Isabel Rubio

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Isabel Rubio Díaz
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Enfermera y capitana de sanidad del Ejército libertador.
NombreRubio Díaz, María Isabel del Rosario
Nacimiento8 de julio de 1837
Paso Real de Guane
(actual consejo popular   Isabel Rubio),
provincia de Pinar del Río,
Capitanía General de Cuba,
Reino de España Bandera del Imperio Español
Fallecimiento15 de febrero de 1898 (60 años)
hospital San Isidro,
ciudad de Pinar del Río,
provincia de Pinar del Río,
Capitanía General de Cuba,
Reino de España Bandera del Imperio Español
Causa de la muerteinfección provocada por una herida de bala en la pierna derecha.
ResidenciaPaso Real de Guane
Nacionalidadcubana
Ciudadaníaespañola (Cuba era colonia española)
Títulocapitán
CónyugeJoaquín Gómez Garzón.
HijosMaría Isabel de Loreto Gómez Rubio, Rosa María Gómez Rubio, Ana María Serafina Gómez Rubio, Modesto Enrique Gómez Rubio, Joaquín Cecilio del Rosario Gómez Rubio (Muere a la edad de 2 años por enfermedad)
PadresDr. Antonio Matías Rubio y Valero, y María Prudencia Díaz Hernández.

María Isabel del Rosario Rubio Díaz, conocida como Isabel Rubio (Guane, 8 de julio de 1837 - Pinar del Río, 15 de febrero de 1898) fue una enfermera y militar cubana, capitana del Ejército Libertador cubano en la Guerra Necesaria (1895-1898). Contribuyó a crear uno de los pilares de la retaguardia del Ejército Libertador. Convirtió su casa en el centro de conspiración de vuelta abajo. Participó en la fundación de hospitales de campaña para las tropas mambisas en diferentes puntos del territorio pinareño. Obtuvo los grados de Capitana de Sanidad del Ejército Libertador otorgados por el Mayor General Antonio Maceo Grajales.

Síntesis biográfica

Nació en el poblado de Paso Real de Guane (actual consejo popular Isabel Rubio), en la provincia de Pinar del Río.

Hija del médico del pueblo, Dr. Antonio Matías Rubio y Valero, y su esposa María Prudencia Díaz Hernández.

La familia era una de las más prestigiosas de la zona. El primer sufrimiento de Isabel fue a los ocho años, cuando quedó huérfana de madre, el padre asumió la crianza de sus cuatro hijos. El señor se vinculó a la gesta de los diez años ejemplo que sensibilizó a Isabelita y le inculcó la lucha por la independencia de Cuba.

Isabel estudió en un colegio habanero para señoritas, donde adquirió una sólida formación humanista y posteriormente adquirió conocimientos en farmacia.

A los 14 años Isabel contrae matrimonio con Juaquín Gómez Garzón el 2 de junio de 1851 y de esa unión nacieron sus hijos: María Isabel de Loreto Gómez Rubio (Belita), Rosa María Gómez Rubio, Ana María Serafina Gómez Rubio, Modesto Enrique Gómez Rubio y Joaquín Cecilio del Rosario Gómez Rubio, este último muere a la edad de 2 años por enfermedad y más tarde Isabel sufrió también la muerte de sus dos hijas ya casadas. Ana María, su primogénita que le dejara sus dos hijos a cuidar, Cesar y Octavio y Rosa María le deja su pequeña Rosita Penichet.

Años después la súbita locura del coronel Enrique Canals Infante, casado con su hija María Isabel, residentes en Cayo Hueso, le permitió conectarse con los emigrados y desde allí contribuir a los preparativos de la guerra en sus contactos con Martí, quien le orientó sobre el alzamiento en la isla. también sostuvo encuentros con Maceo y Máximo Gómez para la organización de los grupos independentistas en el occidente. Al regresar a Cuba continúo sus contactos con Juan Gualberto Gómez, delegado del Partido Revolucionario Cubano en la isla y con Enrique Collazo.

