Letra y

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Letra y
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Grafía en mayúscula y minúscula de la consonante y.

Letra y. Vigesimosexta letra del alfabeto español, es la vigesimoprimera de las consonantes, sigue a la x y antecede a la z. Puede representar un fonema vocálico /i/ y otro consonántico /y/; es una conjunción copulativa que indica la unión de dos elementos del mismo nivel o función. Se encuentra entre las letras con desajustes o inadecuaciones entre la pronunciación y la escritura, por la falta de correspondencia que se produce en algunos casos entre el sistema gráfico y el sistema fonológico del español, que afecta especialmente a la ortografía de las consonantes. Muchos de los errores ortográficos relacionados con la escritura de esta letra se deben a la sustitución de la y por ll, sin embargo, existen reglas que facilitan su uso correcto.

Historia

Los griegos fueron quienes le dieron a la letra y su forma definitiva y la llamaron ipsilon; los romanos la tomaron tardíamente (en el siglo I aproximadamente) y del latín pasó al español. Inicialmente los romanos la transcribieron con el grafema 'v'; hacia mediados del siglo I a. C. utilizaron la letra 'y' para trascribir palabras de origen griego en las que se hallaba presente. Por ello, se corresponde con la letra “y” del alfabeto latino o romano moderno. Esta letra produjo confusiones entre las grafías "y" y "v", de ahí que se escribieran palabras como "Satvra" por "Satyra" y "Svlla" por "Sylla".

En el español antiguo la representación del sonido /i/ la compartían la i conocida como i corta o media, la llamada baja o larga (origen de la j del alfabeto español) y la I conocida como alta. La i corta o media y la i baja o larga (j) podían hacer oficio de consonantes, invadiendo el terreno de la y, a la vez que la y invadió la representación vocálica de las otras. Debido a tal confusión, no era poco frecuente ver, por ejemplo: mayor o maIor, isla o eysla, Pompeyo, Pompejo o Pompeio. Porque aunque la y se usaba en latín solo para transcribir palabras griegas, en España la empezaron a usar como si fuera una i, a pesar de que los griegos la pronunciaban /iu/. Esa es la causa de que en documentos antiguos aparezcan palabras como Ysabel, Yglesia, Ybarra.

No se distinguía el fonema vocálico del consonántico: iazía (yacía), io (yo), iunque (yunque)…La solución empezó a darse con la aparición de la imprenta, pero tardó siglos en llegarse al acuerdo actual: i es vocal en todos los casos, la y representa el fonema vocálico /i/ en conjunción copulativa y al final de palabras que acaben en -ai, -ei, -oi y frecuentemente en -ui, como Uruguay, guiriguay, ley, doy, muy, entre otras. Así pues, desde 1726 la y se convirtió oficialmente en una conjunción copulativa del español.

Como vocal, la y ha ido perdiendo terreno. Muchos anglicismos, por ejemplo, han sido adaptados al español sustituyéndola por la i al final de palabra (grogui, penalti, güisqui). Todo lo contrario ha ocurrido como consonante (desde 1870 se acepta escribir con y algunas voces que empiezan por hie- (yerba, yerro, yedra); hielo no es una de ellas, pese a que Berceo la escribía yelo, y tampoco hiena, por más que su raíz latina tuviera una y (hyaena) y en el Diccionario de Autoridades en 1734 se escribiera hyena.

Nombre

Tradicionalmente los hispanohablantes han utilizado indistintamente para referirse a la y las denominaciones i griega o ye. En la última edición (2010) de la Ortografía de la lengua española, de la RAE, se recomienda un solo nombre para cada una de las letras, con el propósito de promover hacia el futuro un proceso de convergencia en la manera de referirse a las letras del alfabeto español. El nombre i griega, heredado del latino, es la denominación tradicional y más extendida de esta letra, y refleja su origen y su empleo inicial en préstamos del griego.

El nombre ye se creó en la segunda mitad del siglo XIX por aplicación del patrón denominativo que siguen la mayoría de las consonantes, que consiste en añadir la vocal e a la letra correspondiente (be, ce, de, etc.). La elección de ye como nombre recomendado para esta letra se justifica por su simplicidad, ya que se diferencia, sin necesidad de especificadores, del nombre de la letra i.

Representación fonética

La letra y puede representar dos fonemas distintos: uno equivalente al fonema vocálico /i/ en palabras como muy, estoy o y; otro consonántico, el fonema palatal sonoro, en palabras como reyes, cayería, hoyo. En la pronunciación yeísta, la ll que representa el fonema lateral palatal de llave, se articula con la misma pronunciación que la letra y. Esto explica las dificultades que ofrece la escritura de las palabras que contienen alguna de estas grafías.

Forma de pronunciación

La disposición de los órganos vocales para pronunciar la /y/ es la misma que para pronunciar la /i/; la lengua, cuyos bordes se aproximan a los dientes y molares superiores, se eleva hacia la bóveda palatina y solo deja un paso reducido al aire, y se mueve hacia delante al tiempo de la espiración. La diferencia entre la pronunciación de ambos sonidos depende de la tensión en que se coloca la laringe para pronunciar la i.

Reglas para el uso de la y

Se escriben con y:

  • Las palabras que terminan con el sonido correspondiente a i precedido de una vocal con la que forma diptongo, o de dos con las que forma triptongo. Ejemplos: ay, estoy, verdegay, Bombay, buey, ley, rey, convoy, soy, Godoy, muy, Uruguay, Garay. Hay algunas excepciones, como saharaui o bonsái.
  • La conjunción copulativa y. Ejemplos: Juan y María; cielo y tierra; este y aquel. Esta conjunción toma la forma e ante una palabra que empiece por el fonema vocálico correspondiente a /i/: ciencia e historia; catedrales e iglesias, salvo si esa /i/ forma diptongo: cobre y hierro, estratosfera y ionosfera.
  • Las palabras que tienen el sonido palatal sonoro ante vocal, y especialmente:

lº Cuando sigue a los prefijos ad-, dis- y sub-. Ejemplos: adyacente, disyuntivo, subyugar.

2º Algunas formas de los verbos caer, raer, creer, leer, poseer, proveer, sobreseer, y de los verbos acabados en -oir y - uir. Ejemplos: cayeran, leyendo, oyó, concluyo, atribuyera.

3° Las palabras que contienen la sílaba -yec-. Ejemplos: abyecto, proyección, inyectar.

4° Los plurales de los nombres que terminan en y en singular (rey/reyes).

5º El gerundio del verbo ir: yendo.

Simbología

La letra y en geometría es la 2ª. coordenada de un punto, se representa en el eje de ordenadas; en genética designa al cromosoma sexual masculino, cuando este sexo es el heterogamético; en matemática es una variable y en química designa al itrio.

Fuentes

  • Aula hispánica
  • Balmaseda Neyra, Osvaldo (2005). Enseñar y aprender ortografía. La Habana. Editorial Pueblo y Educación.
  • Historia de las letras
  • Real Academia Española (2010). Ortografía de la lengua española. Editado por Espasa Libros.