Diferencia entre revisiones de «Japón»

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Revisión del 12:53 13 nov 2010

Japón
Información   sobre la plantilla
Nombre oficial: Japón
Banderajapon.jpg
Bandera
Escudo de japon.jpeg
Escudo
Mapajapon.gif
Mapa o ubicación de Japón
Gobierno
Capital:Tokio
Características Generales
Superficie:377.737 km²
Población130.000.000 hab
hab/km²
Gentilicio:Japoneses

Japón está situado en el Océano Pacífico, al nordeste de Asia, comprende varios millares de islas que se extienden de norte a sur a lo largo de 2.800 km (desde la latitud de Burdeos hasta la del sur de Marruecos) y a lo ancho, sobre apenas 250 km. La superficie total del país es de 377.737 km². Las cuatro islas principales representan el 97% del país: Hokkaido, Honshu, Shikoku, Kyushu.

Administrativamente está dividido en 47 prefecturas. Es una potencia económica con una larga historia y una cultura con marcadas características.

La capital es Tokio, y está localizado en la más isla de Honshu, ubicada en la tierra más fértil y donde se encuentra concentrada la mayor parte de la población nacional, aproximadamente 12 millones de habitantes.

Es un país montañoso, cubierto de bosques (68% de la superficie), y localizado en una zona de elevada actividad volcánica y sísmica. Tan sólo un 27% de la superficie total es relativamente llana, y sólo un 14% se dedica a actividades agrícolas. El pico más alto de Japón es el Monte Fuji, un volcán inactivo de 3.766 metros de altitud. Son numerosos los volcanes y las fuentes termales.

El clima de Japón varia desde las condiciones sub-tropicales de Okinawa hasta el frío subártico en Hokkaido. El clima del norte es muy frío en invierno y caluroso en verano. En la zona centro que da al Pacífico, en la isla de Honshu, los inviernos no son muy fríos, pero los veranos resultan extremadamente húmedos y calurosos; la barrera que en esta isla forman los Alpes Japoneses hace que los inviernos sean mucho más duros que en la vertiente oeste, que da al Mar de Japón. En el área de Tokio, las estaciones son muy acusadas, con inviernos fríos y veranos muy calurosos y húmedos.

La pluviosidad es muy elevada. Las precipitaciones medias anuales oscilan entre 1.700 y 1.800 mm. Debido a la influencia de los monzones, llueve casi a diario entre mediados de junio y mediados/finales de julio. Los tifones son frecuentes a finales de verano y principios de otoño.

Posee una rica historia y un arraigo muy profundo de sus tradiciones.

Origen del Nombre

Nombre oficial en japonés: (nihon o nippon, literalmente "el origen del sol", nombre que le dieron los chinos) o (el Estado Japonés). Es un país de Asia constituido por un Archipiélago. Conocido como "La Tierra del Sol Naciente". Su bandera, un círculo rojo, hace igualmente alusión a ese sol naciente.

Historia

Antiguedad

La fundación del país (710 a.n.e.) La historia antigua de Japón se mezcla con la mitología. El Sintoísmo era la Religión principal. Es una religión propia de Japón, cuyo origen y fundador se desconocen. Se caracteriza por el respeto hacia la naturaleza, los antepasados y los héroes nacionales. La creencia en la divinidad del Emperador sería en aquel entonces una de sus principales características. Los dos santuarios más antiguos que se construirían, se dice que en la época de la mitología de los dioses, son el santuario de Ise y el santuario de Izumo Taisha, en Taisha, cerca de Matsue.

Durante el Siglos VI el budismo importado de Corea y de China se extendería por el país ejerciendo una importante influencia en todos los ámbitos. Durante los siguientes siglos, el budismo desempeñaría un importante papel en la creación de la cultura única de Japón.

A principios del Siglo VII el regente Shotoku Taishi llevaría a cabo reformas políticas y establecería un gobierno constitucional. Además, contribuiría importantemente a desarrollar la cultura de la educación. Este príncipe, de ardiente devoción por el budismo, hizo construir numerosos templos, siendo el más importante el templo Horyuji, considerado como el edificio de madera más antiguo del mundo.

La historia japonesa ha estado condicionada por su relativo aislamiento geográfico, ya que la única extensión cercana de tierra es la península de Corea, que la conecta con el mundo chino. Hacia el sur y el este está rodeada por océanos, mientras que hacia el noroeste se extienden únicamente las bárbaras estepas de Siberia.

Por este motivo, la civilización en Japón recién se instaló más o menos a comienzos de la Era Cristiana, en lo que se conoce como Época Yayoi. Se sabe que algunos reinos semibárbaros japoneses eran tributarios del Imperio Han, en China. El resto del territorio estaba poblado por tribus de cazadores-recolectores llamados ainus. Para una mayor comprensión se divide en los siguientes períodos:

Jomon (10000-300 a.n.e.)

Las Culturas paleolíticas del Japón prehistórico dieron paso hacia el 10000ac a la Cultura neolítica denominada Jomon. Tenían habilidades en cerámicas muy decoradas, modeladas a mano y cocidas a temperaturas bajas, cuyos restos se han encontrado por todo Japón, y viviendas sofisticadas o chozas. Su economía estaba basada aparentemente en la caza, en la pesca y en la recolección, quizás con técnicas muy primitivas. La sociedad del período Jomon parece que era bastante igualitaria, con pocas divisiones sociales.

Yayoi (300 a.n.e. - 300)

Al finalizar el período Jomon, una nueva cultura, que comenzó en Kyushu, se fue extendiendo lentamente hacia el este e imponiéndose de forma gradual. La Cultura Yayoi era más avanzada, introdujo la técnica del cultivo encharcado del arroz, el tejido, cerámicas cocidas a altas temperaturas y herramientas de hierro. La mayoría de las innovaciones Yayoi, especialmente el hierro y el bronce, fueron introducidas probablemente desde China a través de Corea. La sociedad Yayoi era más compleja y socialmente estratificada que la Jomon. El advenimiento de la cultura Yayoi no implicó cambios raciales, por lo que, probablemente, fue más un proceso de difusión cultural que una conquista étnica. Las crónicas oficiales chinas de la dinastía Han contienen la primera mención registrada de Japón. Indican que en el año 57 d.C. "el estado de Nu en Wo" envió emisarios a la corte imperial y recibió un sello de oro (después encontrado en Japón en 1748). Nu era aparentemente uno de los numerosos estados que ocupaban el archipiélago japonés (denominado Wo en las crónicas chinas).

Las crónicas también muestran una sociedad bastante desarrollada con una organización jerárquica, marcada por un comercio de intercambio y unos escribas profesionales que escribían en chino. La mención de una reina llamada Himiko -también nombrada en las crónicas japonesas, que extendió su autoridad desde la capital (denominada Yamatai) sobre numerosos estados, alrededor del año 200 d.c.- hace suponer que el Japón de la cultura Yayoi podría haber tenido una sociedad matriarcal con reinas sacerdotisas que reunían un poder considerable.

Kofun (300 - 710)

El período Kofun recibió este nombre por el "Gran kofun" (en japonés, 'túmulo') que marcaba las tumbas de los emperadores y nobles japoneses, lo que demuestra que el principal rasgo de este período fue la unificación de Japón bajo la casa imperial. De acuerdo con las crónicas, el emperador Jimmu, con su poder establecido en Kyushu, dirigió a sus ejércitos hacia el norte y extendió sus dominios hasta Yamato, una provincia en el centro de Honshu, que dio su nombre a la casa imperial y después a todo el antiguo Japón; sin embargo, los restos históricos y arqueológicos contradicen las fechas tradicionales que reciben estas hazañas.

Nara (710 - 794)

Tradicionalmente, las capitales imperiales niponas se trasladaban después de la muerte del soberano siguiendo rituales sintoístas. En el año 710, la capital cambió de Asuka a Heijo-kyo (Actual Nara) y la costumbre desapareció.

Bajo el emperador Shomu (reinó desde el 715 hasta el 756) y su consorte Fujiwara, Japón experimentó un gran florecimiento cultural. El Gran Buda (finalizado en el 752), construido en el que es todavía el mayor templo de madera del mundo, simbolizó la devoción al budismo del Japón Nara. Se establecieron conexiones extensivas con la dinastía Tang de China y Japón se convirtió en el extremo oriental de la Ruta de la Seda. Posteriormente, el sistema ritsu-ryo fue modificado en el 743 para alentar el desarrollo de las nuevas tierras de labor mediante la concesión de los derechos completos de propiedad a cualquiera que los explotara. Esta medida permitió que las grandes familias y templos vieran el camino abierto para asegurar su independencia y poder. El período Nara fue prolífico en hitos de tradiciones nativas: la realización de dos historias nacionales, Kojiki y Nihon shoki, la compilación de la primera gran antología poética, el Man'yoshu ('Antología de Innumerables Hojas') y la proliferación del arte budista. El sistema ritsu-ryo funcionó bien, pero el poder secular de los grandes templos fue incrementándose de forma gravosa para la casa imperial. Por último, en el 784, el emperador Kammu (reinó desde el 781 hasta el 806) se separó de la influencia de los templos de Nara al trasladar la capital imperial primero a Nagaoka-kyo y tres años después a Heian-kyo (posteriormente Kyoto), que hasta 1868 fue la capital de Japón.

Heian (794 - 1185)

Denominado así por la nueva capital, este período introdujo a Japón en 350 años de paz y prosperidad. Hacia el Siglo IX, la corte de Yamato gobernaba todas las islas principales de Japón excepto Hokkaido, aunque las campañas de pacificación prosiguieron para someter a los habitantes aborígenes del norte de Honshu. Sin embargo, durante el Siglo IX, los emperadores comenzaron a retirarse del gobierno activo; delegando los asuntos de gobierno en sus subordinados, se retiraron de la vida pública y, a la vez, se les consideró más como abstracciones que directores de la vida nacional, en parte debido a los onerosos deberes rituales impuestos al emperador como cabeza del culto estatal sintoísta. El retiro de los emperadores estuvo acompañado por el aumento de poder de la familia Fujiwara cuyos miembros y en el año 858, se convirtieron en los amos virtuales de Japón y mantuvieron su poder durante los tres siglos siguientes monopolizando los altos cargos cortesanos y controlando a la familia imperial mediante el matrimonio de sus hijas con emperadores generación tras generación, a los que se les animaba a retirarse pronto en favor de los sucesores infantiles dominados por los regentes Fujiwara. En el 884, Fujiwara Mototsune pasó a ser el primer dictador civil oficial (kampaku). El más destacado de los dirigentes Fujiwara fue Fujiwara Michinaga, cuyas cinco hijas se casaron sucesivamente con emperadores y desde el 995 hasta 1028 dominó la corte.

El período de supremacía Fujiwara estuvo marcado por el gran florecimiento de la cultura japonesa y por el crecimiento de una civilización muy influida, pero no dominada, por la china, que fue su origen. El Kokinshu(Antología de poemas antiguos y modernos), primera de las grandes antologías poéticas imperiales, fue compilado en el 905. Se considera que la dictadura de Michinaga fue la época de esplendor de la literatura japonesa en la que destacaron las cortesanas Murasaki Shikibu y Sei Shonagon, dos de las grandes escritoras de la época. Las principales sectas del budismo, el Tendai y el Shingon, consiguieron una inmensa riqueza y poder y se convirtieron en mecenas de las artes. El carácter del gobierno también cambió bajo los Fujiwara aumentando la centralización de la administración al tiempo que el país se dividió en grandes estados nobiliarios de carácter hereditario, libres de impuestos o unidos a los grandes templos budistas. La mayoría de los campesinos estaban dispuestos a unir sus tierras a estos estados para escapar de los impuestos excesivos de las tierras públicas que les habían repartido, por lo que los grandes dominios privados se extendieron por todo el país.

La hegemonía Fujiwara decayó después de la muerte de Michinaga en el 1028.

A mediados del Siglo XI, los Fujiwara perdieron el monopolio de las consortes imperiales y los emperadores retirados se convirtieron en el núcleo de un nuevo sistema de gobierno de claustro, por el que los emperadores abdicaban después de realizar votos budistas y dejaban la administración en favor de los emperadores reinantes. Mientras tanto, en las provincias surgieron grupos locales de guerreros o samurai que defendían a sus dueños aristocráticos favoreciendo la creación de un sistema profeudal. Los dirigentes de estos grupos solían ser miembros de los clanes Taira y Minamoto, ambos fundados por príncipes imperiales, o de grupos aristocráticos similares que habían buscado nuevas riquezas y oportunidades fuera de Kyoto. Los guerreros Taira adquirieron su fama y poder en el suroeste; los Minamoto, en el este. En el Siglo XII, los dos grandes clanes militares extendieron su poder a la corte, iniciando una lucha por el control de Japón.

En 1156, una guerra civil (el Disturbio Hogen), estalló entre los emperadores retirados y reinantes y las ramas asociadas de la familia Fujiwara, dando entrada a los clanes militares. Después de la segunda guerra, el Disturbio Heiji (1159-1160), los Taira aplastaron a los Minamoto y tomaron el control de Japón, antes en manos de los Fujiwara. El dirigente Taira, Taira Kiyomori, fue nombrado ministro jefe en 1167 y, modelando sus políticas en las de los Fujiwara, monopolizó los cargos de la corte con los miembros de su familia y casó a su hija con un príncipe imperial; su hijo pequeño Antoku se convirtió en emperador en 1180. En el mismo año, un dirigente superviviente Minamoto, Minamotono Yoritomo, erigió su cuartel en Kamakura, en el este de Japón, y comenzó un levantamiento que después de cinco años de guerra civil, en la Batalla naval de Dannoura (1185), cerca de lo que hoy en día es Shimonoseki, en el mar Interior, derrotó y expulsó a los Taira. Yoritomo se convirtió en el dirigente de Japón, finalizando la era de administración imperial e inaugurando una dictadura militar que dirigió Japón los siete siglos siguientes.

Kamakura (1185-1333)

Enfatizando la casi completa ruptura entre las formas de gobierno civil y militar, Yoritomo permaneció En Kamakura, y utilizó su cuartel de campo, el bakufu (en japonés, 'gobierno de tienda'), como núcleo de su nueva administración. En adelante, el Feudalismo japonés se desarrolló hasta que fue más fuerte que la administración imperial. Yoritomo nombró guardias y administradores que dirigieran las provincias y los estados hacendados en paralelo con los gobernantes y propietarios oficiales. En 1192 creó el cargo del Seiitaisogún (gran general bárbaro dominado), por lo general abreviado como sogún, el comandante militar en jefe, con autoridad para actuar contra los enemigos del emperador en cualquier momento. Mediante esta red militar, Yoritomo era ya el dirigente virtual de Japón, así como dirigente titular de su sogunado, ante el que el emperador y su corte carecían de poder. Kamakura se convirtió en sede del poder real, gobierno verdadero, mientras que Kyoto permaneció como la corte titular sin ningún poder. En 1219, la familia Hojo, mediante una serie de conspiraciones y asesinatos que eliminaron a los herederos Minamoto y a sus seguidores, pasaron a ser los dirigentes militares de Japón. Ningún Hojo fue sogún; en su lugar, la familia nombró sogunes figurados, a veces niños pequeños, mientras un dirigente Hojo gobernaba como shikken (regente), con poder real. A pesar de la conclusión violenta de la larga paz Heian, el Japón Kamakura fue fértil culturalmente. La trágica caída de los Taira se inmortalizó en una epopeya bélica, el Heike monogatari ('Los relatos del clan Taira', c. 1220).

La tradición poética clásica quizás alcanzó su punto más alto con la compilación realizada en 1205 del Shin kokinshu (Nueva Antología de poemas antiguos y modernos) por Fujiwara Teika bajo el emperador Go-Toba.

Las nuevas formas de budismo, especialmente las escuelas de la Tierra Pura y Zen, se extendieron y alcanzaron mayor popularidad que las sectas más antiguas.

Las sectas Zen y los dirigentes militares honrados estimularon la escultura vigorosa de Unkei y sus sucesores.

Muromachi (1333-1568)

Desde 1333 hasta 1336, Daigo II Tenno intentó restaurar la administración imperial. Sus ideas reaccionarias predestinaron su fracaso y Ashikaga Takauji se sublevó, instaló su propio candidato a emperador y expulsó a Daigo de Kyoto, que se refugió en Yoshino; sus seguidores se trasladaron a Yoshino, una región al sur de Nara, en Honshu, y establecieron una corte rival.

