Isla de la Juventud

Municipio Isla de la Juventud
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Municipio especial de Cuba
Ubicación de la Isla de la Juventud
Ubicación de la Isla de la Juventud
EntidadMunicipio especial
 • PaísBandera de Cuba Cuba
Superficie 
 • Total3 056 km²
Población 
 • Total86 256 hab.
 • Densidad28,2 hab/km²
Gentiliciopinero -a
Isla de la juventud2.jpg

Isla de la Juventud. Es la segunda isla en extensión del Archipiélago Cubano, forma parte del Archipiélago de los Canarreos, junto a más de 600 cayos e islotes, en la parte Sur-Occidental de Cuba, junto al Golfo de Batabanó. Es un municipio especial y la capital es Nueva Gerona. Cuenta con el 0,8 por ciento de la población del país con 86 110 habitantes

Situación geográfica

Situada en el Golfo de Batabanó y al norte del Mar Caribe, en la región occidental, en los 21°42’ de latitud norte y los 82°50’ de longitud oeste. Ocupa una extensión de 2 419,27 kilómetros cuadrados, representando el 2,2 por ciento de la superficie total del país.

Límites geográficos

Al Norte: Aguas del golfo de Batabanó
Al Este: Aguas de la plataforma insular, Matanzas
Al Sur:Mar Caribe
Al Oeste: Aguas de la plataforma insular, Pinar del Río

Representa el 0,8 por ciento de la población del país con 86 110 habitantes, para una densidad de población de 35,6 habitantes por kilómetro cuadrado.

Historia

Los aborígenes la llamaban Camarcó cuando Cristóbal Colón descubrió para Europa este territorio el 13 de junio de 1494, durante el segundo viaje al Archipiélago cubano. No obstante, según costumbre de la época, el propio almirante le cambió el nombre aborigen y la denominó La Evangelista, primer nombre que le dio Cristóbal Colón a la Isla de la Juventud, sirvió por espacio de 400 años a piratas y contrabandistas como base para fechorías, hasta el renacimiento con el triunfo revolucionario de 1959.

Conocida hasta 1975 como Isla de Pinos, recibió a partir de esta fecha el nombre actual en justo reconocimiento a los miles de jóvenes que allí estudiaron y desarrollaron una labor creadora.

Permaneció olvidada deEspaña y de los gobernadores en Cuba. En 1627 fue mercedada al capitán Hernando de Pedroso, pasando de tiempo en tiempo a manos de sucesores, quienes en permutas y transacciones fueron obteniendo los pequeños beneficios de tierras. En 1765, el Conde de Ricla se propuso colonizarla, pero al partir para España el proyecto pasó al desván. El propietario y gobernador Domingo Duarte tuvo el empeño de hacerlo y no fueron pocos los esfuerzos, pero nadie se interesaba por este proyecto.

La isla continuó con los escasos habitantes. En 1787 el capitán de fragata Julián Terry y Lacy presentó al Conde de Santa Clara, capitán general de la isla, una voluminosa memoria de los estudios y trabajos, como le fuera encomendado a fin de organizar la colonización. Para estas fechas contaba la isla con 300 habitantes y no obstante el relato minucioso de dicho capitán nada se realizó. Otra vez se olvidaron los buenos propósitos, hasta que en 1822 un aventurero llamado Pepe el Mallorquín, acompañado de un grupo de bandoleros, se hizo el “amo” de la isla. Fueron los ingleses de dos goletas quienes se atrevieron a enfrentarse con los aventureros del Mallorquín, siendo destrozados por éstos en la primera tentativa, que reanudaron después de obtener permiso de las autoridades españolas de La Habana para una nueva operación, que emprendieron y en la que emplearon hasta un año en acabar con el famoso aventurero.

A consecuencia de este incidente, el gobierno inglés notificó al de la España decadente que guarneciera la isla o la abandonara, en cuyo caso Gran Bretaña la ocuparía. De esto provino la orden de Madrid al capitán general Francisco Dionisio Vives para el reconocimiento definitivo de la isla y analizar las posibilidades estratégicas militares.

El comisionado del capitán general se dirigió a una pequeña población fundada por Andrés Acosta, a unos nueve kilómetros del embarcadero, y de aquí a Sierra Caballos, en donde residía Clemente Delgado, consiguiendo de este señor que le cediese al Estado una legua de terreno para fundar una población. La repartió gratuitamente distribuida en solares con la obligación de que edificaran viviendas en el plazo de un año. Levantó los planos y así quedó fundada Nueva Gerona.

