Máquina lavaplatos

Máquina lavaplatos
Información sobre la plantilla
10250041-mujer-joven-con-un-lavavajillas.jpg
El lavaplatos es una especie de caja grande, con una puerta en la cara frontal, que automáticamente realiza todo el proceso de lavar los platos, desde la limpieza con jabón hasta el aclarado y el secado a base de aire caliente.

Máquina lavaplatos o lavavajillas El invento de este objeto resolvió un gran problema en hoteles y restaurantes, cuyo volúmenes de platos y copas por lavar, y la rotura de muchos de ellos, era un problema persistente y costoso, por lo que se hizo imprescindible en estos lugares. Este objeto es sin duda un elemento de gran ayuda para el trabajo diario y una poderosa arma para el control de la contaminación alimentaria, siempre que se utilice y mantenga correctamente.

Historia del lavaplatos

Josephine Cochrane, esposa de un político de Illinois, en la década de mil ochocientos ochenta, dijo, si nadie inventa una máquina lavadora de platos, la inventaré yo misma. En un cobertizo cercano a su casa, en la ciudad de Shelbyville, en el estado norteamericano de Illinois, Josephine Cochrane, después de tomar las correspondientes medidas, mandó hacer compartimentos individuales de tela metálica para platos de diversas medidas y para las diversas piezas de la cristalería. Estos compartimentos se ajustaban alrededor de la circunferencia de una rueda montada en una gran caldera de cobre. Al accionar un motor esta rueda, salía agua jabonosa caliente del fondo de la caldera y llovía sobre la vajilla. El diseño era tosco pero efectivo, y ésta fue la impresión que causó en el círculo de amigos de Josephine, que dieron al invento el nombre de lavaplatos Cochrane, y encargaron máquinas similares para sus cocinas. Al poco tiempo, Josephine Cochrane recibía pedidos de hoteles y restaurantes de Illinois, cuyo volumen de platos y copas por lavar, y la rotura de muchos de ellos, era un problema persistente y costoso. Al comprender que había logrado un invento más que oportuno, la señora Cochrane patentó su máquina en diciembre del año 1886, y su lavaplatos consiguió el primer galardón en la Exposición Mundial de Chicago del año 1893, porque era la mejor construcción mecánica, por su duración y su adaptación a su línea de trabajo. En el año 1914, la empresa que ella había fundado presentó una máquina más pequeña, destinada al hogar medio americano. Pero el ama de casa norteamericana no se dejó impresionar por ese dispositivo que tanto trabajo ahorraba. En el año 1914, en muchos hogares se carecía de la cantidad de agua hirviendo que requería entonces un lavaplatos. Además, en muchos lugares del país el agua era “dura”, puesto que contenía minerales disueltos que impedían al jabón disolverse tal como requería el buen lavado de los platos. En el año 1915, después de la cena, lavar la bajilla ésa era una actividad relajante al final de un día, en el que no habían faltado otros trabajos de gran dureza. El mercado casero de lavaplatos no rendiría beneficios tangibles hasta principios de la década de 1950, cuando la prosperidad de la posguerra infundió en el ama de casa mayores deseos de disponer de más tiempo de ocio, atender a su propio cuidado físico y adquirir una mayor independencia respecto a su marido y sus hijos.

Impacto medioambiental

El elemento más caro económicamente y escaso medioambientalmente del proceso del lavado, es el agua. Es un elemento disponible en cantidades limitadas, del cual depende la vida de los humanos, y que se puede contaminar muy fácilmente. En la maquina lavaplatos, es frecuente que alguna suciedad quede atrapada en el desagüe del depósito, impidiendo su cierre correcto. Esto causa la fuga del agua del tanque, haciendo que se mantenga abierta la entrada de agua nueva. Aunque sea mínima esta entrada de agua, por ser continua, puede llegar a ser importante, y representar un gasto económico notable. Conviene controlar regularmente los desagües internos de la máquina para minimizar o evitar estas perdidas.

Efectividad

Actualmente las Máquinas lavaplatos automáticas son más eficientes, consumen mucho menor energía para funcionar. Lavando las vajilla a mano se utiliza el doble de energía que con la lavaplatos (el lavado a mano requiere 2.4 kWh de energía mientras que la lavaplatos requiere solo 1.2 kWh por lavado). En relación con el consumo de agua, Las lavaplatos utilizan considerablemente menos agua que el lavado manual. En promedio, una lavaplatos utilizará entre 12 y 20 litros de agua por lavado contra los 40 litros que se utilizan durante el lavado a mano.

Sistema de bombeo

La bomba o las bombas (según las características de la máquina) expulsan agua a presión mezclada con detergente sobre los platos sucios. Se puede decir que un 90% del trabajo lo hace la presión del agua, mientras que el detergente solo hace el 10%. Al final del ciclo, el enjuague con abrillantador y desinfectante, a temperatura más alta y a mayor presión permiten un acabado final sanitario de la vajilla. Las máquinas de mayor capacidad trabajan en un proceso de lavado por etapas, con tres o cuatro pasos, con circuitos de agua independientes:

  • Un primer prelavado con agua tibia o caliente.
  • Seguido de un lavado a presión con agua más caliente y detergente.
  • Una etapa de enjuagado con agua caliente.
  • Un enjuague final con agua muy caliente y producto abrillantador.

Diseños modernos

Estas Máquinas lavavajillas de alta capacidad son diseñadas para uso en grandes restaurantes y hoteles:

  • Lavavajillas ATA modelo AT-95
  • Lavavajilla ATA modelo AF-610
  • Lavavajilla ATA modelo ATR-75

Fuente

  • Artículo Máquina lavavajillas. Disponible en: "www.emagister.com". Consultado el 24 de diciembre del 2012.
  • Artículo Máquina lavaplatos. Disponible en: "www.lavaplatos.us". Consultado el 24 de diciembre del 2012
  • Artículo lavavajilla. Disponible en: "www.finishinfo.com.ar". Consultado el 24 de diciembre del 2012.
  • Artículo lavaplatos. Disponible en: "ct.thebeehive.org". Consultado el 24 de diciembre del 2012.