En 1338, Takauji se convirtió en Sogún y erigió su propio bakufu en Kyoto. El distrito Muromachi de Kyoto (que pasó a ser la sede del sogunado de Ashikaga), dio su nombre al período de su gobierno. La guerra civil entre Daigo y sus sucesores y los emperadores controlados por los Ashikaga continuó durante 56 años. Por fin, en 1392, un enviado Ashikaga persuadió al emperador verdadero en Yoshino para abdicar y renunciar a las insignias imperiales sagradas. Con sus candidatos reconocidos como emperadores de derecho, los sogunes Ashikaga fueron, en teoría, los dirigentes legítimos de todo Japón, aunque nunca pudieron ejercer el control absoluto sobre los poderosos daimio.

El tercer sogún Ashikaga, Yoshimitsu, se distinguió por su enérgico gobierno y por patrocinar la obra Zeami de teatro no. En general, el período Muromachi fue uno de los más refinados temas artísticos y literarios. Esta época también vio el desarrollo del budismo como fuerza política; durante algunos siglos, los monasterios budistas habían sido tan ricos y poderosos que fueron grandes fuerzas en el país, cambiando la tendencia de los enfrentamientos medievales con sus ejércitos fuertes y sus monasterios fortificados.

Azuchi-Momoyama (1568-1600)

El vibrante pero caótico Japón del período de los Estados Opuestos fue finalmente reunificado en el Siglo XVI, en el período Azuchi-Momoyama, una época corta de intenso cambio, que recibió este nombre por los magníficos castillos (aunque pronto destruidos) de las dos figuras principales, Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi. Su esplendor, realzado por las brillantes pinturas de Kano Eitoku, representa el vigor de la época. Oda, un general descendiente de los Taira, inauguró el período sometiendo a otros daimio y entrando en Kyoto en 1568 para nombrar un sogún afín, que fue expulsado de Kyoto en 1573 cuando intentó adquirir mayor autonomía. Oda acabó con el poder de los monasterios entre 1570 y 1580 y anuló el budismo como fuerza política; combinó la sabia administración de las tierras sojuzgadas con la persecución implacable a sus oponentes. En 1582 Oda murió a manos de un vasallo agraviado y Toyotomi Hideyoshi -un campesino que se había convertido en uno de los comandantes de Oda- tomó el poder y hacia 1590 unió todo Japón bajo su mandato.

El último sogún Ashikaga abdicó en 1588, y Hideyoshi aseguró su gobierno mediante una administración sistemática: las tierras se midieron y los impuestos se racionalizaron en función a la producción de arroz; los campesinos fueron confinados a sus poblaciones y desarmados. Convencido de que el cristianismo ponía en peligro su régimen, Hideyoshi comenzó a perseguir a los cristianos japoneses. Sin embargo, nunca estableció el control completo sobre los daimios y fracasó en sus intentos de ocupar Corea en 1592 y en 1597.

Hideyoshi murió en 1598 y sus vasallos pronto rompieron su juramento de lealtad a su hijo menor y comenzaron a pelearse por la sucesión. Finalmente, en 1600, Tokugawa Ieyasu venció a sus rivales en la batalla de Sekigahara, y se convirtió en el dirigente indiscutible de todo el país.

Etapa feudal

Edo (1600-1868)

Ieyasu se nombró sogún en 1603, redujo al heredero de Hideyoshi a un humilde cargo provincial y estableció su capital en Edo (después Tokio) que se convirtió en un corto período de tiempo en la ciudad más grande de Japón y experimentó un gran desarrollo cultural, económico y político. Ieyasu se retiró como sogún titular en 1605 para concentrarse en consolidar el gobierno de su dinastía que culminó en 1615 cuando tomó el castillo de Osaka de la familia Toyotomi. En 1615, Ieyasu promulgó también nuevos códigos legales, que establecieron la organización feudal planeada por Hideyoshi y proporcionaron a Japón unos 250 años de paz.

Según los códigos de Ieyasu (el denominado sistema bakuhan), los feudos daimio (han) y sus administradores, así como el emperador y su corte, se pusieron bajo el estricto control Tokugawa. Cada daimio estaba dirigido por un gobernador supremo dentro de su feudo, que debía jurar fidelidad al sogún, dejar a su familia como rehenes en Edo y asistirle personalmente en años alternativos. Las confiscaciones de tierra realizadas después de la batalla de Sekigahara convirtieron a la familia Tokugawa en la más rica de Japón, ya que pasó a controlar la cuarta parte de la tierra del país, bien de forma directa o a través de sus vasallos inmediatos. Se estableció una jerarquización de los daimio de acuerdo con sus relaciones con los Tokugawa y los más sospechosos de estos, como los grandes feudos occidentales de Satsuma y Choshu, fueron vigilados por feudos fieles estratégicamente localizados.

El derecho de confirmar la propiedad de cada daimio en lo sucesivo fomentó el poder del sogunado. Las clases sociales se estratificaron de forma rígida en cuatro grupos principales: guerreros, campesinos, artesanos y mercaderes. Los samurai componían la aristocracia guerrera y gozaban de varios privilegios mientras que los campesinos se organizaron en grupos y poco a poco quedaron fijados a la tierra, pagando impuestos en dinero o especias y otros servicios feudales. La forma de feudalismo establecida por Ieyasu y los sucesivos sogunes Tokugawa se mantuvo hasta el final del período feudal a mediados del siglo XIX. Otro resultado de la dominación Tokugawa fue el aislamiento impuesto a Japón repecto a Occidente. Los comerciantes portugueses, españoles y holandeses habían visitado Japón cada vez más a menudo en el siglo XVI; los sogunes Tokugawa consideraron el cristianismo como potencialmente subversivo y, desde 1612, se persiguió a los cristianos. A los españoles se les denegó el permiso de desembarcar en Japón después de 1624 y, en la década siguiente, una serie de edictos prohibieron el comercio exterior, e incluso la construcción de grandes barcos. Solamente se permitió permanecer en Japón a un pequeño grupo de holandeses, restringidos a la isla artificial de Dejima en el puerto de Nagasaki y limitando sus actividades. Continuó el comercio con China, aunque con una regulación ajustada.

Durante los dos siglos siguientes las formas del feudalismo se mantuvieron estáticas. El bushido, el código de los guerreros feudales, se convirtió en el estandarte de la conducta para los grandes señores y la clase acomodada de los samurai que actuaron como sus partidarios y administradores. La cultura de Edo, cerrada a la influencia exterior, fue muy activa y produjo el teatro kabuki, el arte de Honami Koetsu y la escuela Ukiyo-e, y la literatura de Ihara Saikaku y Matsuo Basho. El confucionismo pasó a ser la nueva ideología del gobierno, lo que provocó una fuerte reacción tradicionalista y una defensa del nacionalismo proimperial.

A pesar de esto, las nuevas condiciones sociales y económicas de las islas durante el siglo XVIII comenzaron a indicar el inevitable colapso del rígido feudalismo. La población creció rápidamente y agotó hasta el límite los recursos agrícolas. Las comunicaciones internas, el comercio y la economía monetaria aumentaron y se desarrollaron gracias al aumento de la riqueza de los daimio, mientras que los mercaderes ricos aumentaron su poder social y político, constituyendo el grupo más importante de la jerarquía social Tokugawa. Durante el siglo XVIII, Edo, con un millón de habitantes, era la mayor ciudad del mundo, centro de una de las economías más avanzadas y prósperas del mundo preindustrial. A la vez, los disturbios del campesinado se hicieron más frecuentes bajo la presión de la carencia de alimentos.

El nacimiento de la conciencia japonesa del mundo exterior se reconoció en 1720, cuando el sogún Yoshimune revocó la proscripción de los libros europeos.

A principios del Siglo XIX, las visitas de los europeos, en su mayoría comerciantes y exploradores, se hicieron cada vez más frecuentes, aunque la prohibición era todavía oficial. Los libros y las ideas extranjeros se empezaron a filtrar en Edo, como el pigmento azul de Prusia y el sistema de perspectiva utilizado por los artistas Ukiyo-e. Estados Unidos estaba ansioso por firmar un tratado de comercio con Japón, con el fin de asegurar la liberación de los balleneros estadounidenses retenidos en la costa japonesa y abrir los mercados japoneses. En 1853, el gobierno estadounidense envió una misión formal a Japón, dirigida por el comodoro Matthew Calbraith Perry al mando de una escuadra de guerra. Después de extensas negociaciones, y ante la amenaza militar estadounidense, Perry y los representantes del emperador firmaron el Tratado de Kanagawa (1854), que abría varios puertos a Estados Unidos y admitía la presencia de un cónsul estable en la capital. En 1858, se alcanzó un acuerdo comercial al que siguieron otros con varias potencias occidentales bajo presión.

Los tratados daban considerables privilegios a los occidentales, como la extraterritorialidad, y la debilidad del sogunado al realizar esas concesiones fue causa de gran resentimiento entre la población. Los jefes militares japoneses comprobaron lo anticuado de su armamento en comparación con el occidental y no presentaron, en principio, ninguna resistencia. No obstante, inmediatamente se desarrolló un sentimiento contra los extranjeros y los ataques a los comerciantes foráneos empezaron a ser comunes en la década de 1860. Los dirigentes de este movimiento xenófobo y antioccidental eran jóvenes samurai de Satsuma, Choshu y de otros grandes feudos occidentales, simpatizantes de la restauración del poder imperial bajo el lema sonno joi ('venerad al emperador, expulsad a los bárbaros'). Con el apoyo del emperador que residía en Kyoto, iniciaron ataques militares y navales a los barcos extranjeros fondeados en los puertos japoneses; los intentos del sogúnado para contenerlos fueron inútiles, pero este movimiento fue sofocado por la propia reacción occidental, que en 1864 bombardeó Shimonoseki como represalia.

La evidencia de la hegemonía militar occidental hizo que los señores de Choshu y Satsuma tomaran la iniciativa y propusieran nuevas estructuras gubernamentales para enfrentarse a la amenaza imperialista de Occidente. Según un plan de compromiso, el último sogún, Tokugawa Yoshinobu, dimitió en 1867 mientras que los radicales proimperiales decidieron forzar la situación, rodearon el palacio imperial de Kyoto el 3 de enero de 1868 y proclamaron la restauración imperial.

Occidentalización

Meiji (1868-1912)

Los ejércitos de los feudos de Satsuma, Choshu y Tosa, que ahora componían las fuerzas imperiales, sometieron a los seguidores de los Tokugawa, poco después aseguraron la Restauración Meiji. El joven emperador, Mutsuhito, recuperó la posición de verdadero dirigente del gobierno y adoptó el nombre de Meiji Tenno ('gobierno ilustrado') para designar su reinado, aunque su función principal consistió en actuar como talismán de la soberanía mientras varios dirigentes de Choshu y Satsuma monopolizaron las posiciones ministeriales alrededor del trono que legitimaba la transformación de Japón. La capital real fue transferida a Edo, denominada ahora Tokio ('capital oriental'). En 1869, los señores de los grandes clanes de Choshu, Hizen, Satsuma y Tosa rindieron sus feudos al emperador y, después de varias entregas realizadas por otros clanes, un decreto imperial de 1971 abolió todos los feudos y en su lugar creó prefecturas administrativas centralizadas, con los antiguos señores como gobernadores.

Durante este período, Japón logró mantenerse al margen del imperialismo europeo que, en esa época, había engullido a otros países asiáticos.

Mediante una imitación concertada de la civilización occidental en muchos aspectos, se propusieron hacer de Japón una potencia mundial, bajo el lema fukoku kyohei ("enriqueced el país, fortaleced el Ejército"); oficiales franceses se encargaron de la remodelación del Ejército, los marinos británicos reorganizaron la Armada y los ingenieros holandeses supervisaron las nuevas construcciones en las islas. Se enviaron varios especialistas japoneses para analizar los gobiernos extranjeros y para seleccionar características que se aplicarían en Japón; se redactó un nuevo código penal a imagen del francés, se estableció un Ministerio de Educación en 1871 para desarrollar un sistema educativo basado en el de Estados Unidos, que fomentaría una ideología nacionalista y la exaltación del emperador a partir del desarrollo del sintoísmo. El país experimentó un rápido crecimiento industrial bajo la supervisión del gobierno. En 1872, se decretó el servicio militar universal y, unos años después, en 1877, un decreto abolió la clase de los samurais, no sin un trágico enfrentamiento entre los soldados y los samurais en Satsuma.

La oligarquía Choshu-Satsuma impuso cambios desde arriba en el sistema político y no fueron el resultado de las demandas políticas del pueblo. El campesinado continuó sufriendo la mayoría de los gravosos impuestos estatales y las revueltas continuaron en el siglo XX. No obstante, se intentó crear un régimen constitucional que reforzara el país y mejorara su situación general. Se organizó un gabinete a imagen del alemán en 1885, con Ito Hirobumi como primer ministro, y se creó un consejo privado en 1888, ambos responsabilidad del emperador. La nueva Constitución, redactada por Ito tras una investigación de las constituciones de Europa y Estados Unidos, se promulgó en 1889 y establecía una Dieta bicameral formada por la Cámara de Pares con 363 miembros y una cámara baja con 463 miembros elegidos por los ciudadanos que pagaban impuestos anuales directos no inferiores a 15 yenes. Se salvaguardaron cuidadosamente los poderes del emperador al que se le permitía promulgar decretos leyes, tener la potestad para declarar la guerra o alcanzar la paz y disolver o suspender la actividad de las cámaras. La Constitución ofrecía más libertad y seguridad a los propietarios que el sistema Tokugawa, además de posibilidades para discusiones políticas, pero no dejó claros los límites del poder ejecutivo.

Posteriores ordenanzas confirmaron la importancia de los ministros del Ejército y de la Armada, cuyos titulares debían ser oficiales en servicio, los cuales, de forma paulatina, adquirieron derechos de veto sobre la formación de gabinetes y una gran influencia política.

El Imperio también se embarcó en una política exterior expansionista. En 1879, Japón había tomado las islas Ryukyu, protectorado japonés desde 1609, y las designó como prefectura de la isla de Okinawa. La lucha por el control de Corea fue el siguiente paso en la expansión japonesa. Los conflictos con China en Corea finalizaron en la Guerra Chino-japonesa (1894-1895), en la que las modernizadas fuerzas niponas derrotaron pronto a los chinos. Según los términos del Tratado de Shimonoseki de abril de 1895, China cedía a Japón Taiwan (Formosa) y Pescadores, además de una gran indemnización monetaria. El tratado otorgó la península de Liaodong, en el sur de Dongbei Pingyuan (Manchuria), a Japón, pero la intervención de Rusia, Francia y Alemania obligó a Japón a aceptar una indemnización adicional en su lugar.

El decisivo triunfo japonés indicó al mundo que estaba emergiendo una nueva y fuerte potencia en el Lejano Oriente. Como preliminares para establecer negociaciones de plena igualdad con las grandes potencias, Japón, en 1890, había revisado sus códigos criminal, civil y comercial siguiendo modelos occidentales desde donde demandar la revocación de las cláusulas de extraterritorialidad de sus tratados, lo que se consiguió en 1899. En 1894, Estados Unidos y Gran Bretaña fueron las primeras naciones en reconocer la libertad comercial del Imperio Japonés.

Taisho (1912-1926)

El emperador Meiji falleció en 1912 y le sucedió el emperador Taisho. En Agosto de 1914, tras el estallido de la I Guerra Mundial, Japón envió un ultimátum a Alemania, solicitando la evacuación del territorio de Jiaozhou (Kiaochow), en el noreste de China. Cuando Alemania se negó a cumplirlo, Japón entró en la guerra del lado de los aliados. Las tropas niponas ocuparon las posesiones alemanas de las islas Marshall, Carolinas y Marianas en el océano Pacífico. En 1915, el Imperio presentó las Veintiún Demandas a China, que solicitaba privilegios industriales, mineros y ferroviarios y que obligaba a China a no alquilar ni ceder ningún territorio costero frente a Taiwan a ningún país que no fuera Japón. Estas peticiones, algunas de las cuales fueron rápidamente garantizadas, fueron la primera declaración de una política de dominación sobre China y el Lejano Oriente. Un año después, en 1916, China cedió los derechos comerciales de Mongolia interior y el sur de Dongbei Pingyuan (Manchuria) a Japón.

