La jirafa ardiente (óleo)
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La jirafa ardiente, (1937) es una pintura del español surrealista Salvador Dalí.
Descripción
Es una de las obras más importantes del artista, en el que refleja un paisaje árido con un cielo muy azul que hace que el contraste sea muy significativo.
Hay dos figuras femeninas en el primer plano, del cuerpo de la figura más cercana se asoman cajones abiertos, unos desde la rodilla hasta el muslo izquierdo y otro por debajo de su pecho, y su cuerpo parece sostenido por muletas]] que le ayudan a guardar una postura, está parada y extendiendo sus flacos brazos hacia la izquierda, tiene la piel desgarrada, los músculos expuestos, no se puede distinguir su rostro y es exageradamente delgada. La luz proviene del lado izquierdo de la pintura, los colores en esta silueta son diferentes tonalidades de azul, amarillo, negro, marrón, blanco y gris.
La segunda mujer es parecida a la primera, en la espalda tiene lo que parece ser estacas, tiene su mano izquierda extendida y la derecha en alto, sosteniendo un trozo de carne en la mano.
Las dos figuras femeninas parece que se mueven lentamente como sonámbulas, con los [[ojos cerrados. Sus cuerpos, escuálidos y huesudos, tantean el camino con suma dificultad.
El elemento que da título a la obra aparece paradójicamente al fondo. Se trata de una imagen perturbadora: una solitaria jirafa en llamas, en un paisaje desértico, apenas esbozado, con solo algunas montañas. Dalí utilizó por primera vez la imagen de la jirafa en llamas en su película de 1930 La edad de oro (The Golden Age). Aparece de nuevo en 1937 en la pintura La invención de los monstruos, este animal es para el pintor “el monstruo cósmico apocalíptico masculino. Él creía que era una premonición de la guerra.
Características del óleo
Las figuras principales están trabajadas con una paleta cromática fría, muy similar al fondo, y la única nota de color estalla en el fuego de la jirafa, esta es la figura más enfocada por lo que podemos decir que la luz proviene del lado Izquierdo.
Historia
Dalí pintó "Jirafa Ardiente" durante su exilio en los Estados Unidos. Aunque Dalí se declaró apolítico, "soy Dalí, y sólo eso.", Esta obra muestra su lucha personal con la lucha en su país de origen.
