Juan Nicolás Dávalos Betancourt

Juan Nicolás Dávalos Betancourt
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Destacado bacteriólogo que realizó importantes estudios y descubrimientos en la Medicina .
Nacimiento6 de noviembre de 1857
Matanzas, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento4 de diciembre de 1910
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadBandera de Cuba Cuba
OcupaciónBacteriólogo

Juan Nicolás Dávalos Bentancourt. Destacado bacteriólogo que realizó importantes estudios y descubrimientos en la Medicina. Contribuyó al desarrollo de la vacuna antidiftérica, aisló e identificó diferentes microorganismos patógenos y obtuvo sueros contra el tétanos, la fiebre tifoidea. Lo llamaban “el sabio que soñaba con las bacterias”.

Síntesis Biográfica

Nació en Sabanilla del Comendador (actual Juan Gualberto Gómez (Unión de Reyes), perteneciente a la [[provincia Matanzas), Cuba el 6 de noviembre de 1857. Bacteriólogo que realizó estudios de Medicina en la Universidad de La Habana, pero se graduó de Licenciado en Medicina en Madrid 1886. Poco después, realizó una estancia de estudios en Francia. Siendo ya Miembro Numerario de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana 1895.

Obtuvo el título de Doctor en Medicina en la Universidad de La Habana 1899. Fue una de las principales figuras científicas del Laboratorio Histobacteriológico creado en La Habana por Juan Santos Fernández Hernández, en 1887. Laborioso y tenaz, logró por esfuerzo propio ocupar el lugar más destacado, en Cuba, en la especialidad que estudió. Aunque seco y reservado, tuvo innegables rasgos de bondad y desprendimiento. Hombre austero, enérgico y frío, dotado de gran paciencia, fue sin dudas, el precursor de la bacteriología en nuestro medio.

Aportes Científicos

En 1894, de conjunto con Enrique Acosta Mayor y mediante la utilización de un procedimiento modificado, desarrolló la vacuna antidiftérica, originalmente obtenida por Emile Roux, en Francia, unos meses antes. También aisló e identificó diferentes microorganismos patógenos y obtuvo sueros contra el tétanos, la fiebre tifoidea y varias enfermedades de los animales.

Durante varios años encabezó una activa campaña contra el muermo, cuyas epidemias en La Habana eran causadas por la estabulación masiva de equinos dentro de la ciudad. Con lo que Cuba se convierte en el primer país latinoamericano en aplicarlo.

Ingresó en el recién inaugurado Laboratorio de la Isla de Cuba, en 1902, desde donde colaboró activamente con Carlos J. Finlay, en campañas contra el tétanos infantil y la tuberculosis. En el curso de sus investigaciones, Dávalos se inoculó accidentalmente con el virus de la rabia, y con los germenes de la tuberculosis y la fiebre tifoidea, lo cual puede haber coadyuvado a su prematuro deceso.

Antiguamente ser médico de laboratorio no era un título. No tenía consideración alguna. Se estimaba que estos médicos nada sabían y que eran meros auxiliares de los médicos de asistencia. Como dijo un gran clínico cubano: "Ser médico de laboratorio ayer fue casi una ignominia; hoy es una gloria". O como expresara el filósofo español Don José Ortega y Gasset: "El médico creyó que debía transformarse en hombre de ciencia, en sentido estricto, dejando de ser "médico de cabecera" y haciéndose médico de laboratorio".

En el Laboratorio Histobacteriológico fundado en 1887 y donde laboraba el doctor Diego Tamayo, quien fue su compañero de trabajo, diagnosticó casos del llamado "carbunclo bacteridiano" (o sea el ántrax) y obtuvo la vacuna contra el mismo. Dávalos fue un gran amigo de Finlay, a pesar de ser 24 años más joven que éste, y el sabio cubano lo consideraba mucho y estimaba grandemente por sus trabajos en bacteriología.

Muerte

Este hombre de ciencia, que tantas veces escapó a mortales enfermedades, falleció en La Habana el 4 de diciembre de 1910, víctima de una bronconeumonía a los 53 años. Fue sepultado en el panteón que acababa de construir la Academia de Ciencias en el Cementerio de Colón.

Bibliografía activa

  • “La seroterapia o tratamiento de las enfermedades microbianas por el suero sanguíneo”. En: Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana, T. 36, 1899-1900, pp. 273-281
  • “La difteria aviaria en la Isla de Cuba”. En: Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana. T. 40, 1907, pp. 303-325.

Bibliografía pasiva

  • Rodríguez Expósito, César: “Dr. Juan N. Dávalos, el sabio que sueña con las bacterias”. En: Cuadernos de Historia de la Salud Pública. No 35. La Habana, 1967

Fuentes