Incorporación a la lucha

Al estallar la Guerra de los Diez Años en el 1868. Enrique, su hermano médico como el padre, organizó una tropa en Mantua para alzarse en armas, primer alzamiento en esta parte de vuelta abajo, Isabel estuvo al tanto de los preparativos, desde entonces nada que se hiciera por la libertad de Cuba le sería ajeno. La Capitana del Occidente basándose en el precepto martiano de preparación de las condiciones para el inicio de la lucha comienza a unir a los guaneros y lleva a cabo su labor conspiradora, convirtiéndose la casa de la familia Gómez Rubio en un centro insurreccionar.

Logró sumar a muchos hombres a la contienda libertadora, en abril de 1895, cuando se produjo el alzamiento revolucionario de Yara, las autoridades apresaron a Modesto, el único hijo varón de Isabel y su amigo Antonio Ríos, después de liberado al no poderse comprobar su participación en el movimiento, al regresar ambos jóvenes, Isabel los llevó aparte y con tono firme, pero cariñoso, les dijo:

“Muéranse antes que volver a dejarse aprisionar”

Nadie puede quitarle la idea de partir a la manigua junto a los hombres de la familia llegado el momento. Muchos huérfanos encontraron abrigo en su hogar, y cuando el 20 de enero de 1896 las tropas del Titán de Bronce avanzaron en su invasión a occidente y llegó en horas de la tarde a la casa de la patriota encontró el mayor, un regimiento para su asombro, de hombres preparados para combatir.

A pesar de sus 58 años de edad y las dolencias les pidió a todos que la dejaran defender el ejemplo que propagó, ante la objeción de algunos de sus familiares por la edad respondió:

"Necesito practicar lo que propagué".

En enero de 1896 se fue para la manigua con sus tres nietos y su hijo Modesto ya incorporado a las tropas de Antonio Maceo.

Recorrió con su hospital de sangre más de 150 km, por líneas enemigas y sorteó la agreste geografía vuelta bajera hasta ubicarse en las serranías de Guaniguanico para prestar sus servicios sanitarios a las tropas mambisas.

En el trayecto curó a numerosos heridos y cuando se acababan las vendas acudía a sus vestidos, con la utilización de los conocimientos de farmacia acerca de las propiedades medicinales de las plantas, Hierbas medicinales mitigaba los dolores y heridas de los enfermos. Durante dos años la mambisa recorrió junto a una tropa de mujeres que preparó como enfermeras casi toda la provincia hasta cerca de San Diego de los Baños.

Muerte

El 12 de febrero de 1898, se encontraba en El Seborucal termino de los Palacios, el campamento hospital fue atacado por una columna enemiga. Isabel protegió con su cuerpo la entrada mientras gritó: ¡ "No tiren, que somos mujeres, niños y enfermos"!, una descarga de fusiles la hirió en una pierna.

Hecha prisionera, fue trasladada a la población más cercana, donde la cura recibida no pudo impedir la infección, y de ahí al hospital San Isidro, de la cabecera provincial, sitio en el que la gangrena y la fiebre acabaron con su vida tres días después.

El 15 de febrero de 1898 fallece a la edad de 60 años en el hospital militar San Isidro en Pinar del Río. Ratificando en su testamento sus principios éticos y humanistas.

Su presencia continúa por el ejemplo que propagó, consecuente hasta sus últimos momentos: MUJER, MADRE, ABUELA, pero TODO POR CUBA, ese fue el lema que defendió.

Fuentes

  • «Isabel Rubio», artículo publicado en el suplemento Próceres de Vueltabajo del periódico Guerrillero (La Habana).
  • «Isabel Rubio», artículo publicado en el sitio web de la revista Zunzún (La Habana).
  • «Isabel Rubio», artículo publicado en el sitio web Guane (Pinar del Río).
  • «Isabel Rubio», artículo publicado en el sitio web Telepinar (Pinar del Río).
  • Colectivo de autores (2005): Diccionario enciclopédico militar. Primera parte, tomo I. La Habana: Verde Olivo, 2005.