Leonidas Frank Chaney

Lon Chaney
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NombreLeonidas Frank Chaney
Nacimiento1 de abril de 1883
Colorado Springs Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fallecimiento26 de agosto de 1930
Los Ángeles, California Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Causa de la muerteCáncer de pulmón
NacionalidadEstadounidense
Otros nombresEl Hombre de las Mil Caras
OcupaciónActor
CónyugeHazel Hastings
Sitio web
Sitio Oficial

Lon Chaney. Fue un actor estadounidense conocido como la primera gran leyenda del cine de terror, estrella del cine mudo e intérprete clave del género fantástico. Durante los años 20, el cine mudo de terror y fantástico contó con el mayor de sus representantes: el entrañable y magistral actor y maquillador Lon Chaney, llamado “el hombre de las mil caras”.

Biografía

Infancia y Juventud

Nació el 1 de abril de 1883, en Colorado Springs, Estados Unidos. Todo su éxito no fue casual, sino el resultado de su gran vocación, el arte de su caracterización y el modo de interpretar a sus personajes; patéticos y torturados “freaks” a los que supo dar gran humanidad. Sus padres eran sordomudos, hecho que le fue muy útil para su posterior evolución interpretativa en el teatro y el cine, ya que la comunicación gestual con sus progenitores le ayudó mucho en sus posteriores creaciones para la pantalla grande.

Comenzó muy joven a trabajar como pintor en teatros, realizando ocasionalmente pequeños papeles. Su tosca apariencia y las habilidades para el maquillaje que va adquiriendo le proporcionan papeles de enamorado frustrado que maquina demoní­acas y malvadas venganzas.

Su hermano mayor, John tení­a un pequeño grupo de teatro itinerante y el joven Lon se le unió poco después. A los 23 años ingresó en la “Columbia Musical Comedy Repertory Co”. En ese entorno él conoció a la joven (tení­a 16 años) Cleva Creighton. Ellos se casaron en 1906, tres meses después de que Cleva diera a luz al primer hijo de Lon, que fue llamado Creighton Tull -y que serí­a más tarde conocido en todo el mundo como Lon Chaney Jr.-. Sus aptitudes para el maquillaje y los personajes terrorí­ficos fueron heredadas por su hijo.

Vida Personal

Siempre tuvo un carácter inquieto y fantasioso, lo cual le supuso a posteriori una gran facilidad para interpretar a todo tipo de monstruos, de hecho sus conocidos llegaron a decir que Lon habí­a sido amamantado por una de las gárgolas Pero luego de un tiempo, Lon se dio cuenta que su relación con Cleva habí­a desmejorado. Ella habí­a logrado varios éxitos por su cuenta (era cantante), pero tení­a un grave problema con el alcohol y aparentemente le habí­a sido infiel a su marido. Esta situación estalló en 1913, cuando Cleva trató de suicidarse. A partir de ese momento Cleva no pudo seguir trabajando ya que su irracional acción le dañó irreversiblemente las cuerdas vocales. A fines de ese mismo año Lon pidió y obtuvo el divorcio de Cleva, ganando también la custodia del joven Creighton, explicando que Cleva era alcohólica (un vicio que heredarí­a su hijo) y le habí­a sido repetidas veces infiel.

Lon le explicó a su hijo que su madre habí­a fallecido. Años después, cuando el muchacho descubrió la verdad, una gran desavenencia se produjo con su padre. Con dificultades para conseguir trabajos en los teatros de Los Angeles, luego de este escándalo, Lon se volcó hacia el cine, para el que ya habí­a ejercido algunos trabajos de extra en comedias a partir de 1912. En 1915 se casó con Hazel Hastings, una bailarina y corista que -extraña ironí­a- habí­a estado casada con un hombre que habí­a perdido sus piernas. Luego de 6 años en la compañí­a, Lon estaba descontento con su sueldo y de la explotación de la cual era objeto. Así­ que pidió un aumento de 50 dólares y un contrato nuevo en 1918. La productora se lo negó y Lon se marchó.

Inicios en el Arte

Fue su amistad con el actor del “Far West” William S. Hart que le dio ese pie que necesitaba para convertirse en actor independiente. Fue entonces que logró destacarse en su primer papel antológico: Frog, el falso lisiado de El milagro (1919). El director habí­a visto ya a cinco contorsionistas para el papel, pero a pesar de ser muy buenos en su oficio, no sabí­an actuar. Lon sabí­a actuar, y además podí­a contorsionar sus piernas de la manera precisa, y también podí­a expresar todo el dolor y el posterior placer de su “cura”, para asombrar al público.

En 1921 comenzó a interpretar personajes orientales que tanto le caracterizaron en filmes como: Fuera de la ley yBits of life .

En 1922 fue un anormal en Flesh & Blood; un “Mad-Doctor” y “Hombre-Simio” en La obsesión de un sabio; y nuevamente un “Mad-Doctor” en su papel de 1923 en While Paris Sleeps.

Principales Papeles

Tuvo joroba en El Jorobado de Nuestra Señora de Parí­s (1923): pienso que serí­a blasfemo sugerir que Lon pudo realmente “zarparse” en el diseño de este, uno de sus más famosos maquillajes de lo grotesco, que aún es un espectáculo digno de ver; Chaney siguió al pie de la letra la descripción de Víctor Hugo sobre el Quasimodo del campanario de la catedral y se puso a sí­ mismo una joroba de hule que pesaba 72 libras (32 kilogramos). Su exudación de patetismo puede llegar a carecer de refinamiento, pero sus sobrecogedoras acrobacias en la fachada de la Catedral de Notre Dame son impresionantes y su penosa muerte, un festival de dolor. Tan innegable fue el poder de su trabajo aquí­, que Universal, que le habí­a negado un aumento de 50 dólares para ganar 125 a la semana, le ofreció un contrato de 10.000 dólares al mes.

