Kitsune

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Kitsune
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Concepto:Zorro protector de los bosques, mitología japonesa.

Kitsune

La palabra japonesa kitsune" (狐 Ja-Kitsune.oga) significa «zorro», animal que constituye un elemento de singular importancia en el folclore japonés, hasta el punto en que dicha palabra se utiliza tradicionalmente para nombrar a aquel espíritu del bosque con forma de zorro, cuya función clásica es la de proteger bosques y aldeas.

Origen

Las historias que tratan sobre el mito del kitsune provienen tanto de fuentes extranjeras como de ideas nativas japonesas que datan aproximadamente del siglo V a. C. Los mitos relacionados con zorros también aparecen en la cultura china, coreana, griega o de la India. Muchas de estas historias están registradas en el Konjaku Monogatari, una colección de narraciones chinas, indias y japonesas del siglo XI. Mientras los relatos folclóricos chinos tratan sobre el huli jing, un espíritu de zorro parecido al kitsune que posee nueve colas, en Corea existe el kumiho (zorro de nueve colas), una criatura mitológica que podía vivir hasta mil años. En cada cultura pueden observarse diferencias; por ejemplo, en el caso del kumiho, esta criatura es vista como un ser maligno, opuesto a su contraparte japonesa. No obstante, eruditos como Ugo A. Casal sugieren que las similitudes entre las distintas versiones permiten concluir que los mitos de los zorros tuvieron su origen en fuentes indias como el Hitopadesha (siglo XII d. C.). Otros análisis coinciden en que el kitsune está basado en el Pañcha tantra (India, siglo III a. C.), que a su vez deriva de una adaptación de las Fábulas de Esopo (Grecia, siglo VI a. C.), las cuales fueron difundidas a China y Corea, y en última instancia a Japón. En contraste, el folclorista japonés Kiyoshi Nozaki argumenta que el kitsune japonés adquirió atributos positivos alrededor del siglo IV, y que solamente en China y Corea se presentaron atributos negativos. Basándose en una colección de libros del siglo XVI titulada Nihon Ryakki, Nozaki averiguó que los zorros y los humanos vivían muy correlacionados en el antiguo Japón, dando como resultado la aparición de leyendas indígenas sobre los kitsune. La investigadora Karen Smyers, especialista en el mito del dios Inari, menciona que la idea del zorro como un ser seductor ante el ser humano, y la conexión de los mitos del zorro en el budismo, fue incorporada al folclore japonés por medio de los relatos chinos, aunque sostiene también que algunas historias de zorros contienen elementos únicos de la cultura japonesa.

Etimología

Según Nozaki, la palabra kitsune era originalmente una onomatopeya: Kitsu representaba el aullido del zorro, y Ne es una expresión afectiva. Esta última palabra fue usada por Nozaki como evidencia de una tradición establecida y de origen propio de la benevolencia del zorro en el folclore japonés. Eventualmente, el uso de Kitsu para representar al zorro tomó un sentido arcaico, dado que el aullido del zorro ahora es representado como kon kon o gon gon.

Características

Los kitsune son conocidos por poseer una inteligencia superior, una larga vida y poderes mágicos. Son un tipo de yōkai, o entidad espiritual, y la palabra kitsune es a veces traducida como «espíritu de zorro». Sin embargo, esto no quiere decir que los kitsune sean fantasmas, ni tampoco que sean fundamentalmente diferentes a los zorros comunes. Existen dos clases comunes de kitsune. Los zenko son zorros benevolentes y celestiales asociados con el dios Inari; ellos son simplemente llamados como zorros de Inari. En cambio, los yako (literalmente, «zorros de campo»), son salvajes, tienden a ser traviesos e inclusive malvados. Las tradiciones locales añaden otras clases de kitsune. Por ejemplo, un ninko es un espíritu de zorro invisible que los humanos solo podían percibir cuando eran poseídos por él. Otra tradición clasifica a los kitsune en trece tipos definidos por la clase de habilidades sobrenaturales que posea el kitsune. Físicamente, los kitsune sobresalen por su cantidad de colas, que llegan a tener hasta nueve colas. Generalmente, un gran número de colas indica a un zorro más longevo y más poderoso; de hecho, algunas narraciones populares mencionan que un zorro tendrá colas adicionales cuando haya alcanzado los mil años. En las historias son comunes los kitsune de una, cinco, siete y nueve colas. Los zorros de nueve colas o kyūbi no kitsune tienen la habilidad de ver y oír cualquier suceso que ocurra en el mundo. Otras historias le atribuyen sabiduría infinita, esencialmente omnisciente. Un kitsune puede tomar la forma humana, una habilidad que se aprende a cierta edad, usualmente a los 100 años, aunque otras historias mencionan que a los 50 años. Como un requisito para la transformación, el zorro se debe poner juncos, una hoja de gran tamaño o una calavera sobre su cabeza. Las formas que puede asumir el kitsune son de mujeres hermosas, chicas jóvenes o de hombres ancianos. Estas formas no estaban limitadas por la edad o por el género del zorro, inclusive un kitsune puede duplicar la apariencia de una persona en específico. Los kitsune son particularmente conocidos por convertirse en bellas mujeres. Había una creencia popular en el Japón medieval en la que, si se encontraba una mujer solitaria, especialmente al anochecer o durante la noche, podía ser un zorro. En algunas historias, los kitsune tienen dificultad en esconder sus colas cuando se transforman en seres humanos; la aparición de la cola, cuando el zorro se emborrachaba o se descuidaba, es una forma habitual de descubrir la verdadera identidad de la criatura. Otras formas de descubrir la identidad de los kitsune eran que como seres humanos aún tenían rasgos parecidos al zorro, también les cubre un pelaje fino, tienen una sombra en forma de zorro, o su propio reflejo revelaba su identidad. El término kitsune-gao (literalmente "cara de zorro") se refiere a las mujeres humanas que tienen una cara angosta con ojos muy juntos, cejas delgadas y pómulos salientes. Tradicionalmente, esta estructura facial es considerada atractiva, y en algunas historias se le atribuyen a los zorros con forma humana. Los kitsune tienen fobia y desprecio a los perros, inclusive en su forma humana, y algunos se turban ante su presencia al punto que se convierten en zorros y huyen. También una persona devota puede ser capaz de ver la identidad del zorro inmediatamente. Una historia popular ilustra estas imperfecciones en los kitsune convertidos en humanos; relataba acerca de Koan, un personaje histórico que poseía la sabiduría y los poderes mágicos como vidente. Según esta historia, él estaba en la casa de uno de sus devotos cuando se quemó su pie al entrar al baño debido a que el agua estaba muy caliente. Entonces, "en su angustia, él se escapó del baño desnudo. Cuando la gente de la casa lo vio, ellos estaban pasmados cuando observaron que Koan poseía un pelaje que cubría gran parte de su cuerpo y le sobresalía una cola de zorro. Entonces Koan se transformó en frente de ellos, convirtiéndose en un zorro anciano y huyó."Otras habilidades sobrenaturales que se le atribuyen comúnmente al kitsune incluyen la posesión, la aparición de fuego o luz en la boca o en las colas (son conocidos como kitsune-bi; literalmente «zorro de fuego»), la manifestación voluntaria en los sueños de otros, la capacidad de volar, invisibilidad, y creación de ilusiones bien elaborados que son casi indistinguibles de la realidad. En algunas historias se menciona al kitsune con poderes más grandiosos, como curvar el tiempo y el espacio, volver locas a las personas, o tomar formas fantásticas como un árbol de considerable altura o una segunda luna en el cielo. Otros kitsune tienen características similares a los vampiros o los súcubos y se alimentan de la energía vital o del espíritu de los seres humanos, generalmente a través del contacto sexual.

