Juan de la Luz Enriquez Lara

Juan de la Luz
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Gobernador de Veracruz en varias ocasiones
NombreJuan de la Luz Enríquez Lara
Nacimiento16 de mayo de 1836
Tlacotalpan
Fallecimiento17 de marzo de 1892
NacionalidadMexicana
OcupaciónPolítico y militar
CónyugeMaría de Jesús Lagos
PadresCamilo Enríquez y Tranquilina Lara
Juan de la Luz Enríquez . (16 de mayo de 1836 -17 de marzo de1892) fue un gobernador del estado de Veracruz entre 1884 y 1892.

Síntesis biográfica

Nació en Tlacotalpan, el 16 de mayo de 1836; murió el 17 de marzo de 1892. Sus padres fueron el señor Camilo Enríquez y la señora Tranquilina Lara, ambos de buena posición económica. Sus primeros estudios los realizó en el colegio particular del profesor Santiago Moreno; ingresó al Colegio Militar de Chapultepec en 1853 y al egresar se incorporó al Ejército Republicano. Se casó con la Tlacotalpeña María de Jesús Lagos, con quien procreó 12 hijos. Como militar, alcanzó el rango de General de Brigada; como miembro de la masonería, logró la más alta jerarquía, el Grado 33; como político, llegó a ser gobernador del estado de Veracruz. Juan de la Luz Enríquez defendió la soberanía nacional, luchó en favor de la República Federal y gobernó para dar a su pueblo mejores condiciones de vida.

El soldado republicano y liberal

La existencia de Enríquez se inscribe en una etapa turbulenta de la historia de México; pero no sólo es testigo sino actor importante. En 1855, egresado del Colegio Militar, se agrega a las fuerzas que luchan contra la República Centralista impuesta por Santa Anna. Sus primeros combates los tiene en el estado de Michoacán; participa en la toma de la plaza de Puebla y también en la acción de Ocotlán, en donde las fuerzas de la dictadura son derrotadas. La República Federal triunfa y se impone el centralismo.

Tres años más tarde, la nación vuelve a dividirse: la Constitución de 1857 pugna por un país moderno, instruido, democrático y libre. Los liberales apoyan esta constitución, pero los conservadores, el alto clero, la casta militar y los grandes propietarios, la desconocen. Empieza así la Guerra de Reforma. Juan de la Luz Enríquez de nuevo toma las armas y defiende las ideas liberales al lado de Juárez, Altamirano, González Ortega, Porfirio Díaz e Ignacio de la Llave.

A fines de 1860, tras una lucha sangrienta, los conservadores son derrotados en Calcualpan. El triunfo liberal se consuma. Transcurren apenas dos años y Francia invade México con el pretexto de la suspensión del pago de la deuda extranjera. Los conservadores aprovechan esta situación e instalan apoyados en las bayonetas francesas, un emperador extranjero: Maximiliano de Habsburgo. Juan de la Luz Enríquez defiende ahora la soberanía nacional y la República; participa del triunfo con Ignacio Zaragoza en la batalla del 5 de mayo en 1862 y lucha contra el Imperio al lado de Porfirio Díaz, Manuel González y Jesús González Ortega. Derrotadas las fuerzas del Imperio, en Querétaro, triunfa otra vez la República y en el Cerro de las Campanas son fusilados Maximiliano, Miramón y Mejía.

La carrera militar de Juan de la Luz Enríquez llega casi a los treinta y seis años de servicio. Asciende desde aspirante de 2da. clase de marina hasta general de brigada. En estos años, todos ellos difíciles, el General Enríquez conoce triunfos y derrotas; es hecho prisionero cuatro veces y, herido en batalla en diferentes ocasiones, pero vuelve siempre al combate: Enríquez es patriota, republicano y liberal sin tacha.

El gobernante

Las elecciones efectuadas en Veracruz en1884, designan gobernador del Estado a Juan de la Luz Enríquez, quien inspira su gobierno en las ideas liberales. Por principio, su preocupación está en esta vida terrenal; por lo tanto, se interesa en mejorar las condiciones de trabajo, de tránsito, de educación; es partidario de un Estado de Derecho, laico y separado de la Iglesia.

