Josef Dietzgen
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Josef Dietzgen. Obrero y filósofo autodidacta Alemán, que experimentó un fuerte influjo del materialismo de Feuerbach y descubrió por sí mismo la dialéctica materialista. Siempre defendió el materialismo dialéctico. Por eso, Lenin decía que “en sus nueve décimas partes Josef Dietzgen es un materialista”. Dietzgen fue un ateo militante, un propagandista apasionado de la teoría de Marx y Engels, defendió el espíritu de partido proletario de la filosofía marxista.
Síntesis Biográfica
Josef Dietzgen nació en Blankenburgo, Alemania, el 9 de diciembre del año 1828. No pudo terminar la escuela y se dedicó al oficio de curtidor y trabajó en Alemania, Rusia y América. Estudió de manera autodidacta la filosofía y la economía política. Por su activa acción revolucionaria es perseguido y tuvo que marcharse hacia Estados Unidos en 1848. Viaja a Rusia en 1864 donde vive hasta 1869, en esta etapa (1867) entabla correspondencia con Marx. En 1869 se regresa a Alemania y se hace miembro del Partido Social Demócrata y se convierte en organizador de una de las sesiones de La Internacional, participa en su 5to congreso celebrado entre el 2 y 7 de septiembre de 1872, en La Haya, Londres, Inglaterra.
Pensamiento
Quizá el mayor mérito de Dietzgen haya sido descubrir la dialéctica materialista. Al respecto, menciona Engels: “…esta dialéctica materialista, que era desde hacía varios años nuestro mejor instrumento de trabajo y nuestra arma más afilada, no fue descubierto solamente por nosotros, sino también, independientemente de nosotros y hasta independientemente del propio Hegel, por un obrero alemán: Josef Dietzgen” (Obras escogidas, p. 640). No sólo descubrió la dialéctica, sino que además fue un materialista convencido. Él mismo escribió en su libro La esencia del trabajo cerebral del hombre: “El pensamiento es un trabajo corporal. Para pensar, necesito de una materia en la cual pueda pensar. Esta materia nos es dada en los fenómenos de la naturaleza y de la vida…"
La conciencia, según Dietzgen, es de un producto ideal de la materia, con existencia eterna y en eterno movimiento del «universum», considerando que la fuente del desarrollo radica en la contradicción. La conciencia tiene su asiento en el cerebro, parte del «sistema del universo». El ser natural y el social forman el contenido de la conciencia. La cognición se realiza en forma sensorial y en forma abstracta; constituye un proceso del movimiento que va de la verdad relativa a la absoluta. Rechazando el agnosticismo kantiano, Dietzgen explicaba que el conocimiento humano en sus dos formas es una imagen del mundo exterior, comprobable por la experiencia.
Errores de Dietzgen
La dialéctica de Dietzgen no llegó a constituir un sistema científico, no logró descubrir por completo la dialéctica como teoría del conocimiento. A ello debe que hiciera concesiones al relativismo y al materialismo vulgar. Lenin criticaba la falta de claridad en los textos de Dietzgen, lo cual generaba confusión. “J. Dietzgen ha podido agradar a los filósofos reaccionarios –dice Lenin–, porque cae de vez en cuando en la confusión” (Materialismo y empiriocriticismo, p. 316).
Una de las confusiones en las que cae Dietzgen es considerar el pensamiento como algo material: “…la representación no sensible es también sensible, material, es decir, real…” (citado por Lenin, p. 312). Calificar el pensamiento de material, menciona Lenin, es confundir el materialismo y el idealismo.
Otra de las confusiones de Dietzgen es creer que el conocimiento de la naturaleza es innato, que nos es dado al mismo tiempo que la conciencia.
Lenin señaló la inconsecuencia de Dietzgen, pero subrayó que la doctrina de éste, en líneas generales, se había desarrollado siguiendo el cauce del marxismo.
Obras
Sus principales obras fueron La esencia del trabajo cerebral del hombre (1869), Excursiones de un socialista por el campo de la teoría del conocimiento (1887) y Conquistas de la filosofía (1906); consagradas sobre todo a la gnoseología.