Descripciones

Sirvientes de Inari

Los kitsune son asociados con Inari, el dios Shinto del arroz. Esta asociación refuerza el significado de los poderes especiales del zorro. Originalmente, los kitsune eran mensajeros de Inari, pero la relación entre ambos ahora es tan confusa que Inari a veces es mostrado como un zorro. Asimismo, santuarios enteros son dedicados al kitsune, donde los devotos rinden con ofrendas. Los espíritus de zorro están interesados particularmente con una especie de tofu frito en rebanadas llamado aburaage, que se encuentra en el kitsune udon y kitsune soba. Igualmente, el inarizushi es un tipo de sushi que tomó el nombre de Inari y que consiste en sacos de tofu frito rellenado con arroz. Los zorros han sido adorados como kami. Los kitsune de Inari son blancos, un color de buen presagio. Poseen el poder de ahuyentar el mal, y a veces sirven como guardianes espirituales. Además de proteger los santuarios de Inari, son invocados para intervenir en nombre de los lugareños y particularmente para ayudar contra los problemáticos nogitsune. Los zorros negros y los zorros de nueve colas también son considerados buenos presagiadores. Según las creencias derivadas del fusui (feng shui), el poder del kitsune que ejerce sobre el mal puede representarse en una estatua de zorro que puede disipar la energía o kimon maligno que fluye desde el noreste.

Embaucadores

Los kitsune en ocasiones se presentan como embaucadores, con variaciones que llevan desde seres traviesos hasta malévolos. Las leyendas cuentan que los kitsune traviesos atacaban a los samuráis demasiado orgullosos, comerciantes codiciosos y plebeyos pretenciosos, mientras que los más malvados abusaban de los comerciantes pobres y granjeros o sobre los monjes budistas devotos. Sus víctimas eran usualmente varones; ya que a las mujeres eran poseídas. Por ejemplo, los kitsune idean usar los kitsune-bi para llevar a los viajeros por un camino errado como una forma de fuego fatuo. Otra táctica del kitsune es confundir a su objetivo con ilusiones o visiones. Otro truco usado por los kitsune embaucadores incluyen la seducción, robo de comida, humillación del arrogante o venganza con insultos. Otros kitsune usan sus poderes mágicos para el beneficio de su compañero o huéspedes mientras el ser humano lo trate con respeto. Como yōkai, sin embargo, los kitsune no comparten la moralidad humana, y un kitsune está establecido en una casa a su estilo, por ejemplo, se lleva el dinero del huésped o artículos que han sido robados de las casas vecinas. Extrañamente, las familias de samurái tenían privilegios de compartir la misma disposición que los kitsune, pero estos zorros eran considerados myōbu y usaban su magia como signo de prestigio. Las casas abandonadas eran guaridas comunes para los kitsune. Una historia del siglo XII cuenta que un ministro que se mudó a una vieja mansión descubrió una familia de zorros viviendo en ella. Ellos intentaron asustarlo, reclamando que la casa "había sido nuestra por muchos años, y ... nosotros deseamos protestar enérgicamente." El hombre se negó, y los zorros se resignaron a mudarse a un lote abandonado cercano. Las historias distinguían los regalos del kitsune con los pagos del kitsune. Si un kitsune ofrecía un pago o recompensa que incluía dinero o bienes materiales, parte o todo el pago consistiría de papel viejo, hojas, ramitas, piedras u objetos similares sin valor que están bajo un hechizo que los hace aparentar como bienes con valor. Los verdaderos regalos del kitsune eran usualmente intangibles, como la protección, conocimiento o larga vida

Fuentes