Como resultado del acuerdo de paz de la I Guerra Mundial, Japón recibió las islas del Pacífico que había ocupado como mandato de la Sociedad de Naciones, organización de la que el emperador nipón fue uno de los miembros fundadores. Japón también recibió el territorio de Jiaozhou, pero fue devuelto a China como resultado del Tratado de Shandong (Shantung), realizado durante la Conferencia de Washington en 1922. Esta conferencia también dio como resultado el cambio de la Alianza anglo-japonesa por el Tratado de las Cuatro Potencias, por el que Japón, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos se comprometían a respetarse los territorios del océano Pacífico y consultarse si se amenazaban sus derechos territoriales, y el Tratado de las Nueve Potencias (Bélgica, Gran Bretaña, Países Bajos, Portugal, Japón, Francia, Italia, China y Estados Unidos), en el que los signatarios respetaban la integridad territorial y la soberanía de China. Un tratado adicional entre Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón, Francia e Italia acordó limitar los efectivos navales: la Armada japonesa se limitó a 315.000 toneladas.

Con la adopción de los tratados de Shandong y de las Nueve Potencias, Japón demostró una actitud conciliadora hacia China, a pesar de los intereses comerciales japoneses en ese país. Las relaciones con Rusia, que se habían vuelto tirantes tras la Revolución Rusa de 1917 y la posterior invasión de Siberia y el norte de Sajalín por los japoneses en 1918, se hicieron más amistosas después de que Japón reconociera el estado soviético en 1925. Esta actitud menos agresiva por parte de Japón se debió en parte al éxito de grupos liberales en la política interior, estimulados por la victoria de las naciones en la I Guerra Mundial.

El primer ministro de uno de estos partidos políticos recién creados, Hara Takashi, tomó posesión de su cargo en 1918 y, a pesar de su asesinato en 1921, la era Taisho se recuerda como la época de experimentos democráticos. Las demandas para establecer el sufragio universal masculino obligaron al gobierno a promulgar en 1919 una ley que duplicaba el electorado, alcanzando la cifra de 3 millones. En 1923, la región de Tokio y Yokohama se convulsionó por un gran seísmo, pero la rapidez con que se reconstruyó la zona demostró el vigor de la nueva sociedad industrializada. Las protestas democráticas aumentaron su intensidad y, en 1925, se garantizó el sufragio universal masculino, de manera que el electorado creció repentinamente a 14 millones de votantes. Reflejando el interés creciente en el establecimiento de un régimen democrático, durante la década de 1920, la tendencia política se orientó hacia gabinetes donde no se encontraban miembros de la oligarquía o dirigentes militares. Sin embargo, este movimiento tuvo una corta duración.

Showa (1926-1989)

En 1926, Hiro-Hito, nieto del emperador Meiji, subió al trono. Adoptó el nombre de Showa ('brillante armonía') como designación oficial de su reinado, pero cuando el general barón Tanaka Giichi se convirtió en primer ministro en 1927, se reanudó la política agresiva hacia China. La fuerza que impulsó este cambio de política residía en la expansión de la industria japonesa, cuyo rápido crecimiento desde el inicio de la I Guerra Mundial (1914) requería nuevos mercados para una producción cada vez mayor. El colapso del mercado de la seda estadounidense en 1929 arruinó a muchos campesinos e incrementó la presión para realizar una acción drástica.

A finales de la década de 1920 Japón consiguió dominar la administración y los asuntos económicos de Dongbei Pingyuan (Manchuria), a pesar de las protestas chinas. El 18 de septiembre de 1931 tropas japonesas, alegando que los saboteadores chinos habían causado una explosión en el Ferrocarril de Dongbei Pingyuan (Manchuria) del Sur de propiedad japonesa, embargaron los arsenales de Shenyang (Mukden) y de varias ciudades vecinas, obligando a las tropas chinas a retirarse del área.

Actuando sin la aprobación oficial del gobierno japonés y bajo la influencia de sociedades secretas que consideraban que los intereses nacionales estaban por encima de directrices políticas, el ejército de Guangdong extendió sus operaciones hacia el interior de Dongbei Pingyuan (Manchuria) y, en cinco meses aproximadamente, invadió toda esta región. Se estableció entonces en Dongbei Pingyuan (Manchuria) un Estado títere conocido como Manchukuo; Puyi, último emperador de China, fue coronado emperador de Manchukuo en 1934 como Kang De.

La ocupación de Dongbei Pingyuan (Manchuria) permitió a los derechistas radicales hacerse con el gobierno e imponer un régimen represivo contra los sectores más liberales; el vizconde Saito Makoto formó el denominado gabinete nacional compuesto principalmente por hombres sin afiliación política. Las repercusiones internacionales de la ocupación de Dongbei Pingyuan (Manchuria) hicieron que la Sociedad de Naciones, actuando con la autoridad del Pacto Briand-Kellogg, creara una comisión para determinar si había que imponer sanciones como potencia agresora; la respuesta de Japón fue abandonar la organización en 1935. Para consolidar su presencia en China, Japón desembarcó tropas en Shanghai, en el norte, el Ejército japonés de Dongbei Pingyuan (Manchuria) se anexionó la provincia de Chengde (Jehol) e intentó ocupar las ciudades de Pekín y Tianjin. Incapaz de resistir la superioridad de las fuerzas japonesas, China firmó una tregua en mayo de 1933 en la que se reconocían las conquistas japonesas.

La acción del Ejército mostró el poder que las autoridades militares tenían en la política japonesa. En 1936, el Imperio firmó un acuerdo con la Alemania de Hitler y, un año después, un pacto similar con la Italia de Mussolini. El establecimiento de un gobierno casi completamente militar, con la cooperación de los zaibatsu (trusts industriales familiares), supuso el desarrollo de una política exterior agresiva y expansionista.

La guerra con China

El 7 de julio de 1937, una patrulla china se enfrentó a las tropas japonesas, cerca de Pekín. Utilizando el accidente como pretexto para comenzar las hostilidades, el Ejército japonés de Dongbei Pingyuan (Manchuria) se desplazó hacia esta área, reiniciando las hostilidades con China, aunque la guerra nunca se declaró formalmente. Después de que una fuerza japonesa ocupara con rapidez el norte de China y que, a finales de 1937, la Armada nipona bloqueara casi toda la costa china, el ejército avanzó hacia el interior del este y del sur de China en 1937 y 1938, y capturó Shanghai, Suzhou (Soochow), Nanjing (Nanking), Qingdao (Ts'ing-tao), Cantón (Guangzou) y Hankou (Hankow), obligando a los chinos a replegarse hacia el oeste. Las protestas de gobiernos extranjeros por los maltratos de las tropas japonesas a los residentes extranjeros en China y la usurpación de sus propiedades privadas fueron ignoradas por el Imperio. A finales de 1938, los japoneses fueron frenados en las montañas del centro de China, donde los chinos realizaron una lucha de guerrilla contra los invasores. Mientras tanto, en Japón se había establecido una economía de guerra dirigida por el gobierno. En 1937, un gabinete encabezado por el príncipe Konoe Fumimaro concedió toda la dirección de la guerra a los dirigentes del Ejército y de la Armada.

El estallido de la II Guerra Mundial

El comienzo de la II Guerra Mundial, en Septiembre de 1939, dio a Japón una nueva oportunidad para extenderse por Sureste asiático, después de haber alcanzado varios acuerdos diplomáticos. En septiembre de 1940 Japón estableció una alianza tripartita con Alemania e Italia, el denominado Eje Roma-Berlín-Tokio, que aseguraba ayuda mutua y total durante un periodo de diez años. Sin embargo, Japón consideró que el pacto firmado en 1939 entre Alemania y la URSS había liberado al Imperio de cualquier obligación contraida en la alianza anticomunista de 1936. Por tanto, en septiembre de 1941, Japón firmó un pacto de neutralidad con la URSS, que garantizaba la protección del norte de Dongbei Pingyuan (Manchuria). Un año antes, con el consentimiento del gobierno francés de Vichy, controlado por los alemanes, las fuerzas japonesas ocuparon la Indochina francesa. Al mismo tiempo, Japón intentó obtener acuerdos económicos y políticos en las Indias Orientales Holandesas.

Estas acciones provocaron el embargo de petróleo estadounidense e incrementaron la hostilidad entre ambos países, bastante fuerte desde la invasión japonesa de China en 1937. En octubre de 1941 el general Tojo Hideki se convirtió en el primer ministro japonés y ministro de Guerra, lo que no favoreció la normalización de las relaciones.

El ataque a Pearl Harbor

El 7 de diciembre de 1941 sin aviso y mientras todavía se estaban celebrando negociaciones entre los diplomáticos estadounidenses y japoneses, varias oleadas de aviones japoneses bombardearon Pearl Harbor, en Hawaii, la principal base naval estadounidense en el Pacífico; poco después se lanzaron ataques simultáneos contra Filipinas, las Islas de Guam, Isla Wake y Midway, Hong Kong, Malasia británica y Tailandia.

El 8 de diciembre, Estados Unidos declaró la guerra a Japón, al igual que el resto de los poderes aliados, excepto la URSS. Un año después del éxito de estos ataques por sorpresa Japón mantenía la ofensiva en el Sureste asiático y en las islas del Pacífico Sur. El Imperio designó el Este asiático y sus alrededores como la Gran Esfera de Coprosperidad de Asia Oriental le hizo efectiva la propaganda del lema Asia para los asiáticos. Además, los elementos nacionalistas en la mayoría de los países de Asia oriental daban apoyo tácito, y en algunos casos real, a los japoneses, porque vieron un camino aparente para liberarse del imperialismo occidental. En diciembre de 1941, Japón invadió Tailandia, a cuyo gobierno obligó a firmar un tratado de alianza. Las tropas japonesas ocuparon Birmania, Malasia británica, Borneo, Hong Kong y las Indias Orientales Holandesas. En Mayo de 1942, las Filipinas cayeron en manos japonesas. Volviéndose hacia Australia y Nueva Zelanda, las fuerzas japonesas desembarcaron en Nueva Guinea, Nueva Inglaterra (ahora parte de Papúa-Nueva Guinea) y las islas Salomón. Un destacamento especial japonés también invadió y ocupó Attu, Agattu y Kiska en las islas Aleutianas frente a la costa de Alaska, en Norteamérica. Al final, la guerra se convirtió en una lucha naval por el control las vastas extensiones del océano Pacífico.

El cambio de tendencia

Bomba atómica sobre Hiroshima

La marcha de la guerra comenzó a cambiar en 1942, cuando una fuerza naval y aérea aliada contuvo la invasión de la flota japonesa en la batalla del Mar del Coral entre Nueva Guinea y las islas Salomón. Un mes después, una gran flota japonesa fue derrotada en la batalla de Midway. Utilizando operaciones combinadas de unidades de tierra, mar y aire bajo el mando del general estadounidense Douglas MacArthur, las fuerzas aliadas avanzaron hacia el norte y expulsaron a los japoneses de las islas del Pacífico Sur. En Julio de 1944, después de la caída de Saipan, la base nipona más importante en las islas Marianas, los dirigentes japoneses fueron conscientes de que habían perdido la guerra. Tojo fue obligado a dimitir y se debilitó así la influencia de la oligarquía militar. En Noviembre de 1944, Estados Unidos comenzó una serie de importantes ataques aéreos sobre Japón. A principios de 1945, después de la batalla de Iwo Jima los estadounidenses llegaron a 1.200 km de Japón. Durante ese mismo periodo, las fuerzas aliadas al mando del almirante inglés Louis Mountbatten, primer conde Mountbatten, vencieron a los ejércitos japoneses en el Sureste asiático. En los siguientes cuatro meses, desde mayo a agosto, los bombardeos estadounidenses devastaron las ciudades niponas, sus comunicaciones y su industria, culminando el 6 de agosto de 1945, con el lanzamiento de la primera Bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima; dos días después, el 8 de agosto, la URSS declaró la guerra a Japón, y, el 9 de agosto Estados Unidos lanzó una Segunda bomba atómica sobre Nagasaki, mientras que las fuerzas soviéticas invadieron Dongbei Pingyuan (Manchuria), el norte de Corea y Karafuto. Los poderes aliados habían acordado durante la Conferencia de Potsdam que sólo se podría aceptar del gobierno japonés la rendición incondicional. Venciendo la parálisis del gobierno, el emperador Hiro-Hito insistió en la rendición. El 14 de agosto, Japón aceptó los términos aliados y el emperador se dirigió a la nación por primera vez en un mensaje radiofónico comunicando la rendición japonesa, a pesar de un intento de los militares de sabotear la emisión en el último minuto. La rendición formal se firmó a bordo del acorazado estadounidense Missouri, en la bahía de Tokio, el 2 de septiembre.

La disolución del Imperio

Los aliados designaron a los estadounidenses para mantener tropas de ocupación en las islas japonesas. Japón fue despojado de su Imperio; Mongolia interior, Dongbei Pingyuan (Manchuria), Taiwan y Hainan fueron devueltas a China, la URSS, retuvo las islas Kuriles y Karafuto (que de nuevo se denominó Sajalín) y el control de Mongolia Exterior; Port Arthur y el Ferrocarril de Dongbei Pingyuan (Manchuria) del Sur se colocaron bajo el control conjunto de la URSS y China. Estados Unidos, bajo el fideicomiso de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), ocupó todas las islas que habían sido antiguos mandatos japoneses del Pacífico Sur.

El 11 de agosto de 1945, después de que los japoneses se rindieran, Douglas MacArthur fue nombrado comandante supremo de las tropas que ocupaban Japón. Representantes de China, la URSS y Gran Bretaña formaron el Consejo Aliado para Japón, con sede en Tokio, para asistir a MacArthur. De las cuestiones exteriores de la política de ocupación se pasó a ocupar la Comisión del Lejano Oriente, con sede en la ciudad de Washington, representada por Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética, Australia, Canadá, China, Francia, la India, los Países Bajos, Nueva Zelanda y Filipinas. Un cierto número de antiguos dirigentes japoneses fueron juzgados por crímenes de guerra por un tribunal en el que había representantes de once países, que se reunió en Tokio el 3 de mayo de 1946 y se cerró el 12 de noviembre de 1948.

El final de la era Showa

No hubo resistencia a la ocupación estadounidense de las islas japonesas. MacArthur ejerció su autoridad a través del emperador y de la maquinaria de gobierno existente estableciendo la disolución de los grandes trusts industriales y bancarios, cuyos fondos fueron embargados en 1946. Las mujeres consiguieron el derecho a voto en las primeras elecciones tras la guerra (en Abril de 1946), y 38 de ellas fueron elegidas para la Dieta japonesa. Posteriormente, la Dieta acordó un borrador de una nueva Constitución inspirada en la estadounidense, que en Mayo de 1947 se hizo efectiva.

La rehabilitación de la economía japonesa fue más difícil que la reorganización del gobierno. La escasez de alimentos se había suplido con importaciones de productos de los aliados, en particular de Estados Unidos, y los severos bombardeos durante la guerra casi anularon la capacidad industrial de Japón. A principios de 1949, la "ayuda" dada a Japón costó a Estados Unidos más de 1 millón de dólares al día.

A comienzos de Mayo de 1949, varias industrias niponas sufrieron varias huelgas, en especial la industria minera del carbón. El gobierno y MacArthur acusaron al Partido Comunista, que había conseguido 3 millones de votos en las recientes elecciones nacionales, de instigar los paros laborales con fines políticos, por lo que el gobierno realizó una investigación a gran escala de las actividades comunistas ante la protesta del delegado soviético del Consejo de Control Aliado mientras MacArthur acusaba a la URSS de fomentar el desorden en Japón a través del Partido Comunista y de una "indiferencia cruel" en la repatriación de los prisioneros de guerra japoneses. La Unión Soviética anunció en Abril de 1950 que, excepto 10.000 criminales de guerra, todos los prisioneros (94.973) habían sido devueltos a Japón.

Las negociaciones aliadas durante 1950 para llegar a un tratado de paz con Japón estuvieron marcadas por diferencias básicas entre Estados Unidos y la Unión Soviética en varios aspectos, especialmente si China participaría en la redacción del documento. En mayo, se eligió al estadounidense John Foster Dulles, consejero del secretario de Estado, para preparar los términos del tratado. Después de un año de consultas y negociaciones con todos los países afectados, el 12 de julio de 1951 se alcanzó un tratado preliminar. La URSS mantuvo que el documento favorecía la reaparición del militarismo japonés.

El gobierno estadounidense invitó a asistir a la conferencia de paz a 55 países, entre los que no se encontraba la República Popular China. La conferencia de paz comenzó en San Francisco a principios de septiembre, con la ausencia de la India, Birmania y Yugoslavia que sí habían sido invitadas. Después de varias discusiones, 49 países, entre ellos Japón, firmaron el tratado; la URSS, Checoslovaquia y Polonia se negaron a hacerlo.

