Leucipo de Mileto

Leucipo de Mileto
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Se le considera (siguiendo a Aristóteles) el fundador de la escuela atomista

Leucipo de Mileto. Maestro de Demócrito y a ellos dos se les imputa la fundación del atomismo mecanicista, según el cual la realidad está formada tanto por partículas infinitas, indivisibles, de formas variadas y siempre en movimiento. De la biografía de Leucipo se conoce verdaderamente muy poco. Se sabe que probablemente nació en Mileto y luego se trasladó a Elea, donde habría sido discípulo de Parménides y de Zenón de Elea y maestro de Demócrito. Se le atribuyen las obras La ordenación del cosmos y Sobre la mente.

Vida

Sobre la vida de Leucipolas opiniones son muy diversas. Los textos, a la hora de señalar su lugar de nacimiento, manifiestan contradicciones. Según unos, era de Elea y, según otros, habría nacido en Mileto. Se afirma también que sistema filosófico consistía en una respuesta al reto de Parménides; sin embargo, el hecho de que con sus teorías hiciera renacer doctrinas de los jónicos nos hace pensar que sus crítica fueron dirigidas, más bien, en contra de Meliso, que también era Jonio, y no contra Parménides. De todas formas es evidente que debió conocer el pensamiento de Parménides en alguna visita que realizó a Elea. Sea lo que sea, lo cierto es que sabemos muy poco sobre la vida de Leucipo de tal forma que Epicuro llega, incluso, a negar su existencia. Lo que sucede es que Epicuro, que solo perseguía demostrar su propia originalidad, es muy posible que lo que quisiera decir es que Leucipo no existió como filósofo, es decir, que, al estarle negando esa cualidad, no habría realmente existido, pero, como representante de la filosofía.

Lo que sucede es que tanto Aristóteles como Teofrasto dejan establecido claramente que Leucipo habría sido el inventor del atomismo con lo que se puede afirmar que no solo existió como filósofo, sino que fue el autor principal de la teoría atomista y que Demócrito habría sido un seguidor que habría introducido detalles nuevos en la doctrina. En cuanto a los escritos de Leucipo existe también un gran problema de identificación ya que todas las obras atomistas se encuentran atribuidas al corpus de Demócrito. Existía, sin embargo, una tradición que le atribuía a Leucipo una obra titulada La Gran ordenación del Cosmos así como otra que llevaba como título Sobre la mente y que podría haber consistido en una crítica a la concepción de la Mente de Anaxágoras.

Dado que es muy difícil establecer, en relación con la filosofía atomista, que partes pertenecen a Leucipo y que partes a Demócrito, el pensamiento de ambos aparece bajo de nombre de filosofía de los atomistas.

Su atomismo

La teoría atómica, pese a haber sido desarrollada más a fondo a comienzos del siglo XIX gracias a científicos como Dalton y Avogadro, fue propuesta por primera vez en la antigua Grecia. Cuando Dalton habló de átomos, fue porque físicamente tomaron sentido gracias a desarrollo de la ley de las proporciones múltiples, basada en la ley de conservación de la materia de Lavoisier y en la ley de las proporciones constantes de Proust. Por el contrario, cuando Demócrito, Leucipo y Epicuro hablaron del átomo, fue sencillamente como una necesidad filosófica fundando el atomismo como sistema filosófico Pese a que Newton creyera que la idea del átomo fuera oriunda del fenicio Mochus de Sidó, la primera referencia al átomo como límite indivisible de la materia la encontramos en Grecia con Leucipo. Pero el que realmente desarrolló esta idea fue Demócrito, quien basó gran parte de su obra en la convicción de que cualquier sustancia podía dividirse hasta un límite, siendo imposible dividir más allá. De ahí el origen de la palabra átomo (sin partes). Según Aristóteles y Teofrasto, Leucipo formuló las primeras doctrinas atomistas, que serían desarrolladas por Demócrito, Epicuro y Lucrecio: la consideración racional y no puramente empírica de la naturaleza; la consideración del ser como múltiple, material, compuesto de partículas indivisibles (átomos); la afirmación de la existencia del no-ser (vacío), y del movimiento de los átomos en el vacío; la concepción determinista y mecanicista de la realidad; y la formación de los mundos mediante un movimiento de los átomos en forma de torbellino, por el cual los más pesados se separan de los más ligeros y se reúnen en el centro formando la Tierra. Su doctrina fue un primer intento de conciliar la pluralidad de las cosas y la unidad y permanencia del ser. Según él, todo se reduce a la unión y separación de los átomos, partículas primitivas e indestructibles. El devenir se explica por su composición y descomposición. Las dos ideas fundamentales de Leucipo son lo lleno y lo vacío. La existencia de éste se prueba por la posibilidad del movimiento, por la compresibidad y porosidad de los cuerpos, y por el fenómeno fisiológico de la nutrición. Según Diógenes Laercio, Leucipo consideraba que la Luna era el astro más cercano a la Tierra, y el Sol el más alejado, reservando para el resto una posición intermedia entre aquéllos.

Discípulos

Demócrito de Mileto

Tomando el pensamiento de su maestro Leucipo, Demócrito supuso la existencia del átomo como parte indivisible de la materia, y además sentenció que existían distintos tipos de átomos que al combinarse de formas y con ordenaciones distintas formaban las distintas sustancias existentes. También supuso que cuando la madera ardía o el hierro se oxidaba, las partículas que formaban tanto la madera como el hierro se reordenaban para convertirse en cenizas y herrumbre respectivamente. La mayor parte de los filósofos coetáneos a Demócrito ridiculizaron su pensamiento calificándolo de absurdo. No era posible que una partícula que ocupase un espacio no se pudiera escindir, y en caso de que no se pudiera dividir, significaría que no ocuparía ningún espacio y por lo tanto no sería nada… ¿Y cómo era posible de que la materia estuviera compuesta por nada? Este hecho provocó que todos los escritos y estudios de Demócrito fueran tomados como parte de su locura, por lo que de las más de 70 obras que llegó a confeccionar en vida no se conserva ninguna. Aun así, hubo algunos filósofos en los que sí que caló su filosofía, por lo que Epicuro, cien años después de la muerte de Demócrito, fundó en Atenas la escuela atomista. Epicuro fue un maestro de gran renombre y con gran número de seguidores, gracias a lo cual las ideas atomistas de Demócrito se mantuvieron, aunque tampoco Epicuro fue capaz de convencer a sus coetáneos de la existencia de los átomos.

Enlaces externos

Fuentes

  • Historia de la Filosofía. Tomo I. Historia de la Filosofía Premarxista. Segunda Edición. Ed. Progreso Moscú. 1983. Cap. II. Pág. 74.