Jardín Botánico de Cienfuegos

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Jardín Botánico de Cienfuegos
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Institución
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Dirección:Aledaño al Central Pepito Tey, Cienfuegos.


El Jardín Botánico de Cienfuegos.

El Jardín Botánico de Cienfuegos, es un jardín de 97 hectáreas, que se encuentra situado a unos quince kilómetros de la ciudad de Cienfuegos, la Perla del Sur, en áreas aledañas al actual Central Pepito Tey, en la carretera que conduce hacia la Villa de Trinidad, en la vecina provincia de Sancti Spíritus.


Datos Generales

Es el más importante de la red existente en Cuba, debido a ser el más antiguo, y el que tiene colecciones de plantas más completas enfocadas a la investigación en mejoras de cultivos y para la exportación a terceros países. Fue declarado Monumento Nacional el 20 de octubre de 1989. Su código de identificación como institución a nivel internacional es CIENF.
• Latitud: 22 07' N
• Longitud: 80 20' O
• Temperatura media anual: 24,5 ºC
• Temperatura media máxima: 30,4 ºC
• Temperatura media mínima: 20,0 ºC
• Promedio anual de lluvia: 1400 mm
• Altura: 50 msnm
• Naturaleza del suelo: Pardo sin carbonato, típico sobre roca ígnea intermedia.

Historia

La fundación del Jardín Botánico de Cienfuegos tuvo lugar a finales del siglo XIX cuando el acaudalado empresario norteamericano Edwin F. Atkins, radicado en Cuba, adquiere la antigua central azucarera de "Soledad del Muerto", con la intención de fomentar un centro de investigaciones botánicas para la mejora de las variedades de caña de azúcar existentes y la posibilidad de obtener nuevos cultivares.

Cuando comienza a funcionar como un jardín botánico fue en el otoño del 1901, bajo el nombre de "Harvard Botanical Station for Tropical Research and Sugar Cane Investigation" (Estación Botánica de Harvard para la Investigación Tropical y de la caña de azúcar), contando con una extensión de una 4,5 ha. En sus primeros 20 años se introdujeron numerosos árboles, arbustos y otros especímenes de todo el mundo. Atkins traspasó su dirección a la Universidad de Harvard en 1919.
En 1960 la Universidad de Harvard abandona el país y se hace cargo de su administración el Ministerio de la Industria, y la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.

Veinte años después, árboles, arbustos y especimenes traídas a Cuba desde diversos países poblaron el lugar. En 1919, el propietario azucarero traspasó la dirección del jardín a la Universidad de Harvard, institución que abandonó Cuba en 1960.
A partir de aquel momento, la importante instalación botánica integra el Ministerio de la Industria y de la Universidad Marta Abreu, de la antigua provincia de Las Villas. En la actualidad es una institución del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente de Cienfuegos.
El jardín consta en la actualidad de 97 hectáreas, siete de ellas de bosque natural preservado, en tanto, alberga más de mil 417 especies y de ellas unas 500 son ejemplares únicos, representados en plantas de unos 670 géneros de 125 familias, arbóreas en su mayoría. Según sus especialistas, el 70 por ciento de los ejemplares de la institución botánica es de especies foráneas, procedentes de Asia, África, Oceanía y América.

En el conjunto de sus variedades casi todas únicas, aparecen la colección de orquídeas, con más de 400 especies; la de bambúes, 23, palmas, 280. La pluralidad de las palmas cuenta con especies muy raras, como “la salchicha”, “pata de elefante”, “árbol que camina”, “trampa de mono”, nombres dadas por los visitantes antes las diferentes formas que adopta la planta. Esa extraordinaria colección de palmas – de África tropical hay una que florece cada 25 años – es considerada una de las diez más completas e importantes de América y el mundo.

Asimismo, en el lugar hay una colección de jagüeyes, con 65 especies; plantas medicinales, frutales y cactáceas. En sus tierras crecen la rosa de Brasil, la Ceiba de Colombia, el laurel de La India, cactus de Perú y México, entre otras especies.

La siembra en cuadrículas ha permitido al Jardín Botánico cienfueguero sobrevivir a las inclemencias del clima tropical cubano. Numerosos fenómenos naturales han afectado su amplia gama de plantas. En 1903 sobrevivió a una helada, algo atípico en el clima nacional, mientras que en 1911, 1935, 1996 y 2001 fuertes huracanes dejaron sus huellas en las plantaciones, pero todas fueron recuperadas.

El pasado año, más de 20 mil cubanos y turistas extranjeros visitaron el Jardín Botánico en busca de esa joya del verdor nacional, cuya fama y experiencia científico dado el rigor en el manejo de las plantas rebasa las fronteras nacionales. Sus actuales investigaciones contribuyen a la expansión de diferentes sectores económicos.

La ciencia puesta en función del beneficio humano, tanto como un arte de la naturaleza como por lo valioso de sus familias botánica, encuentra en Cienfuegos un símbolo del amor de un colectivo técnico y de una población que trata de perpetuar su bellísima instalación, la más antigua e importante del país.



Investigación

La institución cuenta con instalaciones para la realización de investigaciones muy útiles en el quehacer científico de la nación.
En la actualidad se preserva la historia de cada árbol plantado en las 88 cuadrículas, donde fueron archivados los primeros ejemplares, que a diferencia del resto de los jardines del territorio nacional, fue ordenándose por un sistema alfanumérico orientado de Norte a Sur por letras, y de Oeste a Este por números, iniciativa que permite ubicar con exactitud cada ejemplar.
De las mil 417 especies atesoradas en el recinto natural, más de 500 son ejemplares únicos, representados en más de un centenar de familias botánicas, entre las que destacan los Ficus o Jagüeyes, las palmas, bambúes y las leguminosas.
En el Jardín Botánico de Cienfuegos se atesora una de las mayores colecciones de palmas en el mundo. Despiertan la curiosidad del visitante especies tan raras como “el árbol que camina”, “pata de elefante”, “trampa de mono”, y el de “la salchicha”, calificativos que les da el argot común en estrecha analogía con su apariencia.
Preservar las colecciones existentes y fomentar nuevas especies, a través de estudios florísticos e investigaciones científicas, son labores promovidas por el equipo técnico que con un alto rigor, contribuyen a perpetuar esta instalación Patrimonio natural cubano con relevancia internacional.

El Jardín cienfueguero (JBC) sigue en la preferencia de visitantes cubanos y extranjeros por su cualidad inigualable de ser el más antiguo del país y atesorar colecciones de plantas de los cinco continentes. Más de 35 mil asistentes disfrutaron el pasado año de las frondosas familias de bambúes, orquídeas y palmeras, estas últimas consideradas entre las 10 más completas del mundo. Calificado de uno de los mejores jardines tropicales del orbe, por poseer una variedad que sobrepasa las dos mil especies, el JBC se acerca a sus 104 años de existencia y sus beneficios se extienden hasta un herbario especializado en la flora de la región. Este reino vegetal genera numerosas investigaciones que comprenden estudios para revitalizar ejemplares en peligro de extinción, además de estimular círculos de interés para niños débiles visuales y proyectos comunitarios con pequeños que presentan retardo en el aprendizaje o el síndrome de Down.

Es por derecho El Jardín Botánico de Cienfuegos orgullo de todos los cubanos.


Fuentes