En venta la hacienda la Merced, limítrofe a la legua que había obtenido el gobierno, fue adquirida por la Hacienda Real y en 1830 se levantó acta de colonización, denominándola Colonia de la Colonia de la Reina Amalia, en obsequio a la tercera esposa de Fernando VII. Al poblado se le dio el nombre de Nueva_Gerona, en recuerdo de la defensa que de aquella ciudad catalana había hecho el capitán general Vives en la guerra de Independencia Española. Este poblado absorbió al de Poblado de Santa Fe. La población se halla a unos tres kilómetros de la desembocadura del Río Las Casas, entre las montañas de este nombre y de la Sierra de Caballos. El primer personal que fue a la Isla de Pinos fueron: una compañía de guarnición y un crecido número de presidiarios, levantándose a poco un cuartel para unos y una cárcel para los últimos. No obstante esto, la bondad de las aguas y lo saludable del clima atrajeron a las familias más pudientes de La Habana, dando pie a que se crearon hoteles y viviendas para temporadistas y con ello un aumento de la población civil.

En 1847 se edificó una iglesia, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, dos escuelas de primeras letras y otros edificios para servicios públicos. En 1864 la población contaba ya con 2,067 personas. Su término municipal fue creado en1874, segregado de Bejucal, a cuya jurisdicción pertenecía. En noviembre de 1908 se hizo por acuerdo del ayuntamiento la división territorial.

Mucho ha cambiado también la historia de ese territorio, que durante cuatro siglos fue refugio de piratas y contrabandistas, hasta el punto que no pocos estudiosos estimaron que había sido la fuente de inspiración del escritor inglés Robert L. Stevenson para escribir su célebre “La Isla del Tesoro” .Hoy ofrece al visitante un panorama muy diferente al de la etapa anterior a 1959.

En lo que respecta a bellezas naturales, sobresalen su bello arrecife coralino, que es posible explorar gracias a los servicios que brinda el centro de buceo El Colony; y sus playas, de las cuales la más conocida es la Playa Bibijagua por sus arenas negras, debido a la acción erosiva del mar sobre las rocas de mármol.

Otros atractivos culturales de la región son el baile típico del Sucu-sucu y el sistema cavernario en la playa de Punta del Este, declarado Monumento Nacional por sus valores históricos.

Tierra del cítrico y la cerámica, en la época de floración de las plantaciones el olor a azahares domina el aire en una señal de la venidera cosecha de toronjas y naranjas, muy demandadas por consumidores de todo el planeta.

En el plano submarino se localiza un arrecife coralino de extraordinaria belleza, virginidad y diversidad de especies, con numerosas esponjas tubulares y abundantes cuevas, todo ello válido para la actividad del centro de buceo El Colony, donde se ofertan inmersiones diurnas y nocturnas, fotografía submarina y facilidades de marina con atraques para 15 embarcaciones con servicios de agua potable, electricidad, combustible y otros.

Impresionantes además resultan sus playas y selvas compactas pobladas de pedregales, frondosas palmeras y manantiales de aguas sulfurosas muy apreciados por los visitantes.

En el aspecto histórico, los amantes de las tradiciones disponen de la Finca El Abra la cual cuenta con el museo finca El Abra, declarado Monumento Nacional que atesora muestras de la estancia del Héroe Nacional José Martí en el lugar, así como algunos de sus objetos personales. En igual condición está el tristemente célebre Presidio Modelo, instalación única de su tipo en América Latina que exhibe las características del sistema carcelario desde la década de los años 20 hasta la etapa revolucionaria. En sus galeras cumplieron condenas luchadores por la independencia de Cuba y opositores a las dictaduras que gobernaron al país hasta 1959, entre ellos Fidel Castro y otros jóvenes que asaltaron el Cuartel Moncada, en 1953.

Heroísmo pinero a finales del siglo XIX

A finales del siglo XIX se desarrollaron numerosos acontecimientos en la Isla de la Juventud que demuestran la heroicidad del pueblo pinero.

Hoy, el ultramarino territorio, constituye un municipio especial en la organización territorial y administrativa del país. Su elevación máxima, de unos 303 m, se encuentra en la parte septentrional de la isla, donde predominan los pinares y la sabana. En la meridional está Parque Nacional Ciénaga de Lanier, en torno a la cual se ha creado el Parque Nacional Punta Francés.

Los nombres de la Isla a través del tiempo

A través del tiempo el territorio pinero ha tenido infinidad de nombres, algunos muy recordados, otros prácticamente desconocidos.

  Reina Amalia

  Uno de los tantos nombres que tuvo la Isla de la Juventud fue Reina Amalia, se le puso este nombre en honor a la tercera esposa del monarca español Fernando VII.