El Tratado de Paz, 1951

Según los términos del tratado, Japón renunció a todos sus derechos sobre Corea, Taiwan, las islas Kuriles, Sajalín y las islas que fueron antiguos mandatos y abandonó cualquier reivindicación sobre China y Corea; se reconoció el derecho de Japón a defenderse y a entablar acuerdos de seguridad colectivos, y Japón aceptó en principio la validez de las reparaciones de guerra, que pagaría en bienes y servicios en vista de la insuficiencia de los recursos financieros del país.

Al mismo tiempo, Estados Unidos y Japón firmaron un acuerdo que establecía la permanencia de las bases militares estadounidenses en territorio nipón para proteger al país desarmado de agresiones externas o disturbios internos de importancia.

Mientras tanto, MacArthur había sido relevado de su cargo en Abril de 1951, aunque se mantuvo la ocupación del país. Estados Unidos cesó su ayuda económica a Japón a finales de junio, pero el efecto perjudicial de esta acción sobre la economía nipona fue compensado en gran parte por el pedido de material militar para la guerra de Corea por parte estadounidense. Los problemas económicos del país procedían en parte de la pérdida de mercados exteriores después de la guerra, en especial en China. Estados Unidos reconoció la importancia del mercado chino y, en octubre, permitió a Japón desarrollar un comercio limitado con China.

El 28 de abril de 1952 entró en vigor el tratado de paz y se restableció la soberanía completa en Japón. Según los términos del tratado, las tropas estadounidenses permanecieron en Japón como fuerzas de seguridad. El gobierno japonés estableció tratados de paz o renovó las relaciones diplomáticas durante 1952 con Taiwan, Birmania, la India y Yugoslavia.

En 1952 se debatió ampliamente la cuestión del rearme. El gobierno se mostró poco dispuesto a comprometerse en favor de la reconstrucción de las defensas del país, debido a las dificultades económicas y los obstáculos legales; la Constitución de 1947 establecía la renuncia a la guerra para siempre. Ese mismo año, la Dieta aprobó un proyecto de ley para suprimir las actividades subversivas de grupos organizados. En las elecciones generales del 1 de octubre, las primeras desde el final de la ocupación, Yoshida Shigeru, dirigente del Partido Liberal, que había encabezado el gabinete desde 1949, fue nombrado primer ministro de nuevo.

Las relaciones exteriores de posguerra: Estados Unidos

En abril de 1953, el primer ministro Yoshida, tras perder el voto de confianza de la Dieta imperial, convocó elecciones anticipadas, que fueron ganadas por los liberales, lo que permitió a Yoshida ser reelegido primer ministro. Durante 1953 el gobierno estadounidense intentó además asegurar el país contra una posible agresión comunista y animó activamente el rearme de Japón. En agosto, los dos países firmaron un tratado de ayuda militar que estipulaba las provisiones para la fabricación de armas japonesas de acuerdo con especificaciones estadounidenses. En una declaración conjunta en septiembre, el primer ministro Yoshida y Shigemitsu Mamoru, dirigente del Partido Progresista, recomendaron oficialmente el rearme japonés con carácter defensivo. Las negociaciones con el gobierno estadounidense permitieron en marzo de 1954 la firma de un pacto de defensa mutua.

La política de colaboración próxima con Estados Unidos del primer ministro Yoshida estuvo sujeta a una fuerte crítica por los disidentes del Partido Liberal durante la segunda mitad de 1954, que crearon el Partido Democrático de Japón, cuyo dirigente, Hatoyama Ichiro, fue elegido primer ministro gracias al apoyo socialista, a cambio de celebrar en febrero de 1955 elecciones nacionales. El Partido Democrático no consiguió la mayoría parlamentaria en esas elecciones, pero con el apoyo liberal, Hatoyama volvió al cargo de primer ministro. El Partido Democrático y el Partido Liberal se fusionaron en noviembre de ese año, dieron al gobierno la mayoría absoluta en la Dieta e inauguraron el monopolio del poder del Partido Liberal Democrático (PLD). Las relaciones exteriores de posguerra: URSS

En octubre de 1956, la Unión Soviética y Japón acordaron finalizar el estado técnico de guerra que existía entre los dos países desde agosto de 1945. El acuerdo estipulaba el restablecimiento de relaciones diplomáticas normales, la repatriación de los prisioneros de guerra japoneses que permanecían en la URSS, la firma de tratados de pesca negociados a principios de año, el apoyo soviético a la entrada de Japón en la ONU y la devolución a Japón de ciertas islas pequeñas en la costa meridional. El 18 de diciembre, la Asamblea General de la ONU votó por unanimidad la admisión de Japón en las Naciones Unidas. Dos días después, Ishibashi Tanzan, ministro de Industria y Comercio Internacional, sustituyó a Hatoyama como primer ministro. A la vez que mantenía relaciones estrechas con Estados Unidos, Ishibashi intentó extender el comercio con la URSS y China como medida para reducir el desempleo. En Febrero de 1957 el primer ministro Ishibashi dimitió de su cargo y fue sustituido por el antiguo ministro de Asuntos Exteriores, Kishi Nobusuke. En el mismo mes, se firmaron varios acuerdos para finalizar con el estado de guerra con Checoslovaquia y Polonia. En noviembre, Japón acordó pagar 230 millones de dólares a Indonesia como reparaciones de la II Guerra Mundial y cancelar la deuda comercial indonesia.

Japón se convirtió en miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, en Enero de 1948. El primer ministro Kishi disolvió la Cámara de Representantes en abril, y se celebraron elecciones al mes siguiente.

Política interior

En Octubre de 1958 el Partido Socialista propuso una huelga para protestar por un proyecto de ley gubernamental que estipulaba el incremento de poder de la policía y que fue retirado después que 4 millones de trabajadores apoyaran la huelga de protesta. Las elecciones de Junio de 1959 para la mitad de los escaños de la Cámara de Consejeros dieron la victoria al PLD. En enero de 1960, y pese a las numerosas protestas populares, se firmó un nuevo tratado de seguridad con Estados Unidos en Washington y se anunció que en junio de ese mismo año el presidente estadounidense Dwight David Eisenhower realizaría una visita a Japón. Sin embargo, el aumento de las protestas obligó a cancelar la visita, porque se temía por la seguridad de Eisenhower. El primer ministro Kishi dimitió el 15 de julio y le sucedió Ikeda Hayato, el nuevo presidente del PLD, cuyos miembros obtuvieron la mayoría en las elecciones a la Cámara de Representantes celebradas en octubre. En 1963 el gobierno intentó enmendar una disposición constitucional para aumentar el presupuesto de las Fuerzas Armadas japonesas; al no obtener la aprobación mayoritaria, el primer ministro Ikeda disolvió la Dieta y convocó elecciones para el 21 de noviembre. La mayoría de su partido se redujo a 13 escaños.

Crecimiento económico

La economía japonesa ocupó el primer puesto mundial por su tasa de crecimiento en 1964. En su desarrollo comercial, el gobierno japonés estableció un acuerdo con China por el que cada país establecería oficinas de enlace comercial no oficiales en la capital del otro; mientras, se acordó con la URSS la venta de una planta de fertilizantes como pago a los créditos soviéticos. El primer ministro Ikeda dimitió como primer ministro a finales de octubre por razones de salud y fue sucedido por el antiguo ministro de Estado Sato Eisaku (hermano del anterior primer ministro Kishi Nobusuke), también perteneciente al PLD. Los XVIII Juegos Olímpicos se celebraron en Tokio en octubre, lo que supuso una mejora de sus infraestructuras.

En Marzo de 1965 el ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur pasó a ser el primer coreano que obtuvo una audiencia con el emperador japonés desde la II Guerra Mundial. Durante su visita los gobiernos de Japón y Corea del Sur alcanzaron un importante acuerdo de relaciones mutuas. A finales de la década de 1960, Japón fue el escenario de manifestaciones generalizadas y a veces violentas llevadas a cabo por los estudiantes que protestaban por el apoyo nipón a la política exterior de Estados Unidos. Las relaciones entre ambos países entraron en un periodo de estancamiento en 1971, en 1972 Okinawa fue devuelta a Japón.

En la década de 1960 Japón superaba a todas las naciones de Europa Occidental en el producto nacional bruto y seguía a Estados Unidos como potencia industrial mundial. La Exposición Mundial de Osaka, que tuvo lugar en 1970, demostró que el país había restablecido su posición en el comercio internacional: en 1971 Japón era el tercer país exportador más importante del mundo, después de Estados Unidos y de Alemania Occidental , y el quinto en importaciones.

Aunque el PLD continuó sosteniendo las riendas del gobierno, a lo largo de toda la década de 1970 fueron muy frecuentes los cambios de gobierno, consecuencia de la aparición de facciones dentro del partido. En 1972, Tanaka Kakuei, que sucedió al primer ministro Sato en julio, tomó medidas para mitigar el desequilibrio comercial con Estados Unidos. También realizó una visita a China y acordó reanudar las relaciones diplomáticas con ese país inmediatamente, al igual que con Taiwan. En Noviembre de 1974 Tanaka dimitió en favor de Miki Takeo, cuyo gobierno sufrió la recesión económica mundial que se produjo en 1973 al dejar de recibir el petróleo procedente de países árabes; la economía de Japón, muy dependiente del petróleo y de otras materias primas, mostró entre 1974 y 1975 un crecimiento cero.

Ese mismo año, la lucha entre facciones desgarró al PLD, que no consiguió aprobar la mayoría de sus principales proyectos de ley en la Dieta. El partido recibió un nuevo golpe en 1976 cuando se descubrió que la Lockheed Aircraft Corporation, una compañía estadounidense, había pagado al menos 10 millones de dólares en sobornos y honorarios a los políticos e industriales japoneses desde la década de 1950. Miki convocó elecciones para diciembre, en las que su partido perdió por primera vez su tradicional mayoría en la cámara baja. Miki dimitió y Fukuda Takeo fue elegido primer ministro. En diciembre de 1978 le sustituyó Ohira Masayoshi, también miembro del PLD. Tras el fallecimiento de Ohira durante la campaña electoral de 1980, Suzuki Zenko fue elegido para sucederle. Acosado por el faccionalismo existente en las filas del PLD, Suzuki dimitió de forma inesperada en noviembre de 1982. Nakasone Yasuhiro le sustituyó como primer ministro y como dirigente del partido. El PLD, que sufrió un revés en las elecciones a la Dieta de 1983, consiguió en cambio una mayoría abrumadora en 1986; Takeshita Noboru fue elegido en noviembre de 1987 para sustituir a Nakasone.

A principios de la década de 1980 Japón hizo frente a la congestión urbana, a la contaminación ambiental y la improductividad de la agricultura, a pesar de lo cual tuvo la mayor tasa de crecimiento económico y la menor inflación de las naciones industrializadas. El crecimiento económico comenzó a estabilizarse a mediados de la década de 1980, debido en parte a que la fuerza del yen frente al dólar estadounidense había encarecido las exportaciones, que disminuyeron.


Heisei (1989 - )

El emperador Hiro-Hito falleció en Enero de 1989 y le sucedió su hijo Aki-Hito inaugurando el período denominado Heisei ('de la paz conseguida'), que pronto se mostró como una época de convulsión y reforma. En abril Takeshita dimitió a causa de un escándalo por soborno; su sucesor, Uno Sosuke, también dimitió por el mismo motivo en julio y fue sustituido por Kaifu Toshiki. Los demócratas liberales ganaron las elecciones parlamentarias de febrero de 1990 a pesar de que la Bolsa de Tokio había empezado un descenso que duraría hasta mediados de 1992, cuyo índice Nikkei perdió casi dos tercios de su valor.

Incapaz de hacer frente al malestar económico y sin la confianza de los miembros conservadores del partido, Miyazawa Kiichi, otro político veterano, sustituyó a Kaifu a finales de 1991, mientras que el Partido Socialista cambió su nombre por el de Partido Socialdemócrata. En 1992, se aprobó una legislación que permitía la participación de las tropas japonesas en las operaciones de paz de la ONU, antes considerado como inconstitucional. Sobre un fondo de tensión continua con Estados Unidos por cuestiones comerciales, la confianza en el gobierno continuó su descenso mientras que los japoneses se vieron frustrados con el estancamiento de la economía nipona y la corrupción gubernamental. En Junio de 1993 varios miembros del PLD, dirigidos por Hata Tsutomu y Ozawa Ichiro se escindieron para formar el Partido Renovador de Japón. En las elecciones de julio los demócratas liberales perdieron su mayoría y finalizó así un dominio del gobierno japonés que duró 38 años. Se formó una frágil coalición de siete partidos, mientras que el PLD pasó a ser el principal partido de la oposición.

Hosokawa Morihiro, un antiguo demócrata liberal y dirigente del Nuevo Partido de Japón, fue elegido para encabezar el gobierno, llevando a cabo un programa de reforma electoral, que en Enero de 1994 entró en vigor.

Perseguido por las acusaciones de aceptar un préstamo ilegal en 1982 y acosado por la tensión de mantener a los demócratas liberales en la coalición, Hosokawa dimitió en abril de 1994; ese mismo mes, la coalición de los siete partidos eligió a Hata como primer ministro. Poco después los demócratas liberales se retiraron de la coalición y dejaron a Hata sin la mayoría necesaria en la cámara baja de la Dieta, por lo que Hata dimitió a finales de junio. El dirigente del Partido Socialdemócrata, Murayama Tomiichi, fue elegido primer ministro, en coalición con sus antiguos enemigos, los demócratas liberales, de manera que se convirtió en la primera figura de izquierdas que dirigía Japón desde 1948. Los partidos reformistas de la oposición se reagruparon en el Partido de la Nueva Frontera, de centro derecha.

El 17 de enero de 1995 un terremoto devastó la ciudad de Kobe, con un balance de 5.000 muertos y cientos de miles de desahuciados. El 20 de marzo el metro de Tokio se vio afectado por la difusión indiscriminada de gas sarín: murieron doce personas y resultaron afectados miles de ciudadanos. Las investigaciones comprobaron la culpabilidad de la secta Aun Shinri Kyo. La coalición gubernamental sufrió un revés importante en las elecciones locales de abril; por otro lado, el Partido de la Nueva Frontera consiguió los gobiernos de varias provincias importantes. Mientras, se mantenían los problemas económicos provocados por el fuerte valor del yen, que amenazó la recuperación económica y desató una fuerte deflación de los precios.

En las elecciones legislativas celebradas en Octubre de 1996, cuyo nivel de participación no superó el 60%, la más baja en la historia reciente del país, el PLD obtuvo 239 actas, a tan sólo 12 escaños de la mayoría absoluta. Los otros dos partidos que habían formado la coalición de gobierno con el PLD sufrieron severos reveses (el Partido Socialdemócrata pasó de 30 a 15 escaños y el pequeño Sakigake de 9 a tan sólo 2 diputados. Entre los partidos de la oposición, el Partido de la Nueva Frontera (Shinshinto) perdió 4 de los 160 asientos con los que contaba, el recién formado Partido Demócrata mantuvo sus 52 diputados, y el Partido Comunista casi duplicó su números de representantes en la Dieta, pasando de 15 a 26 diputados. En estas elecciones se introdujo la nueva normativa electoral incorporada en 1994; mediante ella, y con el fin de acabar con la gran fragmentación partidista existente e incorporar el bipartidismo en la política japonesa, se establecía la posibilidad de elegir a 300 miembros de la Dieta mediante el sistema mayoritario, votando a un candidato, no a una lista de partido. Los 200 diputados restantes se eligieron mediante el sistema proporcional.

La guerra con China

El 7 de julio de 1937, una patrulla china se enfrentó a las tropas japonesas, cerca de Pekín. Utilizando el accidente como pretexto para comenzar las hostilidades, el Ejército japonés de Dongbei Pingyuan (Manchuria) se desplazó hacia esta área, reiniciando las hostilidades con China, aunque la guerra nunca se declaró formalmente. Después de que una fuerza japonesa ocupara con rapidez el norte de China y que, a finales de 1937, la Armada nipona bloqueara casi toda la costa china, el ejército avanzó hacia el interior del este y del sur de China en 1937 y 1938, y capturó Shanghai, Suzhou (Soochow), Nanjing (Nanking), Qingdao (Ts'ing-tao), Cantón (Guangzou) y Hankou (Hankow), obligando a los chinos a replegarse hacia el oeste. Las protestas de gobiernos extranjeros y por los maltratos de las tropas japonesas a los residentes extranjeros en China y la usurpación de sus propiedades privadas fueron ignoradas por el Imperio. A finales de 1938, los japoneses fueron frenados en las montañas del centro de China, donde los chinos realizaron una lucha de guerrilla contra los invasores. Mientras tanto, en Japón se había establecido una economía de guerra dirigida por el gobierno. En 1937, un gabinete encabezado por el príncipe Konoe Fumimaro concedió toda la dirección de la guerra a los dirigentes del Ejército y de la Armada.

