Jerbo de orejas largas

Jerbo de orejas largas
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Es un pequeño roedor nocturno de la familia de los dipódidos que se encuentra en Mongolia y China, en los desiertos de Gobi y Taklamakán.
Clasificación Científica
Nombre científicoEuchoreutes naso
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Mammalia
Orden:Rodentia
Familia:Dipodidae
Hábitat:Regiones más áridas de China y Mongolia

Jerbo de orejas largas. Mide entre siete y nueve centímetros, sin contar su cola; son una especie que se está estudiando por parte de un programa llamado Edge (Filo) para conocer mejor a criaturas únicas y amenazadas. Se desconoce cuántos jerbos de orejas largas quedan, pero la especie se encuentra en la lista roja de la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN) por los cambios producidos por el ser humano en su hábitat, que amenaza con hacerlo desaparecer. El jerbo de orejas largas, habitante de las regiones más áridas de Mongolia y China, es un animal muy interesante para su estudio por sus costumbres nocturnas, tamaño ínfimo y difíciles hábitats como hogar, lo que ha provocado que sepamos muy poco de esta especie.

Descripción

Mide menos de 10 centímetros, pero sus orejas son enormes en relación a su cuerpo. Salta como un canguro, vive de noche y habita los inhóspitos parajes del desierto del Gobi. Su cuerpo mide de unos 7 a 9 cm y posee una cola larga y delgada que puede alcanzar los 25 cm de longitud. Los pelos que tienen en las extremidades, casi como botas de nieve, les permiten saltar en la fina arena.

Su cuerpo pequeño y abombado, mide apenas entre 7 y 9 cm de largo. Se caracteriza por su cola delgada y muy larga, que alcanza 18 a 25 cm de longitud, sus patas delanteras muy cortas y posteriores muy largas, adaptadas para dar saltos en la arena y, por sus orejas "de conejo", grandes con respecto a su cabeza triangular. Su pelo es castaño a grisáceo en el dorso y a lo largo de la cola, excepto en la parte terminal de esta, donde presenta un penacho de anillos blanco, negro y blanco que parece servirle de timón al saltar. El pelaje de su vientre es de color blanco.

Hábitat

Habita en las regiones más áridas de China y Mongolia, es uno de los animales más interesantes que hay para un investigador. Sus costumbres nocturnas, minúsculo tamaño e innaccesibles hábitats han provocado que se sepa muy poco de una especie que, además, es única en su género, lo que quiere decir que guarda muy poca relación con ningún otro ser vivo de la actualidad.

Una expedición de la Sociedad Zoológica de Londres , que pasó en verano un mes en el desierto del Gobi, ha logrado captar por primera los extraños y simpáticos movimientos de estos roedores en su propio entorno natural.

Las sorprendentes secuencias nocturnas de los jerbos saltando en la arena y saliendo de los túneles en los que duermen durante el día han hecho que los científicos comparen a estos animales con un Mickey Mouse del desierto.

Peligro de extinción

Se trata de "criaturas nocturnas increíblemente raras, con morro de cerdo y orejas de dumbo". Pero el interés por estudiar a estos pequeños mamíferos va mucho más allá de la simpatía que puedan despertar sus movimientos y aspecto, ya que es una especie que se cree que está al borde de la extinción, se la conoce muy poco y apenas se hace nada para salvarla.

Aunque no se sabe cuántos jerbos de orejas largas quedan, la especie se encuentra en la lista roja de la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN), ya que los cambios que el ser humano ha producido en su desértico hábitat parecen amenazar su subsistencia.

Adaptación

La adaptación de esta pequeña colonia al zoo está siendo buena, por lo que los investigadores han empezado ya a tomar apuntes de su actividad nocturna, de su conducta sexual y del ciclo de hibernación que siguen los jerbos. Es la primera vez que esta especie animal traspasa las fronteras del suroeste de Mongolia, al noreste de China o Trans-Altai, una región de Tadjikistán; también es el único zoo del mundo que acoge a estos pequeños mamíferos considerados los más astutos, habilidosos y extraños de los roedores.

A menudo deleitan a los visitantes del zoo de Magdeburgo haciendo gala de sus dotes predadoras o saltanto presurosos en busca de una madriguera para esquivar las horas de calor.

Fuentes