Lola Mora

Dolores Mora
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Retrato de Lola Mora, junto a la maqueta de una de sus obras.
NombreDolores Mora de la Vega
Nacimiento17 de noviembre de 1866.
Trancas, provincia de Tucumán
Fallecimiento7 de junio de 1936
Buenos Aires
Nacionalidadargentina Bandera de Argentina Argentina
Otros nombresLola Mora
OcupaciónEscultora
CónyugeLuis Hernández Otero
PadresRomualdo Alejandro Mora y Regina de la Vega.

Lola Mora, gran escultora y mujer adelantada a su tiempo, fue no sólo la primera escultora de la República Argentina sino también una pionera en el desarrollo del arte, el urbanismo y el transporte en ese país.

Su familia

Nacida en Tucumán, hija de don Romualdo Alejandro Mora, argentino, y de doña Regina de la Vega, nacida en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, quienes tuvieron siete hijos: Paula, Regina, Romualdo, José, Dolores (Lola), Alejandro y Angélica. En abril de 1867, para resguardarla de los riesgos de una sublevación del destacamento de la Guardia Nacional, don Romualdo Mora, jefe político de La Candelaria, envía a su familia a otra finca de su propiedad situada en la Villa Vieja de Trancas, provincia de Tucumán.


Vida en el arte

Pasó su infancia y realizó sus primeros estudios en el Colegio del Huerto de Tucumán, donde brilló en las clases de arte. A partir de los veinte años pudo estudiar bellas artes en la provincia de Tucumán, de la mano del pintor italiano Santiago Falcucci (1856-1922) quien comenzó a brindarle clases particulares. Así, inició un trabajo disciplinado, abocado al dibujo y a la técnica del retrato, con inspiración en las escuelas neoclasicista y romántica italianas, de las que ella no se apartaría en toda su producción.

Su gran talento la llevó a Buenos Aires y más tarde a Roma, Italia, donde llegó becada por el gobierno argentino; estudió con Pablo Michetti y Giulio Monteverde. Esa beca le había permitido, en una primera opción, cursar estudios de pintura, otra de las pasiones de aquella mujer, sin embargo se apasionó por la escultura y la calidad de sus obras le dio fama en toda Europa.

Una mujer pionera

En aquella época las mujeres tenían escasa participación en las actividades culturales, limitándose a la actividad hogareña, era famosa la distinción de sus vestidos de encaje y sus elegantes sombreros en las reuniones sociales, pero para trabajar vestía amplios pantalones, blusas de seda cruda, pañuelo bordado al cuello y una boina que apenas lograba retener su indomable cabellera negra, por la que su amigo poeta Gabriel D’Annunzio la bautizó como “la argentinita de los cabellos peinados por el viento”, es meritorio el desafío asumido por Lola Mora, animándose a presentar sus trabajos en público. Fue una de las mujeres más destacadas de sutiempo, llegando a ser la primera escultora argentina y Sudamericana, pionera de la industria minera en ese país, inventora, investigadora y urbanista. Fue además escritora y precursora de la Cinematografía y la TV.

Entre sus compañeros de estudio estaba un compatriota, Gonzalo Leguizamón Condal, quien realizara importantes obras escultóricas, como Mujer con Manto y Rómulo y Remo.

Cuando Lola Mora comenzó a ser conocida, el escritor y crítico de arte José León Pagano 1875(-1964) dijo de ella:

"...Fue agasajada en razón de la misma singularidad de su preferencia. Una mujer escultora, en tiempos de escasa, de muy escasa producción viril, justificaba sin duda la simpatía por ese vibrante manojo de nervios a quien visité en su taller de Roma..."

Merecidas distinciones y un fuerte amor a la Patria

Lola Mora ganó dos importantes concursos para construir dos monumentos a gobernantes: la Reina Victoria de Inglaterra y el Zar Alejandro I, en Melbourne (Australia) y San Petersburgo (Rusia), respectivamente, pero su patriotismo tuvo para ella, como debe ser un valor prioritario, ya que para levantar esas obras debía convertirse en ciudadana de esos países, Lola no lo aceptó y prefirió resignar el premio y la realización dando un ejemplo que hoy tiene tanta vigencia como entonces.

Como artista fue laureada con tres premios mundiales en Francia, Australia y Rusia. También durante su estadía en Roma cosechó muchos afectos, entre ellos el de la Reina Margarita de Italia.