El estallido de la II Guerra Mundial

El comienzo de la II Guerra Mundial, en Septiembre de 1939, dio a Japón una nueva oportunidad para extenderse por Sureste asiático, después de haber alcanzado varios acuerdos diplomáticos. En Septiembre de 1940 Japón estableció una alianza tripartita con Alemania e Italia, el denominado Eje Roma-Berlín-Tokio, que aseguraba ayuda mutua y total durante un periodo de diez años. Sin embargo, Japón consideró que el pacto firmado en 1939 entre Alemania y la URSS había liberado al Imperio de cualquier obligación contraida en la alianza anticomunista de 1936. Por tanto, en Septiembre de 1941, Japón firmó un pacto de neutralidad con la URSS, que garantizaba la protección del norte de Dongbei Pingyuan (Manchuria). Un año antes, con el consentimiento del gobierno francés de Vichy, controlado por los alemanes, las fuerzas japonesas ocuparon la Indochina francesa. Al mismo tiempo, Japón intentó obtener acuerdos económicos y políticos en las Indias Orientales Holandesas.

Estas acciones provocaron el embargo de petróleo estadounidense e incrementaron la hostilidad entre ambos países, bastante fuerte desde la invasión japonesa de China en 1937. En Octubre de 1941 el general Tojo Hideki se convirtió en el primer ministro japonés y ministro de Guerra, lo que no favoreció la normalización de las relaciones.

El ataque a Pearl Harbor

El 7 de diciembre de 1941 sin aviso y mientras todavía se estaban celebrando negociaciones entre los diplomáticos estadounidenses y japoneses, varias oleadas de aviones japoneses bombardearon Pearl Harbor, en Hawaii, la principal base naval estadounidense en el Pacífico; poco después se lanzaron ataques simultáneos contra Filipinas, las Islas de Guam, Isla Wake y Midway, Hong Kong, Malasia británica y Tailandia.

El 8 de diciembre, Estados Unidos declaró la guerra a Japón, al igual que el resto de los poderes aliados, excepto la URSS. Un año después del éxito de estos ataques por sorpresa Japón mantenía la ofensiva en el Sureste asiático y en las islas del Pacífico Sur. El Imperio designó el Este asiático y sus alrededores como la Gran Esfera de Coprosperidad de Asia Oriental le hizo efectiva la propaganda del lema Asia para los asiáticos. Además, los elementos nacionalistas en la mayoría de los países de Asia oriental daban apoyo tácito, y en algunos casos real, a los japoneses, porque vieron un camino aparente para liberarse del imperialismo occidental. En diciembre de 1941, Japón invadió Tailandia, a cuyo gobierno obligó a firmar un tratado de alianza. Las tropas japonesas ocuparon Birmania, Malasia británica, Borneo, Hong Kong y las Indias Orientales Holandesas. En Mayo de 1942, las Filipinas cayeron en manos japonesas. Volviéndose hacia Australia y Nueva Zelanda, las fuerzas japonesas desembarcaron en Nueva Guinea, Nueva Inglaterra (ahora parte de Papúa-Nueva Guinea) y las islas Salomón. Un destacamento especial japonés también invadió y ocupó Attu, Agattu y Kiska en las islas Aleutianas frente a la costa de Alaska, en Norteamérica. Al final, la guerra se convirtió en una lucha naval por el control las vastas extensiones del océano Pacífico.

El cambio de tendencia

La marcha de la guerra comenzó a cambiar en 1942, cuando una fuerza naval y aérea aliada contuvo la invasión de la flota japonesa en la batalla del Mar del Coral entre Nueva Guinea y las islas Salomón. Un mes después, una gran flota japonesa fue derrotada en la batalla de Midway. Utilizando operaciones combinadas de unidades de tierra, mar y aire bajo el mando del general estadounidense Douglas MacArthur, las fuerzas aliadas avanzaron hacia el norte y expulsaron a los japoneses de las islas del Pacífico Sur. En Julio de 1941, después de la caída de Saipan, la base nipona más importante en las islas Marianas, los dirigentes japoneses fueron conscientes de que habían perdido la guerra. Tojo fue obligado a dimitir y se debilitó así la influencia de la oligarquía militar. En Noviembre de 1944, Estados Unidos comenzó una serie de importantes ataques aéreos sobre Japón. A principios de 1945, después de la batalla de Iwo Jima los estadounidenses llegaron a 1.200 km de Japón.

Durante ese mismo periodo, las fuerzas aliadas al mando del almirante inglés Louis Mountbatten, primer conde Mountbatten, vencieron a los ejércitos japoneses en el Sureste asiático. En los siguientes cuatro meses, desde mayo a agosto, los bombardeos estadounidenses devastaron las ciudades niponas, sus comunicaciones y su industria. El 6 de agosto de 1945, con el lanzamiento de la primera bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima; dos días después, el 8 de agosto, y, el 9 de agosto Estados Unidos, en un acto de barbaie injustificable, lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki, mientras que las fuerzas soviéticas invadieron Dongbei Pingyuan (Manchuria), el norte de Corea y Karafuto. Los poderes aliados habían acordado durante la Conferencia de Potsdam que sólo se podría aceptar del gobierno japonés la rendición incondicional. Venciendo la parálisis del gobierno, el emperador Hiro-Hito insistió en la rendición. El 14 de agosto, Japón aceptó los términos aliados y el emperador se dirigió a la nación por primera vez en un mensaje radiofónico comunicando la rendición japonesa, a pesar de un intento de los militares de sabotear la emisión en el último minuto. La rendición formal se firmó a bordo del acorazado estadounidense Missouri, en la bahía de Tokio, el --Editor oni 11:58 13 may 2010 (CDT)2 de septiembre.

La disolución del Imperio

Los aliados designaron a los estadounidenses para mantener tropas de ocupación en las islas japonesas. Japón fue despojado de su Imperio; Mongolia interior, Dongbei Pingyuan (Manchuria), Taiwan y Hainan fueron devueltas a China, la URSS, retuvo las islas Kuriles y Karafuto (que de nuevo se denominó Sajalín) y el control de Mongolia Exterior; Port Arthur y el Ferrocarril de Dongbei Pingyuan (Manchuria) del Sur se colocaron bajo el control conjunto de la URSS y China. Estados Unidos, bajo el fideicomiso de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), ocupó todas las islas que habían sido antiguos mandatos japoneses del Pacífico Sur.

El 11 de agosto de 1945, después de que los japoneses se rindieran, Douglas MacArthur fue nombrado comandante supremo de las tropas que ocupaban Japón. Representantes de China, la URSS y Gran Bretaña formaron el Consejo Aliado para Japón, con sede en Tokio, para asistir a MacArthur. De las cuestiones exteriores de la política de ocupación se pasó a ocupar la Comisión del Lejano Oriente, con sede en la ciudad de Washington, representada por Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética, Australia, Canadá, China, Francia, la India, los Países Bajos, Nueva Zelanda y Filipinas. Un cierto número de antiguos dirigentes japoneses fueron juzgados por crímenes de guerra por un tribunal en el que había representantes de once países, que se reunió en Tokio el 3 de mayo de 1946 y se cerró el 12 de noviembre de 1948.

El final de la era Showa

No hubo resistencia a la ocupación estadounidense de las islas japonesas. Se estableció que los objetivos de la política de ocupación eran, básicamente, la democratización del gobierno japonés y el restablecimiento de una economía industrial de tiempo de paz que cubriera la demanda de la población japonesa. MacArthur ejerció su autoridad a través del emperador y de la maquinaria de gobierno existente estableciendo la disolución de los grandes trusts industriales y bancarios, cuyos fondos fueron embargados en 1946; en 1947, se puso en marcha un programa de reforma agraria, diseñado para dar a los campesinos la oportunidad de adquirir la tierra que trabajaban, y se organizó un programa educativo siguiendo modelos democráticos. Las mujeres consiguieron el derecho a voto en las primeras elecciones tras la guerra (en Abril de 1946), y 38 de ellas fueron elegidas para la Dieta japonesa. Posteriormente, la Dieta acordó un borrador de una nueva Constitución inspirada en la estadounidense, que en Mayo de 1947 se hizo efectiva.

La rehabilitación de la economía japonesa fue más difícil que la reorganización del gobierno. La escasez de alimentos se había suplido con importaciones de productos de los aliados, en particular de Estados Unidos, y los severos bombardeos durante la guerra casi anularon la capacidad industrial de Japón. A principios de 1949, la ayuda dada a Japón costó a Estados Unidos más de 1 millón de dólares al día.

A comienzos de Mayo de 1949, varias industrias niponas sufrieron varias huelgas, en especial la industria minera del carbón. El gobierno y MacArthur acusaron al Partido Comunista, que había conseguido 3 millones de votos en las recientes elecciones nacionales, de instigar los paros laborales con fines políticos, por lo que el gobierno realizó una investigación a gran escala de las actividades comunistas ante la protesta del delegado soviético del Consejo de Control Aliado mientras MacArthur acusaba a la URSS de fomentar el desorden en Japón a través del Partido Comunista y de una "indiferencia cruel" en la repatriación de los prisioneros de guerra japoneses. La Unión Soviética anunció en Abril de 1950 que, excepto 10.000 criminales de guerra, todos los prisioneros (94.973) habían sido devueltos a Japón; de acuerdo con las cifras japonesas más de 300.000 prisioneros permanecían todavía bajo la custodia de la URSS.

Las negociaciones aliadas durante 1950 para llegar a un tratado de paz con Japón estuvieron marcadas por diferencias básicas entre Estados Unidos y la Unión Soviética en varios aspectos, especialmente si China participaría en la redacción del documento. En mayo, se eligió al estadista estadounidense John Foster Dulles, consejero del secretario de Estado, para preparar los términos del tratado. Después de un año de consultas y negociaciones con todos los países afectados, el 12 de julio de 1951 se alcanzó un tratado preliminar. La URSS mantuvo que el documento favorecía la reaparición del militarismo japonés. El gobierno estadounidense invitó a asistir a la conferencia de paz a 55 países, entre los que no se encontraban ni la China Nacionalista ni la República Popular China. La conferencia de paz comenzó en San Francisco a principios de septiembre, con la ausencia de la India, Birmania y Yugoslavia que sí habían sido invitadas. Después de varias discusiones, 49 países, entre ellos Japón, firmaron el tratado; la URSS, Checoslovaquia y Polonia se negaron a hacerlo.

El Tratado de Paz, 1951

Según los términos del tratado, Japón renunció a todos sus derechos sobre Corea, Taiwan, las islas Kuriles, Sajalín y las islas que fueron antiguos mandatos y abandonó cualquier reivindicación sobre China y Corea; se reconoció el derecho de Japón a defenderse y a entablar acuerdos de seguridad colectivos, y Japón aceptó en principio la validez de las reparaciones de guerra, que pagaría en bienes y servicios en vista de la insuficiencia de los recursos financieros del país.

Al mismo tiempo, Estados Unidos y Japón firmaron un acuerdo que establecía la permanencia de las bases militares estadounidenses en territorio nipón para proteger al país desarmado de agresiones externas o disturbios internos de importancia.

Mientras tanto, MacArthur había sido relevado de su cargo en Abril de 1951, aunque se mantuvo la ocupación del país. Estados Unidos cesó su ayuda económica a Japón a finales de junio, pero el efecto perjudicial de esta acción sobre la economía nipona fue compensado en gran parte por el pedido de material militar para la guerra de Corea por parte estadounidense. Los problemas económicos del país procedían en parte de la pérdida de mercados exteriores después de la guerra, en especial en China. Estados Unidos reconoció la importancia del mercado chino y, en octubre, permitió a Japón desarrollar un comercio limitado con China.

El 28 de abril de 1952 entró en vigor el tratado de paz y se restableció la soberanía completa en Japón. Según los términos del tratado, las tropas estadounidenses permanecieron en Japón como fuerzas de seguridad. El gobierno japonés estableció tratados de paz o renovó las relaciones diplomáticas durante 1952 con Taiwan, Birmania, la India y Yugoslavia.

En 1952 se debatió ampliamente la cuestión del rearme. El gobierno se mostró poco dispuesto a comprometerse en favor de la reconstrucción de las defensas del país, debido a las dificultades económicas y los obstáculos legales; la Constitución de 1947 establecía la renuncia a la guerra para siempre. Ese mismo año, la Dieta aprobó un proyecto de ley para suprimir las actividades subversivas de grupos organizados. En las elecciones generales del 1 de octubre, las primeras desde el final de la ocupación, Yoshida Shigeru, dirigente del Partido Liberal, que había encabezado el gabinete desde 1949, fue nombrado primer ministro de nuevo.

Las relaciones exteriores de posguerra: Estados Unidos

En Abril de 1953, el primer ministro Yoshida, tras perder el voto de confianza de la Dieta imperial, convocó elecciones anticipadas, que fueron ganadas por los liberales, lo que permitió a Yoshida ser reelegido primer ministro. Durante 1953 el gobierno estadounidense intentó además asegurar el país contra una posible agresión comunista y animó activamente el rearme de Japón. En agosto, los dos países firmaron un tratado de ayuda militar que estipulaba las provisiones para la fabricación de armas japonesas de acuerdo con especificaciones estadounidenses. En una declaración conjunta en septiembre, el primer ministro Yoshida y Shigemitsu Mamoru, dirigente del Partido Progresista, recomendaron oficialmente el rearme japonés con carácter defensivo. Las negociaciones con el gobierno estadounidense permitieron en marzo de 1954 la firma de un pacto de defensa mutua.

La política de colaboración próxima con Estados Unidos del primer ministro Yoshida estuvo sujeta a una fuerte crítica por los disidentes del Partido Liberal durante la segunda mitad de 1954, que crearon el Partido Democrático de Japón, cuyo dirigente, Hatoyama Ichiro, fue elegido primer ministro gracias al apoyo socialista, a cambio de celebrar en febrero de 1955 elecciones nacionales. El Partido Democrático no consiguió la mayoría parlamentaria en esas elecciones, pero con el apoyo liberal, Hatoyama volvió al cargo de primer ministro. El Partido Democrático y el Partido Liberal se fusionaron en noviembre de ese año, dieron al gobierno la mayoría absoluta en la Dieta e inauguraron el monopolio del poder del Partido Liberal Democrático (PLD). Las relaciones exteriores de posguerra: URSS

En Octubre de 1956, la Unión Soviética y Japón acordaron finalizar el estado técnico de guerra que existía entre los dos países desde agosto de 1945. El acuerdo estipulaba el restablecimiento de relaciones diplomáticas normales, la repatriación de los prisioneros de guerra japoneses que permanecían en la URSS, la firma de tratados de pesca negociados a principios de año, el apoyo soviético a la entrada de Japón en la ONU y la devolución a Japón de ciertas islas pequeñas en la costa meridional. El 18 de diciembre, la Asamblea General de la ONU votó por unanimidad la admisión de Japón en las Naciones Unidas. Dos días después, Ishibashi Tanzan, ministro de Industria y Comercio Internacional, sustituyó a Hatoyama como primer ministro. A la vez que mantenía relaciones estrechas con Estados Unidos, Ishibashi intentó extender el comercio con la URSS y China como medida para reducir el desempleo. En Febrero de 1957 el primer ministro Ishibashi dimitió de su cargo y fue sustituido por el antiguo ministro de Asuntos Exteriores, Kishi Nobusuke. En el mismo mes, se firmaron varios acuerdos para finalizar con el estado de guerra con Checoslovaquia y Polonia. En noviembre, Japón acordó pagar 230 millones de dólares a Indonesia como reparaciones de la II Guerra Mundial y cancelar la deuda comercial indonesia.

Japón se convirtió en miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, en Enero de 1948. El primer ministro Kishi disolvió la Cámara de Representantes en abril, y se celebraron elecciones al mes siguiente.

