José Trinidad Villagómez
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José Trinidad Villagómez. Militar valiente y pundonoroso del régimen liberal y republicano. Murió sacrificado en Uruapan el 21 de octubre de 1865.
Biografía
Nació el 13 de mayo de 1838, originario de Valle de Santiago, Guanajuato. Sus padres fueron Miguel Villagómez y Josefa Patiño. Realizó sus primeros estudios en su tierra natal. A los 21 años ingresó al Colegio de San Nicolás de Morelia, en donde como todos los nicolaitas de esa época, despertó sus ideales de libertad y convicción republicana; siguiendo el ejemplo de muchos de sus compañeros de San Nicolás, tomó las armas contra los reaccionarios, sentando plaza a fines de 1859, en el éxtasis de la Guerra de Reforma.
En la histórica novela “Episodios Nacionales Mexicanos”, don Victoriano Salado Álvarez, rescata algunos rasgos de este personaje, dichos por una joven: “Era bajito, grueso, doblado, de rostro algo bermejo, de ojos, pies y manos chicos. Solía tener ingenio para referir chistes y era entre aquellos chinacates una excepción por su cortesanía y su talento y, sobre todo porque empleaba agua y jabón en su persona”.
Villagómez combatió en la batalla de la Estancia de las Vacas, en Querétaro, el 13 de noviembre de 1859, en la que Santos Degollado fuera derrotado por el reaccionario general Miramón; también en el enfrentamiento de Loma Alta, San Luis Potosí, el 24 de abril de 1860, donde López Uraga derrotó al retrógrado general Rómulo Díaz de la Vega; además, en otra lucha librada en Silao, Guanajuato, el 10 de agosto de ese año, donde los generales González Ortega y Zaragoza derrotaron a Miramón, ahí por verdadero milagro se salvó de ser capturado.
Otro combate de importancia en el que intervino con el grado de capitán, fue en la batalla de Calpulalpan, estado de México, fecha 22 de diciembre de 1860, en la que los últimos generales citados aniquilaron los restos del ejército reaccionario que encabezaba Miramón y otros generales, hecho de armas que dio el triunfo definitivo al Partido Liberal.
Existe un expediente suyo que se encuentra en el Archivo de Cancelados de la Secretaría de la Defensa Nacional, de fecha 10 de abril de 1861, en la que el licenciado José Gadea, Juez de Letras de Salamanca, certifica que “en febrero de 1858, Miguel Villagómez se presentó ante el presidente Juárez para entregarle a su hijo Trinidad para que prestara sus servicios como militar en la defensa de la causa liberal”. Agrega Gadea que, “siendo secretario del Gobierno Constitucional de Guanajuato, Trinidad Villagómez, ya con el grado de capitán, se recibió de la 1ª. Compañía del 1er. Escuadrón del 1er. Regimiento de Guanajuato, sirviendo desde aquel tiempo hasta abril de 1861, cuando pidió licencia para separarse del ejército”.
Poco después, en la multicitada Guerra de Intervención, a raíz de que los invasores belgas y franceses arribaron al Puerto de Veracruz, en abril de 1862, se apresuró a volver al servicio de la Patria.
Se enlistó en las fuerzas del estado de Guanajuato, siendo nombrado comandante de escuadrón, como premio a su comportamiento y decidida participación en el ataque de Morelia. Siguió su carrera en el ejército del centro en la división que mandaba el general Miguel María Echeagaray y cuando éste capituló, después de la derrota de Zapotlán, Villagómez pasando por innumerables peligros, marchó a los estados de Colima y Jalisco.
Arribó a Michoacán en febrero de 1865, poniéndose a las órdenes del general José María Arteaga, ocupando el grado de teniente coronel. Una de las características que identificaron a este personaje fue que, en el ataque cuidaba mucho a sus tropas, era el mejor organizado, mejor vestido y más moralizado de los existentes del Ejército Republicano del Centro, a pesar de su juventud. En las batallas siempre ocupaba el puesto de mayor peligro. Por ejemplo, el 11 de abril de 1865, después de la toma de Tacámbaro atribuida a Nicolás de Régules, en que se derrotó a un batallón belga, Arteaga ordenó al ya coronel Villagómez que condujera a los prisioneros belgas a Huetamo, en donde podrían ser mejor vigilados.
Muerte
Como se sabe, fue otro de los prisioneros aprehendido el 13 de octubre de 1865, en Santa Ana Amatlán, Michoacán, por el coronel imperialista Ramón Méndez para más tarde ser fusilado en Uruapan, la mañana del trágico 21 de Octubre de 1865.
