto, todas encabezadas por Guantanamera, su sello emblemático.

Milagros Fernández Martínez es fundadora de la entidad y la única que ha transitado desde un puesto como obrera simple a una de las siete direcciones con que actualmente cuenta la empresa. Es la Directora de Gestión de la Calidad en Internacional Cubana de Tabaco S.A. “Tenía 30 años y era graduada universitaria como Licenciada en Matemática-Computación. Había sido profesora de esa asignatura en la enseñanza media, pero había pedido la baja por decisión personal. Al poco tiempo me enteré que se organizaba esta empresa, solicité mi planilla y me sometí a un proceso de entrevistas y pruebas. Fui aceptada. “Lo primero que hice aquí fue aprender a preparar la materia prima; posteriormente pasé a operaria de máquina, más tarde a envasadora y luego me con vertí en Especialista en Control de la Calidad. “Nosotros tenemos nuestra calidad certificada desde el 2007 ─ahora con las normas ISO 9001 del 2015─ y tenemos la misión de gestionar y velar porque prevalezca la calidad en cada puesto de labor. La dirección empresarial está altamente comprometida para que el sistema funcione. “Aunque no estoy actualmente con alumnos en un aula, creo que nunca en mis 17 años en ICT he dejado de impartir clases, pues aquí es norma contribuir a la formación continua de todos los trabajadores. Con la exigencia también se forma a las personas”. “Vine a ICT en busca de un vínculo laboral, pero partiendo de mi especialidad anterior. Aquí se daba el escenario adecuado y para llegar adonde he llegado aproveché esa oportunidad con trabajo y dedicación”, asegura.

Orlando García Martínez es ingeniero mecánico especialista en Equipos Agroindustriales desde antes de llegar a la ICT. “Soy fundador de ICT, con la diferencia que antes trabajaba con máquinas tradicionales. Me ocupo del mantenimiento industrial. Son máquinas automatizadas, muy productivas y contribuyen a una mejor calidad del producto final. “Es fácil trabajar en un lugar como este, pues más allá de los beneficios monetarios, que los hay, trabajamos muy unidos. Surgen problemas, pero los resolvemos entre todos; se toman en consideración las ideas del más simple trabajador. Fíjese que aquí hay una premisa: ICT es una gran familia”. “Ya yo tenía experiencia laboral, pero este trabajo me atrapó, y lo mismo estoy frente a una máquina, que innovando, en cualquier lugar de la fábrica. Además, creo que cada vez podemos mejorar más, ser mejores y por eso nos empeñamos”.

Odalys Martínez Rodríguez, otra de las fundadoras, es operaria del área de envasado. “Mi máquina se llama anilladora y celofanadora de tabaco. “Yo anteriormente era enfermera y cuando empecé en ICT en el 2001 no conocía nada de tabaco. Tenía un hijo, pero recibí toda la ayuda para poder trabajar, y hoy me gusta mucho lo que hago, incluso puedo decir que en mi área disfruto todas las ocupaciones. “Puedo asegurar que en ICT continuó mi formación, esa que yo traía de mi casa y del sector de la salud. Ahora soy además instructora y contribuyo al adiestramiento de otras compañeras que recién se inician en la fábrica”.

La conducción adecuada del colectivo de la ICT, no solo se revierte en los resultados económicos, sino también en el aporte social de la empresa, cuyos obreros cumplen con el llamado Aporte a la Patria y contribuyen significativamente con el Programa Materno Infantil, acción en la que se destaca la operaria integral Nereida Causse, para quien donar parte de su salario a ese sublime propósito le proporciona una gran satisfacción personal.

Fuentes