Contexto histórico

Hacia la segunda mitad del siglo XIX, España no estaba ajena a la necesidad de fomentar la población blanca, no sólo por el miedo al crecimiento de la negra, sino porque la fuerza de trabajo libre que aquella representaba, resultaba mucho más productiva. Por ello, correspondió a la Junta de Fomento de la Población Blanca, los primeros esfuerzos para lograr, a través de la inmigración, la población libre que el momento requería. Luego del primer impulso en la Colonia, hacia 1841, se había logrado que la población blanca ascendiera a 393 993, existiendo aún un total de 253 460 negros que laboraban en las plantaciones cañeras y cafetaleras, fundamentalmente. Es así que la antes mencionada junta propone la fundación oficial de nuevas colonias en distintos lugares del país, como fue el caso de Nuevitas, Cienfuegos, Guantánamo, e Isla de Pinos, para que las mismas fueran pobladas, por personas blancas.

Presiones de carácter internacional 

El caso particular de Isla de Pinos, a diferencia de Nuevitas, Cienfuegos y Guantánamo, se caracterizó porque la colonización no sólo fue motivada por la necesidad de incentivar la población blanca, sino por toda una serie de presiones de carácter internacional que obligaron al Capitán General Francisco Dionisio Vives a fomentar la Colonia Reina Amalia. Estos apremios fueron los siguientes:
Inglaterra, principal potencia capitalista de la época y campeona del abolicionismo a nivel internacional y en esta área geográfica donde poseía importantes enclaves coloniales, ve lesionado el comercio interregional, resultante de su fase industrial de desarrollo, por la actividad del corso español y la piratería que, sobre todo en los primeros años de la década del veinte, le afectaron significativamente. No olvidemos la actividad depredadora de Pepe_el_Mallorquín, entre otros. El hecho de que Isla de Pinos fuera el apostadero histórico de corsarios y piratas en el área, hizo que Inglaterra presionara a España con la amenaza de su ocupación si no fortificaba dicha ínsula para evitar ese fenómeno. Al igual que los ingleses, las Trece Colonias de Norteamérica, que se encontraban en una etapa de buenas relaciones comerciales con España, también se vieron afectadas por la actividad de estos filibusteros del mar, a la vez que por la práctica del tráfico ilegal de negros esclavos hacia los estados del sur. En todo este proceso la Isla constituía un punto de concentración y mejoramiento de dicha "mercancía", todo lo cual afectó los intereses del norte industrializado.
Otro factor importante fue la preocupación de las autoridades españolas de que la Isla pudiera ser ocupada por los rebeldes de las excolonias hispanas y convertirse en un importante punto de asedio a la isla de Cuba. Ello quedó ilustrado en 1825, año en que se produjo la visita de Joaquín de Miranda y Madariaga a este lugar, en persecución del Alférez de Dragones Gaspar Antonio Rodríguez, constitucionalista que a finales del año anterior arribara a nuestras costas con la ayuda de corsarios colombianos.

Año 1827

Para 1827 Isla de Pinos contaba con 199 habitantes, con una población de negros y pardos que ascendía a 69, lo que muestra que, a diferencia de Cuba, la población blanca prácticamente duplicaba a la de color, por lo que no se justificaba el temor al negro, además de que no existía una concentración de este núcleo poblacional, sino que se encontraban dispersos por un territorio que a la vez, desde el punto de vista geográfico, limitaba las posibilidades que pudieran facilitar la organización de conspiraciones.
Es por esta época que a propuesta de la Junta Fomento de la Población Blanca y del Capitán General de Cuba, Vives, se realizaron toda una serie de estudios por parte de enviados especializados, como fueron José Oduardo Grand Pré, magistrado; José de Labadía, médico y agrimensor, y el Teniente Coronel, Clemente Delgado y España. Entre los años 1826 y 1827.
Entre las principales valoraciones hechas, se destacan:
Las ventajas que en el orden productivo pudiera tener la Colonia sobre la base del trabajo proletario.
La necesidad de organizar una sociedad legal debido a la elemental estructura burocrática representada por un Capitán a Guerra y Juez Pedáneo en una misma persona.
Definir la Real y legal posesión de las tierras, para determinar las propiedades del Rey, y en consecuencia, establecer el sistema de propiedad de la tierra en la colonia.
Se destacaba la necesidad de la fortificación militar, en oposición de criterios anteriores que la negaban, a partir de las condiciones naturales del territorio, que hacían efectiva su defensa.
La posibilidad de ser utilizada como colonia penal y esta a la vez como fuente de fuerza de trabajo para desarrollar la colonia y como futuros ciudadanos libres, a partir de los méritos acumulados. (menos los de color).
A partir de las características de este tipo de sociedad donde predominaban hombres sin leyes y a la que se incorporarían presos, se recomendaba una estructura gubernativa con poderes excepcionales, representada por un Comandante Militar. Se evaluaba la posible utilización de la Isla como centro de saneamiento de las tropas españolas que recién llegaban.
Proponía utilizar Puerto Francés como el principal de la Isla, a la vez que contrapartida a la pesca ilegal de caimaneros y jamaicanos.
Se destaca el peligro de ocupación por los rebeldes independentistas del continente americano.