Enríquez el gobernador abre caminos y construye puentes, elimina las alcabalas, erige hospitales, apoya la administración de justicia, introduce el alumbrado en varias comunidades, mejora instalaciones portuarias, resuelve problemas de límites con los estados vecinos, reparte tierras, introduce agua potable, apoya a la industria, crea los Talleres Gráficos del Estado, funda penitenciarías con el propósito reeducar al delincuente, traslada los poderes del Gobierno del Estado de la ciudad de Orizaba a la de Xalapa, etc.

Sería cansado enumerar obras y beneficiarios pues el gobierno de Enríquez favoreció tanto a ciudades importantes del estado de Veracruz: Córdoba, Orizaba y Tuxpan, cuanto a comunidades pequeñas como Aguasuelos, Zongolica, Ozuluama y Naolinco.

La obra material que consumara el gobernador Enríquez es definitivamente importante para el Estado de Veracruz que tiene en esa época menos de setecientos mil habitantes en todo su territorio. La realización más valiosa de Enríquez el gobernador no está, sin embargo, en la obra material; su legado más trascendente está en su obra educativa: la creación de la Escuela Normal Veracruzana y de las Escuelas Cantonales, cimientos de la educación popular de Veracruz.

Pese a la preocupación de gobiernos anteriores a Enríquez, Veracruz tiene en aquellos años el 85% de analfabetismo. Apenas ciento cuatro mil hombres y mujeres saben leer y escribir; en tanto que, quinientas noventa y dos mil personas no saben escribir su nombre.

Para Enríquez está claro que la escuela es contraria al fanatismo, a los prejuicios y a la ignorancia y que, la educación popular, es condición de mejoramiento social y personal. ¡Por eso decide apoyar a la escuela elemental!

Con la ayuda del maestro Enrique Laubscher, crea la Academia Normal de Orizaba a la que debían de asistir profesores empíricos de diversas partes del estado para que, una vez finalizados los cursos, regresaran a sus escuelas a poner en práctica los nuevos métodos aprendidos. En ese mismo año, el gobernador Enríquez expide un decreto creando instituciones públicas de educación popular: las dieciocho Escuelas Cantonales. Para complementar su obra educativa con la colaboración del propio Laubscher y del maestro Enrique C. Rébsamen, crea la Escuela Normal del Estado cuya inauguración ocurre el 30 de noviembre de 1886.

A partir de este momento, la política educativa y los métodos pedagógicos aplicados en Veracruz, sirvieron de modelo para otros estados de la República, que organizan la escuela elemental o la educación normal bajo la dirección del maestro Rébsamen o de profesores recién egresados de la Escuela Normal. Veracruz ejerce en ese momento rectoría pedagógica en la educación popular de México.

En las circunstancias actuales, Juan de la Luz Enríquez es un ejemplo como soldado defensor de la Patria, de la República Federal y de un Estado de Derecho; y es también un ejemplo de gobernante que benefició al pueblo veracruzano con entrega y con honestidad.

Honores y homenajes

El 17 de marzo de 1892 , Juan de la Luz Enríquez murió en la ciudad de Xalapa, en pleno ejercicio de sus funciones como gobernador del Estado. La muerte de este gobernante causó un gran impacto en la sociedad veracruzana. En su funeral, el ejército, la masonería, los representantes de diversos ayuntamientos y más de cinco mil personas, en la Xalapa de esa época, se sumaron al cortejo.

El reconocimiento y el homenaje a Enríquez no se hicieron esperar. La Legislatura lo declaró Benemérito del Estado; el Ayuntamiento de Xalapa solicitó a la propia Legislatura que la ciudad llevara el nombre de Xalapa Enríquez; los alumnos de la Escuela Normal acordaron conservar vivo el recuerdo de su fundador, conmemorando año tras año la infausta fecha de su muerte: ¡Tributo cumplido por más de un siglo! A la fecha, el pueblo veracruzano sigue todavía honrando la memoria de Juan de la Luz Énríquez: escuelas, plazas, calles, colonias y comunidades llevan su nombre. ¿Qué hizo Juan de la Luz Enríquez para merecer estos honores? ¿Cuáles fueron sus obras? ¿Qué méritos tuvo? Esta es la respuesta: fue un soldado que defendió a la Patria y a la República; fue también un liberal veracruzano que como gobernante benefició grandemente a Veracruz.

Fuentes