Política interior

En octubre de 1958 el Partido Socialista propuso una huelga para protestar por un proyecto de ley gubernamental que estipulaba el incremento de poder de la policía y que fue retirado después que 4 millones de trabajadores apoyaran la huelga de protesta. Las elecciones de junio de 1959 para la mitad de los escaños de la Cámara de Consejeros dieron la victoria al PLD. En Enero de 1960, y pese a las numerosas protestas populares, se firmó un nuevo tratado de seguridad con Estados Unidos en Washington y se anunció que en junio de ese mismo año el presidente estadounidense Dwight David Eisenhower realizaría una visita a Japón. Sin embargo, el aumento de las protestas obligó a cancelar la visita, porque se temía por la seguridad de Eisenhower. El primer ministro Kishi dimitió el 15 de julio y le sucedió Ikeda Hayato, el nuevo presidente del PLD, cuyos miembros obtuvieron la mayoría en las elecciones a la Cámara de Representantes celebradas en octubre. En 1963 el gobierno intentó enmendar una disposición constitucional para aumentar el presupuesto de las Fuerzas Armadas japonesas; al no obtener la aprobación mayoritaria, el primer ministro Ikeda disolvió la Dieta y convocó elecciones para el 21 de noviembre. La mayoría de su partido se redujo a 13 escaños.

Crecimiento económico

La economía japonesa ocupó el primer puesto mundial por su tasa de crecimiento en 1964. En su desarrollo comercial, el gobierno japonés estableció un acuerdo con China por el que cada país establecería oficinas de enlace comercial no oficiales en la capital del otro; mientras, se acordó con la URSS la venta de una planta de fertilizantes como pago a los créditos soviéticos. El primer ministro Ikeda dimitió como primer ministro a finales de octubre por razones de salud y fue sucedido por el antiguo ministro de Estado Sato Eisaku (hermano del anterior primer ministro Kishi Nobusuke), también perteneciente al PLD. Los XVIII Juegos Olímpicos se celebraron en Tokio en octubre, lo que supuso una mejora de sus infraestructuras.

En Marzo de 1965 el ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur pasó a ser el primer coreano que obtuvo una audiencia con el emperador japonés desde la II Guerra Mundial. Durante su visita los gobiernos de Japón y Corea del Sur alcanzaron un importante acuerdo de relaciones mutuas. A finales de la década de 1960, Japón fue el escenario de manifestaciones generalizadas y a veces violentas llevadas a cabo por los estudiantes radicales que protestaban por el apoyo nipón a la política exterior de Estados Unidos. Las relaciones entre ambos países entraron en un periodo de estancamiento en 1971, en 1972 Okinawa fue devuelta a Japón.

En la década de 1960 Japón superaba a todas las naciones de Europa Occidental en el producto nacional bruto y seguía a Estados Unidos como potencia industrial mundial. La Exposición Mundial de Osaka, que tuvo lugar en 1970, demostró que el país había restablecido su posición en el comercio internacional: en 1971 Japón era el tercer país exportador más importante del mundo, después de Estados Unidos y de Alemania Occidental (ahora parte de la unificada República Federal de Alemania), y el quinto en importaciones. Cambio de gabinete

Aunque el PLD continuó sosteniendo las riendas del gobierno, a lo largo de toda la década de 1970 fueron muy frecuentes los cambios de gobierno, consecuencia de la aparición de facciones dentro del partido. En 1972, Tanaka Kakuei, que sucedió al primer ministro Sato en julio, tomó medidas para mitigar el desequilibrio comercial con Estados Unidos. También realizó una visita a China y acordó reanudar las relaciones diplomáticas con ese país inmediatamente, al igual que con Taiwan. En Noviembre de 1974 Tanaka dimitió en favor de Miki Takeo, cuyo gobierno sufrió la recesión económica mundial que se produjo en 1973 al dejar de recibir el petróleo procedente de países árabes; la economía de Japón, muy dependiente del petróleo y de otras materias primas, mostró entre 1974 y 1975 un crecimiento cero.

Ese mismo año, la lucha entre facciones desgarró al PLD, que no consiguió aprobar la mayoría de sus principales proyectos de ley en la Dieta. El partido recibió un nuevo golpe en 1976 cuando se descubrió que la Lockheed Aircraft Corporation, una compañía estadounidense, había pagado al menos 10 millones de dólares en sobornos y honorarios a los políticos e industriales japoneses desde la década de 1950. Miki convocó elecciones para diciembre, en las que su partido perdió por primera vez su tradicional mayoría en la cámara baja. Miki dimitió y Fukuda Takeo fue elegido primer ministro. En diciembre de 1978 le sustituyó Ohira Masayoshi, también miembro del PLD. Tras el fallecimiento de Ohira durante la campaña electoral de 1980, Suzuki Zenko fue elegido para sucederle. Acosado por el faccionalismo existente en las filas del PLD, Suzuki dimitió de forma inesperada en noviembre de 1982. Nakasone Yasuhiro le sustituyó como primer ministro y como dirigente del partido. El PLD, que sufrió un revés en las elecciones a la Dieta de 1983, consiguió en cambio una mayoría abrumadora en 1986; Takeshita Noboru fue elegido en Noviembre de 1987 para sustituir a Nakasone.

A principios de la década de 1980 Japón hizo frente a la congestión urbana, a la contaminación ambiental y la improductividad de la agricultura, a pesar de lo cual tuvo la mayor tasa de crecimiento económico y la menor inflación de las naciones industrializadas. El crecimiento económico comenzó a estabilizarse a mediados de la década de 1980, debido en parte a que la fuerza del yen frente al dólar estadounidense había encarecido las exportaciones, que disminuyeron.

Geografía

Las islas de Japón son las cimas de una enorme cadena de montañas que en su origen formó parte del continente asiático, del cual se separó durante el cenozoico.

La isla principal, Honshū, con una forma alargada y estrecha, tiene una anchura máxima de 241 km y una longitud de unos 1.000 km; ningún punto de Japón está a más de 161 km del mar. La costa de Japón es muy grande en proporción a la superficie de las islas y totaliza, con sus múltiples bahías y accidentes, unos 29.751 km. La costa del Pacífico es muy accidentada, debido a la acción erosiva de las mareas y de las fuertes tormentas costeras.

La costa occidental de Kyūshū, en el mar de la China Oriental, es el sector más irregular de la costa japonesa. En la costa oriental, al norte de Tokio, hay algunas ensenadas navegables, pero las mejores bahías y puertos de Japón se encuentran al sur. Entre Honshū, Shikoku y Kyūshū está Seto-Naikai o mar Interior, salpicado de islas y conectado con el océano Pacífico y el mar del Japón (mar Oriental) por tres estrechos angostos a través de los que raramente pasan las tormentas oceánicas. La costa occidental de las islas de Japón, en el mar del Japón (mar Oriental), donde casi no se producen mareas, es relativamente recta y mide menos de 4.830 km; los únicos accidentes destacados en esta zona costera son las bahías de Wakasa y Toyama en Honshū. Japón tiene un paisaje de montañas altas y valles profundos, con muchas llanuras pequeñas. Debido a la secuencia alternante de montaña y valle y a que la mayoría del suelo es rocoso, se estima que sólo el 12,9% del territorio japonés está cultivado.

Clima y Estaciones

Es un país lluvioso y con una alta humedad, posee un clima templado con 4 estaciones diferentes bien definidas, gracias a la distancia a la que se encuentra respecto del ecuador. De todas formas el clima del norte es ligeramente frío templado (Hokkaidō) con fuertes veranos y grandes nevadas en invierno, el centro del país es caliente, veranos húmedos e inviernos cortos y en el sur ligeramente subtropical (Kyūshū) con veranos largos, calientes y húmedos e inviernos cortos y suaves. El clima a veces es afectado por los vientos estacionales producidos por los centros ciclónicos y anticiclónicos que se forman en el continente y en el Pacífico (anticiclón o ciclón hawaiano), generando vientos desde el continente hacia el Pacífico en invierno y del Pacífico al continente en verano.

Tifón Yagi, pasó cerca de la costa pacífica de Japón en Septiembre del 2006. Llegó a alcanzar la categoría 5.

Existen dos factores primarios en la influencia climatológica: la cercanía con el continente asiático y las corrientes oceánicas. El clima desde junio a septiembre es caliente y húmedo por las corrientes de viento tropicales que llegan desde el océano Pacífico y desde el sudeste asiático. Estas corrientes precipitan grandes cantidades de agua al tocar tierra, por lo que el verano es una época de importantes lluvias, que comienzan a principios de junio y duran alrededor de un mes. Le sigue una época de calor y a principios de agosto hasta principios de septiembre, un periodo de tifones, en la cual pasan por Japón 5 o 6 de ellos y llegan a producir daños significativos. La precipitación anual de lluvias es de 100 a 200 centímetros, pero entre el 70 y el 80 por ciento de éstas están concentradas en junio y septiembre.

En invierno, los centros de alta presión del área siberiana y los centros de baja presión del norte del océano Pacífico, generan vientos fríos que atraviesan Japón de oeste a este, produciendo, importantes nevadas en la costa japonesa del mar del Japón.[36] Como los vientos chocan contra las cadenas montañosas del centro, las grandes alturas terminan por precipitar la humedad de estos vientos en forma de nieve y al pasar por la costa pacífica del país llegan sin portar notables cantidades de humedad, por lo que no son el factor principal de nevadas en la costa pacífica.[cita requerida] Además esto provoca que en esta costa, el tiempo en invierno sea seco y de días sin nubes, al contrario del invierno en la costa oeste.

Hay dos corrientes oceánicas que afectan al modelo climático: la corriente cálida de Kuroshio y la corriente fría de Oyashio. La corriente de Kuroshio fluye por el Pacífico desde Taiwan y pasa por Japón bastante al norte de Tokio, es una corriente que lleva mucho calor a la costa este.

Flora y Fauna

Fauna en Japón

La fauna comprende 132 especies de mamíferos, 583 especies de aves y 66 especies de reptiles, batracios y peces. Aún quedan osos negros y pardos, zorros y ciervos. El único primate es el simio de cara roja (el macaco de Japón) que puebla todo el territorio de Honshu.

La gran variedad de la vegetación japonesa (unas 17.000 especies) se debe al clima y al relieve. Los bosques cubren el 67% de la superficie del país y se componen en su mayoría de árboles frondosos y coníferas: castaños, hayas, arces, tuyas, pinos rojos y laricios, junto con abedules y fresnos. Al oeste domina un bosque de coníferas que crecen junto a bambúes, magnolios y castaños verdes. Los ciruelos blancos y rojos, los cerezos de floración temprana, así como el bambú y los pinos se han convertido en símbolos tradicionales del país.

Estructura Economica

Sector Primario

El peso del sector primario en la economía japonesa fue en 2004 de un 4,3% en términos de población activa y un 1,3% en términos del PIB. En la actualidad existen poco menos de 3 millones de personas ocupadas en el sector primario, y el 85% de ellos se dedican a estas actividades sólo a tiempo parcial en minúsculas parcelas, obteniendo la mayor parte de sus ingresos de otras fuentes.

La agricultura japonesa se enfrenta a los mismos problemas que cualquier otro país desarrollado, dentro del marco de una población en disminución y envejecimiento. Pero se distingue por el diminuto tamaño de las explotaciones y los enormes costes de producción. Irónicamente, para un país como Japón, esto impide la mecanización, racionalización y reducción de costes que permiten las economías de escala.

La política agraria actual se orienta hacia la reducción del número de agricultores. Sin embargo, el lobby que forman las influyentes cooperativas agrícolas para proteger la agricultura tradicional japonesa coarta los intentos de liberalización del mercado.

Durante las últimas décadas Japón ha eliminado muchas de sus barreras que limitaban el acceso a sus mercados agrícolas. Aún así siguen permaneciendo fuertes barreras en algunos productos básicos considerados críticos, como es el caso del arroz. Los controles sanitarios son muy estrictos y persisten algunos problemas técnicos referidos a aditivos alimentarios y barreras fitosanitarias para frutas y vegetales.

En la actualidad Japón es el mayor importador neto de productos agrícolas del mundo. Es el 2º mayor importador mundial de trigo, maíz y carnes, y el segundo importador mundial de soja, después de EE.UU. La tasa de autoabastecimiento de Japón ha disminuido de forma continua desde 1960; en el año fiscal 2002 que finalizó en marzo de 2003 se situaba en el 40% en calorías y el 28% en cereales.

En el caso de la selvicultura destaca el fuerte incremento en la demanda de madera, de la que la producción local sólo cubre un 20%. En consecuencia, Japón importa grandes cantidades, principalmente de los EE.UU, el sudeste Asiático y Nueva Zelanda. La importación de madera (549 millardos de yenes) representa un 1,23% del valor total de las importaciones del país (44,33 billones de yenes).

La industria pesquera japonesa es una de las más importantes del mundo, representando alrededor de un 10% de la producción mundial. Sin embargo, atraviesa problemas estructurales, debido a la escasez de mano de obra, a las diferencias internacionales sobre derechos de pesca y a problemas de legislación medioambiental. Desde que Japón dejara el primer puesto mundial en la pesca a mediados de los 80, numerosas empresas del sector han adoptado nuevas actividades productivas, diversificando su campo hacia la industria alimenticia o farmacéutica.

Las capturas han descendido por debajo de los 10 millones de toneladas anuales desde 1990 y no ha dejado de disminuir hasta 4,8 millones de toneladas en 2001. con la adopción en 1975, en el ámbito internacional, de zonas económicas de 200 millas marinas, la pesca japonesa sufrió un duro golpe, al ser su pesca efectiva sobre todo en alta mar. En consecuencia, las importaciones de pescado se han incrementado regularmente y representan alrededor de un 55% del consumo japonés. Japón es el primer importador mundial de productos marinos, importando en valor el doble que EE.UU, segundo mayor importador de este tipo de productos.

Minería y recursos energéticos

Aunque Japón dispone de algunos recursos internos, su explotación no es viable debido a sus altos costes y a una regulación muy estricta sobre contaminación del medio ambiente. Por ello, la actividad minera es muy reducida. Se explotan, a muy pequeña escala, yacimientos de carbón, cobre, cinc, oro, plata y plomo.

Japón importa la totalidad de su petróleo. En 2004, las importaciones de crudo representaron el 12,32% del valor total importado (www.stat.go.jp).

Japón pretende que la dependencia del petróleo descienda desde 51,8% en 2000 a 47,7% en 2010. Por lo tanto, busca desarrollar nuevas tecnologías de energía, así como fuentes de energía alternativas y energía nuclear.

Sector Secundario

Configuración de la industria

Japón sufrió una prolongada crisis industrial durante la década de los 90, sin embargo, tras drásticas reestructuraciones y reordenamientos, parece que las principales industrias están en vía de recuperación y reactivación definitiva en 2005.

Las empresas japonesas conocidas a nivel internacional son principalmente aquellas que forman parte de los grandes grupos, los llamados Keiretsu (cadena de empresas). Estos grandes grupos presentan las siguientes características: participación cruzadas, atribución mutua de plazas en los consejos de administración, financiación interna garantizada, existencia de sociedades de comercio e inversión conjunta.

Otra característica de la industria japonesa es el estrecho vínculo que mantiene con la banca. Los bancos, incluso aquellos no pertenecientes a los grandes grupos, ejercen un control mayor sobre sus clientes que los bancos europeos. No se limitan a evaluar los riesgos financieros y a aprobar los préstamos solicitados, sino que participan en las actividades de las empresas, así como en su gestión financiera.

La prolongada crisis que sufre la economía japonesa desde mediados de los 90 está destruyendo en buena medida estos elementos peculiares. Los lazos entre las empresas de los keiretsu también se están debilitando, prueba de ello es la reducción, desde mediados de los 90, de las acciones cruzadas en manos del sector empresarial japonés. Asimismo, la proporción de los negocios que las empresas de un keiretsu realizan con miembros del grupo también está decreciendo.

Automoción

La industria automovilística sigue siendo la principal partida exportadora y una de las bases del sector manufacturero. La producción de coches de turismo en Japón ha tenido una evolución más o menos estable (en millones de unidades): 8,1 (1999), 8,4 (2000), 8,1 (2001), 8,6 (2002), 8,5 (2003), 8,7 (2004).

Este proceso de globalización ha resultado en el debilitamiento de los “keiretsu” en este sector. Los fabricantes, ente la necesidad de comprar componentes de automoción más competitivos ya no respetan los famosos vínculos que les unía con sus proveedores.

Los fabricantes de componentes, por su parte, tienen ahora que sobrevivir sin el “cobijo” de los “keiretsu”, aceptando inyecciones de capital de fabricantes multinacionales o formando alianzas estratégicas con empresas extranjeras.