Colonización oficial de Reina Amalia

El 1 de agosto de 1828 se aprobó la petición del Capitán General Vives, entonces presidente de la Junta de Fomento de la Población Blanca, de fortificar y poblar la Isla, denominándola desde entonces Colonia Reina Amalia, en honor a la tercera esposa del monarca español.
La colonia quedó constituida por 592,5 caballerías de tierra. De la Hacienda La Merced, 442 caballerías compradas a Juan Nepomuceno Duarte, 113,5 caballerías donadas por Andrés Acosta en la Sierra de Caballos; 30 caballerías de la hacienda San Pedro, donadas por Isabel Urra; 4 caballerías de la hacienda El Rosario enclavada en el Hato Viejo, por donación de Juana Duarte , y 4 caballerías de la Santa Guadalupe de Carapachibey donadas por Jose A. García.
El proyecto de colonización de Isla de Pinos planteaba destinar en calidad de colonos a soldados peninsulares licenciados del Ejército Español, vegueros en número de cuarenta y personas seleccionadas por el gobierno. Estas debían ser fuertes y robustas, pues fungirían como milicia organizadora, por un tiempo no menor de diez años. Las milicias estarían dirigidas por jefes, oficiales en activo o retirados, no se podían armar elementos enemigos del colonialismo español. Tal proposición demuestra que aunque la colonización demandaba del desarrollo agrícola, la fundación de Reina Amalia tenía una finalidad militar.
Cada colono recibiría, por espacio de un año, una asignación de tierras para trabajarlas conjuntamente con una pensión. Los licenciados del Ejército recibirían una igual a las que se pagaba cuando estaban en activo y a los que venían de España una asignación de dos reales diarios, sufragados por la Real Hacienda. En ningún caso las pensiones se recibirían en moneda, sino, en vestuarios, calzados y útiles propios para el trabajo agrícola; víveres, herramientas, animales y aves domésticas. Los lotes de tierra tenían que ser puestos en producción antes de los nueve meses. Al concluir el año se les suspendía la pensión a los vegueros y se trasladaban a nuevos colonos para incrementar los asentamientos y la población, y así sucesivamente por el término de 8 años. Este sistema de colonización también contemplaba la posibilidad de poblar sobre la base de compañías, modalidad empleada por la colonización inglesa en otros territorios del continente.
Con vista a evitar confusiones y litigios futuros en relación con la propiedad de la tierra, se proyectó detallar los terrenos para impedir dificultades en relación con el trazado de caminos reales. Estos serían enmarcados en la misma medida en que se determinaban los lotes a entregar a los colonos. Las bajas que por cualquier motivo se produjesen, en cuanto a asentamiento de los colonos, serían remplazadas por otros nuevos para que la población no decreciese, sino que aumentara sostenidamente. Se incluían como elementos encaminados a incentivar la
colonización, la creación de un puerto franco por (10) diez años, es decir, libre de impuestos aduanales, para que el territorio de la Isla quedara exonerado de las contradicciones que generaba el monopolio comercial, se eliminaba así, uno de los obstáculos de la colonización, recuérdese que la población pinera era opuesta a la misma fundamentalmente por esta causa . Se agregaba como medida designar un buque, que además de dedicarse al flete, se utilizara en la transportación de pasajeros entre la Isla de Pinos y la de Cuba. Esta medida pretendía atenuar la dificultad que para su poblamiento significó el aislamiento geográfico del territorio.
El proyecto de colonización de Pinos, no sólo se basaba en el trabajo y la explotación de la tierra, es decir, en el desarrollo de la agricultura, sino también en las actividades marítimas. En cumplimiento de este objetivo se libró una convocatoria a todos los marineros de guerra para que se establecieran aquí, con el compromiso de que se les entregaría licencia gratis y que la institución que convocaba se encargaría de comunicar dicho alistamiento a las dependencias que hasta el momento del mismo habían pertenecido. Los marineros que se acogiesen a esta opción se domiciliarían en la Isla con su familia, gozando de todos los privilegios. Sus servicios podrían brindarlos en buques de guerra, de cabotaje o ejerciendo libremente la pesquería en todos los puertos de Cuba y del extranjero, lo que indicaba que se tuvo presente el gran potencial que en cuanto a la pesca representaban los mares adyacentes poblados de esponjas, tortugas, careyes y otras especies marinas.
Por último, la Real Hacienda dispondría de treinta mil pesos, para que la Real Junta de Fomento los utilizara en la empresa del poblamiento y colonización. Los mandos políticos y militares de Isla de Pinos serían designados por el Capitán General de la Isla de Cuba, al que responderían directamente.
El anterior proyecto tenía en cuenta los peligros que representaba mantener sin poblar a Isla de Pinos, las dificultades que al régimen colonial español podría crearle el propio proceso colonizador y los obstáculos reales que podían presentarse a la ejecución del mismo.
El proyecto de fundación de la colonia Reina Amalia contemplaba fomentar la población sólo sobre la base de hombres y mujeres blancos, españoles, isleños y otros extranjeros católicos. Esta determinación de carácter aparentemente étnico, tenía un basamento sociopolítico, pues ponía de manifiesto el temor, no sólo al esclavo, sino al predominio de la población negra sobre la blanca. A la vez, el temor a que esta Isla se poblara con blancos criollos que ya en esta época expresaban sus contradicciones con los peninsulares. Realmente debía constituir paraEspaña un gran peligro que una población predominantemente negra y criolla se orientara hacia una isla que a través de las acciones de corso se relacionaba con representantes de las nacientes repúblicas latinoamericanas recientemente independizadas de la Metrópoli española. Esta situación se agravó por la existencia de proyectos independentistas en relación con Cuba por repúblicas como la de México y Colombia y en particular, por personalidades como la de José de Sucre y Simón Bolívar.
El 5 de octubre de 1827 el Capitán General de Cuba, Vives, da cuenta a Fernando VII de las disposiciones que ha tomado para fortificar Isla de Pinos enviándole una descripción de la misma, así como otros elementos de interés tomados todos ellos de los informes realizados por Tirry, Lavadía, Delgado y Oduardo Grand Pré fundamentalmente. El 7 de noviembre de 1828 recibió orden de dar cumplimento a la propuesta aprobada por el monarca español, a través de la Real Cédula del 7 de agosto de ese mismo año.