En El que recibe el bofetón (1924) Lon derrama su arte en el sentimiento y la angustia de esta clásica adaptación de una obra teatral acerca de un respetado cientí­fico que es traicionado por su esposa y escapa del tormento de la vida real a través de un circo, en el que se une como un payaso que noche a noche es abofeteado y humillado en orden de divertir a la audiencia.

En El trí­o fantástico (1925), versión muda de este triángulo criminal dirigido por Tod Brownin, es mejor que la sonora, aunque el remake es más interesante ya que representa la única pelí­cula sonora de Lon. En ambas la historia original respondí­a a un vengativo enano que planeaba una ola de crí­menes con dos de sus compañeros de trabajo (el hombre fuerte y el ventrí­locuo). En la pelí­cula, el cuento se adaptó para que el cerebro de la banda fuera el personaje de Chaney, es decir el Ventrí­locuo Profesor Echo, cuyo centro de operaciones era una tienda de mascotas. Para camuflarse, Echo se disfrazaba de adorable viejecita que pasea en su cochecito a un bebé, que en realidad es el enano en cuestión. En la versión sonora, Chaney demostró como ventrí­locuo una gran variedad de timbres vocales -lo cual nos puede dar una idea de que también pudo haber sido nombrado como “el hombre de las mil voces”-.

Carrera como Actor

Eventualmente, habiendo sorprendido al público y recogido gran “notoriedad” por sus transformaciones -hasta hubo una canción: “No pises esa araña, puede llegar a ser Lon Chaney”-, el actor disfrutó cada vez más de sus meticulosas preparaciones para cada personaje, y a lo largo de su carrera, se sometió a prueba con una formidable serie de personajes: el Fagin de Oliver Twist (1922); un remarcable y compasivo tintorero chino en El espectro (1922); un cientí­fico y su contrapartida prehistórica en La obsesión de un sabio (1923).

Interpretando al Fantasma de la Ópera

En El Fantasma de la ópera (1925), basado en la novela de Gaston Leroux, interpretó a Eric, el famoso músico y compositor terriblemente desfigurado. Esta obra fue un auténtico bombazo, todos los crí­ticos coincidieron en que el filme era una de las más perfectas muestras de horror que habí­a producido el cine. Rostro desfigurado, ojos bulbosos de ojeras violáceas inyectados en sangre, nariz semicarbonizada, dientes putrefactos… Chaney supo expresar genialmente la torturada psicologí­a del famoso músico deformado en un incendio, que le acaba por convertir en un monstruoso ser que se ve obligado a deambular por las alcantarillas de Parí­s, y que se enamora de la actriz de la función, planeando entre bastidores su venganza. En cuanto al maquillaje: para los pómulos, volvió a usar el método del algodón y el colodión, y una tira de piel de “pescado” -material transparente, fino y de gran dureza obtenido a partir del recubrimiento interior del estómago de algunos animales-, lo pegó a la nariz estirando hasta obtener el resultado deseado. Los ojos fueron sombreados con un tono marrón y una delgada lí­nea de subrayado que daba el aspecto de ojos huecos, los dientes eran de gutapercha y en la cabeza se colocó una gorra con una peluca cosida, todo esto lo completó pegándose las orejas al cráneo echándolas hacia atrás, dándole el aspecto final de calavera viviente.

El proceso de rodaje de El Fantasma de la ópera no fue una experiencia feliz para el actor: no se llevó bien con el director, su padre (sordomudo) se quedó ciego, y la versión original del filme fue recortado y vuelto a montar luego de algunas pruebas de público sobre la presencia de aspectos humorí­sticos o no en la trama. El producto final es algo así­ como un pastiche. Pero Chaney está soberbio. La famosa escena del desenmascaramiento es uno de los pináculos de todo el Cine de Terror. Aparte del brillante maquillaje exhibido por el actor a partir de la escena nombrada, su golpe de gracia no vendrí­a sino hasta el final, cuando una revelación postrera hacia la turba furiosa que lo acorrala en el muelle la inmoviliza y la contiene momentáneamente con la amenaza de una pí­ldora de gas venenoso (o algo así­) que él mantiene dentro de su puño cerrado… hasta que en un sarcástico auto-sacrificio, revela su mano vací­a

Fin de sus Días

Durante los últimos cinco años de su carrera (1925-1930), Chaney trabajó conforme a un contrato de exclusividad para MGM, y realizó algunas de sus interpretaciones más memorables. Su papel como duro instructor de la marina en Tell it To the Marines (1926), una de sus películas favoritas, le ganó el cariño del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, quienes lo nombraron el primer miembro honorario de la industria cinematográfica.

Chaney desarrolló una neumonía mientras filmaba Thunder en el invierno de 1929. A finales de ese mismo año se le diagnosticó cáncer de pulmón. Su estado fue empeorando poco a poco y murió de una hemorragia en la garganta siete semanas después del lanzamiento de una nueva versión de El trío fantástico. Su muerte afectó profundamente a su familia, a la industria del cine y a sus admiradores. Fue sepultado en el Forest Lawn Memorial Park Cemetery, en Glendale, California. Su lápida ha permanecido sin escritura alguna por razones que se desconocen. En 1957 se estrenó una película titulada El Hombre de las Mil Caras (Man of a Thousand Faces), que relataba su vida. James Cagney interpretaba a Chaney.

Fuentes