Tecnologías de la información

Japón es uno de los lideres mundiales de las industrias de IT, junto con EE.UU y la UE.

Japón cuenta con una potente industria de componentes por lo que tiene una ventaja importante en los sectores considerados ahora con más futuro: televisión de alta definición, pantallas de plasma, aparatos digitales, minidiscs, DVDs. En cambio, se viene apreciando una pérdida de dinamismo en los sectores de audiovisual y televisores tradicionales, debido a la saturación del mercado y la deslocalización de las empresas como consecuencia de traslado de sus centros de producción a China y a los países de ASEAN.

Se observa también un rápido desarrollo de los productos relacionados con el sector de las telecomunicaciones, como son los ordenadores personales, móviles y procesadores de información.

Siderurgia

Con una producción de acero bruto de 112,7 millones de toneladas en 2004 Japón es el segundo productor mundial, detrás de China y por delante de EE.UU. Japón había sido hasta 1997 líder en la producción mundial de acero, pero la disminución de la demanda doméstica por parte de las industrias de la construcción, del automóvil y de la electrónica lo han relegado al segundo puesto (www.worldsteel.org).

Maquinaria y robótica

Japón es uno de los primeros productores mundiales de máquinas-herramientas.

La tendencia a la automatización de las empresas promete un crecimiento sostenido de este sector a largo plazo. Esto se debe a factores como la necesidad de racionalizar la producción e integrar el control de calidad en la producción.

Los principales clientes de la industria robótica son el sector automovilístico y electrónico, aunque el primero muestra una tendencia a disminuir su inversión en maquinaria robótica frente a las mejores perspectivas que presenta el sector electrónico.

Industria química

Las tendencias apuntan hacia la diversificación vertical y a la elaboración de productos más complejos, de mayor valor añadido. Por otro lado, existe una fuerte inversión en I+D, en el campo de fabricación de productos para los sectores de alta tecnología (electrónica, automóvil, aeroespacial, medicina), como por ejemplo los “plásticos tecnológicos”, y resinas de alta resistencia, cuya demanda ha experimentado un notable aumento.

La industria química japonesa está inmersa en una progresiva reestructuración que se está poniendo de manifiesto a través de las sucesivas fusiones y alianzas entre las empresas del sector para ganar la competitividad frente a la entrada de grupos extranjeros en el mercado nacional.

Confección

La imagen de marca es sumamente importante para el consumidor japonés y todas las grandes marcas tienen varios establecimientos en Japón, con un nivel elevado de ventas. Sin embargo, el mercado japonés de confección se ha visto inundado en los últimos años por prendas a precios muy bajos, generalmente producidas en fábricas japonesas en China y el sudeste asiático. Aunque no son marcas renombradas, han tenido muy buena acogida entre los consumidores, sobre todo aquellas prendas que mantienen una alta calidad a precio reducido. Existe una creciente tendencia a vestir de manera más informal.

El tipo de empresa que está triunfando en este sector en la actualidad es aquella que consigue reducir gastos de intermediarios al tener bajo la misma dirección el diseño, la fabricación y la venta de las prendas, y aplica el sistema de quick response, atendiendo de forma rápida al cambio en las tendencias.

El mercado japonés ha abierto sus puertas y la internacionalización ha permitido que muchas empresas extranjeras hayan entrado, bien mediante contratos de fabricación bajo licencia, “joint ventures” o abriendo establecimientos propios.

Las empresas del sector son numerosas, pues se trata de un mercado muy fragmentado y dominado por empresas pequeñas y especializadas en uno o varios sectores.

Industria alimentaria

Ichijū-issai: arroz, sopa y okazu

La industria de alimentos, tabaco y bebidas japonesa constituye uno de los principales sectores manufactureros. Hay numerosas empresas que compiten ferozmente para ganar cuota en este gran mercado de 127 millones de habitantes. La presencia de productos importados se hace cada vez más fuerte. La agricultura y la pesca han desempeñado durante mucho tiempo un papel importante en la economía japonesa. Sin embargo, recientemente la industria ha evolucionado paralelamente a la modernización de Japón y ha llevado a numerosos agricultores a las ciudades comerciantes e industriales. Los campos cercanos a las grandes ciudades se han convertido en zonas residenciales. Desde hace algún tiempo, el modo de vida y el régimen alimentario en Japón se han occidentalizado de una manera significativa, así pues, muchos productos alimentarios se han importado del mundo entero, sobre todo de los Estados Unidos.

Siendo un país insular, la pesca ha proporcionado siempre para los japoneses su principal fuente de proteínas. La pesca industrial, muy moderna, sigue siendo una actividad importante para este país. Desde hace poco la ganadería está expandiéndose, pero deben importarse grandes cantidades de carne para responder a las necesidades de los consumidores. Hierro y acero: Aproximadamente nueve mil toneladas de mineral de hierro se importan cada año para fabricar coches, barcos, etc. Podemos decir que la producción de acero está estrechamente relacionada con el desarrollo de las industrias.

Transformación: La industria de transformación es el centro de la actividad industrial de Japón. Las máquinas herramientas, máquinas de coser, automóviles, barcos, máquinas fotográficas y relojes son los principales productos de esta industria y son artículos muy buenos para la exportación. Automóviles: La industria automovilística representa una gran parte de la industria de transformación, la más importante en lo que concierne los productos fabricados en el país. Japón se ha convertido ahora en el segundo país en el mundo para la producción automovilística.

Población

Aunque pequeño territorialmente, Japón con más de 126 millones de habitantes, es el octavo país más poblado del mundo. Con una media de 337 habitantes por kilómetro cuadrado, es también uno de los países más densamente poblados. Pero dado que mucha de la tierra no es suficientemente llana para casas y carreteras, algunas áreas tienen incluso mayor densidad. La mayoría de los japoneses viven en la costa este, que está muy urbanizada, o en la región sur, donde se encuentran la mayoría de las ciudades japonesas. De hecho, cuatro de cada cinco personas viven en ciudades o pueblos grandes. Aproximadamente el 26,6% de la población japonesa vive en Tokyo y en las prefecturas colindantes. Las áreas metropolitanas alrededor de las tres ciudades de Tokyo, Osaka y Nagoya son en la actualidad el lugar de residencia de cerca del 43,6% de todos los japoneses.

Los japoneses provienen de varios orígenes. Pueblos de Asia continental se mezclaron con nativos de las islas japonesas e islas del Pacífico próximas. Contingentes de emigrantes procedentes de China y Corea venidos posteriormente influyeron en la lengua y la cultura. Cada región tiene sus propias costumbres, fiestas, leyendas populares y comidas. Por ejemplo, la gente de la región de Kanto, que incluye a Tokyo, a menudo come natto, un plato de soja fermentada, mientras que la gente de la región de Kansai, que incluye a Osaka, lo come sólo ocasionalmente. Cada región tiene incluso un dialecto diferente, con palabras y expresiones enteras que cambian dependiendo del lugar.

Lengua y Literatura

La palabra Nihon (Japón) escrita en kanji.

El origen de la lengua japonesa es todavía discutido; siempre han existido numerosas hipótesis. Se ha abandonado la antigua teoría de su relación con un vasto grupo lingüístico escita o turano; la de su origen polinésico y la de sus posibles relaciones con el malayo de. Indonesia, cuya fonética y estructura silábica son semejantes, es una teoría muy discutida. Corea fue verdaderamente el primer país extranjero con el que J. tuvo relaciones, pero no se puede deducir de ello que su lengua proceda de este país. Se ha admitido que el japonés arcaico se trasmitió oralmente por medio de los bardos; la transcripción gráfica de este japonés recitado se hizo hacia el s. VII. Se ignora si los antiguos japoneses poseían una lengua escrita; en el 405, el país adoptó el sistema de escritura de China (v. CHINA ix) por intermedio de los eruditos de Corea (v. COREA vi), a pesar de la gran dificultad de adaptar la lengua aglutinante del japonés a los ideogramas chinos. Esta adopción general hizo desaparecer totalmente las escrituras autóctonas que pudieran existir antes de esta fecha. La escritura monosilábica e ideográfica china la utilizaban las personas cultivadas, pero pronunciándola al estilo japonés. El ideograma chino chen (hombre) se leía, y todavía se lee, hito; la estructura y el vocabulario de las dos lenguas son completamente diferentes.

Hacia el S. IX, como los antiguos egipcios, buscaron una forma de simplificar su escritura utilizando los ideogramas chinos, a los que se dio un simple valor fonético sin ninguna otra significación; de esta forma, los japoneses pudieron escribir las desinencias gramaticales de su lengua que no existían en el chino. Así se creó un silabario de 48 caracteres, sistema de escritura fonética llamado kana (los nombres plagiados), para personas poco letradas, con el fin de que pudieran escribir de esta manera en japonés, sin tener necesidad de conocer los múltiples y difíciles ideogramas chinos. Este silabario se presenta bajo dos aspectos: a) caligráfico, el katakana (kana, de 'margen'), y b) cursivo, el hiragana (gana, es decir, kana 'fáciles') más utilizado que el precedente.

En la actualidad, el katakana se emplea sobre todo para escribir las palabras no japonesas. Sin embargo, los japoneses se sirven siempre de los caracteres chinos al lado del silabario kana; los caracteres chinos se llaman kanji y se utilizan para escribir la parte invariable de los nombres, adjetivos y verbos, y a ellos se les añaden los signos kana para indicar las flexiones gramaticales, denominadas okurigana. El Gobierno nipón promulgó en 1946 una lista de 1.850 caracteres, tóyó kanji (kan¡¡ 'para el uso práctico'), de uso en la prensa y revistas populares. De ellos, los más corrientes son 881 y se aprenden durante los diez años de la enseñanza primaria. La transcripción fonética del japonés en caracteres latinos se llama romaji. Habitualmente se utiliza el sistema Hepburn, nombre de un misionero americano que dedicó su vida (1815-1911) a la lengua y cultura de J. Un diccionario japonés contiene de 5.000 a 15.000 caracteres. Recientemente se ha publicado un extenso diccionario que recoge 48.902 kanji.

El japonés, a diferencia del chino, es un idioma polisilábico. Todavía posee vestigios del uso de los tonos, pero no en función semántica. Tiene vocales breves y largas y consonantes dobles. La palabra carece de acento principal, excepto sobre las vocales largas. Tampoco tiene género gramatical y utiliza prefijos y sufijos para muchas funciones gramaticales. La noción de número y persona gramaticales es muy vaga y existe una curiosa indiferencia del idioma hacia el género verbal. El verbo ocupa una posición particular; siempre va colocado al final de la frase; no existe una forma especial para la voz pasiva, que se utiliza raras veces. Las formas potencial y pasiva se hacen por agregación de un sufijo a la raíz verbal, y los casos se indican por medio de proposiciones. Existen formas familiares y de cortesía, así como una multiplicidad de modos y tiempos. Hay dos formas de numerales, una japonesa pura y otra derivada del chino.

Los primeros restos de una Literatura japonesa primitiva se encuentran en los textos de las Salmodias de las ceremonias del sintoísmo (v.), recogidas en una colección en el s. x. Estas salmodias se hallan en forma de letanías, norito, fórmulas mágico-religiosas, encantamientos litúrgicos escritos en prosa y verso.

El Budismo chino fue introducido en el 552 por los monjes budistas llegados desde Kudara, reino de Corea, con el fin de presentar al Emperador de Yamato la nueva religión. Después de un periodo de oposición, el príncipe regente Shotoku Taishi (573-621) impuso el budismo en todo el Imperio, por medio de un edicto, en el 604. La influencia de China sobre el pensamiento japonés fue muy profunda. Desde entonces se observó una verdadera pasión y un gran respeto por las letras chinas que se prolongaron a todo lo largo de la historiade J., marcando poderosamente su literatura hasta los tiempos modernos.

El más antiguo documento chino-japonés conocido es una inscripción grabada sobre una estela de un templo de Nara: es un texto budista que data del 596.

Imitando a los cronistas de China, los japoneses redactaron sus propias crónicas. La Kijujiki, escrita durante el reinado del príncipe Shotoku, fue quemada, pero se ha conservado otra colección de crónicas, el Koyiki, publicada en el 712. En el 720 apareció Nihonshoki (Los Fastos del J.), colección de 30 vol. que recoge leyendas, relatos históricos y fantásticos, y que los japoneses consideran sagrado. Hacia la misma época, llamada de Nara (v.), primera capital de J. (710-794), se estableció una lista genealógica de las familias principescas y de los nobles: Shinsen-Seishiroku (Nuevo almanaque onomástico).

La época Nara no parece tener todavía ninguna preocupación lírica e imita las costumbres y el vestuario de los chinos. Fue un periodo preclásico, durante el cual la lengua, el gusto y la estética de J. se formaron poco a poco en la corte y en los medios feudales. Se instituyó un Ministerio de Asuntos poéticos, una especie de Acad. de Letras y Artes. Por entonces se escribieron numerosos poemas y, a principios del s. ix, se publicó la primera antología poética, titulada Manyóshú (Colección de un millar de hojas), y compuesta en caracteres chinos. Los autores pertenecían a todas las clases sociales. Esta colección contiene 4.173 tanka, poemas cortos compuestos por 31 sílabas, en cinco versos, respectivamente de 5, 7, 5, 7 y 7 sílabas, excluyendo toda palabra de origen chino, y 324 naga-uta, largo poema en el que alternan los versos de 5 y 7 sílabas. Esta última forma decayó rápidamente después de la época de Nara, pues los poetas japoneses tienen poca disposición para las composiciones largas. El poema japonés canta en cortas estrofas las emociones íntimas, los sentimientos humanos, la naturaleza; por ello se ve que la influencia china es nula. Queda, sin embargo, la belleza caligráfica de un poema autógrafo escrito sobre el papel o la seda y sus ideogramas estéticamente dibujados. El ritmo de la poesía japonesa es simple; el verso clásico tiene siempre un número impar de sílabas, 5 ó 7. Estos versos se usan en los cinco géneros siguientes: naga-uta (o chóka), dodoitsu, tanka (o waka), haiku (o haikai) y shintaishi.

La Época de Heian (794-1185). Tomó su nombre de la capital que sucedió a la efímera Nara, ya que apenas duró ésta un siglo. La corte fastuosa, establecida durante poco tiempo en Nagaoka, pasó a residir en la «Ciudad de la paz», Heian-Kyó (la actual Kyóto) y la cultura japonesa alcanzó rápidamente un esplendor y un refinamiento extraordinarios, llegando a ser la verdadera edad clásica de J., caracterizada por una abundante prosa y por el predominio de las mujeres con talento, damas de la corte o hijas de cortesanos, que utilizaban el silabario kana e hicieron que se conociera a J. bajo el nombre de «país de las reinas». El privilegio de leer y escribir era únicamente de la alta sociedad, por eso la literatura clásica japonesa refleja una corte elegante, culta y refinada. Las obras maestras de este periodo son las de las damas de la corte que redactaban sus diarios íntimos, nikki, verdaderos testimonios literarios de esta época. Citemos uno de los más antiguos: Kagero Nikki (Diario de un efímero), de autor desconocido; y a su lado, señalemos los Makura no Soshi (Bocetos íntimos) de Se¡ Shonagon (n. 965), dama de honor de la Emperatriz, hija de un poeta que recogió todo lo que vio y escuchó; así como el Guenyi Monogatari (El relato de Guenyi), biografía novelada de 4.000 páginas de un caballero y de su favorita, de Murasaki Shikiku (987-1074), que ha sido siempre muy leído por su valor literario y psicológico (se le ha comparado con las novelas de Proust).

Un escritor de esta época, Kino Tsurayuki (s. x), autor de un diario de viaje, Tosa Nikki (Esbozos de un viaje a Tosa), escribió por vez primera en el estilo reservado a las mujeres, es decir, sin utilizar el chino. La corte mandó componer una nueva antología con las poesías más importantes de los dos siglos precedentes, Kokin Uaka Shú, escrita en el 922 y considerada como un notable ensayo de crítica poética. Los poetas elegidos fueron cortesanos, bonzos y damas de la corte. Se hace una mención especial del grupo de seis poetas particularmente admirados. De la misma época son relatos históricos conocidos, como en China, bajo el nombre de Espejos, y que son biografías de Emperadores y altos personajes. Pueden citarse el Eiga Monogatari (La gloriosa descripción de los Fuyiuara) y el Okagami (El gran espejo).