Acta de colonización de la Isla de Pinos

El 15 de septiembre de 1830 se levantó el acta de colonización de Isla de Pinos, en la capital de Cuba. Esta acta fue publicada en el diario de La Habana el 22 de diciembre del mismo año.
De tal documento, de gran relevancia histórica, se precisa destacar los artículos 1, 2, 11 y 13, por considerarlos de especial interés, en que se exponen los principios de la colonización:
Artícuo 1. Aprobar el plano topográfico de Nueva Gerona levantado por el Comandante Militar D. Clemente Delgado y España, el que determina la ubicación de edificios públicos, puntos de defensa, solares que se asignan gratuitamente y en propiedad a los colonos, a condición de que en el término de un año levanten fábricas
Artículo 2. Ubicación de 10 caballerías de tierras contiguas al pueblo para la creación de egidos comunes, para uso y necesidades de todos los vecinos y 400 varas yermas en toda la orilla del mar a disposición del uso que estime el gobierno
Artículo 11. Creación de un cementerio a sotavento de la ciudad y a una distancia tal que a pesar del incremento poblacional que experimentara la ciudad quedara siempre a suficiente distancia de la misma.
Artículo 13. Que mientras el incremento poblacional no lo exija, se mantendrán en sus respectivos locales el cuartel y otras dependencias y que los recursos para su mantenimiento deberán proceder del propio territorio.
Tanto el proyecto de colonización de Isla de Pinos, concretado posteriormente en la colonia Reina Amalia, como el acta de colonización del referido territorio, confirman que la fundación de Reina Amalia y de la ciudad de Nueva Gerona son parte de un mismo proceso.
El gobierno colonial español desarrolló una activa campaña de divulgación sobre la nueva colonia con el fin de atraer labradores para sus tierras, con ello pretendía hacer pasar por una realidad innegable el citado proyecto que, como se sabe, resultaba utópico por la propia naturaleza eeconómica y socio política del gobierno llamado a ponerlo en práctica. Tal parece que dicha propaganda no surtíó los efectos deseados, incluso determinados inmigrantes que se establecieron como colonos abandonaron los lotes recibidos, no siempre por la mala calidad de las tierras.
Muchos de los antiguos colonos pasaron a productores independientes, lo que indica que la evolución de la propiedad de la tierra en Isla de Pinos estaba en una nueva fase; ya no era la conversión de 7 hatos en 29 haciendas; la colonia Reina Amalia fue dividida en 140 lotes en su parte norte, de ellos fueron entregados 110, no así el resto, por su mala calidad.

