Los ojos verdes

Los ojos verdes
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Los ojos verdes. Fue publicada el 15 de diciembre de 1861. Es una narración del género fantástico que trata sobre un demonio femenino que mora en las aguas de un manantial a las faldas del Moncayo: la fuente de los Álamos.

Trama

Durante una batida de caza, Fernando de Argensola, hiere a un ciervo que luego sale huyendo hacia los matorrales en dirección a la fuente de los Álamos. Fernando exige que le sigan el rastro al animal, pero su montero, Íñigo, se niega alegando que en dicha fuente habita un espíritu del mal. El joven, desoye las advertencias y decide ir tras el ciervo hasta la fuente. Finalmente allí, en el agua cristalina del manantial, vislumbra a una hermosa dama de la que queda perdidamente enamorado. Hechizado por sus ojos verdes cae a la fuente donde es apresado.

Estructura

Inicio: Bécquer anuncia que unos ojos verdes casi indescriptibles, que se hayan en su memoria por razones que desconoce, lo han impulsado caprichosamente a escribir el relato que a continuación procede a contar. Nudo: Se divide en dos partes. En la parte I, Fernando de Argensola, Íñigo, los pajes, los perros, los caballos y demás hombres están cazando en las faldas del Moncayo. Fernando hiere al ciervo pero a pesar de estar herido logra huir. Lo persiguen pero cuando ven que toma el camino de la fuente de los Álamos, Íñigo, detiene la persecusión alegando que es imposible. Fernando se enoja pues no quiere perder a su primera pieza de caza y cuando le reclama a Íñigo este le cuenta que en la fuente de los Álamos habita un espirítu del mal. Fernando se aventura a ir solo tras el ciervo sin importarle las supersticiones opiniones de Íñigo. En la parte II, se narra que unos días después de la cacería (una elipsis), Íñigo nota que Fernando de Argensola se encuentra apático, con mal aspecto y poco interesado en lo que antes ocupaba sus días. Fernando le revela al montero que desde el día que fue a la fuente de los Álamos por primera vez había visto en el fondo de la fuente los ojos verdes de una bella mujer. Y que desde entonces había vuelto cada mañana a la fuente para pasar el día allí y hablarle. Íñigo, asombrado, le advierte nuevamente que no vuelva a la fuente jamás, pues acabará muriendo. Desenlace: En la parte III, Fernando de Argensola se encuentra en la fuente de los Álamos. Está desesperado, dispuesto a todo por abrazar y besar a la mujer del agua. De rodillas le confiesa su amor y le ruega que le hable. Por fin ella le responde diciéndole que lo ama aún mucho más que él a ella, y que si se deja llevar al fondo del manantial ella le dará una felicidad superior a la que jamás recibirá del mundo. Cuando la noche empieza a cernirse sobre el lago la mujer lo guía hasta la orilla del abismo en el que ella lo espera diciéndole «ven». Y de un momento a otro Fernando se haya atrapado por las aguas.

Personajes

  • Fernando de Argensola: primogénito de los Marqueses de Almenar
  • Montero Íñigo: fiel sirviente de su señor.
  • La mujer de los ojos verdes: espíritu supuestamente endemoniado de las aguas que con su hermosura hechiza al protagonista llevándole a su perdición.

Temas

Como es habitual en las narraciones de Bécquer, en Ojos Verdes encontramos temas como el amor irracional, que lleva a los personajes a cometer actos temerarios, la mujer como causa principal de la perdición del hombre y las consecuencias negativas del contacto con lo sobrenatural. Otro tema del relato es el narcisismo. Fernando de Argensola, sucumbe ante las promesas de felicidad de la mujer no solo por el amor desmedido que siente hacia ella sino porque ella supo encontrar una de sus debilidades: el narcisismo.

Fuentes