Período de Kamakura. El período que siguió a la época refinada y culta de Heian estuvo lleno de encarnizadas guerras civiles y luchas feudales. Los clanes victoriosos instalaron la nueva capital en Kamakura (v.), la actual Tokio. Este periodo (llamado también de Kamakura) duró desde 1186 a 1332. Al reinado de las damas cultas de la corte sucedió la era de los guerreros, el reino de los shogun, del feudalismo combativo de los Minamoto y de los Taira.

La literatura del J. vio desaparecer los poemas de las damas de la corte, sustituidos por las gestas, las epopeyas como la de Gempei Seisuiki (Grandeza y decadencia de los Guen y de los He¡) escrita ca. 1190, y la de Heike Monogatari (La gesta de los He¡). La cultura japonesa se refugió en los monasterios, donde los Emperadores y escritores tomaron los hábitos budistas para escapar de los desórdenes políticos. Citemos a Kamono Chomei (s. XIII), poeta y ermitaño, autor del Hoyoki, escrito en 1212, obra de filosofía budista y de meditaciones sobre la vida; y, sobre todo, al oficial de la Guardia imperial y valiente guerrero que abandonó a su familia y su situación para convertirse en un monje-poeta errante, Saigyó (1118-96). Se puede citar también al monje eremita Kenkó Hóshi (1283-1350), autor de meditaciones sobre las vanidades del mundo y de Pensamientos de inspiración taoísta. La composición realizada en 1205 de una antología oficial, 'Shin Kokinshú (El nuevo Kokinshñ), contiene los mejores poémas del fin de los Heian y de los textos sintoístas y budistas. Esta antología fue la última de los Hashidaishú, las ocho antologías compuestas por orden imperial.

El Manyóshú, el Kokin Uaka Shú y el Shin Kokinshü son las tres grandes antologías japonesas, las más estimadas y famosas en J. La última colección marca la decadencia de la poesía tanka, así como la de la literatura cortesana.

Finalmente, de esta época citaremos la colección de Fujiwara-no-sadaie (s. xiii) que llegó a ser muy popular, Hyakunin Ishu (cien poemas de cien autores), versos escogidos del s. vii al xiii.

En los monasterios budistas, únicos depositarios del buen gusto y de la cultura de la época, nació en el s. XIV el nógaku o no, drama lírico que tuvo como origen las antiguas pantomimas sagradas chino-coreanas, el kagura, en el que se introdujeron los diálogos. En principio, estas obras se interpretaban ante los grandes santuarios sintoístas, y más tarde en los palacios de los shogun. El espectador, texto en mano, escuchaba el lento recitar del coro y admiraba los gestos pausados y convencionales de los actores. Los nó carecen de acción e incluso el japonés cultivado necesita de una larga iniciación para poder admirar su profundo sentido. En cada sesión se representan, cinco piezas, entre las que se intercalan farsas (kyoguen) a modo de intermedio. Es un teatro muy esotérico, de esencia budista, que describe la inestabilidad de las cosas y la impermanencia universal.

Literatura burguesa y popular. La nueva dinastía de los shogun Tokugawa puso fin a las guerras civiles de las épocas Nambokucho (1332-92) y Muromachi (1392-1603). Los shogun Tokugawa reinaron de 1603 a 1868 y se instalaron en Yedo o Edo (actualmente Tokio). Fueron dos siglos y medio de paz y prosperidad, que refleja la literatura, aunque sin llegar al encanto del periodo Heian. La poesía pasó de la corte a la burguesía y al pueblo; hacia el s. xvii se crearon las piezas de canto y danza llamadas kabuki. Antes ya había un teatro de marionetas y diálogos populares, los yoruri, para los que los autores se dedicaron a escribir obras. Siempre ha sido muy popular en J. este teatro de marionetas, que tiene su centro en Osaka, desde donde se desplaza a las grandes ciudades. El kabuki es la forma moderna del teatro popular. Chikamatsu Monzaemon (v.) fue el gran autor dramático de este género. Los shogun protegieron las artes y favorecieron la literatura. Durante la expedición de Corea en 1597 fueron introducidos en J. nuevos textos chinos, así como la técnica de la imprenta. Todo un equipo de sabios difundió la ética confucianista y la cultura Sung. El nuevo humanismo chino tuvo gran influencia sobre J., impregnándose nuevamente de la cultura de su potente vecina.

La gramática japonesa fue fijada por Moturi Norinaga con sus comentarios del Koyiki. El estudio del sintoísmo, la religión nacional, hizo disminuir los trabajos sobre el budismo. Hubo dos escuelas importantes en literatura: los sinólogos, kangakusha, que se oponían a los especialistas en temas de J., y los wagakusha, lo que hizo resurgir nuevamente la literatura nacional. La tanka fue reemplazada poco a poco por el haiku, que llegó a ponerse de moda, y por el renga, poemas encadenados unos a otros. Entre los grandes poetas de esta época puede citarse el grupo de los «Seis grandes genios poéticos», los Rokhasen, y a la cabeza de ellos Basho (164394), que perfeccionó lo que en un principio sólo era un epigrama divertido convirtiéndolo en un mundo lleno de misterio, de sentimientos poéticos. En efecto, el haiku fue primero elemento de una tanka agradable y a veces humorística. Desde el s. xvi se conservaron los tres primeros versos de la tanka y se construyó el haiku con un conjunto de 17 sílabas, compuestas por un verso de cinco sílabas, otro de siete y un nuevo verso de cinco. El haiku se transformó en un poema delicado y minúsculo, pleno de armonía y de refinada sutilidad y poesía, que reflejaba uno de los aspectos del alma japonesa. La escuela simbolista de Bashó fue llamada Jittetsu. A esta escuela sucedió la del impresionista Yosa Buson (1716-83) y la de Kokahashi Issa (1763-1827). Senryu, en el s. XVIII, volvió al tipo satírico del haiku antiguo. La novela de esta época era, en general, licenciosa e inmoral; Saikaku (1642-93) fue quien lanzó este género, que rápidamente llegó a ser muy popular; Kyoden (1761-1816) añadió a este género las novelas de aventuras, pero el novelista más prolífico y famoso de esta época fue, sin duda, Bakin (1768-1848), que escribió 190 obras, de las cuales Hakenden (Historia de ocho caballeros), comenzada en 1814 y terminada en 1841, comprende 106 tomos, la mayor parte ilustrada por el dibujante Hokusai (1760-1849).

La apertura a la influencia occidental. Tuvo lugar en la época Meiji (v.), que se extiende desde 1868 a 1912, y ya se sabe con qué velocidad y flexibilidad se ha transformado y convertido el país en una gran potencia internacional. El progreso económico, las condiciones sociales y políticas tuvieron una evolución acelerada; sin embargo, la literatura sufrió un descenso como consecuencia de este contacto con Occidente. En esta época se tradujeron al japonés obras originarias de Europa y América, y se formaron dos corrientes, una tradicionalista indígena y otra occidental, que se fusionaron y crearon la literatura contemporánea de 1.

Bajo esta etapa del descubrimiento de Occidente, los eruditos, investigadores y escritores de 1. trataron de ilustrarse sobre las culturas occidentales que ellos ignoraban. Escritores japoneses, tales como Fukuzaua (18341901), divulgaron los estudios generales que habían realizado sobre Occidente y su civilización. Otros estudiosos se especializaron por países: Tsubutchi (1859-1935) se dedicó a Inglaterra; Mori (1862-1922) a Alemania; Hasegaua Futabatei (1864-1909) a Rusia. El primero fue, además, un crítico y un novelista muy estimado aún en la actualidad, todo por su Shosetsu Shinzui (Principio de la novela), escrita en 1882. Para poder mantener pura la tradición de la poesía clásica, el emperador Mitsu-Hito ordenó la creación en Tokio (la nueva capital) de una Academia de la Poesía, O-uta-dokoro, y la fundación de una Sociedad poética, Uta-kai, que todavía existe. Se convocan concursos en los que se otorgan premios. El gran poeta Masaoka Shiki (1867-1902), admirador de Bashó, restauró el haiku y la tanka y creó en 1897 una revista literaria llamada Hototogisu (El cuco), que fue muy bien acogida por numerosos escritores, en los que influyó mucho.

La literatura moderna se destaca por la oposición a la poesía tradicionalista, Shimazaki Tóson (1872-1943), escritor naturalista, creó la poesía shintai-shi (poesía de nueva forma), o shi, que adoptó un verso nuevo de 17 y 20 sílabas, que marca el principio de la poesía moderna en J. La rev.

Myójo (Estrella de la mañana), creada por Yosano Tekkan (1873-1935), ha desempeñado un papel preponderante en el mundo literario de la época y ha introducido la antigua tanka en el mundo poético moderno, así como el uso de palabras chinas en la poesía japonesa. Uno de los mejores poetas de tanka y precursor de la poesía japonesa contemporánea fue Ishikawa Takuboku (18851912).

A principios del s. xx revelaron en J. las diversas escuelas literarias occidentales: romanticismo, simbolismo, naturalismo, idealismo, neo-romanticismo. Cada una tuvo sus partidarios y sus escritores japoneses, y es curioso, y a veces sorprendente, observar cómo había autores «románticos» al mismo tiempo que otros imitaban a Paul Valéry. De esta época puede citarse a Kitahara Hakushu (1885-1942), que publicó en 1909 su extraordinario Jashumon (La religión perversa) y cuyos waka y canciones Dó-yó son muy admirados.

Con la emancipación de la regla de las 5, 7 y 5 sílabas del haiku y la vulgarización del verso libre, del shintaishi, se abrió una nueva época. Fue un arte nuevo, una poesía popular emocionante que se opuso a la poesía pura y artística. El maestro de la tanka fue Saito Mokoshi (1882-1953), fundador de la escuela Araragi en 1908; y el maestro del haiku, después de la muerte de Masaoka Shiki, fue Takahama Koyshi (n. 1874). Se ha creado, recientemente, una poesía proletaria, comunista, que ignora y desprecia las reglas poéticas. La prensa diaria y las revistas literarias difunden las obras de los jóvenes poetas y novelistas. En estos últimos años ha adquirido importancia la literatura dirigida: exaltación del soldado japonés en tierra china durante la 11 Guerra mundial. La trilogía de Hino Achihei (n. 1902) sobre el soldado tuvo mucho éxito.

Actualmente existe una literatura moderna de la posguerra que no tiene mucho valor estético. Descripciones sobre la vida de la posguerra, del drama de las bombas atómicas, del traumatismo de la derrota, fueron leídas con avidez, y las obras de Dr. Nagai (m. 1951), Las Campanas de Nagasaki (1947), Mis hijos que pueden verse (1948), tuvieron y tienen aún profundas resonancias. También se advierte una nueva corriente en favor del clasicismo chino y japonés hacia las obras maestras inmortales de siglos pasados. Y, en oposición, otra tendencia moderna busca acomodar la sensibilidad japonesa al mundo moderno. Citemos los nombres de Tamura Ryuichi (n. 1923) y Tanigawa Shuntaro (n. 1931). La literatura de J. está pasando, por tanto, por un periodo de transición, en el que cabe destacar a Kawabata Yasunari (1899-1972), premio Nobel de literatura 1968.

Literatura por períodos

La literatura japonesa abarca un período de casi dos milenios de escritos. En las obras más tempranas vemos la influencia de la literatura china, pero Japón desarrolló su propio estilo con rapidez. Cuando Japón reabrió sus puertos al comercio y la diplomacia occidental en el siglo XIX, la literatura occidental influyó enormemente en sus escritores, la influencia occidental sigue hoy todavía patente.

Periodo Nara (710-794)

La literatura japonesa tiene sus orígenes en la tradición oral, los primeros registros de esta literatura se realizaron en el siglo VIII después de que se introdujese el sistema de escritura desde China. El Kojiki (registro de las materias antiguas) y Nihon shoki (crónica de Japón) fueron dos proyectos del gobierno que se acabaron en el 712 y 720 respectivamente. La obra más brillante de este periodo fue el Man'yoshu , una antología de 4500 poemas compuestos por personas de todas las razones sociales y se recopiló alrededor de 759. También empezó a trabajarse el "tanka" versos de 31 sílabas (5-7-5-7-7). En 905 se publicó bajo encargo del emperador la antología poética: Kokin wakashu o Kokinshu, una colección de poemas antiguos y modernos. Fue una publicación muy importante.

Periodo Heian (794-1185) En la resplandeciente cultura aristocrática que florecía en el siglo XI, cuando el uso del alfabeto hiragana derivado del chino estaba extendiéndose, las damas de la corte tuvieron el papel principal en el desarrollo de la literatura. Una de ellas, Murasaki Shikibu escribió una novela Genji monogatari (El relato de Genji) de 54 capítulos (a principios del siglo XI); Sei Shonagon escribió Makura no shosi (El libro de la almohada) una colección de ensayos y notas (alrededor de 996). Otras escribieron diarios e historias que siguen siendo leídas hoy en día. La aparición de Konjaku monogatari (Relatos de una tiempo que ya ha pasado) alrededor de 1120 añadió una nueva dimensión a la literatura. Esta colección de más de 1000 budistas y relatos seglares de la India, China y Japón es importante por la cantidad de descripciones de la vida de la nobleza y de la vida del pueblo en el Japón de aquel tiempo.

Periodo Kamakura-Muromachi (1185-1573)

En la última mitad del siglo XII, los guerreros del clan Taira (Heike) se apoderaron del poder imperial de la corte, formando una nueva aristocracia.

Heike mono-gatari (El relato de Heike) retrata los triunfos y derrotas de los taira en sus guerras con el clan minamoto (genji) y fue terminado en la primera mitad del siglo XIII. Este periodo también produjo literatura intimistas como Chomei's Hojoki de Kamo (Descripción de mi cabaña) (1212), que reflexiona sobre la incertidumbre de la existencia; Yoshida Kenko's Tsurezuregusa (Ensayos en el tiempo libre) (1330) una obra con impresionantes reflexiones sobre la vida. Los dos trabajos plantean la cuestión de la salvación espiritual.

Periodo Edo (1603-1868)

En este periodo emergieron dos figuras muy importantes en la prosa: Ihara Saikaku que retrataba de forma realista la vida de los mercaderes de Osaka y Chikamatsu Monzaemin que estribió joruri, una forma de contar hostorias con canciones y obras kabuki. Estos dos escritores hicieron florecer a la literatura. Años más tarde Yosa Buson escribió haiku, obras excelentes que retrataban la naturaleza. El escritor Ueda Akinari produjo varias obras sobre historias góticas que se llamaron Ugetsu monogatari, Relatos de la luz de la luna y la lluvia (1776).

Periodo Meiji a la actualidad

Soseki nurtured many talented literary figures. One of them, Akutagawa Ryunosuke, wrote many superb novelettes based on his detailed knowledge of the Japanese classics. His suicide in 1927 was seen as a symbol of the agony Japan was experiencing in the process of rapid modernization, a major theme of modern Japanese literature. In 1968 Kawabata Yasunari became the first Japanese to win the Nobel Prize for literature, and Oe Kenzaburo won it in 1994. They and other contemporary writers, such as Tanizaki Jun'ichiro, Mishima Yukio, Abe Kobo, and Inoue Yasushi, have been translated into other languages El periodo Meiji es la etapa en la que Japón bajo influencia occidental empezó a desarrollar una literatura más moderna. En esta época se abogó por la unificación del lenguaje escrito y hablado; y se aceptó una nueva forma de novela gracias a Futabatei Shimei's Ukigumo (Nubes sin rumbo) (1887). La traducción de poesía extranjera ayudó a la creación de un nuevo género poético y su correspondiente movimiento literario. Los novelistas Mori Ogai y Natsume Soseki estudiaron en Alemania y Gran Bretaña, respectivamente, y sus obras reflejan la influencia de estos países. Soseki encaminó a varias figuras literarias. Uno de ellos, Akutagawa Ryunosuke, escribió varias novelas basadas en su conocimiento de los clásicos japoneses. Su suicidio en 1927 fue tomado como un símbolo de la agonía que Japón estaba experimentando debido a los rápidos procesos de modernización, estos cambios también fueron temas de la literatura. En 1968 Kawabata Yasunari recibió el Premio Nobel de literatura, fue el primer japonés que lo consiguió, años más tarde en 1994 Oe Kenzaburo, también japonés, lo recibió también. Estos dos escritores y otros autores contemporáneos como Tanizaki Jun'ichiro, Mishima Yukio, Abe Kobo y Inoue Yasushi han visto sus obras traducidas a varios idiomas.

Fuentes