Características

Geografía física

Relieve: Elevaciones, sabanas, valles, y demás Sierra Caballos de escasa elevación al norte de Isla de Pinos. Cañadas: Sierra que rebosa los 450 metro sobre el nivel del mar. Desde su cumbre se domina toda la isla, el mar que la rodea y las alturas más destacadas de la isla de Cuba. SierraCaballos que alcanza los 300 metros sobre el nivel del mar, está situada a un kilómetro al sureste de la cabecera, que es Nueva Gerona. Casas: Sierra al norte de la isla. Es formada por dos montañas, que se extienden de norte a sur en un trecho de alrededor de cuatro kilómetros y están divididas por una abra y varias cañadas. La Casas del Sur, que es la más elevada, mide unos 310 metros sobre el nivel del mar. La Casas del Norte logra los 260 metros. La Daguilla: Cerros en el norte de la isla. Lagunas, ciénagas y depósitos de agua en general: Siguanea: Ciénaga que cubre la isla de oeste a este, formando separaciones entre el norte y sur.

El territorio es llano, destacándose la llanura del Norte de la Isla de la Juventud, donde se encuentran las sierras de Casas, de Caballos y de la Cañada; y la llanura del sur de la Isla de la Juventud.

Geología

En los cayos e islas resulta interesante la geología de la Isla de la Juventud, con un macizo antiguo del jurásico y cretácico en la llanura del Norte, que forma, básicamente, un complejo terrígeno metamórfico en el que se destacan las elevaciones marmóreas de las sierras de Casas y Caballos, mientras que en la llanura del Sur aparecen rocas carbonatadas del mioceno, separados ambos complejos por sedimentos cuaternarios holocénicos, fundamentalmente, aluviales y de turbas; en el resto de los cayos predominan sedimentos arcillosos-aluviales y carbonatados del pleistoceno.

Relieve

En la Isla de la Juventud la altura predominante es la sierra de la Cañada, con 303 m y en Cayo Romano (tercera isla por su extensión), la altura predominante es la silla de cayo Romano con 62 m.

Hidrología

De los numerosos ríos y corrientes que atraviesan la isla en todas direcciones, sólo el de Las Nuevas, Sierra de Casas y Santa Fe son navegables. El de Las Nuevas, que es el más caudaloso, corre de norte a sur y se forma en la hacienda de su nombre de las aguas del Callejón y del Piedras. En la Isla de la Juventud la red hidrográfica tiene una distribución radial, está representada por los ríos Las Nuevas, San Pedro, Júcaro y Las Casas, el cual se encuentra represado y conforma el embalse Las Casas Dos.

Suelos

Es rico en minerales de todas clases, como cristal de roca, hierro, mármoles, oro y otros. Produce frutos de la mejor calidad y sabor, como toronjas, naranjas, melones y buena cosecha de frutos menores. La parte meridional es una llanura pedregosa desde la ciénaga de la Siguanea, que la separa del norte. Está unida a Cuba por un banco (o plataforma) submarino de poco fondo y es creencia que antiguamente formaba con ella una sola unidad. Algún trastorno físico de los muchos porque ha pasado el planeta tierra la separaron de la isla de Cuba. Predominan los suelos hidromórficos en las costas, hacia el centro ferralíticos y al sur húmicos calcimórficos.

Flora y fauna

La Isla de la Juventud constituye toda ella una zona protegida debido a la riqueza de su flora y fauna y a los elementos arqueológicos que encierra. Allí los amantes de la naturaleza pueden apreciar iguanas de gran tamaño, jutías, palomas rabiches y puercos cimarrones, así como la Cotorra cubana.

Monumentos Nacionales

La Isla de la Juventud, a pesar de ser pequeña en extensión territorial, tiene el privilegio de contar con cuatro Monumentos Nacionales que recogen la historia, cultura e identidad pineras y al mismo tiempo constituyen fuente de conocimientos para los pobladores del Municipio Especial: Las Cuevas de Punta del Este, conocida como la Capilla Sixtina del Arte Rupestre Caribeño, El Barco Pinero, La Finca Museo el Abra y el Presidio Modelo, son las instituciones declaradas Monumento Nacional en esta ínsula; además cuenta con un Museo Municipal donde se reocoje toda la historia del municipio.


Punta del Este

Llegar al extremo Sur oriental de la Isla de la Juventud por su principal vía de comunicación desde la ciudad de Nueva Gerona, pasar por la estación meteorológica para culminar finalmente en el extremo Este de La Puntilla y apreciar entonces las bellezas del paisaje, flora y fauna característicos del lugar, te das cuenta de que has arribado a Punta del Este.

