Luis López Mustelier
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Luis López Mustelier participó en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista desde las filas del Movimiento 26 de Julio y del Ejército Rebelde. En 1961 participa en los combates durante la invasión imperialista por Playa Girón, como miembro del batallón de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), donde muere en combate.
Síntesis biográfica
Luis López Mustelier nació el 28 de mayo de 1935 en Quemado de Cuneira en la región guantanamera en la antigua provincia de Oriente. Hijo del matrimonio agrícola que formaron Isidro López Leonar y Anisia Mustelier, Luisito fue un niño travieso, retozón y alegre; amigo de los animales del monte y experto trepador de árboles, que contagiaba con su bullanguera intranquilidad al resto de la numerosa prole, ganándose no pocos regaños individuales y colectivos.
Afamado pelotero en el barrio, defendía airadamente las jugadas más controvertidas de su equipo y era prodiga su imaginación para esquivar cualquier otro asunto que interfiriera con los juegos, por muy importantes que estos fueran. Pero también era un niño cariñoso, respetuoso e inteligente que logró alcanzar buenos resultados en las escuelitas públicas de La Margarita y Sabana Abajo, donde alcanzó el 5to. grado.
Comenzó a trabajar en las duras y mal pagadas labores agrícolas pero sin perder aquella alegría suya que le puso música a la guataca y nombres de poesía a los bueyes. Aquel ritmo interior suyo le permitió canalizar sus inclinaciones musicales y de forma autodidacta aprende a tocar la tumbadora y la siempre difícil guitarra. La madre y las hermanas reían divertidas y se mostraban descreídas sobre el futuro artístico de Luís que finalmente logró formar parte de un pequeño conjunto musical del barrio La Margarita.
De tal forma comenzó a ganarse algún que otro dinerito en las ocasionales funciones que lograban conseguir y en alguna que otra fiesta, nada comparado con el placer que sentía al cantar los corridos mejicanos bajo la sonrisa picara de las muchachas presentes.
Trayectoria revolucionaria
La realidad del país se imponía y rápidamente el joven Luis maduró políticamente, incorporándose al Movimiento 26 de julio en marzo de 1957. De inmediato se destacó como combatiente clandestino, por lo que se le asignaron disímiles misiones como la quema de caña y la recogida de armas e informes sobre las actividades enemigas; en estas últimas le sirvió de mucho su condición de músico por la engañosa imagen de despreocupación que daba y el continuo movimiento que tenía por toda la región.
Sin embargo bien pronto recayeron sobre él las sospechas de las fuerzas represivas de la tiranía en la zona donde residía y el 4 de abril de 1959 se produjo su alzamiento en el lugar conocido por El Lechero, en la zona del Realengo 18, glorioso escenario de las luchas del campesinado cubano por sus derechos. Como miembro del Ejército Rebelde fue destinado a las fuerzas acantonadas en el campamento Los Tomates, perteneciente a la columna No. 6 Juan Manuel Ameijeiras, del II Frente Oriental Frank País, con las que participó en diversas acciones como el combate de La Hormiga.
Tras el triunfo de la Revolución fue desmovilizado del ejército y regresó al seno familiar donde permaneció por poco tiempo y a mediados de 1959 se trasladó a la capital, donde solicitó su ingreso a las filas de la Policía Nacional Revolucionaria avalado por varios compañeros de lucha, entre los que se encontraba el Capitán Luís Artemio Carbó Ricardo.
En septiembre se produjo su incorporación oficial al cuerpo, siendo destacado, como vigilante no. 6075 a la 1ra. Estación, donde permaneció hasta que a fines de 1960, teniendo en cuenta su experiencia como combatiente guerrillero, es seleccionado para integrar el batallón de combate de la PNR que enfrentaría a las bandas de alzados contrarrevolucionarios fundamentalmente en la provincia Las Villas.
Al regresar a La Habana, el batallón se ubica en el lugar conocido por El Esperón, en Caimito del Guayabal, actual provincia de La Habana a fin de elevar la preparación cultural y profesional de sus integrantes.
Desde el día 15 de abril, en que se produce la artera agresión a los aeropuertos cubanos, el batallón permanece en máxima alerta a la espera de las nuevas órdenes que llegan en la voz del Comandante Raúl Díaz Argüelles, por entonces Jefe del Dirección Técnica de Investigaciones, casi al mediodía del día 18.
Mientras los hombres almorzaban rápidamente las compañías aceleraron los preparativos finales para movilizar a la tropa y el batallón salió a enfrentar la invasión mercenaria que se había producido por Playa Girón.
Muerte
Los combates de la mañana del día 19 son particularmente violentos, no hay tiempo para pensar en otra cosa que no sea en la victoria final y los hombres avanzan bajo una lluvia infernal balas calibre 50 y de morteros. La explosión de uno de ellos hiere mortalmente a Luís al que sus compañeros lograron trasladar de inmediato para la retaguardia.
Con suma urgencia fue remitido al hospital de Matanzas, de donde los médicos, tras proporcionarle los primeros auxilios lo enviaron para el Hospital Docente Calixto García en La Habana.
Los galenos luchan con ahínco por salvarle la vida, emplean todos los recursos a su alcance, pero el 26 de abril de 1961, cuando aún llegan a él las exclamaciones de júbilo por el triunfo frente al imperialismo, se apaga la joven y valiosa vida de Luis López Mustelier.
Fuente
- Mártires MININT, Editora Política, La Habana, 1990.
