Juan Manuel Julián Antonio Van-Halen y Sarti
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Juan Manuel Julián Antonio Van-Halen y Sarti. Marino y militar español con nobles antepasados de origen flamenco e italiano. Mariscal de Campo de los Ejércitos Nacionales. Capitán Ayudante del Ejército francés. Coronel del Ejército ruso. Teniente general del Ejército belga.
Síntesis biográfica
Nació el 16 de febrero de 1788 en la Isla de León (actual ciudad de San Fernando-Cádiz), siendo bautizado el 18 en la parroquial castrense. Era hijo del gaditano Antonio Van-Halen Morphy-Connan, en aquel momento, teniente de fragata de la Real Armada Española; y de la cartagenera Francisca Sarti, cuyo padre era Comisario de Provincia de Marina. Por esto el niño nació y se crió en el seno de una familia dedicada plenamente a la Armada Real.
El día 21 de febrero de 1803, se le formó asiento en la Real Compañía de Guardias Marinas, con dispensa por su minoría de edad. El 11 de octubre es examinado de estudios elementales y embarca en la fragata “Anfitrite” rumbo a La Habana y Veracruz. En mayo de 1804, de regreso a Cádiz, transbordó al navío “América”. El 15 de noviembre pasa a la fragata “Magdalena”. El 10 de abril sale integrado en la escuadra de Gravina, que en combinación con la francesa se dirigen a la isla de la Martinica, empleándose en el ataque, desembarco y toma del fuerte del “Diamante”.
Trayectoria militar
Asciende a alférez de fragata el 11 de enero de 1806. El 21 de junio de 1807 desembarca en Cartagena para trasladarse a Madrid, destino en el que ocupó el cargo de ayudante del Ingeniero General de Marina.
A los dieciocho años de edad, incorporado a las tropas que mandaba el general Blake, luchó en la batalla de Rioseco. El 15 de noviembre le fue confiado el mando del cañonero “Estrago”.
Entre 1815 y 1818 estuvo prácticamente perseguido siempre por los absolutistas que habían accedido al lado del “Deseado”. Por ello, el 8 de diciembre fue detenido. Entre el Capitán General y el Gobernador militar le protegieron llevándole a Granada, donde quedó libre de cargos y él se retiró de cuartel a Málaga, donde recibió el ascenso a teniente coronel por Real orden de 28 de abril de 1816.
En Londres conoció al encargado de negocios de la embajada rusa, Bludoff, que le facilitó un pasaporte para viajar a San Petersburgo, a donde llegó en diciembre de 1818, y donde el Zar Alejandro le expidió el nombramiento de Mayor del regimiento de Dragones de Nigni Novgorod Nº 39. Con su regimiento realizó diversas encomiendas, y entre ellas las que le llevaron a Tartaria y Persia, donde el 24 de junio tuvo lugar la batalla de Joserek, en la que Van-Halen destacó brillantemente en el asalto a la plaza al mando de una de las cuatro columnas, y que le valió la Cruz de la Orden de San Jorge.
Van-Halen solicitó permiso al Zar para regresar a nuevamente a España, llegando a el 27 de febrero de 1821.
En abril vuelve a Madrid y es admitido como teniente coronel del regimiento “Constitución”, pasando destinado a Cataluña, donde lucha contra las partidas absolutistas. En las inmediaciones de Vendrell se enfrenta con 25 hombres a la partida de Romagosa, compuesta de unos 1.700 hombres, recibió una grave herida en el muslo, obteniendo la Cruz de 1ª clase de San Fernando. Participó en otras acciones como la de San Feliú de Codinas, en la sorpresa de Artesa, Comca de Tremp, Pobla de Segur de Bellver, Puigcerdá, Moya, y en el bloqueo de la Seo de Urgel.
Posteriormente llega a La Habana empleándose como Sobrecargo en una goleta mercante de la línea a Veracruz. Se dedicó un tiempo a la pacífica vida del campo. Por una cruel enfermedad y el hostigamiento de que estaba siendo objeto por las autoridades, se traslada a los Estados Unidos de América donde residió dando clases de Español, hasta que en mayo de 1826 embarcó nuevamente rumbo a Europa, estableciéndose en Bélgica.
El 22 septiembre de 1830, los belgas salieron a la calle contra el rey Guillermo de Holanda, por lo insoportable que era la presión que en ellos ejercían los tratados de 1815. Van-Halen, ofreció sus servicios al alcalde de Bruselas, que le nombró Comandante en jefe de la ciudad. Por su éxito le fue conferida la jefatura suprema del improvisado Ejército belga, logrando la liberalización de todo el territorio belga.
Establecida la paz, Van-Halen se vió recompensado por el rey Leopoldo I con el empleo de teniente general, con una pensión anual de 10.000 francos, y la concesión de la Placa de la Cruz de Hierro y la de la Orden militar de Leopoldo I, así como la medalla de “Septiembre de 1830”.
En 1835 se reincorpora al Ejército español, como teniente coronel. En junio fue nombrado jefe interino del Estado Mayor en el Ejército del Centro.
Regresa nuevamente a Bélgica. No se le permitió regresar a España hasta el 10 de junio de 1838, con el disfrute de su grado de teniente general del Ejército belga. El siguiente día 14 fue promovido al grado de Brigadier de Caballería, y por R. Orden de 26 de diciembre fue comisionado para pasar a Bélgica y Gran Bretaña, al objeto de hacer una contrata de armamento con aquellos países.
El 2 de enero de 1843, renunció al mando y se retiró a situación de cuartel.
Última etapa de su vida
El 30 de noviembre le fue concedida la Gran Cruz de Carlos III, y el 12 de diciembre fue nombrado Gentilhombre de Cámara con ejercicio. El 14 de febrero de 1859 falleció su esposa, y poco después, ese mismo año, contrajo segundas nupcias con Clotilde Butler y Abrines. Fallece Van Halen en Cádiz el día 8 de noviembre de 1864, siendo sepultado en la misma tumba donde yacía su primera esposa, María del Carmen Quiroga y Hermida.
Juan Van Halen tiene dedicada una calle en Madrid, un busto en el parque madrileño del Retiro, un bajorrelieve en el monumento a la independencia belga en Bruselas, una calle en San Fernando (Cádiz), una calle en Weert (Holanda), y bustos, retratos y recuerdos varios en el Museo Municipal de Weert, en el Museo Real de Historia Militar de Bruselas y en el Museo Naval de Madrid.