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La vista se pierde en los 33 kilómetros cuadrados de extensión, donde existe una rica biodiversidad, en la que destacan la exuberante vegetación y una rica y diversa fauna terrestre y marina.

Desde el punto de vista patrimonial el Sitio adquiere renombre por la presencia de un sistema cavernario de cuatro cuevas, donde se encuentra la No. 1 en la que se observan 213 pictografías, que representan la casi tercera parte de las halladas en todo el país, motivo que provocó al sabio cubano Fernando Ortiz llamarla “LA CAPILLA SIXTINA DEL ARTE RUPESTRE CARIBEÑO”. Hoy Monumento Nacional declarado desde 1979 por la Comisión Nacional de Monumentos.

La primera referencia sobre esta cueva aparece en el libro “A través de Cuba” del geógrafo francés Charles Dorchon publicado en 1903. Posteriormente, en 1922, Fernando Ortiz informa a la entonces Academia de Historia de Cuba sobre el hallazgo de un “Templo Precolombino”, refiriéndose a la cueva No. 1 de Punta del Este.

La generalidad de la pictografías de esta cueva, las cuales adornan techos y paredes están constituidas por círculos concéntricos en armoniosas e ininterrumpidas series coloreadas, donde alternan los colores rojo, negro y a veces el blanco de la roca misma, aunque existen otros tipos de formas.

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También han contribuido al estudio espeleológico del lugar otros investigadores cubanos del grupo Guamá y la Sociedad Espeleológica de Cuba presidida por el doctor Antonio Núñez Jiménez en épocas mas recientes.

Los principales atributos naturales que caracterizan este sitio son el cerro Caudal con una elevación de 28 metros sobre el nivel del mar, único accidente orográfico en todo el Sur de la isla, conformado por rocas de mármol sobre calizas, por lo que su naturaleza geológica resulta diferente al resto de la llanura cársica.

Su variada vegetación incluye manglares, formaciones costeras y subcosteras, en el que sobresale el uveral de costa, considerado uno de los más conservados en el país y ámbitos mayores.

Existe además una compleja vegetación acuática donde predominan las poblaciones de salvia marina y un singular pinar sobre piedra caliza, único reportado en el país hasta la fecha.

Aparece también una rica y variada fauna terrestre de especies de aves costeras endémicas, reptiles y mamíferos, así como una amplia variedad de moluscos, lo que le imprime una significativa biodiversidad a toda el sitio y hace que el mismo sea propuesta como área protegida ya desde el mismo año 1979 por el Instituto de Botánica.

Por constituir un importante testimonio gráfico y silente de la prehistoria y por sus altos valores naturales, este monumento debe ser cuidado y preservado como legado patrimonial para las futuras generaciones.

Memorial Pinero

En el mismo centro de Nueva Gerona, cerca del malecón que rodea el Río Las Casas, que atraviesa en dos a la ciudad se encuentra situado el monumento nacional El Pinero. Hoy sólo se puede observar el casco de la embarcación, actualmente enclavado en tierra firme en la plaza del mismo nombre.

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Este barco fue construido en Filadelfia, Estados Unidos en el año 1901 y adquirida por la Isle of Pines Steamship Company , compañía de vapores de la entonces Isla de Pinos, fundada en este territorio en el año 1905, quien lo denomina “Pinero” y lo pone a disposición de la transportación de pasajeros y cargas entre Nueva Gerona y Batabanó.

A pesar de existir otras embarcaciones que hacían esta travesía, El Pinero llegó a ser el barco insignia de los pobladores, quienes esperaban el arribo y salida como un verdadero acontecimiento.

Además de pasajeros, el buque se empleó para el traslado de reclusos que eran enviados al Presidio Modelo, donde muchos de los jóvenes luchadores de la Generación del 30 como Pablo de la Torriente Brau, arribaron o salieron de la isla en él.

La carga transportada consistía fundamentalmente en toronja, melones, azúcar, mármol, etcétera, y un máximo de cuatro autos en la cubierta de carga.

La duración de la travesía era de unas ocho horas y tenía una frecuencia de salida de tres veces por semana, el costo del pasaje era de tres pesos sin incluir comida y camarotes, de los cuales poseía 25, desarrollaba una velocidad promedio de 7 a 8 nudos, contaba con dos motores diesel de 180 caballos de fuerza y una capacidad para unos 160 pasajeros.