Importantes proyectos

Fuente Monumental de Las Nereidas
  • Fuente de las Nereidas En ese tiempo concibió el proyecto de la que sería su obra magna: La Fuente de las Nereidas, inaugurada en 1903, cuyo primer destino fue el Parque Colón, espacio verde contiguo a la Casa de Gobierno, en la Ciudad de Buenos Aires,la sociedad aún "victoriana" consideró "licenciosas" y "libidinosas" las esculturas que mostraban (y muestran) alegremente sin recatos los cuerpos desnudos emergiendo triunfalmente de las aguas, debido a la reacción negativa de sectores conservadores de la sociedad, fue trasladada a la Costanera Sur, donde se encuentra actualmente. Esta obra representa el nacimiento de Venus, diosa a la que la mitología romana relacionada con el amor, la belleza y la fertilidad y a la cual la mitología griega denomina Afrodita.
  • El grupo escultórico del que sería el Segundo Monumento a la Bandera Argentina, hoy parte del tercero y definitivo, erigido en la Ciudad de Rosario Provincia de Santa Fe.
  • Estatua de la Libertad en el Monumento a la Bandera Nacional - Rosario de Santa Fe

Trabajos, aparte de la escultura

  • Trazado de calles de la Ciudad de Jujuy.

Inventos A pesar de no ser conocida por sus inventos, Lola Mora obtuvo varias patentes y entre sus creaciones se destacan un sistema para proyectar películas de cine sin pantalla (utilizando una columna de vapor), y sistemas para la exploración minera.

Una vida personal no exenta de conflictos

En 1909 se divorcia de su esposo, Luis Hernández Otero, a quien había conocido cuatro años atrás cuando trabajaba en la escultura de las cinco alegorías destinadas al nuevo edificio del Congreso de la Nación.

Durante su estadía en Europa ganó mucho dinero, pero al regresar a la Argentina intentó distintas empresas, incluyendo una del sector minero, pero fracasó en esos proyectos y cayó en una situación de pobreza de la que no pudo recuperarse.

Algunos sectores sociales no podían perdonar el triunfo de una mujer en el arte, ya que una corriente conservadora de pensamiento, bastante extendida, sostenía que los quehaceres domésticos eran la actividad natural a la que debían dedicarse las integrantes del sexo femenino, dejando al hombre las labores profesionales y el estudio, en especial el universitario y artístico, que parecían desmerecerse si una mujer los emprendía.

Se trasladó a la ciudad de Salta donde transcurrió una suerte de exilio voluntario, ya que no sólo no había recibido el merecido reconocimiento que su vida y obra ameritaban, sino que debió soportar la malevolencia y la incomprensión de una sociedad que se resistía a aceptar su obra y su pensamiento progresistas. En 1934 regresó a Buenos Aires, ya en la pobreza, recibiendo la ayuda y la protección de sus sobrinas. El diputado Enrique Santillán presentó en el Congreso un proyecto de ley para que la artista reciba una pensión. En los fundamentos de la solicitud sostenía:

"Es un caso típico y doloroso de una artista que, llegada a la ancianidad, se encuentra completamente desamparada en la vida"

Sin embargo, la artista no llegaría a disfrutar aquel beneficio, que al menos mitigaría la difícil situación en que transcurrieron los últimos años de su vida y enfermó para morir el 7 de junio de 1936 en Buenos Aires a los 69 años.

Por esos días aparecieron extensas notas necrológicas en las principales publicaciones argentinas. Caras y Caretas, por ejemplo, comentaba:

"Siempre nos sorprende la tragedia del talento olvidado. Ahora más, al herir a una mujer, a la primera mujer argentina, cuya vocación supo afrontar las dificultades del mármol, los laboriosos primores del modelado de la arcilla."

En noviembre de 1997, ante el pedido de reconocimiento a nivel nacional presentado por la diputada y profesora Fanny Ceballos de Marín ante el Congreso de la Nación, el Alto Cuerpo dispuso la institución del 17 de noviembre, día del nacimiento de Lola Mora, como "Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas".

Por su parte, la Comísión Interprovincial de Homenaje Permanente a Lola Mora, el 17 de noviembre de 1996, descubrió la Piedra Basal del Monumento a Lola Mora, que se erigirá frente a los jardines que lleven su nombre, en el Parque San Martín de la Ciudad de Salta. A la vez que desde 1995, viene organizando año tras año la Semana de las Artes, que se celebra en simultáneo en El Tala y la Ciudad de Salta (del 17 al 23 de noviembre) con participación de todas las disciplinas artísticas y las Regiones del país bajo la denominación de Festival Nacional de las Artes Lola Mora (o Lola Mora Festival).

Sus restos descansan en su provincia natal.

Su legado

Casa natal de Lola Mora

En la localidad de El Tala (Departamento La Candelaria, Salta) está su casa natal declarada Monumento Histórico Nacional.

Alberto Auné expresó:

"Sirvió a su país con patriotismo, dando para la Argentina lo mejor de si. No la guió lo material como primer objetivo sino el amor al arte y a la cultura. Vivió momentos difíciles, ya que la mayor parte de la sociedad no admitía que una mujer tuviera un papel tan descollante en su actividad. Tengamos presente su ejemplo y admiremos su obra, perenne en el tiempo."

Galería

Véase también

Fuente de las Nereidas

Fuentes