Jean Baptiste Carpeaux

Jean Baptiste Carpeaux
Información sobre la plantilla
Jean Batiste.jpg
Nacimiento11 de mayo de 1827
Bandera de Francia Francia
Fallecimiento11 de octubre de 1875
Bandera de Francia Francia
NacionalidadFrancés
CiudadaníaFrancés
OcupaciónEscultor
Obras destacadasNiño pescador “cogiendo una caracola”
PremiosPremio de Roma

Jean Baptiste Carpeaux. Escultor francés que se caracteriza por tener una excelente calidad técnica, ser alegre y dinámico. Sus obras rompen los modelos creados por la Academia. No tiene discípulos directos, pero va a ser muy copiado hasta el surgimiento de la escultura modernista francesa, que será uno de sus progenitores.

Síntesis biográfica

Nació el 11 de mayo de 1827 en Valencinnes, Francia. Su vocación artística comenzó muy temprano, desde niño realizaba figuras con yeso. A los dieciséis años modela en barro y talla en madera dos frontones para una casa de su ciudad natal.

Estudios

Sus estudios comienzan con un riguroso aprendizaje artístico. En 1842 se traslada a París para estudiar en la Escuela Real de Dibujo y Matemáticas. De Rude recibe la enseñanza de la escultura romántica, gracias al cual se apartó del academicismo y acuñó un estilo personal libre y vivaz.

En 1854 consigue el Premio de Roma, lo que le permite completar su formación en Italia estudiando la escultura de a antigüedad romana y del Renacimiento, y en particular la figura de Miguel Ángel.

Trayectoria artística

El grupo de Héctor y Astyarax muestra todavía cierta frialdad académica. Sin embargo, El conde Ugolino y sus hijos es el reflejo de la admiración que siente por Miguel Ángel y aquí resume todos los conocimientos adquiridos durante su formación. Para las figuras de los hijos se inspira en el Laooconte y para el padre, en el Pensiodoro. Esta obra causó gran admiración por su fuerza dramática y le sirvió de inspiración a Rodin para concebir su “Pensador”. A través del bronce, el material preferido por los escultores románticos, Carpeaux muestra la expresividad de sus figuras, la marcada gestualidad de los rostros.

Al poco tiempo expone en la capital francesa “Niño pescador “cogiendo una caracola”, otra de las obras realizadas durante su estancia en Italia y se observa la influencia de Rude y su “Niño de la tortuga”. Debido a la gran acogida que tiene esta obra y movido por intereses económicos, realizará variantes entre las que destaca el “Pescador napolitano”.

En muchas esculturas, capta el movimiento del cuerpo humano, al igual que sus colegas, pero además, hará que el gesto transmita o permita visualizar el dinamismo. Es una escultura de acción, a veces contenida. Esto le hace abrir las libertades que más tarde alcanzará las obras de Rodin y de otros escultores contemporáneos.

En el retrato “El príncipe imperial y su perro Nero”, busca plasmar el contorno y el volumen final de la pieza. Las facciones del príncipe reflejan la dulzura heredada de su madre, la emperatriz Eugenia, que con gesto protector apoya el brazo en el perro Nero y lo acaricia. Capta la apariencia de vida y el movimiento del retratado.

En los bocetos que realiza para Watteau, pintor del Siglo XVIII, intenta representar lo más característicamente al personaje, sus facciones, su ropa. Dinamiza la escultura imprimiéndole la fuerza psicológica, que da la sensación de movilidad frenada, ya que a primera vista puede parecer una figura estática.

Es un escultor conocido en la Corte de Napoleón III y por ello es invitado a participar en proyectos públicos que contribuyan a monumentalizar el imperio. Trabajará entonces en las labores de ornamentación del pabellón de Flora del Louvre y en la Ópera de París.

Charles Garnier fue quien le encargó “La danza”, uno de los cuatro grupos escultóricos que junto con El drama lírico, la música instrumental, y la armonía, forman parte de la fachada principal de la Ópera de París. Se trata de un relieve que representa un baile de ninfas alrededor de un genio alado. La obra de Carpeaux, se diferencia de las otras tres, rígidamente simétricas. El personaje principal, desnudo, desplazado ligeramente a la izquierda, tiene a los pies a un niño juguetón que anima a bailar a un grupo de jóvenes, casi desnudas, en torno a él.

La obra contiene un gran dinamismo y las figuras, tratadas con gran naturalidad, expresan gran alegría, mediante rostros y miradas llenas de picardía.

Encontramos influencias de La Marsellesa de su maestro Rude, pero abandona el tono épico y se decanta por actitudes más relajadas y juguetonas próximas al rococó francés. Este relieve causó un gran revuelo en la época porque se consideraba un tema indecoroso y por el tratamiento excesivamente realista de los personajes.

En “Fuente del Observatorio”, trata el cuerpo femenino con más pudor, más acorde con los gustos que imperan. Cuatro mujeres que representan las razas humanas giran lentamente alrededor de una esfera zodiacal. Realizará también retratos, en los que capta la personalidad de sus personajes. Son obras llenas de vida, como el “Retrato de la marquesa de la Valette”.

Muerte

Falleció el 11 de octubre de 1875 en Courbevoie.

Premios

En el año 1854 le fue otorgado el Premio de Roma.

Fuentes