El viaje más trascendental para la historia local y nacional lo realizó este buque el 15 de Mayo del año 1955, en una travesía especial que condujo como únicos pasajeros a los jóvenes asaltantes a los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo entre los que se encontraba Fidel Castro, Raúl Castro, Juan Almeida, Jesús Montané y otros revolucionarios que zarpaban rumbo a la victoria definitiva por la libertad de Cuba.

El 10 de Octubre de 1978 por resolución del Ministerio de Cultura es declarado El Pinero Monumento Nacional.

Presidio Modelo

Esta Instalación se encuentra al sur del poblado Delio Chacón y a unos 5 kilómetros de Nueva Gerona, limita al norte y oeste con la carretera la Columbia, al sur con el pequeño asentamiento poblacional conocido como “Las Conyugales” y al oeste con el reparto “Los Mangos” donde todo el conjunto ocupa un área aproximada de 25.8 hectáreas y una superficie edificada de unos 29 360 metros cuadrádos.

Por la monumentalidad y forma panóptica es único en América Latina, destacándose 34 edificaciones componentes, además de las garitas del sistema de vigilancia y la cerca perimetral que enmarca todo el conjunto. El proyecto estuvo basado en la cárcel de Jolliet, situada en el estado de Illinois, Estados Unidos y el ingeniero jefe a cargo del proyecto original fue el arquitecto César E. Guerra.

Este penal fue construido entre los meses de Octubre de 1925 y Febrero de 1932, bajo el régimen del presidente Gerardo Machado, quien colocó la primera piedra el 1ro. de Febrero de 1926. La ejecución se inicia con el campamento para los constructores, que fueron reclusos, y almacenes para materiales.

La selección de Isla de Pinos para el emplazamiento del penal se debió a las características adecuadas para una obra de esta naturaleza, según el criterio del Ministro de Gobernación de aquella época, ya que era la isla mas importante próxima a Cuba, pero no tanto que la evasión de los presos constituyera una amenaza constante para el resto del país.

El objetivo inicial de esta obra fue para recluir sancionados por delitos comunes con el propósito de “sanear” la sociedad de delincuentes, respondiendo al nombre de “Modelo”.

La aspiración del gobierno era que este reclusorio funcionara como un “laboratorio antropológico”, donde el reo fuera atendido por juristas, psicólogos, pedagogos, médicos, etc., y regresarlo totalmente rehabilitado a la sociedad, resultó todo lo contrario; la intención fue divorciada de la acción, en la realidad se convirtió en un “Modelo” de crímenes, una maquina trituradora de hombres, una factoría del terror, donde imperaron la inclemencia, la muerte, la venganza perpetua, la fatiga y el hambre, la humillación y el tormento, así era la sociedad pinera antes de 1959.

Con la llegada de Pablo de la Torriente Brau y otros luchadores políticos al presidio, este adquiere la condición de reclusorio político además, bajo estas condiciones y en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, el penal se convierte en campo de concentración o internamiento para extranjeros, entre ellos, japoneses, alemanes e italianos.

Ya en la década de los años 1950 el empuje revolucionario crece en oposición al nuevo régimen dictatorial de Fulgencio Batista luego del golpe de estado el 10 de marzo de 1952, desde entonces, valerosos luchadores sufrirían el rigor de este ignominioso lugar, entre ellos el más avanzado, radical y dispuesto grupo de jóvenes encabezados por Fidel Castro Ruz, posteriormente a la epopeya del 26 de Julio de 1953, hecho que marcó el inicio de la nueva estrategia de lucha revolucionaria.

Es aquí donde se fecunda todo el proceso de liberación, desde allí, zarparon rumbo a México todos esos jóvenes con ideas independentistas y revolucionarias; el tiempo que pasaron en prisión sirvió para prepararse políticamente, para estudiar la esencia del pensamiento martiano y los fundamentos del marxismo- leninismo, base política de la Revolución Cubana.

Con el triunfo de la Revolución y en el año 1967 se desactiva la prisión y en 1973 se funda el museo ubicado en el pabellón No. 1 del antiguo hospital donde sufrieran prisión los asaltantes a los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo.

Por la importancia histórica, al recluir entre los muros a dos generaciones de la mas pura rebeldía revolucionaria, jóvenes de la Generación del 30 y de la Generación del Centenario y por su valor arquitectónico ya que es entre las construcciones civiles un notable ejemplo de la tipología del edificio carcelario de la época, de modo tal que expresa, acabadamente, el desarrollo tecnológico – constructivo de su momento - es declarado Monumento Nacional por Resolución No. 3 de la Comisión Nacional de Monumentos el 10 de Octubre del año 1978.

En la edificación central radica hoy el Palacios de pioneros “15 de Mayo”, nombre que recibe en saludo a la fecha de Excarcelación de los Moncadistas.

Véase También

Fuentes