Leishmaniosis en perros

Leishmaniosis en perros
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Agente transmisor:Picaduras del Mosquito Phlebotomo Perniciosus
Región de origen:zonas climáticas
Región más común:España, Brasil, noreste de la República Argentina
Forma de propagación:de Perro a Perro
Vacuna:Vacuna de Leishmania de Virbac

Leishmaniosis en perros. Es una enfermedad endémica y estacional así que dependiendo de la zona climática y geográfica donde se encuentre el perro, habrá más o menos probabilidad de que la contraiga. Por tal motivo decimos que la posibilidad de contagio aumentará si nuestro perro habita a la intemperie, en una zona húmeda y en épocas calurosas. Esta enfermedad afecta a los vertebrados, así que en ocasiones otros animales a diferencia de los canes también son infectados y tiene muy poca incidencia en humanos pero en estos no suele ser tan virulenta como en los perros ya que el sistema inmunológico es capaz de combatir la infección pero sí puede ser delicada en personas con el sistema inmunológico débil, como son los enfermos de cáncer

Definición

Leishmaniasis es una enfermedad causada por un parásito llamado Leishmania el cual se transmite por medio de la picadura de un mosquito del género Phlebotomus. La leishmaniosis en perros puede ser muy grave y hasta mortal si no se detecta y trata a tiempo. Es una enfermedad incurable y crónica y el perro no la transmite a los humanos ni a otros animales.

Transmisión y contagio

La leishmaniasis se transmite a través de las picaduras de mosquitos y afecta a todas las razas de perros. Los parásitos se multiplican en las células blancas de la sangre del perro, que son las encargadas de la defensa del organismo a agentes infecciosos, dejándolo desprotegido. El período de incubación de la enfermedad, es decir, el tiempo entre la infección y la aparición de los síntomas, puede ser de varios meses.

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Recientemente, debido al aumento de casos de la enfermedad, se ha lanzado una hipótesis de que la leishmaniasis se podría contagiar de perro a perro, aunque no hay indicios de que se transmita ni por contacto directo, ni por secreciones, ni heridas, ni orina, ni heces…

Síntomas

La leishmaniosis puede causar la muerte en la mayoría de los perros infectados que no reciban tratamiento y vigilancia posteriormente. Esta enfermedad puede ser de dos tipos: cutánea (afecta la piel) y visceral (se ven afectadas las vísceras especialmente hígado y riñones). Este padecimiento no distingue de razas y edades así que cualquier perro puede resultar afectado. Si observas alguno de los siguientes signos clínicos es mejor que acudas lo más pronto con tu perro a que le brinden atención veterinaria y realicen un diagnóstico oportuno:

  • Úlceras en el borde de las orejas, la cabeza o extremidades.
  • Inflamación de los ojos.
  • Crecimiento de las uñas de forma anormal.
  • Pérdida de pelo por la zona de la cabeza (caspa).
  • Heridas que no sanan.
  • Sangre en la orina.
  • Diarrea.
  • Conjuntivitis.
  • Dermatitis.
  • Atrofia muscular, sobre todo por la cara (aspecto envejecido y expresión triste),
  • Fatiga o cansancio.
  • Inflamación de las articulaciones o cojera.
  • Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos (en cuello y cara interna de las patas).
  • Debilidad.
  • Pérdida de peso.
  • Fiebre.
  • Hemorragia nasal.
  • Inflamación del abdomen (posible hepatomegalia)

Lleva a tu perro al veterinario en caso de presentar los síntomas anteriormente mencionados y este realizará un test sencillo y rápido para demostrar la presencia de la infección, si el resultado es positivo también le realizarán otras pruebas de rigor para un diagnóstico definitivo de la enfermedad. Si el nivel en que se ha visto afectado tu perro por este padecimiento no es muy elevado, puede llevar una vida normal, pero obviamente con controles periódicos para detectar nuevos brotes. Recuerda que no todos los animales presentarán los mismos síntomas y algunos puede que no los muestren y permanezcan sanos hasta por años, son más susceptibles los perros con sistema inmunológico debilitado y perros viejos. Los perros con buena inmunidad aunque estén igualmente infectados, podrían llegar a convivir toda su vida con el parásito sin que éste les produzca complicaciones.

Tratamiento

Aunque el tratamiento es muy costoso y no proteje al perro de posibles recaídas, sí aumenta la probabilidad de que tu perro sobreviva disminuyendo los síntomas notablemente, algunos viven muchos años y gozan de una buena calidad de vida. Las secuelas que sufre el perro después de la enfermedad dependen del estado en que hayan sido afectados sus órganos así que si no se detecta a tiempo y no se aplica pronto el tratamiento necesario, puede resultar mortal sobre todo en casos de leishmaniosis visceral.

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No olvides siempre ir con tu veterinario de confianza y solicitar información sobre la incidencia de esta enfermedad en tu localidad, acude a él para más información sobre el tratamiento si tu perro padece de este mal. Y recuerda compartir está información con el fin de concienciar a las personas sobre la importancia de la prevención de esta enfermedad y así evitarle malos ratos a nuestros hermanos de cuatro patas.

Prevención

Esta enfermedad se puede prevenir con una vacuna, la cual se puede aplicar a los cachorros sanos a partir de los seis meses de edad. Esta vacuna desarrolla inmunidad celular, enseñando al sistema inmune a defenderse correctamente del parásito o sea que las células destruyen la enfermedad, así que la vacuna protegerá a nuestro perro cuando sea picado por un mosquito infectado. Se necesitan tres dosis el primer año de vacunación y se debe revacunar anualmente. En algunos países la vacuna puede resultar muy costosa pero el tratamiento puede ser aún más, así que si queremos a nuestro perro y queremos evitarle un sufrimiento de tal magnitud dicha prevención es justificada. Hay que tener en cuenta que los perros con anticuerpos no se pueden vacunar porque en este caso la vacuna no los curará, en pocas palabras si el animal está padeciendo la enfermedad la vacuna no le servirá. También es importante recalcar que los animales solo pueden ser vacunados si gozan de buen estado de salud y que las hembras en embarazo tampoco pueden vacunarse. La prevención de la leishmaniosis en perros no solo se puede llevar a cabo a través de la vacunación si no también con controles anuales de exámenes de sangre en regiones de alto riesgo para esta enfermedad especialmente en zonas húmedas y en meses calurosos. También existen otras medidas de prevención y protección como son:

  • Colocarles a los perros collares antiparasitarios repelentes de mosquitos.
  • Usar productos antiparasitarios externos regularmente que también actúa de repelentes.
  • Fumigar en zonas con mayor actividad de mosquitos.
  • Usar velas o espirales en las terrazas que espante a los mosquitos.
  • Dentro de las casas es mejor usar enchufes que protejan a toda la familia como insecticidas eléctricos.
  • Evitar visitar en verano zonas húmedas y pantanosas.
  • Usar mosquiteras en las ventanas de las casas de campo y playa.
  • No pasear con tu mascota cerca de los ríos o zonas húmedas al atardecer ya que aumenta la actividad de los mosquitos a esas horas cuando cae la noche.
  • La actividad de los mosquitos aumenta durante la noche, así que es mejor que el animal duerma en casa.

Fuente

  • Leishmaniosis Canina: una revisión (José Octavio Estévez) [1]. Consultado: 14 de marzo de 2017
  • Cómo prevenir la leishmaniosis en los perros [2]. Consultado: 14 de marzo de 2017
  • Leishmaniosis canina [3]. Consultado: 14 de marzo de 2017